miércoles, 22 de octubre de 2008

Bolivia: La Constitución y a quien sirve.



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CEP-Bolivia


Partidos tradicionales rearman la Constitución, hecha por la Constituyente, a su imagen y semejanza

Bolivia, 21 de octubre de 2008 (CEP).- En menos de una semana y a puertas cerradas, los viejos partidos cambiaron más de 100 artículos de la propuesta de Constitución que contiene 411. Los parlamentarios del MAS, Podemos, UN y hasta el revivido Movimiento Nacionalista Revolucionario negociaron y reacomodaron el texto constitucional a favor de sus intereses.

Hasta el lunes por la noche, la población no sabía cuáles eran las modificaciones echas al texto aprobado por los asambleístas en Oruro el 2007 porque para la redefinición se impidió el ingreso de la prensa. Mientras Unidad Nacional (UN) hablaba de más de 300 artículos cambiados en aspectos de fondo, los diputados de Podemos mencionaban más de 150 igualmente en aspectos centrales.

La explicación oficial fue la del vicepresidente Álvaro García Linera, quien anunció que se trataba de más de 100 artículos y que resultó un texto "sustancialmente mejorado". El resultado de la negociación de los viejos partidos políticos demostró que la Asamblea Constituyente no era el tan pregonado "poder fundante", elegido para "refundar el Estado", sino lo que fue desde un principio: una instancia para hacer REFORMAS DENTRO DEL VIEJO ESTADO.

El lunes por la noche, los viejos partidos coronaron sus esfuerzos al aprobar una ley que subordina oficialmente el mentado "poder" de la Asamblea. En su punto dos, la ley interpretativa dice que, una vez concluido el proceso constituyente, "el Congreso Nacional podrá realizar los ajustes necesarios" a la nueva Constitución. Simultáneamente a esa aprobación, Evo Morales y miles de campesinos convocados para esta ocasión gritaban "¡Patria o muerte!".

Lo cierto es que el tema tierras (cuya discusión era 5.000 o 10.000 hectáreas como límite para el latifundio) fue postergado sin fecha. En cambio sí se aprobó el calendario electoral para que Evo vaya a la reelección el 6 de diciembre de 2009 y se someta a referéndum la "nueva" Constitución el 25 de enero próximo. Las autonomías departamentales, demandadas por la representación de la burguesía compradora y los terratenientes, obtuvieron su visto bueno por parte del gobierno.

La movilización popular
Miles de manifestantes llegaron de todo el país convocados por los dirigentes masistas del Conalcam (Consejo Nacional para el Cambio) para mostrar apoyo y respaldo a la propuesta constitucional. Esta histórica manifestación fue la expresión de los deseos del pueblo de transformar el país y solucionar sus principales problemas de justicia, hambre, trabajo, etcétera. Fue también una muestra de inmensa energía democrática popular y de ganas de vivir en una sociedad distinta. Sin embargo la movilización está coyunturalmente encaminada a defender un viejo proyecto político que hace décadas somete al pueblo.

Los dirigentes afiliados al gobierno (Fidel Surco, Isaac Ávalos, Edgar Patana, entre otros) movilizaron a los manifestantes con discursos acerca de que la "nueva" Constitución acabará con la miseria, con el latifundio, con la diferencia de clases, con el atraso. Muchos de estos "voceros" consultados por la prensa dijeron que la Constitución garantiza el progreso del país, el desarrollo de los pueblos indígenas, la participación democrática y el control social. Ministros de gobierno, disputados y constituyentes masistas calificaron a la propuesta constitucional como la culminación de 500 años de lucha de los indígenas contra la colonia, y plantearon que con ella se retoma el camino originario encarnado por Evo Morales.

Se trata de consignas demagógicas para encadenar a los sectores populares y legitimar el proyecto reformista del gobierno. El objetivo es traficar con las esperanzas del pueblo y traicionar sus intereses. En concreto, mientras el lunes por la noche los dirigentes sindicales lanzaban radicales discursos, el gobierno negociaba con sus opositores para rehacer la Constitución.

Así la Asamblea Constituyente (con una mayoría de miembros de sectores populares) terminó sin pena ni gloria, después de más de 18 meses de inútiles discusiones y miles de dólares gastados en sueldos, viajes y viáticos. Al final, los viejos partidos en el Congreso Nacional definieron las reformas que tenían que hacer los asambleístas.

Ahora tenemos a los viejos partidos políticos, casi extintos después de octubre de 2003, revitalizados y definiendo el rumbo del Estado boliviano. Los revisionistas y otros sectores indianistas (afines al gobierno) que habían hablado sobre la presunta "soberanía" de la Asamblea Constituyente y la necesidad otorgar "todo el poder" a ésta han quedado en ridículo frente a la realidad que estamos viviendo. Nunca se trató de la refundación del viejo Estado boliviano, sólo de reestructurarlo vía nueva Constitución Política para salvarlo de su crisis. Ese es el objetivo central del llamado "proceso de cambios" que usa la demagogia en extremo, con el favor del revisionismo y el oportunismo, para encarrilar a los sectores populares en su proyecto reformista.

Centro de Estudios Populares

1 comentario:

Baltazar dijo...

Olá camarada.
Fiz um texto sobre as modificações na constituição da bolívia, e sobre a capitulação de Evo aos latifundiários. Eu queria saber onde consigo os artigos que foram modificados?? A antiga proposta da constituição eu tenho.
Saludos
Baltazar
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