HEMEROTECA MARXISTA-LENINISTA-MAOÍSTA
LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA
EN CHINA *
Una de las tareas fundamentales del verdadero marxismo-leninismo es analizar constantemente, a la luz de los principios del materialismo dialéctico, la práctica revolucionaria del proletariado mundial, a fin de extraer la esencia de esa práctica y armar con ella al proletariado de su propio país en la lucha que éste sostiene por arrancar el poder a la burguesía y transformar la sociedad.
Este ceñirse rigurosamente a los principios del marxismo-leninismo será la línea de demarcación que le separe del revisionismo renegado. Este análisis científico, esa labor creadora permanente, es la frontera que lo separa tanto del dogmático estéril como del oportunista rastrero.
“Las clases luchan, unas clases salen victoriosas, otras quedan eliminadas. Así es la historia de la civilización de los últimos milenios. Interpretar la historia desde este punto de vista es materialismo histórico; sostener el punto de vista opuesto es idealismo histórico”.
MAO TSE TUNG “Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha” (19 agosto de 1949)
Así vemos como, desde la existencia de la sociedad de clases, la clase oprimida no ha dejado nunca de luchar contra la clase opresora: rebeliones de esclavos en Grecia y los países de la antigüedad; rebeliones armadas campesinas en China feudal; resistencia y levantamientos indios contra los invasores españoles y europeos; comunidades de Castilla contra el rey y la nobleza; revueltas de esclavos africanos en la sociedad esclavista-burguesa norteamericana, destrucción de instrumentos de producción por el proletariado inglés… y así hasta la Comuna de París, que va a cerrar una época de varios milenios planteando a las clases explotadas la necesidad de una teoría científica que las guíe en su marcha hacia la victoria.
“La humanidad nunca se plantea problemas que no esté en condiciones de resolver”
MARX
Y fue el propio Marx quien estaba llamado a solucionar este inmenso problema, desencadenando así la más grande revolución en el pensamiento social. Su teoría venía a trazar la frontera entre el socialismo científico y cuantas utopías seudosocialistas habían visto la luz.
A la muerte de Marx y Engels, los dirigentes de los partidos que componían la IIª Internacional traicionaron al marxismo y se pasaron con armas y bagajes al campo de la burguesía.
Entre las masas explotadas y reprimidas de la tierra se plantaba en toda su magnitud el lacerante problema: ¿Era o no posible la liberación?
Al partido bolchevique, dirigido por Lenin, cupo la doble tarea gloriosa de hacer triunfar los principios en la lucha a muerte contra el atajo de revisionistas de aquel entonces y de llevar al proletariado a la conquista del poder. Esta doble victoria, con el establecimiento del primer Estado socialista, marcó el segundo paso gigantesco de las masas oprimidas en su camino hacia el triunfo definitivo.
Al morir Lenin, el partido bolchevique, dirigido por Stalin, continuó por el camino del marxismo-leninismo y supo conducir al pueblo soviético a la victoria sobre el fascismo hitleriano y permitió con ello que los pueblos del mundo se sacudiesen del yugo fascista.
Esta victoria hizo posible que en una parte de Europa se instaurase el sistema socialista.
Desaparecido Stalin, el gran partido bolchevique calló en manos de los Jruchov, Brejnev y semejantes, pandilla de renegados ocultos desde hacía tiempo en el seno del partido. Traicionando desvergonzadamente los principios del marxismo-leninismo, confabulándose descaradamente con el imperialismo yanqui, esta camarilla de social-imperialistas ha venido aplicando una política contrarrevolucionaria en un intento criminal de llevar hacia atrás la rueda de la historia.
Ante el proletariado mundial se presentaba un nuevo problema capital: ¿es o no es posible para el proletariado mantenerse en el poder y continuar la transformación del mundo según sus concepciones de clase?
La Gran Revolución Cultural Proletaria es la grandiosa réplica revolucionaria del proletariado chino a la traición de los pigmeos del Kremlin.
A los nombres gloriosos de Marx, Engels , Lenin y Stalin, grabados para siempre en el corazón de los pueblos del mundo, vine hoy a añadirse el de Mao Tsé-Tung que, con su pensamiento revolucionario, ha puesto en pie a los pueblos del mundo, encabezándolos en el gran combate contra el imperialismo decadente y al revisionismo moderno.
La Organización de Marxistas-Leninistas Españoles (OMLE) y su órgano central “Bandera Roja” consideran como un deber ineludible asimilar el pensamiento de Mao Tsé-Tung y analizar las experiencias de la Gran Revolución Cultural proletaria para mejor armar al proletariado español en su lucha por la liberación.
Los marxistas-leninistas españoles consideramos que los principios del marxismo-leninismo, que las leyes fundamentales del materialismo dialéctico no sólo han sido salvaguardados por el camarada Mao Tsé-Tung, sino enriquecidos en todos los terrenos. De ahí que los problemas esenciales de la revolución proletaria: partido, lucha de clases, línea de masas, contradicción, militante comunista, práctica, dictadura del proletariado, guerra popular, cultura y arte, etc. … deben ser todos ellos replanteados a la luz de la práctica y la teoría revolucionaria del proletariado chino, guiado por el marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung.
Por ello, nos proponemos tratar estos temas fundamentales, dedicándoles a cada uno de ellos un artículo en los números sucesivos de nuestro órgano “Bandera Roja”
(*) Publicado en “Bandera Roja”, órgano central de la Organización de Marxistas Leninistas Españoles (O.M.L.E.), nº 3, junio-julio 1969, p. 2. Texto seleccionado y transcrito para Dazibao Rojo por R. Manzanares
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