martes, 11 de septiembre de 2012

CON OCASIÓN DEL 40º ANIVERSARIO DE LA HUELGA GENERAL DE VIGO - GALICIA (Septiembre 1972) (1ª parte)





CON OCASIÓN DEL 40º ANIVERSARIO DE LA HUELGA GENERAL DE VIGO (Septiembre 1972) (1ª parte)

LA RAÍZ DE LOS ACONTECIMIENTOS DE VIGO*
Los acontecimientos de Vigo parecerán incomprensibles, como un fenómeno espontáneo más, sin principio ni continuidad posible o, como ha dicho el fascista ministro de relaciones sindicales, “como un incidente de relación laboral en una empresa, entre trabajadores y empresarios”, si no se busca la raíz que los han impulsado. Los fascistas y sus agentes revisionistas tratarán por todos los medios de ocultar a la clase obra y cortar esa raíz para que sus frutos no se extiendan por todo el país, y el deber de todos los revolucionarios, tanto los que han participado de forma directa en los acontecimientos, en la vanguardia de la lucha, como los que se encontraban en la retaguardia, es ponerla al descubierto para que se desarrolle y prodigue sus frutos en todos los rincones de España.
La crónica que insertamos a continuación es el primer paso que en este sentido da nuestra “avanzadilla”. Sólo nos cabe decir que, también en esto, debemos seguir su ejemplo.
  
Comité de Redacción de Bandera Roja.
   Después de los movimientos de masas sucedidos con motivo del cierre de Barreras en junio pasado, los revisionistas pretendieron sacar provecho de las acciones de la clase obrera y del pueblo a fin de desviar del camino emprendido  por aquel movimiento desde los acontecimientos de El Ferrol hacia sus proyectos de crear una “mesa redonda” para la discusión del “pacto por la libertad” con las “fuerzas” de la burguesía. Para tal fin y con el pretexto de discutir los estatutos gallegos, los revisionistas que siguen a Carrillo invitaron a OMLG y a los líderes de Organización Obrera a participar en la mesa por exigirlo así los burgueses. La burguesía exigía a los revisionistas como condición para el “pacto” que controlaran a Organización Obrera y neutralizaran a OMLG, y los revisionistas se dedicaron a cumplir al pie de la letra su función de agentes de la burguesía. Pretendían que las organizaciones obreras y su vanguardia marxista-leninista participaran en la discusión sobre los estatutos gallegos junto con la burguesía; luego ellos dirían que, en el fondo, Organización Obrera y OMLG estaban con el “pacto” y por eso nos habíamos sentado a la mesa.
   De este modo pretendían combatir a la revolución y engañar a las masas del pueblo.
   Naturalmente Organización Obrera y OMLG no participaron en el chanchullo que vende y traiciona a los obreros; en lugar de pactar la “paz” y la “concordia” con los explotadores comenzamos a declararles la guerra poniendo al descubierto a sus agentes los revisionistas. A consecuencia de esto los traidores se quedaron solos, los burgueses les volvieron la espalda y ello, para demostrar que todavía podían pactar, que todavía mantenían controlada a la clase obrera, programaron una huelga para el día 8 de septiembre pensando que para esa fecha, con el acto de conciliación entre la empresa de Barreras y los obreros por los días que deben de sueldo por las últimas luchas, podían iniciarla.
   También contaban con el inicio de la negociación del convenio de Alvarez y de Censa. Pero los revisionistas se encontraban con una seria dificultad debido a la postura que habían adoptado frente a ellos Organización Obrera y OMLG, las cuales mantienen la dirección del movimiento, y sin engatusarlas poco podían hacer ellos. Así que decidieron ganarse su apoyo o llegar a un acuerdo para lograr sus propósitos hablando de los juicios por lo de El Ferrol y proponiendo para el día 8 una huelga que podía empezar por lo del acto de conciliación de Barreras.
   Los revisionistas sabían que una sola medida represiva, un solo despido en cualquier sección, contaría con la unión en lucha de las demás secciones de las fábricas y con el apoyo solidario de los obreros y el pueblo de Vigo debido a la experiencia y la solidaridad adquirida en las últimas luchas. No es que los revisionistas quisieran fortalecer el movimiento con nuevas acciones. Todos los obreros de Vigo sabemos que durante el proceso de luchas en protesta por los asesinatos de El Ferrol los revisionistas acabaron dialogando con el gobernador civil diciendo que se “paraba por la carestía de la vida”. Cuando el problema de Rober fueron a dialogar al sindicato y el problema sólo se resolvió cuando Organización Obrera informó a través de octavillas que de no admitir a los despedidos de Rober se iría a la huelga. Es así como se demostró que se debía luchar contra la patronal y el fascismo y cómo la clase obrera va comprendiendo las cosas y reconociendo a sus verdaderos dirigentes. En esto, Barreras, el proletariado de la factoría, ha dado siempre el apoyo y ha conquistado el apoyo de todo el pueblo, yendo siempre el primero a la lucha y demostrando cómo de forma organizada y con decisión se puede combatir a los fascistas y enfrentar su aparato represivo, conseguir los objetivos inmediatos de los trabajadores y desenmascarar a los falsos dirigentes junto al sindicato y el gobernador.
   Por todo esto, la huelga programada por los revisionistas, sin ningún motivo ni objetivo claro, no buscaba otra cosa (a la vez que demostrar a la burguesía su “influencia”) que destruir la unidad y combatividad alcanzada y hacer abortar el movimiento de solidaridad con Ferrol, que se estaba  preparando; era, al fin y al cabo, una provocación más de las muchas que viene haciendo el revisionismo para liquidar el movimiento revolucionario de España.
   Ante los fracasos de sus tentativas en Barreras, de forma imprevista el sábado día 9, en el turno en que los revisionistas mantienen algunos obreros todavía, engañados en Citroen, lanzan la huelga, en la que participa el 75% del turno. Los capitalistas, que se venían preparando por conocer lo que se avecinaba y los planes de los revisionistas, despiden a cinco obreros y preparan nuevos despidos en relación directa con la Dirección General de Seguridad y el ministro fascista de Trabajo. La policía y la Guardia Civil, como había sucedido en la fábrica, comienzan a reprimir a los obreros y a los hijos del pueblo.
   OMLG y O.O. tienen que ponerse al frente de las masas de Citroen sacándolas a la calle para pedir la solidaridad de los obreros y del pueblo, marcando objetivos antifascistas y antirrevisionistas en la lucha.
   El lunes día 11 no se ve a ningún revisionista al frente de las masas. El 12 martes los grises y la social “invitan” a entrar a trabajar a los que quieran, y a los que no a desalojar. Fue entonces cuando los obreros hicimos una asamblea en la que se plantea la readmisión de los despedidos. “¡Antes los despedidos, después entraremos nosotros!” es la consigna que sale de ella (y que dio fuerza todo el movimiento), y se resalta que los obreros de Citroen contarían con el apoyo solidario de los obreros y del pueblo.
   Tales han sido las raíces de nuestro movimiento.

(*) Publicado en “Bandera Roja”, órgano central de la Organización de Marxistas-Leninistas Españoles. Nº 18, Octubre 1972, pp. 3-5. Texto seleccionado y transcrito para Dazibao Rojo por R. Manzanares.

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