A pesar de que según Evo Morales “el campesino y el obrero encuentran su aliado en las Fuerzas Armadas (FFAA) y
Defensa a la
cual se suma este gobierno, que a pesar de haber proyectado una imagen de Evo
como un líder nato, piedra angular del “proceso de cambio”, luchador a ultranza
por la madre tierra, heredero del legado de Tupac Katari, defensor inclaudicable
de los derechos humanos, y enemigo nocivo del imperialismo, lo recién sucedido
nos demuestra todo lo contrario.
Debemos
recordar que cuando se aplicó el decreto del gasolinazo de navidad, el 26 de
diciembre del 2010, el presidente se encontraba fuera del país, hecho que no se
puede entender como una simple casualidad sino como una forma de dirigir las
miradas y los señalamientos hacia el entorno y los asesores con el objetivo de
mantener ileso el perfil del caudillo del “proceso de cambio”.
Ahora en los
últimos hechos, según la versión del presidente, vicepresidente, ministros y
todos los feligreses del gobierno, niegan cualquier relación con lo sucedido y
afirman desconocer quien habría autorizado la mencionada represión, acto
seguido, se da una serie de acusaciones y contra-acusaciones, enredadas en
contradicciones e inconsistencias por parte de los ministros de
gobierno.
Frente a tal
embrollo de versiones y excusas, al interior del oficialismo, varios
funcionarios del gobierno prefieren renunciar, unos, según ellos, para no verse
manchados con la vulneración de los derechos humanos de los policías que se
mostró en imágenes por televisión y los demás para que lo sucedido no salpique y
no manche aquel retrato del susodicho heredero del legado de Tupac
Katari.
Poco antes de
su renuncia, el ex-ministro de gobierno Sacha Llorenti acusó al ex vice-ministro
de régimen interior Farfan, recientemente retirado de su cargo, como responsable
de la orden de intervención a la marcha, Intentando liberar de cualquier
responsabilidad a cualquier otro funcionario de gobierno pero por sobre todo al
candidato a premio Nóbel de a paz. Pero según informes de oficiales que pidieron
mantenerse en el anonimato “la orden fue de dos
viceministros que dijeron hacerlo en nombre del presidente”.
Acto seguido
el presidente sale, cada oportunidad que se le presenta, a pedir disculpas por
lo sucedido, sin antes tratar de convencer que todas las acciones estarían
destinadas a precautelar la seguridad de los indígenas, y a recordar, haciendo
coro con sus ministros, que el no tendría ninguna relación con las acciones de
la policía y expresar su repudio a cualquier exceso de
violencia.
El bombardeo
mediático, empezando por el canal estatal que se la pasa transmitiendo discursos
y entregas de obras del presidente, y esta concatenada con propaganda que sale
constantemente por todos los medios, no queda al margen para poder enjuagar la
imagen del gobierno sin que nadie conozca el origen de los recursos destinados a
este fin.
Por ultimo, el
vice-ministro de coordinación con los movimientos sociales, Cesar Navarro
intenta descargar la responsabilidad sobre las espaldas de los policías de bajo
rango afirmando que “no por la acción de unos 4 o 5 policías se va a acusar a
todo un gobierno”, deslindando de cualquier responsabilidad a cualquiera de los
altos funcionarios del MAS.
Afirmación que difiere de la
declaración de Guadalupe Cárdenas, actual representante de esposas de policías,
que asegura que sus esposos, los policías, habrían actuado bajo orden del
gobierno, además los que les habrían proporcionado las cintas adhesivas, con las
cuales se amordazó a los indígenas, fueron los mismos colonizadores
interculturales que promueven el bloqueo en contra de la marcha, que según
comentaron algunos entrevistado del lugar, por un enviado de la red ERBOL, estos
bloqueadores no serian del lugar.
El recurrente pretexto de la
mayoría de analistas que se definen de izquierda, y se pasean por los medios, se
reduce a que “si no es Evo entonces quien”, haciendo creer que Evo seria una
especie de único líder, semejante al Fhürer descrito por Goebbels, ministro de
propaganda del partido nazi alemán.
Otra argumento
corriente que esgrimen estos sesudos intelectuales, con el fin de no implicar al
candidato a premio Nóbel como responsable de cualquier medida del gobierno en
contra de los sectores populares, es el típico “no se trata de Evo sino de su
entorno y sus asesores”, como si el caudillo del “Proceso de cambio”
desconociera y no participara de las medidas de su gobierno.
Toda la propaganda, las disculpas
del presidente, las lucubraciones teóricas de algunos intelectuales, las
negaciones sobre cualquier acusación de haber dado la orden de intervención y la
inmolación algunos ministros de gobierno –Farfan, Sacha Llorenti- no son
casuales sino que están trazadas para intentar limpiar la imagen del presidente,
erigido por ciertos intelectuales como guía espiritual de la
humanidad.
Las actuales
movilizaciones nos demuestran que poco a poco se va desdibujando en la gente la
imagen de aquel candidato al Premio Nóbel de la paz, protector de la pachamama y
guía espiritual de la humanidad, etc, etc. y se va evidenciando que no se trata
solamente del entorno o de sus asesores, sino que todas las acciones del
gobierno son obra y gracia tanto del presidente como de su entorno, y toda esta imagen ilusoria servia y fue diseñado
para que nadie pueda cuestionar el accionar “revolucionario” del “guía
espiritual de la humanidad”.
Tomado del blog Análisis y Opinión.
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