No han pasado ni 24 horas de la posesión del nuevo gobierno y de manera acertada, militantes de distintas organizaciones indígenas y campesinas bloquearon algunas vías de la provincia de Imbabura.
Bajo la exigencia de demandar al nuevo verdugo del pueblo que no termine de eliminar los subsidios a los combustibles (gasolina, diésel y gas); que se deroguen los decretos emitidos por el régimen entreguista de Moreno: 1054, 1158 y 1183 que permiten el incremento de los precios de combustibles y otros petitorios más, los campesinos marcan la pauta para el desarrollo de nuevas y más combativas jornadas de lucha.
A esta agenda del pueblo hay que incorporar las demandas que tienen otros sectores de trabajadores, como los de la salud, informales y todos quienes han sido golpeados por las medidas fondomonetaristas de Moreno.
No hay que esperar a que el régimen consolide posiciones fortaleciendo su estrategia represiva dividiendo a las organizaciones populares o comprando a dirigentes miserables para que, a sangre y fuego, nos imponga medidas que van a agudizar más las condiciones de vida de las grandes mayorías; hay que hacer, lo que debemos hacer: ¡organizar la rebelión, aquí y ahora!
Ya el régimen de Moreno con la complicidad de la dirigencia del movimiento sindical, indígena y popular, traicionaron a las masas después de la rebelión de octubre del 2019. Tantas vidas perdidas para que el régimen, al final de todo, hay conseguido sus propósitos dejando atrás desconcierto, dolor y escepticismo. Hoy, más que nunca, la decisión y voluntad combativa de las bases, deben estar por encima de los mezquinos y cobardes comportamientos de sus dirigentes.
¡A ORGANIZAR UN NUEVO LEVANTAMIENTO ORBERO-CAMPESINO-POPULAR!
¡A DETENER LA VORACIDAD DE LA BURGUESÍA COMPRADORA EN LAS CALLES!
¡A RECONSTITUIR EL MOVIMIENTO INDÍGENA/CAMPESINO EN LA LUCHA!
LA REBELIÓN SE JUSTIFICA, ¡AQUÍ Y AHORA!
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