Acorralado por el Paro Nacional del 21 de noviembre y la
intensificación de la protesta popular, el régimen mafioso representado
por el títere presidente Duque se vio obligado a tener en cuenta las
exigencias del pueblo; sin embargo, pretende burlarlas en las consabidas
“mesas de diálogo”, en las cuales el gobernante sustenta su política
criminal y a los representantes de las masas solo se les permite hablar.
Vieja maniobra que en esta ocasión tampoco le ha dado resultado a las
clases dominantes y al régimen.
Ante la creciente ola de protestas y la división en el seno de las
clases dominantes los politiqueros liberales, socialdemócratas y demás
reformistas pretenden sacar provecho de la indignación popular en
beneficio propio, contando con la complicidad de los burócratas de las
centrales sindicales y algunos integrantes del Comité Nacional de Paro,
quienes no solo han hecho oídos sordos a las exigencias de los obreros
que se encuentran en peores condiciones, a las reclamaciones de la
juventud y de otros sectores de las masas, sino que ahora se abrogan la
dirección del movimiento, al cual solo prestaron su apoyo e incluso
algunos vendeobreros, como Julio Roberto Gómez, condenaron.
Es así como a espaldas de la mayoría de los integrantes del Comité
Nacional de Paro enviaron una carta al títere presidente, respaldada con
la firma de ilustres personalidades, entre ellos declarados y odiados
enemigos del pueblo trabajador (congresistas, exasesores, exministros…
ponentes y ejecutores de las medidas reaccionarias de gobiernos
anteriores) donde se diluyen los puntos del Pliego del Paro y se acepta
el viejo truco de las “mesas de diálogo” y de “trabajo” con el cual los
gobernantes han desmovilizado a los luchadores y burlado las
reivindicaciones y compromisos adquiridos con los indígenas, comunidades
negras, campesinos, maestros, estudiantes…
Se trata de una sucia maquinación de viejos y nuevos politiqueros
interesados en utilizar la rebeldía popular y las reivindicaciones de
las masas para sacar a la facción uribista del gobierno y hacerse ellos
con el poder del Estado. Es decir, utilizar la lucha de las masas para
dirimir las contradicciones en el seno de los enemigos del pueblo
permitiendo que todo siga igual o peor.
Se agudiza así la lucha entre los dos caminos: de un lado, el camino
de “solucionar” la crisis social y política desde arriba, mediante las
maniobras de los representantes de la burguesía “menos mala” con el
apoyo de los partidos reformistas de la pequeña burguesía y el
oportunismo, camino que ha tomado fuerza en el Comité Nacional de Paro;
del otro lado, también se fortalece el camino de la lucha directa y
revolucionaria de las masas en las calles, y el esfuerzo de importantes
sectores obreros, campesinos e indígenas, jóvenes, estudiantes y
maestros, mujeres… por avanzar al Paro Nacional Indefinido, manifiesto
en la radicalización de los Comités de Paro que se mantienen firmes en
rechazar el “paquetazo”, en los puntos del Pliego y están generalizando
la organización de las Asambleas Populares.
Para los comunistas y revolucionarios, para los dirigentes y
activistas honrados, para la juventud revolucionaria y el pueblo
rebelde, para quienes anhelan cambiar la situación no existe otro camino
que generalizar las formas de organización y de lucha donde sean las
masas quienes tomen en sus manos su destino, lo cual significa:
• No permitir que la Plataforma de Lucha del Pueblo se disuelva en la
plataforma de los politiqueros ansiosos de votos y de poder. Es decir
exigir la solución de las reivindicaciones que motivaron el Paro del 21
de noviembre y las movilizaciones, cacerolazos y demás manifestaciones,
agregando el desmonte del Esmad, el alza del salario mínimo en 1.500.000
pesos, el cese de los despidos y por la contratación directa e
indefinida.
• Fortalecer los Comités de Paro, crearlos donde no existan y
organizar las Asambleas Populares como organizaciones democráticas,
donde sea el pueblo trabajador quien decida qué hacer sin intermediarios
y con independencia del Estado y de cualquier partido político. Ahora
se hace necesario organizar una Gran Asamblea Nacional Popular donde se
elijan democráticamente los representantes, voceros del pueblo.
• Si bien es cierto ya hay algo de cansancio, es necesario mantener
la movilización en las calles exigiendo solución a los problemas y
haciendo mayor propaganda entre las masas para que se sumen a la lucha.
En ese sentido se deben concentrar esfuerzos en que el paro anunciado
para el 4 de diciembre se convierta en punto decisivo hacia el Paro
Nacional Indefinido.
• La juventud revolucionaria, que ha sido la vanguardia en esta
lucha, tiene una tarea de gran envergadura para ampliar la base del
movimiento, explicando a las más amplias masas el Pliego y el Plan de
lucha, uniéndose a todos los sectores que seguirán saliendo a las calles
como ahora lo hacen los indígenas en Bogotá, como lo harán en los
próximos días los recicladores, y como lo hacen a diario los
trabajadores en las fábricas, empresas y en el Ministerio de Trabajo
rechazando los abusos de los capitalistas, cuyas protestas pasan
desapercibidas porque no ocupan los grandes medios, pero son ellos la
fuerza fundamental porque sin su trabajo se para la ganancia y se hiere
el corazón del capitalismo.
Camaradas, compañeros, hermanos de clase y aliados en esta batalla
contra el régimen mafioso y paramilitar, no podemos perder la
perspectiva y por consiguiente, todo lo que se haga ahora debe servir
para sentar los cimientos y aprovechar como acumulado para las futuras y
decisivas batallas por la transformación revolucionaria de la sociedad.
Hacer retroceder al régimen y a las clases dominantes es solo un
objetivo a corto plazo y escuela de entrenamiento para que el pueblo
tome confianza en sus propias fuerzas como ya lo está haciendo; para que
los obreros y campesinos forjen su alianza estratégica que les permita
en el futuro no lejano tomar en sus manos las riendas de la sociedad;
para que la clase obrera avance en la conquista de su independencia de
clase y, especialmente, para templar en el crisol de la lucha a la
vanguardia que destaque a los mejores hijos del pueblo cuya
responsabilidad es construir el Partido Comunista Revolucionario, la
fuerza capaz de dirigir y organizar toda la lucha del pueblo colombiano
para desatar la Guerra Popular, la insurrección armada y la revolución
que destruya el Estado de los explotadores y todo el poder del capital,
abriendo el paso al nuevo Estado de los obreros y campesinos y a la
construcción de la República Socialista.
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Noviembre 30 de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario