domingo, 27 de enero de 2013

Documento de la Gran Revolución Cultural Proletaria (parte 3ª)

Sumario del Foro sobre el Trabajo Artístico y Literario en las Fuerzas Armadas convocado por la camarada Chiang Ching por encargo del camarada Lin Piao – Del 2 al 20 de Febrero de 1966 (3ª parte)




Nota: Este importante documento –hasta ahora no disponible en lengua española en Internet y cuya tercera y última parte publicamos ahora-, ha sido tomado de Importantes Documentos de la Gran Revolución Cultural Proletaria. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín 1970, pp. 209-250. Ha sido transcrito por Gran Marcha Hacia el Comunismo e incluido en su página web para darle la mayor difusión, especialmente entre las nuevas generaciones de comunistas y revolucionarios.
Madrid, Enero 2013


9. En lo que se refiere a los métodos de creación, hay que combinar el realismo revolucionario con el romanticismo revolucionario, en lugar del realismo crítico burgués y el romanticismo burgués.
Las excelentes cualidades de los héroes surgidos de entre los obreros, campesinos y soldados bajo la guía de la acertada línea del Partido, son una expresión concentrada el carácter de clase del proletariado. Debemos trabajar con pleno entusiasmo y hacer todo lo posible para crear imágenes heroicas de obreros, campesinos y soldados. Debemos crear arquetipos. El Presidente Mao ha dicho: “La vida reflejada en las obras artísticas y literarias puede y debe estar en un plano más alto, ser más intensa, más concentrada, más típica, puede y debe estar más cercana del ideal y resultar, por lo tanto, más universal que la realidad de la vida cotidiana”. No debemos limitarnos sólo a describir las personas y acontecimientos reales. Ni debemos retratar a un héroe sólo después de muerto. En realidad, hay muchos más héroes vivos que muertos. Esto significa que nuestros escritores deben sintetizar el material obtenido en la vida real y acumulado en el curso de largo tiempo, y crear toda clase de personajes típicos.

Al describir las guerras revolucionarias, debemos, en primer lugar, tener en claro la naturaleza de las guerras: las nuestras son justas, y las de el enemigo, injustas. En las obras hay que mostrar nuestras arduas luchas y heroicos sacrificios, pero también reflejar nuestro heroísmo y optimismo revolucionarios. Al describir la crueldad de la guerra, no debemos exagerar ni exaltar sus horrores. Mientras pintamos lo arduo de la lucha revolucionaria, no debemos exagerar ni exaltar los sufrimientos. Los rigores de la guerra revolucionaria y el heroísmo revolucionario, lo arduo de la lucha revolucionaria y el optimismo revolucionario, constituyen una unidad de contrarios, pero debemos tener en claro cuál es el aspecto principal de la contradicción; de otro modo, si hacemos erróneamente el énfasis, caeremos en la tendencia pacifista burguesa. Además, al describir la guerra revolucionaria popular, sea en la etapa en que la guerra de guerrillas constituye la forma principal y la guerra de movimientos la complementaria, o bien en la etapa en que lo principal es la guerra de movimientos, debemos expresar correctamente las relaciones que existen entre el ejército regular, las guerrillas y la milicia popular, y entre las masas armadas y las no armadas bajo la dirección del Partido.
En cuanto a la selección de temas, podremos hacerlo de manera adecuada y correcta sólo penetrando en lo profundo de la vida y realizando un buen trabajo de investigación y estudio. Los dramaturgos deben adentrarse sin reservas y por largo tiempo en las llamas de la lucha. Los directores, actores, camarógrafos, pintores y compositores también deben penetrar en la vida y hacer concienzudas investigaciones y estudios. De las obras creadas en el pasado, algunas tergiversan los hechos históricos, centrándose en la descripción de las líneas erróneas en lugar de las correctas; otras describen personajes heroicos pero que infringen invariablemente la disciplina, o crean héroes sólo para hacerlos morir en un artificial desenlace trágico; ciertas obras no presentan personajes heroicos sino sólo personajes “medios” que en realidad son atrasados, o caricaturas de los obreros, campesinos y soldados; al describir al enemigo, no revelan su naturaleza de clase de explotador y opresor del pueblo, y llegan hasta embellecerlo; hay además otras obras que se dedican exclusivamente al amor y al romance, preconizando gustos vulgares y sosteniendo que el “amor” y la “muerte” son temas eternos. Toda esta basura burguesa y revisionista debe ser combatida resueltamente.
10. Reeducar a los cuadros a cargo del trabajo artístico y literario y reorganizar las filas de los artistas y escritores. Debido a razones históricas, en los días anteriores a la liberación de todo el país, era bastante difícil para nosotros, el proletariado, preparar nuestros propios trabajadores del arte y la literatura en las regiones bajo la dominación enemiga. Nuestro nivel cultural era relativamente bajo y nuestra experiencia, limitada. Muchos de nuestros trabajadores del arte y la literatura tuvieron una formación burguesa. En el curso de las actividades artísticas y literarias revolucionarias, algunos de ellos se convirtieron en traidores por no poder resistir la persecución enemiga o degeneraron por no poder resistir al efecto corruptor de la ideología burguesa. En las bases de apoyo preparamos un considerable número de trabajadores del arte y la literatura revolucionarios, quienes, especialmente después de la publicación de Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Arte y Literatura, adquirieron la orientación correcta y emprendieron el camino de integrarse a los obreros, campesinos y soldados, y desempeñaron un papel positivo en la revolución. La falla está en que, después de la liberación en todo el país, cuando entramos en las grandes ciudades, muchos camaradas no lograron resistir la influencia corruptora de la ideología burguesa en nuestras filas, con el resultado de que algunos de ellos han quedado rezagados en el curso de nuestro avance. Nuestro arte y literatura son del proletariado, del Partido. Lo que nos distingue por sobre todo de las otras clases es el principio del espíritu de partido proletario. Debemos estar conscientes de que los representantes de las demás clases tienen también su principio de espíritu de partido y que son muy obstinados. En las ideas que guían la creación artística y literaria, en la línea organizativa y en el estilo de trabajo, debemos atenernos firmemente al principio del espíritu de partido proletario y combatir la corrupción ejercida por la ideología burguesa; bajo ninguna circunstancia podemos coexistir pacíficamente con ella. En los círculos artísticos y literarios existen en la actualidad, diversos problemas que son, para la mayoría de la gente, problemas de comprensión ideológica, y de elevación de esa comprensión a través de la educación. Debemos estudiar concienzudamente las obras del Presidente Mao, estudiarlas y aplicarlas de manera viva, vincular lo que aprendemos con nuestro pensamiento y nuestra práctica, y estudiarlas con el propósito de resolver problemas determinados, pues sólo de esta manera, podemos llegar a una real comprensión, asimilación y dominio del pensamiento Mao Tsetung. Debemos penetrar en la vida por largo tiempo, integrarnos a los obreros, campesinos y soldados para elevar nuestra conciencia de clase, transformar nuestra ideología y servir de todo corazón al pueblo, sin ningún afán de fama o lucro. Es necesario orientar a nuestros camaradas para que estudien siempre el marxismo-leninismo y las obras de Mao Tsetung y educarlos para que sean revolucionarios durante toda la vida y presten especial atención a la mantención de su integridad proletaria hasta el fin de sus días, cosa nada fácil.
III
Participando en el Foro, hemos adquirido una comprensión relativamente clara de todas las cuestiones arriba mencionadas, y nuestras opiniones sobre ellas también corresponden a la realidad en el trabajo artístico y literario en las fuerzas armadas. Como resultado, el nivel de nuestra conciencia política se ha elevado, y nuestra determinación de llevar a cabo la revolución cultural socialista y nuestro sentido de responsabilidad con respecto a esta tarea también se han visto fortalecidos. Continuaremos estudiando concienzudamente las obras del Presidente Mao, realizaremos serias investigaciones y estudios, haremos un buen trabajo en el cultivo de “parcelas experimentales” y la creación de buenos modelos, a fin de desempeñar un papel de vanguardia en la actual lucha de la revolución cultural que promueve la ideología proletaria y erradica la burguesa.

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