viernes, 25 de febrero de 2011

Respuesta de los camaradas de la UOC (mlm) al PCP de Argentina.



RESPUESTA DE LA UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM) A LA CARTA ABIERTA

DEL PARTIDO COMUNISTA POPULAR DE ARGENTINA (MLM)



Estimados Camaradas:

Con un fuerte y fraternal abrazo internacionalista desde Colombia le damos la bienvenida a esta relación con camaradas comunistas del hermano pueblo de Argentina, manifestándoles que hemos recibido y estudiado su Carta Abierta enviada a través de los camaradas del Blog Odio de Clase1. También para nosotros ha sido muy gratificante saber de Ustedes, pues de hecho, cada reporte de existencia de una organización comunista, corrobora y hace realidad la inmortal sentencia del mártir de Chicago, Augusto Spies, contra su verdugo, el capitalismo y su Estado reaccionario: “Si usted cree que ahorcándonos puede eliminar el movimiento obrero, el movimiento del cual millones de pisoteados, millones que trabajan duramente y pasan necesidades y miserias esperan la salvación, si esa es su opinión… ¡entonces ahórquenos! Así aplastará una chispa, pero allá y acullá, detrás de usted y frente a usted y a sus costados, en todas partes, se encienden llamas. Es un fuego subterráneo. Y usted no podrá apagarlo”. Por tal motivo, estamos completamente de acuerdo en hacer de estas cartas el inicio de una relación fraternal, respetuosa y comunista, esforzándonos por practicar el método de la Unidad – Lucha – UNIDAD en el debate actual y contribuir así a la unidad del MCI alrededor de los principios y no de los personajes, unidad de los comunistas y no con los revisionistas.

Agradecemos sus amables palabras sobre nuestra modesta labor con las publicaciones, son de gran estímulo internacionalista para nuestra organización. Por nuestra parte no conocíamos sus posiciones, y cuánto nos alegra ver en esta Carta Abierta que estamos del mismo lado de la trinchera contra el enemigo de clase, contra el imperialismo, contra el revisionismo.

En efecto la Revista Contradicción a la que Ustedes se refieren, fue una publicación teórica inspirada en la situación del movimiento comunista colombiano de la época (1990), y concientemente pensada para enfrentar la indefinición y confusión, como la causa profunda en lo ideológico, de la crisis en la cual estaba postrado el movimiento comunista. Esto desde luego, iba contra la corriente de los demás grupos comunistas, en particular de los maoístas, cuya consigna inmediata era “preparar el inicio de la guerra popular”, un buen deseo, pero sin anclaje materialista en la situación del movimiento, ni de la sociedad, ni de sus fuerzas de clase.

La Revista Contradicción coronó su trabajo de casi una década, formulando un Programa para la Revolución en Colombia, que sirvió de base de unidad para la fundación de la Unión Obrera Comunista (MLM) en 1998. Un Programa cuyo carácter socialista en un país oprimido como Colombia, se constituyó en una nueva piedra de escándalo para las petrificadas teorías de otras organizaciones MLM partidarias del Programa de Nueva Democracia, que habiendo sido correcto en décadas anteriores y defendido fervientemente por los MLs, tanto contra el viejo y derechista programa democrático burgués de los revisionistas jruschovistas, como contra el “izquierdista” programa socialista de los trotskistas, pero que a partir de los años 80, dejó de corresponderse a la realidad. Tales teorías subsisten basadas ya no en el análisis concreto de la situación concreta como lo exige el marxismo, sino en la “congelación” del desarrollo de la sociedad colombiana eternizando su carácter semifeudal y semicolonial, como lo impuso la compresión del maoísmo desde el punto de vista e intereses de la pequeña burguesía revolucionaria, que al hacer equivaler “capitalismo burocrático” a la negación del capitalismo en un país oprimido, o más exactamente, a la “evolución” del semifeudalismo, no solo retuerce esas palabras del camarada Mao, sino que es una abierta renuncia a la economía política marxista en cuanto al análisis del carácter de la sociedad. Cuestiones como éstas, consideramos son propias del debate actual, y en ellas debe quedar nítida la demarcación entre el marxismo y su falsificación.

Nos hemos referido a este tema del Programa, por su relación directa con el problema de la guerra actual en Colombia, a la cual Ustedes aluden afirmando correctamente que no es una guerra popular. Sí camaradas, es una guerra reaccionaria, completamente injusta para el pueblo colombiano que a lo largo de 30 años, no ha sido dirigido, ni apoyado, ni defendidos sus intereses por parte de los grupos guerrilleros actuantes en esta guerra, pues también se transformaron de guerrillas revolucionarias en victimarios de los pobres del campo; porque esta guerra no ha sido por la tierra, sino por la renta extraordinaria del suelo2 donde el mapa de las zonas de guerra, del desplazamiento, de las masacres coincide milimétricamente con el mapa de las explotaciones mineras, de la coca, amapola, palma africana y del Canal del Atrato por el Chocó;3 porque el actual problema agrario en Colombia no es el problema del feudalismo sino del capitalismo! Esta es la discusión de fondo, la cuestión fundamental de deslinde, y punto de quiebre entre el Programa Socialista que defendemos, y los demás programas democráticos que se agitan en el país. Aquí radica la abismal diferencia entre la verdadera guerra popular contra el Estado burgués, terrateniente y proimperialista, y la guerra de las Farc por la renta capitalista de la tierra, vergonzosamente apoyada por grupos que en Colombia se llaman “maoístas”.



Sobre lo acontecido con el MRI por su silencio frente a la traición del revisionismo prachandista, respetamos su opinión camaradas de no considerar que “colapsó”,4 pues consideramos que precisar el juzgamiento del papel histórico del MRI, es justo una de las discusiones inmediatas entre los marxistas leninistas maoístas. Las revelaciones hechas ya públicas por partidos del MRI (PC (M) de Afganistán, PC de la India ML Naxalbari, PC (M) de Italia…) sobre el desarrollo de la lucha de líneas y su tratamiento por el Comité del MRI, son reconocimientos coherentes con los hechos que sí vimos y vivimos todos los marxistas leninistas maoístas, independientemente de haber sido o no parte orgánica del MRI: ante el tremendo ataque lanzado por los revisionistas desde el PCN (M) contra la avanzada de la revolución mundial, contra lo más avanzado de la unidad y organización que los marxistas leninistas maoístas habían logrado concretar en el MRI, la dirección de este movimiento guardó silencio dejando a la deriva a los comunistas revolucionarios y proletarios del mundo; por tanto, abandonó su papel de centro dirigente ideológico y político del MCI y del proletariado internacional, que era su papel histórico esencial. Esos son los hechos, que ligan directamente el silencio ante la traición revisionista, con la esencia de la bancarrota del MRI.

Hechos sometidos ahora a la discusión de reconocerlos o no, de buscar la verdad en ellos, de examinar si el silencio del MRI frente al revisionismo prachandista fue un problema de mala voluntad de los jefes o de línea que llevó a abandonar en la practica la línea del MRI y caer en el compromiso y vacilación ideológica y política frente a las “nuevas teorías” del PCN (M). Hechos necesarios de evaluar y sintetizar para aprender de esa experiencia y seguir adelante en el propósito común y necesario de construir una Internacional de nuevo tipo basada en el marxismo leninismo maoísmo. De la unidad y deslinde que se logre en esa discusión, se deriva el cómo continuar y si la forma de continuar en una nueva etapa puede incluso mantener el mismo nombre de la etapa anterior.

En esa línea de aprender de la experiencia, vienen bien unas palabras de Lenin:

“Por bancarrota de la Internacional se entiende a veces tan sólo el aspecto formal de la cuestión, la interrupción de las relaciones internacionales entre los partidos socialistas de los países beligerantes, la imposibilidad de celebrar una conferencia internacional, de reunir el Buró Socialista Internacional, etc. Este es el punto de vista de algunos socialistas de los pequeños países neutrales e incluso, probablemente, de la mayoría de los partidos oficiales de esos países, y también de los oportunistas y de sus defensores. (…)

Para los obreros conscientes, el socialismo es una convicción profunda y no una tapadera cómoda para ocultar tendencias conciliadoras pequeñoburguesas y de oposición nacionalista. Por bancarrota de la Internacional, estos obreros entienden la flagrante traición de la mayoría de los partidos socialdemócratas oficiales a sus convicciones y a las solemnes declaraciones hechas durante los discursos pronunciados en los congresos internacionales de Stuttgart y Basilea, en las resoluciones de estos congresos, etc. Los únicos que pueden no ver esta traición son los que no quieren verla, aquellos a quienes no conviene verla. Para formular de manera científica esta cuestión, es decir, desde el punto de vista de las relaciones entre las clases de la sociedad moderna, debemos decir que la mayoría de los partidos socialdemócratas, llevando a la cabeza en primer término al partido alemán, el más numeroso e influyente de la II Internacional, se han puesto al lado de su Estado Mayor Central, de su gobierno y de su burguesía, contra el proletariado”.5



En el tema del PCNU (M), entendemos que ya los MLM de dentro y fuera del MRI han hecho el deslinde fundamental con respecto a las teorías revisionistas de ese partido. Diferenciamos entre el proceso objetivo revolucionario en Nepal, y las posiciones del PCN (M) que estuvo a su vanguardia. Siempre apoyamos la Guerra Popular en Nepal y seguimos confiando en que la Revolución en ese país, se abrirá paso a pesar de la traición y surgirá una nueva vanguardia correcta que la lleve al triunfo. También manifestamos pública admiración y respaldo al PCN (M) hasta el momento en que sus “nuevas teorías” en lo ideológico, dieron lugar en lo político a la traición a la guerra popular.6 Pensamos que el origen de las divergencias ventiladas con los camaradas del PC (M) de Italia, está no en la consideración general de la necesidad de ser flexibles en la táctica, sino en si la flexibilidad táctica del PCN (M) en el 2006, sirvió o no a la estrategia de la Revolución en Nepal, si mantuvo la firmeza en los principios o los abandonó, en últimas, si el Acuerdo de Paz del 2006 fue un compromiso necesario para la revolución o fue una traición a la revolución. Por lo que entendemos, los camaradas del PC (M) de Italia se sostienen en que esa fue una táctica correcta y que fue correcto apoyarla, y por lo tanto no hay razón para autocriticarse. Así está planteada la discusión.

Ustedes nos llaman la atención por un error de descontextualización en la crítica (y teniendo en cuenta la clara denuncia al capitulacionismo prachandista que Ustedes manifiestan en su Carta Abierta), asumimos se refieren al tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, aspecto crucial a tener en cuenta para un acertado desarrollo de la lucha ideológica, por lo cual, de entrada agradecemos y aceptamos su crítica, anunciándoles que hemos decidido examinarla rigurosamente, no solo en referencia a la comunicación con los camaradas de Italia, sino en relación al método general para tratar las divergencias entre los marxistas leninistas maoístas en el nuevo período, que ya reconocimos en nuestra Resolución sobre la situación del Movimiento Comunista Internacional y las tareas hacia la Internacional de nuevo tipo, en la cual afirmamos en el primero de sus Resuelves:

“Reconocer que la lucha de líneas de los marxistas leninistas maoístas en el Movimiento Comunista Internacional ha logrado contener y derrotar el ataque del revisionismo prachandista, superando así, con éxito, la gran conmoción causada por dicho ataque, e impulsando a las triunfantes fuerzas marxistas leninistas maoístas del Movimiento Comunista Internacional a un nuevo período caracterizado por la gran confusión reinante entre los comunistas revolucionarios y la extrema dispersión de sus fuerzas”.7

Nos comprometemos a comunicar públicamente la conclusión de ese examen y discusión.

Dispuestos a continuar esta fraternal lucha ideológica por la férrea unidad de los MLM en el MCI, y a fortalecer la relación comunista entre nuestras organizaciones, nos suscribimos,



Sus hermanos de clase y camaradas de lucha:

Oficina de Relaciones Internacionales

Unión Obrera Comunista (MLM)



Colombia, Febrero 23 de 2011



PD. Ya por los correo directos podremos seguir intercambiando correspondencia, documentos y aprendiendo de la rica experiencia acumulada en el trasegar revolucionario de nuestros pueblos y en la lucha de sus representantes concientes por construir la vanguardia comunista, que hoy no puede ser, sino partidos comunistas marxistas leninistas maoístas como parte de la nueva Internacional.

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