martes, 10 de abril de 2012

En conmemoración del 50 aniversario de las históricas huelgas de 1962 en Asturias




En conmemoración del 50 aniversario de las históricas huelgas de 1962 en Asturias
(2ª Parte)

TESTIMONIO DEL MINERO COMUNISTA ASTURIANO
ERNESTO LOSA FERNÁNDEZ*

   La huelga de 1962 se originó como consecuencia del despido de varios trabajadores del pozo Nicolasa, el sábado día 7 de abril de 1962.
   El domingo 8 de abril, nos reunimos el Comité Comarcal de Mieres, en una vía del tren que nos traía carbón desde la mina Tres Amigos hasta Mieres. Nos reunimos cuatro camaradas, todos miembros del Comité Comarcal y responsables de los pozos y de Fábrica de Mieres: Jesús Quiñones Idoquiles (responsable de Nicolasa); Quico, el Ringo (responsable de Nueva Montaña); Severino Suárez Suárez (responsable de Fábrica de Mieres) y yo, Ernesto Losa Fernández (responsable de Pollo y Baltesara). En dicha reunión, discutimos la necesidad de ir a la huelga en solidaridad con los compañeros despedidos, y había que elegir el grupo que mejores condiciones de organización presentara para iniciar dicha huelga. Fueron elegidos los grupos de Polio y Baltesara, que eran minas de montaña y de las que yo era responsable en el Comité Comarcal del Partido.
   Lunes, 9 de abril: contacto con el camarada Alfredo García Zapico, que estaba en las minas  de Polio, para que avisara a todos los trabajadores militantes del Partido para iniciar la huelga. Yo, en este momento, estaba en el primer piso de Baltesara. Alfredo García Zapico, al recibir mi aviso de huelga me dijo que lo detendrían y le contesté: “te detendrán a ti, y a mí y a muchos más, pero hay que ir a la huelga”.
   En Baltesara convoqué a todos los trabajadores a la huelga y no entró nadie a trabajar, así como en Polio.
   Todos los camaradas nos pusimos a trabajar para organizar la huelga. Fue cuando la camarada Tina (1) me puso en contacto con el Comité Provincial del Partido, que estaba en la cárcel de Oviedo. Entré a la visita con Tina y algunas compañeras más que tenían allí a sus maridos. En la cárcel, me reuní con Julio Gallardo y Eduardo Rincón en la sala de visitas. Hablamos de la huelga e incluso Eduardo me llamó la atención de por qué la habíamos organizado, y me dijo que me atuviera a las consecuencias si esta huelga no salía bien. Les pedí que me pusieran en contacto con la Comarca del Nalón.
   A los pocos días, vino Tina a Mieres con José Huerta Torre y nos pusimos de acuerdo para lanzar a la huelga a la parte del Nalón a los diez días aproximadamente.
   En Mieres ya habían parado todos los pozos excepto Fábrica de Mieres ya que se negó a secundarla su responsable: Severino Suárez Suárez. Ante tal situación tomé contacto con Lito Ferrera, el de la Rebollá, para llevar Fábrica de Mieres a la huelga.
   La toma de contacto con Lito fue la siguiente: fui en mi moto hasta Fábrica de Mieres y me situé en la puerta de salida a las cinco de la tarde, hora en la que salen los trabajadores. Había quitado una bujía de la moto para que pareciera que estaba estropeada y yo intentaba arreglarla, así no parecería que estaba esperando a Lito ya que él estaba vigilado por la policía. Lito salió y se dirigió hacia mí preguntándome qué me pasaba con la moto y así fue como le pude contar lo que nos asaba con el responsable, que se negaba a “tirar” la Fábrica de Mieres. Fue así como Fábrica de Mieres fue a la huelga.
   Me dirigí a Sama de Langreo para reunirme con José Huerta Torre y otros a los que yo no conocía. Nos vimos en un bar, junto al pozo Sotón, y luego celebramos una reunión en una escombrera junto al río. Se decidió ir a la huelga. Esta fue la primera reunión que tuvimos con la parte del Nalón. Finalmente pararon todos los pozos.
   Ya habían detenido, en aquel momento, a Alfredo García Zapico, que fue el primer preso que cayó en la huelga de abril y mayo. A los pocos días detuvieron a José Huerta Torre, responsable de la Cuenca del Nalón. A continuación me detuvieron a mí.
   Pasamos diez u once días de durísimos interrogatorios, llevando fuertes palizas. Estuvimos juntos José Huerta y yo en la Comisaría de Oviedo. Nos interrogaron Ramos y José Luis Palacio, entre otros.
   Ingresamos en la Cárcel Modelo de Oviedo, en  la que permanecí aproximadamente dos meses. Salí en libertad atenuada, teniendo que presentarme los días 1 y 15 de cada mes en el Cuartel de la Guardia Civil en Mieres, cosa que nunca hice porque tuve que saltar a la clandestinidad y esconderme, avisado por la compañera Tina ya que la policía volvía a buscarme debido a que los mineros de Polio y Baltesara se habían encerrado dentro de la mina en protesta por la obligación de ir a trabajar por parte de la político-social (2).
   Después de cierto tiempo escondido me pasaron a Francia, clandestinamente, donde estuve de refugiado político.


(1) Constantina Pérez, Tina, hija de un fusilado por los fascistas, sufrió el maltrato por parte de las fuerzas represivas franquistas cortándole el pelo al cero, castigo que los secuaces del régimen franquista aplicaron extensamente a las mujeres antifascistas.
(2) La Brigada Político-Social (BPS) era la sección de la policía fascista de Franco específicamente dedicada a la brutal y sanguinaria represión de la oposición política y sindical al régimen.
  

(*) Extraído de la obra Hay una luz en Asturias… Las huelgas de 1962 en Asturias. Rubén Vega García (coordinador). Ediciones Trea. Fundación Juan Muñiz Zapico. Oviedo 2002, pp. 510, 511. Texto seleccionado y transcrito para Dazibao Rojo por R. Manzanares.

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