El 22 de mayo de 1937, el mariscal
Tujachevski, uno de los militares más importantes de la URSS, fue
detenido acusado de conspiración militar trotskista y espionaje en favor
de Alemania, es lo que se conoce como el Caso de la Organización
Militar Trotskista-Antisoviética o también simplemente Caso Tujachevski.
El 12 de junio de 1937 fue ejecutado junto a otros siete altos cargos
militares (I. Yákir, I. Uborievich, A. Kork, R. Eideman, V. Putna, B.
Feldman, V. Primakov). Otro de los inculpados, Yan Gamárnik, se suicidó
días antes, tras conocer su acusación.
Tras el XX Congreso del PCUS, en el que
Jruschov denunció a Stalin y su política, se consideró que las
acusaciones eran falsas y en 1957 fueron rehabilitados. Sin embargo, en
los últimos años son cada vez más los que ponen en duda esta versión,
fabricada por los revisionistas jruschovianos dentro de la campaña contra
Stalin. Hay ya bastantes evidencias que echan por tierra la teoría de
la falsificación, y por el contrario refuerzan la idea de que
Tujachevski no era inocente. Ante la evidencia, en occidente se ha
extendido la idea de que todo habría sido un truco de la inteligencia
alemana, que habría preparado pruebas de que estos altos cargos eran
traidores, para que los propios soviéticos los quitaran de en medio. Sin
embargo, los datos aportados por la historiografía rusa más bien
parecen confirmar la idea de que Tujachevski efectivamente era culpable
de los crímenes de los que fue acusado y era miembro de una conspiración
bien real.
Dejo aquí un interesante artículo del periódico Komsomólskaya Pravda sobre la cuestión.
¿Preparaba Tujachevski el derrocamiento de Stalin?
David Genkin – Komsomólskaya Pravda, San Petersburgo
(El 16 de febrero se cumplen 120 años del nacimiento del legendario líder militar soviético Tujachevski).
El 11 de junio de 1937 el periódico
“Pravda” publicó una nota sobre el enjuiciamiento de altos cargos
militares del Ejército Rojo, arrestados bajo la acusación de traición a
la Patria. La lista era encabezada por el famoso mariscal de la URSS,
Mijail Tujachevski. La tarde de ese mismo día todos los acusados fueron
condenados a muerte y ejecutados.
Cuatro años después la URSS se vio
inmersa en la Gran Guerra Patria. Así que muchos empezaron a pensar si
la depuración de este gran grupo de líderes militares no fue
precisamente la causa de las severas derrotas iniciales del Ejército
Rojo. Después surgió la teoría de que no existió ningún “conspiración de
Tujachevski”. Sencillamente Stalin, que sufría de desconfianza
paranóica, se tragó la falsificación que habían organizado los servicios
secretos alemanes, a través del presidente checoslovaco Edvard Beneš.
El bromista de Schellenberg
Sin embargo, materiales publicados
parcialmente hace poco, del proceso cerrado sobre Tujachevski, y de su
investigación, rebelan que el complot ni por asomo fue inventado. –
Nadie ha visto las así llamadas carpetas de Beneš -dice el historiador
de servicios secretos Aleksandr Kolpakidi-. Y en el proceso judicial no
fueron usadas. Esta versión surgió primero en las memorias del dirigente
militar de los servicios de inteligencia del Tercer Reich, Walter
Schellenberg (en la famosa serie “Diecisiete instantes de una
primavera”, su personaje fue interpretado por Oleg Tabakov). Pero no hay
base para creerlo. En primer lugar, a este señor le gustaban las
“tomaduras de pelo”, en segundo lugar, tenía que mostrar al mundo el
éxito de los servicios de inteligencia alemanes. Además, hasta el 22 de
junio de 1941 – fecha de la invasión alemana sobre la URSS, Walter
Schellenberg no trabajaba en los servicios de inteligencia, y aunque los
documentos existieran, no podía tener conocimiento de la existencia de
las carpetas de Beneš [Nota del traductor – eso no es del todo cierto,
ya que Schellenberg antes de esa fecha trabajaba en el contraespionaje
alemán].
Además durante el proceso todos los
acusados reconocieron su culpa. “El crimen es tan grave, que es difícil
hablar de clemencia, pero pido a la audiencia que me crea, soy
completamente sincero, no guardo ningún secreto ni ante el poder
soviético ni ante el partido” – dijo en su última declaración
Tujachevski. Por supuesto los acusados pudieron mentir por las
torturas. Pero hay otras pruebas de la realidad del complot. Por ejemplo
los informes de los agentes en el extranjero del NKVD.
– En febrero de 1937 llegó el siguiente
informe a Moscú desde Berlín, -cuenta el investigador Vladímir Bobrov-.
El embajador de Checoslovaquia en Alemania ha informado al presidente
Edvard Beneš, de por qué las negociaciones secretas entre los
representantes de ambos países están estancadas. La cuestión es que en
opinión de Adolf Hitler, tales negociaciones no tienen sentido, ya que
en Rusia, en los próximos tiempos se va a producir un cambio de poder.
Salvar al país
A comienzo de los años treinta la
oposición a Stalin en el partido cobró fuerza. Estaban descontentos por
la colectivización, el abandono de la idea de la revolución mundial y el
paso del poder desde las estructuras del partido a las estructuras del
estado.
El complot se organizó en realidad en
1932. Al principio era muy variado y las figuras claves fueron los
dirigentes del NKVD Genrij Yágoda, el Primer Secretario del Comité
Ejecutivo Central Avel Enukidze y el político Nikolai Bujarin.
Durante la instrucción Tujachevski reconoció que había sido Enukidze quien le había introducido en la conspiración.
– Al mariscal le eran inherentes la
ambición, el resentimiento, e incluso las intrigas, – dice la
historiadora y escritora Yelena Prudnikova. – Por eso tenía frecuentes
conflictos con sus colegas. En 1930 Tujachevski entregó al gobierno del
país una nota sobre el rearme del Ejército Rojo. Stalin no tuvo la menor
palabra de elogio sobre ella. Y Tujachevski se ofendió mucho. Al poco
tiempo se encontró con Enukidze en varias actividades sindiales. El
secretario del Comité Ejecutivo Central, se compadeció del general,
ambos criticaban el clima político del país y coincidían en la opinión
de que Stalin llevaba el país a la catástrofe. Enukidze propuso a
Tujachesvki incorporarse a la lucha contra “el régimen de Stalin”.
Como consecuencia, el así llamado partido
de la guerra, se fue apartando de los políticos. A su dirección se alzó
Mijail Tujachevski.
Escenarios del golpe
Los oficiales agrupados en torno a
Tujachevski querían establecer en el país una dictadura militar, por
cuanto el ejército era, en su opinión, la élite de la sociedad.
Según uno de los escenarios, existía un
plan de derrota en la guerra en ciernes con Alemania. Se proponía el
derrocamiento de Stalin y la firma de la paz. Seguramente con las
condiciones del enemigo.
Según un segundo escenario, el golpe se
produciría en tiempos de paz a través de la desaparición de miembros del
entonces gobierno soviético.
Stalin y su círculo supieron de la
existencia del complot ya en invierno de 1937. En primavera Bujarin,
Yagoda y Enukidze fueron arrestados. En el pleno de febrero-marzo del CC
del PCUS, el comisario del pueblo para la defensa, Voroshílov, anunció
por primera vez que en el Ejército Rojo actuaba una organización
enemiga.
Para mayo de 1937 quedaban en libertad solo Tujachevski y algunos de sus colaboradores de las altas esferas.
Entonces Tujachevski entendió que no
podía contemporizar más. Muchos especialistas coinciden en la opinión de
que el golpe había sido fijado para el 1 de mayo: el desfile militar
permitía llevar al ejército a Moscú sin levantar sospechas. Sin embargo
el 7 de abril el Politburó decidió enviar a Tujachevski a Londres para
la coronación de Jorge VI. La ceremonioa había sido fijada para el 12 de
mayo. El mariscal aplazó tres semanas la fecha del golpe.
Pero a mediados de abril en el Kremlin
supieron de la amplitud del complot. El 22 de abril, por “razones de
seguridad”, se anuló el viaje de Tujachevski.
El 1 de Mayo las autoridades iniciaron en
Moscú una campaña de seguridad sin precedentes: todos los pases para el
Kremlin fueron reemplazados, francotiradores se situaron en el tejado
del GUM, Voroshílov llevaba un revolver mientras se dirigía a la tribuna
del Mausoleo. Pero por alguna razón Tujachevski no quiso volver a la
fecha inicial del golpe.
Los arrestos continuaron, incluso el
mismo mariscal fue apartado del puesto de vicepresidente el consejo del
pueblo de defensa y fue nombrado comandante del distrito militar de la
zona del Volga. Cuatro días después, Stalin recibió al militar en el
Kremlin.
– Tujachevski quería aclarar porqué
habían sido arrestradas su mujer y su adjunto – afirma el historiador
Serguei Minakov. – Stalin dijo que estaban detenidos por sospechas de
espionaje. Era una comprobación, y para el mariscal era mejor permanecer
lejos de Moscú en ese momento.
El 22 de mayo fue arrestado el propio Tujachevski. Los amos del mundo.
Y ahora, hablemos de un tercer escenario
del golpe. Entre los altos cargos oficiales de la URSS y Alemania se
desarrollaron fructíferas relacciones desde los años 20, en la URSS
fueron adiestrados militares alemanes, de hecho fue aquí donde resurgió
el ejército alemán: el tratado de Versalles prohibía a los alemanes este
tipo de actividades.
Tras la llegada de los nazis al poder en
1933 la colaboración se rompió. Pero los contactos entre militares
siguieron. Entre los alemanes había no pocos “orientalistas” – altos
jerarcas opuestos a Hitler y que no deseaban una guerra contra la URSS.
En opinión de numerosos historiadores, en
los años 30 se produjo el así llamado doble complot. Se suponía que en
la URSS y Alemania practicamente al mismo tiempo serían eliminados
Stalin y Hitler, y en ambos países se establecería una dictadura
militar, aliada una de la otra. Una alianza de tal calibre no habría
podido ser derrotada por el resto de los ejércitos del mundo.
Sobre Tujachevski
Mijail Nikoláievich Tujachevski nació el
16 de febrero de 1893. Su padre era un noble empobrecido, su madre una
campesina. Tras acabar la escuela militar sirvió en el Regimiento
Semiónovski [uno de los más antiguos de Rusia, su origen se remontaba al
siglo XVII]. Durante la Primera Guerra Mundial fue hecho prisionero. En
1918 entró en el Ejército Rojo, donde hizo una carrera meteórica.
Dirigió en todos los frentes, participó en la derrota de Kolchak y
Denikin. Aplastó brutalmente el levantamiento de Kronshtadt y la
rebelión en la provincia de Tambov. En los años 20-30 ocupó distintos
puestos en la dirección del ejército. El 11 de junio de 1937 fue
ejecutado.
PREGUNTAY si el plan hubiera salido bien…
La historia no conoce el modo
subjuntivo. Pero todos podemos intentar imaginar por qué camino habra
ido nuestro país si en 1937 los conspiradores militares hubieran podido
hacer triunfar sus planes.
– Tujachevski no habría podido mantener el poder, habría empezado un
sangriento enfrentamiento entre todos – afirma Yelena Prudnikova.- Se
habría repetido la situación de 1917-1918, cuando tras la destitución
del emperador, en Rusia estalló la Guerra Civil.Concuerda con ella Vladímir Bobrov:
– En opinión de muchos observadores
internacionales el apartamiento de Stalin habría llevado a la URSS a la
desintegración, con todas las consecuencias que emanarían de ello. Y si
durante Stalin la represión fue masiva, en un gobierno de Tujachevski
habría sido mucho peor…
Además de esto, si hubiera crsitalizado el tercer escenario, tarde o
temprano Alemania y la URSS se habrían puesto de acuerdo en la lucha
decisiva por el gobierno mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario