lunes, 31 de enero de 2022

INDIA: Operación Samadhan - Prahar, ¡una política militar genocida para acabar con la resistencia democrática del pueblo contra el saqueo empresarial!




by Ehtamam Ul Haque

La historia de Bastar es una historia de luchas. Bastar opuso una dura resistencia a las fuerzas que querían explotar la tierra, la vida, los recursos naturales y la dignidad de los bastariyas. La rebelión de Bhumkal en 1910 fue una de esas rebeliones que sacudió al imperio británico. Dirigida por el líder adivasi Gunda Dhur, la gente se resistió a la explotación de los bosques y los recursos naturales por parte de los colonizadores. Desde entonces y hasta hoy, los habitantes de Bastar luchan con firmeza contra la militarización de su tierra por parte del gobierno quien sirve a los intereses de las grandes empresas de dentro y fuera de la India y que están esperando para explotar los vastos recursos naturales que encuentran disponibles.

Poonem Somli, una mujer adivasi embarazada de Silger, una pequeña aldea situada en los profundos bosques de Dandakaranya, en la frontera de los distritos de Bijapur y Sukma, en Chhattisgarh, pensaba que su bebé no debería sufrir lo mismo que ella durante años. Pensó que su bebé debía crecer en la misma tierra que ella. Somli fue una de los miles de adivasis de Bastar que se levantaron contra la adquisición ilegal de tierras para instalar campamentos policiales con el fin de hacer realidad el ambicioso proyecto del gobierno de erradicar la amenaza del "Extremismo de Izquierda" y traer el "desarrollo".

Asimismo, Uika Pandu, un adolescente, probablemente de entre 14 y 17 años, se unió a las protestas contra la instalación del campamento policial en Silger. Al igual que Somli, Pandu tampoco quería abandonar su tierra. No quería convertirse en un extranjero en su tierra natal. El 17 de mayo de 2021, la Fuerza Policial de Reserva Central (CRPF) abrió fuego contra la gente que marchaba en protesta hacia el campamento recién establecido en Silger, matando a tres adivasis: Kowasi Waga, Kursam Bhima y Uika Pandu. En la estampida posterior, Poonem Somli, la adivasi embarazada, resultó gravemente herida y falleció al día siguiente.

El 13 de mayo de 2021, la CRPF instaló un campamento en Silger durante la noche. De acuerdo con la PESA, la consulta y la aprobación del Gram Sabha (concejo local) es obligatoria para cualquier actividad de este tipo en el pueblo. Dejando de lado la consulta, los habitantes de Silger ni siquiera fueron informados sobre la instalación del campamento. La oposición de los habitantes de Bastar a los campamentos policiales y paramilitares no es un fenómeno nuevo. La gente llevó a cabo protestas masivas contra la militarización. En nombre de las operaciones antimaoístas, los pueblos son asaltados diariamente. Las fuerzas paramilitares recurren a falsos encuentros contra adivasis tachándolos de "maoístas". Incendios provocados, violaciones, torturas, detenciones ilegales, arrestos bajo leyes draconianas como la UA(P)A, la NSA y la Ley de Seguridad Pública. Cualquier disidencia contra esta brutal represión es silenciada en nombre de la "Seguridad Nacional". Organizaciones como Salwa Judum, Agni, Tanta Mukti y otras bandas criminales tuvieron vía libre para saquear, violar y quemar a mujeres, niños y pueblos. El recuerdo de la Operación Cacería Verde aún no se ha borrado de la conciencia de las masas que luchan en el centro de la India.

Volviendo a Silger, la sentada de protesta continúa desde hace ocho meses. Las duras condiciones meteorológicas durante el monzón, la severa represión estatal y las detenciones no pudieron frenar las decididas masas que se organizaron. Miles de adivasis marcharon el 1 de noviembre de 2021 para celebrar el 23º día de la fundación de Chhattisgarh. Moolnivasi Bachao Manch, la organización popular que lidera las protestas en Silger, exigió la retirada inmediata de los campamentos de Bastar. Eslóganes como "Hamari Maang Poora Karo" (Cumplid nuestras demandas), "Nari Shakti Zindabad"(larga vida al poder de las mujeres) resonaron en las selvas de Bastar. Rechazando el "modelo de desarrollo" al servicio de las empresas multinacionales y sus amigos indios que impulsan el centro y el gobierno estatal, la gente exigió servicios básicos como agua potable, salud y educación.

Para acabar con las masas decididas y organizadas que protestaban contra el campamento de Silger, la policía volvió a emplear su vieja táctica de declarar cualquier resistencia popular como "complot maoísta". Cincuenta y cinco adivasis que regresaban a sus hogares en bicicleta fueron interceptados conjuntamente por la fuerza de comando de élite del CRPF: el batallón COBRA (Batallón de Comandos para la Acción Resolutiva) y la policía del distrito de Sukma. Ocho de ellos fueron acusados y enviados a la cárcel en virtud de la Ley de Armas y Municiones, mientras que los demás fueron liberados posteriormente. El superintendente de policía del distrito de Sukma declaró a los detenidos como "maoístas".

Miles de adivasis languidecen en las cárceles sin ser juzgados en todo el país. Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Registros de Crímenes (NCRB), de cada diez presos en India siete están a la espera de juicio. Y por cada tres presos uno es dalit o adivasi. Estas estadísticas se basan en casos denunciados, pero cientos son detenidos ilegalmente cada día y decenas de ellos son asesinados en "encuentros".

Militarización: ¿por qué y para quién?

El Gobierno Central dirigido por el Brahmanical Hindutva Fascista RSS-BJP anunció su nueva política en 2017 llamada "Operación Samadhan-Prahar" para contrarrestar la amenaza del "Extremismo de Izquierda". No cabe duda de que esta política es una continuación de la "Operación Cacería Verde" que dio absoluta impunidad a la policía y a las fuerzas paramilitares para exterminar a los adivasis en nombre de las operaciones antimaoístas. Se está llevando a cabo una militarización a gran escala en el centro y el este de la India en el marco de esta nueva política agresiva que quiere erradicar por completo a los maoístas y al Partido Maoísta.

El gasto en defensa en la India está aumentando de forma exponencial. En el actual año financiero 2021-22 (en India el ano financiero finaliza el 31 de marzo), el gobierno ha asignado un presupuesto de la friolera de 4.78.196 millones de rupias (unos 40 billones de euros), lo que supone el 13,73% del gasto total del gobierno central. Los acuerdos bilaterales entre Estados Unidos e India y los acuerdos comerciales sobre armamento avanzado, incluidos los drones, son un testimonio del hecho de que el ritmo de la militarización está aumentando. En Cachemira, India Central, Nagaland, Manipur y Assam es donde se ha asignado la mayor parte del presupuesto. Esto se corresponde con el hecho de que es únicamente para contrarrestar los diversos tipos de movimientos populares que hacen estragos (contra el gobierno central) allí.

La India central y oriental es una de las regiones más ricas en minerales de la India. Abundan el carbón, el hierro, la bauxita, el cristal, la piedra caliza, el cuarzo y el uranio. Esta abundancia de recursos naturales se ha convertido en una trampa para los habitantes de la zona, ya que las empresas multinacionales, ávidas de beneficios, están esperando para explotarlos en su totalidad. La tierra es el principal requisito para que se inicien las operaciones mineras. Durante muchos años, tanto el gobierno central como los estatales, en estrecha colaboración con estas grandes empresas, están tratando de impulsar su programa de desarrollo neoliberal. Pero de nuevo surge la pregunta. ¿Desarrollo para quién? ¿Cómo se puede llamar "desarrollo" al hecho de desplazar a los habitantes de su propia tierra?

En el marco de la nueva política de la "Operación Samadhan" para contrarrestar el “extremismo radical de izquierda” (LWE), el gobierno central decidió establecer múltiples campamentos policiales denominados "Bases Operativas Avanzadas" bajo el mando de la CRPF. Para el año 2022, el centro ha planeado construir 22 de estos campamentos en los "estados afectados por los naxalitas". Estos estados son Andhra Pradesh, Bihar, Chhattisgarh, Jharkhand, Madhya Pradesh, Maharashtra, Odisha, Uttar Pradesh y Telangana. Ya se han establecido 31 de estos campamentos en diversas partes del país. Sólo en 2020 se crearon dieciocho de estos campamentos. La mayoría de ellos están establecidos en Chhattisgarh, Jharkhand y Odisha, que forman el cinturón rico en minerales de nuestro país. Los movimientos populares contra las actividades mineras aquí no son un secreto. Eso que os quede muy claro. Para frenar el levantamiento combativo de las grandes masas explotadas y oprimidas contra los poderes corporativos y sus lacayos, el gobierno central junto con los diversos gobiernos estatales decidió contrarrestar militarmente los movimientos populares y entregar la tierra a las grandes corporaciones. Esto revela la naturaleza servil de las clases dominantes indias. Por un lado, el primer ministro de este país habla de hacer que la India sea "autosuficiente", mientras que por otro lado mantiene las puertas abiertas para que el capital imperial penetre y saquee los recursos naturales usando mano de obra barata.

No es tan sorprendente saber que el Gobierno indio está tratando desesperadamente de bombardear a su propio pueblo con el fin de allanar el camino a las fuerzas imperialistas para saquear los recursos. El 19 de abril de 2021, cuando Bastar dormía, se lanzaron bombas sobre aldeas adivasi entre los pueblos de Botalanka y Palagudem del distrito de Bijapur. Al menos 12 bombas fueron lanzadas con drones. Kamal Shukla, un veterano periodista que era miembro del comité de paz constituido por el Gobierno de Chhattisgarh para lograr una tregua entre el Gobierno y los maoístas, dimitió condenando los ataques con drones. Silger no está muy lejos del lugar de los A unos 250 kilómetros de Silger se encuentra Surjagarh, (Etapalli Taluk) en el distrito de Gadchiroli en Maharashtra. Surjagarh es el centro de las protestas contra la extracción de mineral de hierro. El 25 de octubre de 2021, miles de adivasis se dirigieron a Etapalli para protestar contra los contratos de explotación minera concedidos a Lloyds Metals and Energy Limited (LMEL) en Surjagarh. La caza de brujas que siguió dio lugar a la detención de varios líderes de los movimientos, incluidos los miembros del Zilla Parishad (Consejo del Distrito) que formaban parte de ellos.

No sólo en Surjagarh, los movimientos populares contra el saqueo imperialista de los recursos están surgiendo en varias partes del país, como en la región de Hasdeo Arand, donde se concedieron autorizaciones forestales para iniciar las operaciones de extracción de carbón en el Bloque de Carbón Parsa - II. El bloque de carbón de Parsa ha sido asignado a la Rajasthan Rajya Vidyut Utpadan Nigam Limited (RRVUNL) y la explotación minera será realizada por el grupo Adani. Este proyecto desplazará completamente a dos pueblos, parcialmente a tres y también provocará la tala de unos cien mil árboles en una superficie de aproximadamente 841 hectáreas en el cinturón ecológicamente sensible de los bosques del norte de Chhattisgarh.

Son los adivasis, los dalits y otros sectores explotados y oprimidos de nuestra sociedad los que siempre se llevan la peor parte del "desarrollo". La idea del desarrollo neoliberal no significa más que desplazamiento, destrucción y miseria. La santa alianza entre el gobierno y los conglomerados mineros debe ser reconocida y combatida.

Hay varios casos en los que los movimientos populares fueron reprimidos con la fuerza bruta. Pero la represión genera resistencia y esa es la lógica que rige el desarrollo histórico. Estos movimientos populares que unen a los sectores explotados y oprimidos de nuestra sociedad no se han extinguido, sino que han empezado a resurgir en varias partes del país como un incendio forestal.

El fascismo brahmánico Hindutva está al servicio del imperialismo. La militarización, los ataques a los movimientos populares democráticos, a las mujeres, a los diversos sectores oprimidos como los dalits, los adivasis, los musulmanes, los cristianos, los sikhs y otras comunidades minoritarias, a los pueblos de las nacionalidades oprimidas como Cachemira, Nagaland, Manipur y otros, forman parte de la agenda del RSS para convertir a la India en un Rashtra hindú. Sólo una amplia unidad de todos los sectores explotados y oprimidos de nuestra sociedad puede derrotar este ataque concertado contra el pueblo y el movimiento popular democrático.

 

Enlace: https://countercurrents.org/2022/01/operation-samadhan-prahar-a-genocidal-military-policy-to-break-the-peoples-democratic-resistance-against-corporate-loot/ 

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