lunes, 27 de septiembre de 2010

Saluda de los camaradas de la UOC (m-l-m) de Colombia a los obreros de Europa.


¡ADELANTE OBREROS DE EUROPA EN EL COMBATE MUNDIAL AL CAPITALISMO!

¡Saludamos el levantamiento huelguístico de los explotados asalariados en Europa contra
el capitalismo imperialista, sistema mundial de opresión y explotación, depredador de
hombres y destructor de la naturaleza!

¡Saludamos la rebelión de los proletarios de Europa contra la aristocracia obrera, cuyas
camarillas en los partidos y sindicatos obreros, coartan la lucha, sirven a los patrones y
defienden los intereses y privilegios de los parásitos explotadores capitalistas!

¡Saludamos el desafío callejero de las masas oprimidas de Europa al Estado de los
opresores capitalistas, cuya fuerza armada y policial ataca a los trabajadores y protege a los
dueños del capital!

Hace 20 años, en este país oprimido llamado Colombia, cuando algunos obreros decidimos
levantar de nuevo las banderas del comunismo, arriadas por la intelectualidad
pequeñoburguesa como parte de una gran crisis en el movimiento comunista internacional,
comprendimos que una de las causas más profundas de esa crisis, era la supervivencia del
imperialismo a pesar de ser la propia encarnación agónica del capitalismo mundial.

Las palabras de Lenin en 1915 “la lucha contra el imperialismo, si no se halla ligada
indisolublemente a la lucha contra el oportunismo, es una frase vacía y falsa”, las hemos
aprehendido por amargas experiencias del siglo pasado, donde la agonía del capitalismo ha
sido prolongada por el auxilio oportunista de los falsos comunistas –agentes de la burguesía
en el seno del movimiento obrero– quienes tras derrotar la Dictadura del Proletariado en
Rusia (1956) y en China (1976), cedieron sus inmensas fuerzas productivas socialistas a la
explotación y dominio del imperialismo; envilecieron el movimiento revolucionario de los
países oprimidos; y en Europa, condujeron el movimiento obrero al estancamiento para
someterlo sumiso a la intensificación de la explotación asalariada, que ha llegado al colmo
de las reformas laborales que hoy promueven los gobernantes burgueses.

Tanto Ustedes, los obreros de las metrópolis imperialistas, como nosotros, los obreros de
las semicolonias, afrontamos los mismos sufrimientos por estar encadenados al mismo
sistema de la esclavitud asalariada, pues el capitalismo imperialista tiende a nivelar la
situación de los obreros en los países imperialistas con el rasero de la superexplotación del
proletariado en los países oprimidos.

Las reformas laborales contra las que Ustedes se levantan hoy en pie de huelga, son las
mismas que desde hace dos décadas han venido imponiendo en los países oprimidos, las
clases dominantes lacayas y a la vez socias del imperialismo, con la infaltable ayuda de los
oportunistas, acabando la contratación colectiva directa para dar paso a las empresas
intermediarias negreras modernas de contratos temporales y por servicios; rebajando los de
por sí reducidos salarios en estos países, mediante la intensificación del trabajo y la
prolongación de la jornada a 12 horas y más; alargando la edad de jubilación a 65 años para
hombres y 60 para mujeres; suprimiendo la salud y educación públicas para convertirlas en
lucrativos negocios privados de pésimo servicio a los trabajadores; engrosando el ejército
industrial de reserva con miles y miles de despedidos a cuenta de la crisis económica;
persiguiendo y asesinando a los proletarios inmigrantes que desesperados intentan ir a
vender su fuerza de trabajo a los países imperialistas…

Apoyamos su justa lucha huelguística contra los despidos, contra el aumento en la edad de
jubilación, contra los contratos temporales, el cierre de fábricas y privatización de
empresas estatales, porque muestra materialmente que el proletariado de Europa marcha de
nuevo hacia la vanguardia, retomando el rumbo que gloriosamente señalara la Comuna deParís desde 1871.

Apoyamos su rebelión contra las traidoras camarillas sindicales patronales, que como las CCOO y UGT en España, sólo han servido para amordazar la lucha de los obreros y favorecer la voracidad de los empresarios capitalistas, siendo sus cómplices en innumerables convenios contra los intereses de los trabajadores asalariados.

Apoyamos su lucha contra las consecuencias de la crisis capitalista, porque ésta es ni más ni
menos que la manifestación directa, de la decrepitud de un sistema capitalista caduco e
inservible para la sociedad mundial; un sistema que condena al hambre y la miseria a los
productores de abundantes bienes materiales, mientras concentra riquezas y capital en unos
cuantos grupos de parásitos monopolistas; un sistema que al extender sus relaciones de
explotación por todos los rincones del planeta, ha inundado de obreros a todos los países,
esclavos asalariados modernos que no tienen nada que perder en una revolución, más que
sus cadenas.

Hoy cuando los obreros del mundo nos hemos transformado en la fuerza social de clase más
numerosa y poderosa del planeta, enfrentada a la burguesía mundial en una contradicción
antagónica, irreconciliable, con el rol de ser la contradicción principal mundial del
imperialismo, vienen bien las huelgas obreras que estremecen al continente europeo,
augurando el fortalecimiento de la corriente principal de la época, la revolución proletaria
mundial, la fuerza social y política que sepultará para siempre al sistema de la explotación
asalariada, porque en ella confluyen la lucha mundial de la clase obrera por el socialismo y
la lucha del movimiento revolucionario en los países oprimidos contra el imperialismo. Y
para que triunfe esta revolución mundial, nos es imprescindible organizar el partido
político mundial del proletariado: La Internacional Comunista de Nuevo Tipo basada en el
marxismo leninismo maoísmo.

Camaradas Obreros de Europa: así como enfrentamos los mismos problemas y a unos
mismos enemigos, también tenemos en común esa causa, que nos compromete ya no sólo
con la resistencia huelguística a la explotación capitalista, sino con la revolución socialista
que suprima por siempre su causa profunda: la propiedad privada capitalista, base fundamental del privilegio de unos hombres a vivir a cuenta del trabajo de otros.

¡Proletarios del Mundo: Uníos!

Unión Obrera Comunista (marxista leninista maoísta)

Colombia, septiembre 24 de 2010

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