El tratamiento militar del régimen criminal al Paro Nacional iniciado el 28 de abril, la declaración de guerra a los bloqueos, el aleve ataque armado de los mafiosos compinches del régimen y de sus escuadrones de asesinos (Policía, Esmad, Ejército, Paramilitares), causando a diario más muertos, heridos, desaparecidos y violaciones… son muestra de la profunda debilidad de un régimen moribundo que, cual fiera herida, lanza sus zarpazos contra la rebelión popular. Tales ataques han cobrado en los días del Paro, la vida de más de 50 combatientes y dejado 524 desparecidos, 1600 heridos, 1430 detenidos, 21 mujeres abusadas sexualmente…
Sin embargo, la masacre y los sufrimientos padecidos, especialmente por la juventud proletaria revolucionaria que ha dado pruebas de heroísmo sin par, lejos de apaciguar la rebelión la acrecientan: nuevos combatientes ocupan el lugar de los caídos, nuevos rostros relevan a los desaparecidos, miles y miles más se levantan para suplir a los heridos y detenidos, y millones se lanzan a las calles respaldando a sus hermanos, hijos e hijas victimados por la dictadura mafiosa que con cada nuevo ataque se debilita y ahonda las fisuras entre las clases dominantes explotadoras.
Ni el régimen ni las clases dominantes pueden o quieren resolver las exigencias del pueblo que se ha puesto de pie. El tal “diálogo social” solo es un distractor para apaciguar la rebelión. Los llamados a la serenidad y la condena a los supuestos actos de vandalismo y los bloqueos son un apoyo directo a la criminal dictadura mafiosa. Los consejos de reducir el paro a desfiles y movilizaciones pacíficas sin barricadas ni bloqueos, para que el gobierno de la mafia se fortalezca sin trampas y Duque termine su mandato como recomiendan Petro y su séquito, son consejos pacifistas y desmovilizadores, dados por los politiqueros reformistas y los jefes vende-obreros del Comité Nacional de Paro, quienes ya sin tapujos muestran su gran servicio al régimen y a los explotadores, su miserable fe en la constitucionalidad burguesa reaccionaria y su miedo al pueblo sublevado.
Por su actitud pusilánime y de complicidad con el régimen, los falsos amigos del Paro se han ganado el justo repudio de vastos sectores de las masas, dejándoles en claro que no los representan y desechando sus ilusiones en esos supuestos salvadores y representantes. Una magnífica actitud que pone de presente cómo la propia lucha ha ido elevando la conciencia política de los combatientes. Los comunistas y revolucionarios fieles a los intereses de la clase obrera y sus aliados, los campesinos e indígenas y demás sectores de la pequeña burguesía, le proponen al pueblo trabajador una salida distinta y cuyo protagonista debe ser el mismo pueblo.
El régimen de Duque está debilitado y las clases dominantes están divididas. El movimiento de masas está en ascenso. Es posible y necesario tumbar este régimen de dictadura de la mafia, con la fuerza de la movilización revolucionaria del pueblo; pero ese único camino seguro para derrotar a los enemigos, exige prepararse para nuevos y más grandes combates y también mayores sacrificios, más conciencia y mejor organización.
El momento destaca unas tareas urgentes de los verdaderos dirigentes y activistas del gran levantamiento popular:
- Generalizar las Asambleas Obreras, Populares, Campesinas, Indígenas, Estudiantiles donde se ejerza la democracia directa del pueblo trabajador, se decidan las exigencias y las tareas para proseguir en la lucha y generalizar el Paro Indefinido. Asambleas de abajo hacia arriba cada vez más conscientes y organizadas para transformarlas en la forma del nuevo poder. Asambleas que culminen en una gran Asamblea Nacional Popular donde se decidan las tareas para resolver los problemas que el régimen, la burguesía y los politiqueros no pueden y no quieren solucionar.
- Generalizar los Grupos de Choque o Primera Línea y construir las Guardias o Milicias Obreras y Populares para enfrentar con éxito y derrotar las fuerzas asesinas estatales y paramilitares. A su vez, preparar mejor los combates y actuar con inteligencia para no propiciar bajas innecesarias.
- Complementar el combate directo a las hordas armadas del régimen, con un intenso trabajo de agitación y propaganda en las filas de las fuerzas militares del enemigo para desmoralizarlas, aislar a los mandos superiores y hacer que una parte de sus efectivos se pasen al lado del pueblo sometiéndose a las decisiones de las Asambleas Populares.
Independiente de los altibajos que puedan presentarse en los próximos días, la crisis económica, social, sanitaria y ambiental, así como la crisis política por arriba, el tratamiento de guerra a las exigencias del pueblo y la rebelión creciente de las masas populares… son todas condiciones que posibilitan el salto a una época de revolución, donde sea el pueblo, si se encuentra consciente y organizado, quien tome en sus propias manos la dirección de todos los asuntos. Por ello, el pueblo debe prepararse para gobernar y los comunistas revolucionarios deben acelerar la construcción del Partido proletario de vanguardia.
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Mayo 19 2021
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