A lo largo de semana pasada, las
televisiones públicas en Alemania informaban diariamente sobre la
ofensiva turca contra las bases del Partido de los Trabajadores del
Kurdistán (PKK, en sus siglas en kurdo) y el bombardeo sobre las aldeas
kurdas al pie de Los Montes Qandil. Incluso un reportero de la cadena ZDF informó, desde el Kurdistán iraquí, de un bombardeo que causó la muerte de nueve aldeanos kurdos.
Los periodistas alemanes explican con
muchos detalles el tema kurdo, por ejemplo: cuando mencionan a las
guerrilleras y los guerrilleros que luchan contra el Estado Islámico en
Siria, además de poner las siglas de estas fuerzas (YPJ e YPG) también
escriben sus nombres en lengua kurda. Cuando escriben algo sobre Kobane, símbolo de resistencia del pueblo kurdo, la escriben como se escribe en kurdo “Kobanê”.
Y Cuando hablan de la “capital” de la región kurda en Turquía, además
del nombre oficial escriben también el nombre kurdo de esta ciudad,
Diyarbakir (en kurdo: Amed). Además, pronuncian la palabra Rojava (el
nombre que dan los kurdos a las regiones kurdas del norte de Siria) como
los kurdos. Desde el inicio de la primavera kurda las televisiones
públicas DW y ZDF hicieron varios reportajes sobre Rojava.
En España apenas se habla del
pueblo kurdo en las televisiones, y en la prensa escrita se suele
cometer bastantes errores a la hora de hablar de los kurdos. El
PKK ya no lucha por un Kurdistán independiente, sino por la convivencia
entre religiones y etnias en Oriente Próximo, su modelo de convivencia
lleva dos años en la práctica en Rojava. Aun así los medios repiten una y
otra vez el partido “separatista” kurdo cuando hablan del PKK, y en
alguna ocasión llegan a cambiar su nombre, el PKK [el Partido de los
Comunistas Kurdos].
Hace dos años un analista del diario más leído en España escribió que “hay kurdos que apoyan al presidente Bashar Al-Asad”,
para más inri el periódico incluyó a la región de Efrîn (conocida
también como la región de Los Montes Kudos) dentro de las zonas que
apoyan al régimen sirio (las otras dos regiones kurdas Kobanê y Cizîrê
ni aparecían en el gráfico). Los kurdos llevaban medio siglo viviendo
bajo el yugo del Partido del Renacimiento Árabe Socialista, cómo iban a
apoyar al presidente de este partido.
Otro periódico de gran tirada publicó hace unos días una noticia sobre la “Shakira del Kurdistán”, pero la prensa española ya había hablado, en 2009, de otra cantante kurda apodándola la “Shakira del Kurdistán”.
No está mal, mientras se arroja luz al invisible pueblo kurdo, pues
bienvenidas sean las “shakiras kurdas”. En la noticia sobre la nueva
“Shakira del Kurdistán” informan que “el daesh es acrónimo del Estado
Islámico por sus siglas en inglés”, deberían haber escrito “el daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico en Irak y Levante”.
Desgraciadamente RTVE no fue capaz de
informar, lo suficiente, sobre el protagonismo que están recobrando los
kurdos por enfrentarse al Estado Islámico y por el modelo de convivencia
entre pueblos y religiones en Rojava, tampoco se informó de las
masacres que sufrieron los kurdos recientemente en Oriente Próximo. No
obstante, para obtener informaciones sobre los kurdos en castellano cabe
destacar los artículos y gráficos que elabora, con mucho esmero, el historiador y periodista navarro Manuel Martorell. También hay que resaltar los reportajes que escriben, de vez en cuando, el vasco Karlos Zurutuza y el valenciano David Meseguer
desde Siria e Irak. La semana pasada Radio nacional de España volvió a
emitir una entrevista con estos dos periodistas, la podéis escuchar en
el podcast “Los kurdos en Siria e Irak”, del programa “Países en Conflicto”.
* Artículo publicado originalmente en El Crisol de Ciudad Real.
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