miércoles, 22 de junio de 2016

Partir de las masas para volver a las masas (1966) (Documentos sobre la GRCP)

Partir de las masas para volver a las masas (1966) 
(Documentos sobre la GRCP)
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El camarada Mao Tse-tung dijo: “En toda actividad práctica de nuestro Partido, no puede haber dirección justa más que apoyándose en el principio de “partir de las masas para volver a las masas“. Esto también se aplica a las tareas de la revolución cultural proletaria.
Si una unidad lleva a cabo sus tareas con éxito en el contexto de este movimiento, es que los responsables saben cómo seguir las enseñanzas del camarada Mao Tse-tung, asumir el liderazgo del movimiento, movilizar a las masas sin reservas, animarlas a expresar sus pensamientos en periódicos murales en caracteres grandes y a manifestar sus opiniones plena y francamente en grandes debates, y conducir a las masas a participar en la lucha para barrer todos los genios malvados.
Estos buenos líderes muestran que saben cómo abordar la escuela de masas para luego enseñar a las masas. Tales líderes se muestran dispuestos a escuchar las opiniones de las masas, a tomar nota, a meditar y a concederles más atención.
Tienen el valor de atraer el fuego de la crítica sobre ellos, de sus defectos y los errores que se revelan en su trabajo.
Son bienvenidos los periódicos en grandes caracteres hechos por las masas que revelan sus errores y faltas y las críticas. De este modo, demuestran un estilo comunista elevado.
Con esto quieren ganarse la confianza de las masas, adquirir iniciativa en el trabajo, el derecho a debatir y a dirigir; y esto es lo que les permite guiar el movimiento correctamente.

Pero también hay algunos líderes que actúan de manera muy diferente. Se asemejan a Yékong y tienen pasión por los dragones, pero tienen un miedo mortal. Con la boca pequeña hablan de la línea de masas, pero de que las masas están muertas de terror. Tienen miedo de esto y lo otro; temen que las llamas de la lucha revolucionaria de las masas les quemen y que las masas pongan en evidencia sus defectos y sus errores. De hecho, si los camaradas que han cometido errores menores se atreven y consideran con franqueza sus defectos, si hacen autocrítica sincera y seriamente, si aceptan con una mente abierta las críticas formuladas por las masas y demuestran con sus acciones que están decididos a corregir sus errores, las masas les entenderán, les excusarán y les darán la bienvenida a esta actitud.
También hay un puñado de otros que escogen la actitud de los señores y los burócratas y se colocan por encima de las masas. Una vez que rehusan categóricamente escuchar las opiniones de las masas. Cuando esos pocos aparecen en periódicos en grandes caracteres para criticarlos, no pueden soportarlo. Buscan pretextos para suprimir el movimiento de masas y tomar represalias contra las masas para vengarse. Al hacerlo así, no pueden dirigir la revolución cultural ni mantenerse más tiempo y finalmente serán abandonados por las masas.
El camarada Mao Tse-tung dijo: “Cada uno de nuestros cuadros, cualquiera que sea su rango, es un servidor del pueblo. Todo lo que hacemos es para servir al pueblo“.
Es absolutamente intolerable que los comunistas tomen la actitud de los señores burgueses hacia las masas. La revolución cultural proletaria está dirigida precisamente contra los señores burgueses de este tipo.
Si un comunista no aprende modestamente la escuela de las masas, pero adopta la actitud de un burócrata, ¿se puede hablar de espíritu comunista? Es un estilo de trabajo diametralmente opuesto al del Partido Comunista, es el estilo de trabajo del Kuomintang .
En Yenán, el camarada Mao Tse-tung expresó la necesidad de distinguir entre el estilo de trabajo del Partido Comunista y el del Kuomintang. El estilo de trabajo de nuestro Partido, el Partido Comunista, nos invita a mantener un estrecho contacto con las masas, a instruirnos en su escuela, a servir de todo corazón y a llevar a cabo una autocrítica regular de nuestros defectos y de nuestros errores, asi como de lavar y barrer el piso cotidianamente. En cuanto al del Kuomintang, consiste en aislarse de las masas, para mantenerlas bajo su tutela, maltratarlos y oprimirlos.
El camarada Mao Tse-tung dijo que los miembros del Partido Comunista no deben en ningún caso mantener el estilo de trabajo del Kuomintang, mantener la posición del burcocratismo y el estilo de los señores de la guerra.
La abrumadora mayoría de los miembros del Partido Comunista hacen la distinción entre el estilo de trabajo del Partido Comunista y el del Kuomintang. Sin embargo pocos pueden hacerlo en determinados momentos o en determinadas cuestiones. Para un miembro del Partido Comunista, el no poder distinguir entre los dos estilos de trabajo es extremadamente peligroso, es estar del lado equivocado, es colocarse en oposición al movimiento revolucionario de masas.
No hay un camino revolucionario recto y liso; siempre tiene giros y curvas, subidas y bajadas. La Gran Revolución Cultural Proletaria -una gran revolución que toca al hombre en lo más profundo y al mismo tiempo una lucha de clases muy aguda, compleja y profunda- experimentará, inevitablemente, durante su desarrollo, ciertos defectos o errores y ciertas vicisitudes. La cuestión es que tenemos que desplegar todos nuestros esfuerzos para dirigir mejor siempre el movimiento, con el fin de desarrollar una forma más saludable y tratar de cometer menos errores y menos desvíos. ¿Podemos dirigir aún mejor este movimiento? Ciertamente: aplicando consecuentemente la línea de masas del Partido avanzada por el camarada Mao Tse-tung y adherirse a la política de movilización sin reserva de las masas.
La gran revolución cultural proletaria se desarrolla con tal rapidez y tal impetuosidad que muchos no están suficientemente preparados ideológicamente. Cada miembro del Partido Comunista debe ser probado en esta gran revolución en las llamas de la lucha de las masas. Debe demostrar con sus acciones que es fiel siervo de las masas y que realmente toma las enseñanzas del camarada Mao Tse-tung como las directivas supremas en todas sus acciones.

 
Editorial de “Renmin Ribao”, 21 de julio de 1966
Traducido por “Cultura Proletaria”

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