Juan Manuel Olarieta
Debemos ser ilustrados por profesores y profesionales como Pablo Iglesias. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia... y todos ellos están en "Podemos"
Lo malo de desayunar con las noticias es que
ahora en los medios no hay otra noticia que "Podemos", y la tostada se
me ha indigestado en el paladar. Desde antes de las elecciones europeas
ya venía yo un poco saturado de tanto tostón...
La ley número uno de la "información", es decir, de la intoxicación propagandística burguesa, es el principio dialéctico de saturación: cuando hay un exceso de noticias sobre un asunto es porque no hay tal asunto, o sea, porque hay un vacío. Es lo mismo que correr en una bicicleta estática: sudas mucho para no ir a ninguna parte.
El principio número dos de la intoxicación dice así: si estás sudando a chorros y no avanzas nada es porque la bicicleta estática no es para desplazarse sino para ejercitar las piernas. La intoxicación sobre un asunto que no existe tapa el asunto que sí existe de verdad. Por lo tanto, "Podemos" es un señuelo; se están dejando utilizar. Son la salsa rosa de los telediarios, los Paquirrín de la politiquería. Les entusiasma haberse convertido en "vedettes" de algo que se había hundido estrepitosamente, porque antes no se hablaba de otra cosa que del desprestigio institucional, porque antes todo eran escraches, acoso e insultos generalizados, hasta el punto de que muchos actos electorales se habían tenido que suspender.
"Podemos" ha dignificado otra vez la politiquería. La democracia ha vuelto a este país porque se demuestra que nostros "podemos", es decir, que el sueño (el señuelo) es posible: las cosas se pueden cambiar desde dentro y además no es tan difícil ni doloroso, que tenemos "alternancia", o sea, alternativas. Cuando la gente pregunta si es posible una "segunda transición" aquí tiene la respuesta, que ya está en marcha. Por consiguiente, más bien lo que debería preguntar es si la segunda va a ser igual que la primera, es decir, si va a ser otra "traición".
La respuesta es que para que haya traición tiene que haber confianza: si alguien cree que "Podemos" va a hacer algo, quiere hacer o puede hacer algo, se sentirá traicionado lo mismo que hace 35 años. Si quiere ahorrarse una decepción tendrá que empezar desde ahora mismo a pensar en otra cosa. Tendrá que empezar a pensar en podemos en lugar de pensar en "Podemos".
Poniendo a "Podemos" en la primera plana los medios de intoxicación están lavándole la cara a estas podridas instituciones públicas. Se trata del enésimo montaje propagandístico para sacar a este Estado del descrédito, para ocultar que el verdadero y único protagonista de las elecciones europeas ha vuelto a ser el boicot masivo y activo, es decir, que la mayoría no sólo no acepta a unos o a otros sino que no acepta a nadie, que lo que no acepta es esta situación de explotación, miseria y saqueo.
En lo que me concierne, para huir de las noticias de estos días venía dedicándome a leer prensa científica, pero no he podido: también ahí me he topado con "Podemos" en forma de una entrevista al eurodiputado Pablo Echenique-Robba (*), que es doctor en física y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Centíficas. Me ha recordado al franquismo, cuando los rectores de las universidades, decanos y académicos eran "procuradores" de las Cortes. Así llamaban entonces a los diputados. Lo mismo pasa con los de "Podemos", que están tan laureados, por lo menos, como los políticos franquistas.
Como la mayor parte de los universitarios y políticos, las declaraciones de Echenique-Robba no van más allá de cuatro vulgaridades espantosas, tales como "las cosas no son buenas ni malas, depende de cómo las utilices". Por ejemplo, "como científico" él no está en contra de los transgénicos. Pero hay "gente desinformada" que no tenemos ni idea del asunto porque no somos científicos como él. "Ya me encargaré yo", dice, primero de informarnos y luego de convencernos.
Veamos: aunque Echenique-Robba no ha preguntado la opinión de sus camaradas, ni la mía, supone que estamos equivocados, y lo que es peor, que no estamos ni siquiera informados al respecto. No nos hemos preocupado de informarnos, luego necesariamente estamos equivocados. De ahí viene el título de la entrevista: “En la izquierda a veces la gente se vuelve anticientífica”. Uno no puede ser anticientífico y la ciencia es lo que los científicos dicen que es, lo mismo que la economía es lo que los economistas dicen que es. Los lectores que no tengan título lo que deben hacer es lo que digan los que sí lo tienen. No pueden opinar de otra manera diferente.
Pues bien: según Echenique-Robba "todos" los científicos están a favor de los transgéncos porque son gente "más instruida". Da gusto y tranquiliza dejar nuestros asuntos en manos de gente tan ilustrada como el eurodiputado Echenique-Robba.
¿Cuál es el verdadero problema de los transgénicos? Que están en manos de multinacionales, las cuales "imponen sus condiciones" a los pequeños campesinos. Mi conclusión es la siguiente: si el problema no son los transgénicos sino las multinacionales (o sea, los monopolios) el asunto pasa de la biotecnología a la economía y entonces el ilustrado Echenique-Robba deja de ser tan ilustre y el expediente lo debemos dejar en manos de los economistas. ¿Qué opinan ellos de los transgénicos? ¿Son rentables? ¿Crean puestos de trabajo? ¿Aumentan las exportaciones?
De la economía pasamos a la política porque la rentabilidad deriva de que los grandes "imponen sus condiciones" a los pequeños y entonces cambiamos de facultad y tenemos que irnos a Somosaguas, a preguntar a politólogos como Pablo Iglesias. Pero atención: no a los políticos, ya que "cualquiera" es político. Me refiero a los polítólogos, que son aquellos que tienen el certificado correspondiente expedido por el Ministerio de Educación.
Antes de ponernos a pensar por nuestra cuenta, los que no tenemos lustre debemos ser ilustrados por profesores y profesionales como Pablo Iglesias. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia... y todos ellos están en "Podemos".
(*) “En la izquierda a veces la gente se vuelve anticientífica”, http://esmateria.com/2014/05/30/yo-inclino-por-usar-ratoncitos-en-investigacion-para-acercar-una-medicina-humanos/
La ley número uno de la "información", es decir, de la intoxicación propagandística burguesa, es el principio dialéctico de saturación: cuando hay un exceso de noticias sobre un asunto es porque no hay tal asunto, o sea, porque hay un vacío. Es lo mismo que correr en una bicicleta estática: sudas mucho para no ir a ninguna parte.
El principio número dos de la intoxicación dice así: si estás sudando a chorros y no avanzas nada es porque la bicicleta estática no es para desplazarse sino para ejercitar las piernas. La intoxicación sobre un asunto que no existe tapa el asunto que sí existe de verdad. Por lo tanto, "Podemos" es un señuelo; se están dejando utilizar. Son la salsa rosa de los telediarios, los Paquirrín de la politiquería. Les entusiasma haberse convertido en "vedettes" de algo que se había hundido estrepitosamente, porque antes no se hablaba de otra cosa que del desprestigio institucional, porque antes todo eran escraches, acoso e insultos generalizados, hasta el punto de que muchos actos electorales se habían tenido que suspender.
"Podemos" ha dignificado otra vez la politiquería. La democracia ha vuelto a este país porque se demuestra que nostros "podemos", es decir, que el sueño (el señuelo) es posible: las cosas se pueden cambiar desde dentro y además no es tan difícil ni doloroso, que tenemos "alternancia", o sea, alternativas. Cuando la gente pregunta si es posible una "segunda transición" aquí tiene la respuesta, que ya está en marcha. Por consiguiente, más bien lo que debería preguntar es si la segunda va a ser igual que la primera, es decir, si va a ser otra "traición".
La respuesta es que para que haya traición tiene que haber confianza: si alguien cree que "Podemos" va a hacer algo, quiere hacer o puede hacer algo, se sentirá traicionado lo mismo que hace 35 años. Si quiere ahorrarse una decepción tendrá que empezar desde ahora mismo a pensar en otra cosa. Tendrá que empezar a pensar en podemos en lugar de pensar en "Podemos".
Poniendo a "Podemos" en la primera plana los medios de intoxicación están lavándole la cara a estas podridas instituciones públicas. Se trata del enésimo montaje propagandístico para sacar a este Estado del descrédito, para ocultar que el verdadero y único protagonista de las elecciones europeas ha vuelto a ser el boicot masivo y activo, es decir, que la mayoría no sólo no acepta a unos o a otros sino que no acepta a nadie, que lo que no acepta es esta situación de explotación, miseria y saqueo.
En lo que me concierne, para huir de las noticias de estos días venía dedicándome a leer prensa científica, pero no he podido: también ahí me he topado con "Podemos" en forma de una entrevista al eurodiputado Pablo Echenique-Robba (*), que es doctor en física y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Centíficas. Me ha recordado al franquismo, cuando los rectores de las universidades, decanos y académicos eran "procuradores" de las Cortes. Así llamaban entonces a los diputados. Lo mismo pasa con los de "Podemos", que están tan laureados, por lo menos, como los políticos franquistas.
Como la mayor parte de los universitarios y políticos, las declaraciones de Echenique-Robba no van más allá de cuatro vulgaridades espantosas, tales como "las cosas no son buenas ni malas, depende de cómo las utilices". Por ejemplo, "como científico" él no está en contra de los transgénicos. Pero hay "gente desinformada" que no tenemos ni idea del asunto porque no somos científicos como él. "Ya me encargaré yo", dice, primero de informarnos y luego de convencernos.
Veamos: aunque Echenique-Robba no ha preguntado la opinión de sus camaradas, ni la mía, supone que estamos equivocados, y lo que es peor, que no estamos ni siquiera informados al respecto. No nos hemos preocupado de informarnos, luego necesariamente estamos equivocados. De ahí viene el título de la entrevista: “En la izquierda a veces la gente se vuelve anticientífica”. Uno no puede ser anticientífico y la ciencia es lo que los científicos dicen que es, lo mismo que la economía es lo que los economistas dicen que es. Los lectores que no tengan título lo que deben hacer es lo que digan los que sí lo tienen. No pueden opinar de otra manera diferente.
Pues bien: según Echenique-Robba "todos" los científicos están a favor de los transgéncos porque son gente "más instruida". Da gusto y tranquiliza dejar nuestros asuntos en manos de gente tan ilustrada como el eurodiputado Echenique-Robba.
¿Cuál es el verdadero problema de los transgénicos? Que están en manos de multinacionales, las cuales "imponen sus condiciones" a los pequeños campesinos. Mi conclusión es la siguiente: si el problema no son los transgénicos sino las multinacionales (o sea, los monopolios) el asunto pasa de la biotecnología a la economía y entonces el ilustrado Echenique-Robba deja de ser tan ilustre y el expediente lo debemos dejar en manos de los economistas. ¿Qué opinan ellos de los transgénicos? ¿Son rentables? ¿Crean puestos de trabajo? ¿Aumentan las exportaciones?
De la economía pasamos a la política porque la rentabilidad deriva de que los grandes "imponen sus condiciones" a los pequeños y entonces cambiamos de facultad y tenemos que irnos a Somosaguas, a preguntar a politólogos como Pablo Iglesias. Pero atención: no a los políticos, ya que "cualquiera" es político. Me refiero a los polítólogos, que son aquellos que tienen el certificado correspondiente expedido por el Ministerio de Educación.
Antes de ponernos a pensar por nuestra cuenta, los que no tenemos lustre debemos ser ilustrados por profesores y profesionales como Pablo Iglesias. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia... y todos ellos están en "Podemos".
(*) “En la izquierda a veces la gente se vuelve anticientífica”, http://esmateria.com/2014/05/30/yo-inclino-por-usar-ratoncitos-en-investigacion-para-acercar-una-medicina-humanos/
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