miércoles, 25 de septiembre de 2019

KAMPUCHEA: Una entrevista al editor de The Call, Dan Burstein. (Blog Gris)

Kampuchea toma la vía socialista.

El artículo original (procedente de https://libcom.org/history/rojava-whoops-kampuchea-takes-socialist-road) ha sido traducido sin modificar su contenido original salvo por cuestiones gramáticas y ortográficas.


Lo siguiente es una entrevista a Dan Burstein, editor de La llamada, después de su regreso reciente de la visita a la Kampuchea Democrática. Burstein dirigía una delegación de cuatro miembros del PCML, los primeros americanos en visitar Kampuchea desde la victoria de la revolución hace tres años.
 

La campaña de desprestigio hacia Kampuchea por parte de las dos superpotencias es conocida. Burstein y otros de la delegación han expuesto estas mentiras desde su regreso, tanto en La llamada como en apariencias públicas en la televisión nacional. En esta entrevista, Burstein da algunas respuestas en profundidad a una cantidad de cuestiones políticas de la mente de activistas revolucionarios y otros para promocionar la amistad y solidaridad entre los pueblos de Estados Unidos y de Kampuchea.

Has visitado recientemente la Kampuchea Democrática en un momento en que los imperialistas yankis han llevado una intensa campaña de desprestigio contra la revolución allí, hablando de "trabajo forzado" y "genocidio". Brevemente, ¿qué viste y cuál es la situación real?

La revolución de Kampuchea es una nueva revolución. Es muy joven, habiendo obtenido la victoria hace sólo tres años. Y aún así ha conseguido bastantes logros.

El logro mas básico es que por primera vez en 2,000 años de historia de Kampuchea el poder político ha sido puesto en las manos de las masas populares. Hace apenas unos años, Kampuchea era un país dominado por familias feudales aliadas con los intereses franceses y estadounidenses. Era una sociedad en que la pobreza y el hambre eran un denominador común de la gran mayoría de la gente.

Pero esta imagen ha cambiado drásticamente con el despliegue de la revolución socialista. Mientras la prensa burguesa habla negativamente de Kampuchea como "el país más radicalmente alterado del mundo", este hecho es verdad pero en el sentido positivo. En una sociedad en que trabajadores y campesinos no han tenido nada durante mucho tiempo, ahora tienen medios para ganarlo todo. La gran mayoría de viejos explotadores y elementos reaccionarios, mientras tanto, han sido arrancados de su poder y riqueza.

Como toda revolución socialista que el mundo ha visto hasta ahora, los cambios radicales en el orden social dan miedo en los corazones de los capitalistas en todo el mundo. No es una sorpresa que la prensa en este país lloriquee sobre el "trabajo forzado", cuando los terratenientes y capitalistas de Kampuchea han sido obligados a trabajar para sobrevivir en lugar de ser parásitos del pueblo. Pero los que protestan de este modo nunca se preocuparon del verdadero trabajo forzado de los millones de trabajadores y campesinos que eran esclavos del feudalismo y del capitalismo de la vieja sociedad. Podemos ver que todos los ataques y desprestigios de la nueva Kampuchea tienen el sello capitalista, con su infinito odio de lo verdaderamente liberador para las masas populares.

Para las amplias masas de Kampuchea, el trabajo no está siendo llevado bajo cohesión ni amenazas- todo lo contrario. Allá por donde fuimos- y cubrimos 1100 kilómetros en 6 provincias- vimos la determinación y el espíritu de autosacrificio en la construcción del país. Incluso bajo un calor abrasador y sin máquinas la gente trabaja con sus propios manos para aumentar el nivel de vida de la sociedad en la que ahora son los maestros.

Cuando viajas por Kampuchea, no puedes sino sentirte impresionado por la manera en la que todo el país está trabajando. La gente vieja y la gente nueva, hombres y mujeres, toda la población está inmersa en proyectos agriculturales y de conservación del agua. Con sus propias manos están construyendo un sistema de irrigación que está catapultando el país de la edad oscura del feudalismo a los tiempos modernos. Están reconstruyendo y remodelando un país que por todos lados muestra la destrucción causada por las más de 550,000 toneladas de bombas arrojadas durante la guerra.

La revolución en Kampuchea ha puesto comida en la mesa del pueblo por primera vez en su historia. Los campesinos que tenían que trabajar muchos meses con sólo hojas y hierbas de comida, ahora trabajan con dos o más cultivos de arroz. Presas, canales y reservas que no podían ser construidos en los viejos días, incluso con miles de millones de dolares de “ayuda” imperialista, ahora están siendo construidos por los viejos campesinos.

También se han realizado pasos importantes para mejorar el nivel de vida del pueblo. La malaria, el gran mal del país antes de la liberación, ha sido eliminada en un 90%. Una intensa campaña de alfabetización ha hecho que una población analfabeta en un 80% se alfabetice un 80%, al menos en términos básicos de alfabeto y lectura. Nuevas casas están siendo construidas para millones de personas.

El sistema cooperativo, que se inició en las zonas liberadas en 1973, ha sido firmemente establecido en todo el país. Un 90% de la población vive en cooperativas agrícolas que favorecen la mayoría de las necesidades básicas de sus miembros.

El sistema cooperativo también ha sido una gran herramienta para canalizar el entusiasmo de las masas y educarlas en el marxismo. Una democracia muy extensa existe en las cooperativas. Cada tres días hay mitines masivos de toda la cooperativa para discutir tareas prácticas, y cada diez días hay mitines para hacer planes a largo plazo, estudiar y realizar sesiones de crítica y autocrítica. A través de este sistema la gente habla libremente con el resultado de nuevas ideas e innovaciones en cada cooperativa.

Éstos son solo algunos de los logros de la revolución en los primeros tres años. Lo más remarcable es que estos logros han sido conseguidos frente a problemas gigantescos-incluyendo las invasiones e incursiones de ejércitos apoyados por las superpotencias en todas las fronteras de Kampuchea, así como numerosos intentos de golpes de estado y sabotajes por agentes de la CIA y de la KGB en todo el país.

Por supuesto estos triunfos revolucionarios no significan que no haya habido fallos, errores y problemas. Hay muchas desventajas y tanto el pueblo de Kampuchea y el Partido Comunista son conscientes de ello. Pero la imagen general es brillante. La revolución va a toda velocidad.

La acusación de genocidio es el principal desprestigio de la prensa capitalista contra Kampuchea.¿Qué opinas al respecto?

Lo primero, la acusación de “genocidio” es un producto usado por los imperialistas contra la Kampuchea Democrática. El verdadero “genocidio” fue la muerte de más de 800,000 personas-el 12% de la población- durante la agresión estadounidense allí.

Estados Unidos olvida sus crímenes en Kampuchea y los esconde de la visión del público. Un método para hacer esto es afirmar que el verdadero genocidio tiene lugar ahora en Kampuchea.

La Kampuchea de hoy tiene más o menos la misma población que durante la liberación-cerca de ocho millones. La idea de que dos millones de personas han sido asesinadas desde 1975 según afirman algunos expertos financiados por la CIA (o 1,2 millones o 1,4 millones como dicen algunos académicos que quieren sonar menos exagerados pero beben de las mismas fuentes reaccionarias, es un fraude rotundo. Ha sido cocinado como parte de los esfuerzos de Estados Unidos para oponerse al socialismo, para aislar internacionalmente a Kampuchea y crear el clima ideal para una nueva intervención estadounidense.

El hecho de que no ha habido genocidio no significa que no haya habido derramamiento de sangra desde la liberación. De hecho, en los últimos tres años hemos visto una lucha de clases muy dura en Kampuchea. No dudo que esta lucha ha sido complicada y a veces muy sangrienta.

Hay que recordar que debido a la situación estratégica de Kampuchea, los imperialistas prestan mucha atención a las fuerzas contrarrevolucionarias dentro del país durante más de dos décadas. Los Khmer Serai (Khmer Libres) que la CIA estableció a principios de los sesenta para dinamitar la política de neutralidad de Sihanouk tuvo miles de soldados así como redes operativas en casi cada pueblo y ciudad. Estos Khmer Serai vivieron un entrenamiento muy largo de la CIA, en el que se les enseñó a oponerse al comunismo y matar a todos los comunistas y posibles comunistas de inmediato.

Quitando a los que eran verdaderos agentes de la CIA, el éxito del golpe de estado apoyado por EEUU en 1970 desarrolló una gran burocracia en el ejército y gobierno de Lon Nol que colaboró con el imperialismo estadounidense.

LOS AGENTES IMPERIALISTAS INUNDAN KAMPUCHEA

Los agentes yankis no eran los únicos reaccionarios en Kampuchea. La KGB soviética también estuvo inmersa en el país, a veces trabajando con agentes vietnamitas. Y detrás de las dos superpotencias, en tiempos de guerra Phnom Penh también fue centro de actividad para agentes del régimen de Thieu, la inteligencia francesa, la inteligencia japonesa y surcoreana, los militaristas tailandeses e incluso agentes de la camarilla de Taiwán.

Una parte de estas fuerzas huyeron antes de la liberación, pero la gran parte se quedó. Equipada con todo tipo de armas y dispositivos electrónicos, buscaban derrocar la revolución.

El nuevo gobierno, luchando por su propia supervivencia contra estas actividades contrarrevolucionarias, se tuvo que enfrentar con todo tipo de sabotaje y subversión. Sin duda, esto fue un sangriento proceso que seguramente tuvo excesos y errores. Pero sin la violencia revolucionaria contra el enemigo, la revolución habría fracasado casi al instante.

A pesar de los esfuerzos de algunos de los fabricadores de mitos actuales de pintar la Kampuchea prerrevolucionaria como una “tierra gentil”, era cualquier cosa menos gentil y pacífica. Sin importar que estuviera ocupada por los colonialistas franceses, los fascistas japoneses, el gobierno de Sihanouk o el régimen yanki de Lon Nol la pobreza, el hambre, la represión y las masacres estaban a la orden del día.

Si se quiere comparar entre la vieja sociedad y la actual, se debe entender que la violencia llevada a cabo desde la liberación es mucho, mucho menor (cuantitativamente hablando) y completamente diferente en naturaleza por aquellos que antes gobernaron Kampuchea. La violencia revolucionaria en la actualidad está siendo llevada para defender el poder político del pueblo, para asegurar que pueda comer, que sus condiciones de vida mejoren y que la revolución avance. La violencia contrarrevolucionaria que gobernó la vieja sociedad era violencia llevada a hundir a las masas en la miseria y a tenerlas trabajando para enriquecer a una minoría.

Armados con este conocimiento, podemos examinar los cuentos fantásticos dichos por los reaccionarios sobre el “genocidio” y el “asesinato en masa”. Cuando los golpistas o saboteadores son ejecutados, Estados Unidos ve esto como una “violación de los derechos humanos”.

Muchas de las historias que ahora se están propagando en la prensa son calcos de lo que los imperialistas dijeron de la Revolución Rusa, la Revolución China y todas las revoluciones en las que triunfó la dictadura del proletariado frente a los explotadores.
 
 

ATAQUES BURGUESES CONTRA LA REVOLUCIÓN

De hecho, muchas de las observaciones que hizo Lenin acerca de la propaganda contra la URSS en los primeros días son muy importantes para entender lo que los imperialistas dicen de Kampuchea en la actualidad.

En 1918, Lenin escribió su “Carta a los trabajadores americanos”, en la que expuso la hipocresía de los imperialistas que acusaban a los revolucionarios rusos de sus políticas de “terror”. Dijo que cuando la burguesía británica y francesa llevó a cabo violencia revolucionaria contra los señores feudales y monarcas en las revoluciones de 1649 y 1703, todo estaba justificado. Pero cuando hoy, los proletarios y los campesinos pobres deben recurrir a la violencia contra los capitalistas, de pronto la violencia revolucionaria se convierte en algo monstruoso en los ojos de los burgueses.

Lenin hizo algunas otras observaciones importantes en la misma carta a los trabajadores americanos. Dijo, por ejemplo, que después de que los imperialistas hicieran una guerra que trajo 20 millones de muertes, intentaron justificar la bondad de una guerra que realmente había sido hecha para obtener beneficio imperialista. Al mismo tiempo, Lenin dijo que si la guerra revolucionaria del proletariado contra la burguesía resultaba en la mitad de muertos, esto sería visto como algo terrible e injustificable.

Finalmente, Lenin tuvo que tratar los problemas de una joven revolución. Dijo: “la gente no se ha convertido en santa por que haya llegado la revolución”. Mostró que la revolución rusa estaba cometiendo errores, pero por cada error había numerosos aciertos.

Pero Lenin fue incluso más allá. Dijo que incluso si hubiera sólo 100 aciertos y 10,000 errores, la revolución seguiría siendo justa por que fueron las masas las que por primera vez ejercieron un auténtico poder político.

Creo que estas ideas de Lenin son útiles en entender lo que está sucediendo ahora en Kampuchea.

La existencia del Partido Comunista de Kampuchea (o PCK) no fue anunciada hasta el año pasado, aunque se fundó en 1960. ¿El partido fue clandestino 17? ¿Cómo lideró la lucha bajo estas condiciones? ¿Cuáles fueron las circunstancias especiales de su fundación?

En 1951 el partido conocido como Partido Comunista de Indochina se disolvió, dejando a Kampuchea sin partido comunista. De hecho, el Partido Comunista de Indochina nunca había formado parte del pueblo de Kampuchea. Prestaba escasa atención al desarrollo de la revolución en Kampuchea. Estaba mayormente compuesto por cuadros vietnamitas y su trabajo se centraba en la revolución vietnamita.

En los años 50 hubo muchos esfuerzos para construir organizaciones antiimperialistas, y una gran lucha revolucionaria fue llevada por las masas. Pero la mayoría de las organizaciones fueron destruidas por la represión del gobierno y la traición desde dentro.

Aprendiendo la lección de esta violenta represión, muchos de los supervivientes comprendiendo que sólo se podía confiar en los obreros y campesinos. El gobierno de Sihanouk, a pesar de su postura progresista y mayormente neutral, no podía cambiar de forma fundamental la vida de la gente. Bajo estas condiciones, cada vez más gente comenzó a estudiar el marxismo-leninismo- pensamiento Mao Tsetung.

A finales de los 50, los marxistas-leninistas publicaron algunos periódicos que exigían la independencia, el no-alineamiento y la neutralidad. Pero en reuniones secretas comenzaron a hablar de la inutilidad del camino parlamentario y la necesidad de movilizar al pueblo para iniciar la lucha armada que lleve a la liberación genuina y al socialismo.

Cuanto más marxismo se estudiaba, más convencidos estaban los revolucionarios jemeres [nota de traductor: entiéndase aquí jemer como gentilicio de Kampuchea o Khmer en la lengua del país y no como militante de los Jemeres Rojos] de la necesidad de fundar un partido comunista. En 1958 se creó un comité de preparación para sentar las bases del congreso fundacional del partido. La clave ideológica erra derrotar a aquellos que, tomando la palabra Kruschev en el 20 congreso del PCUS, hablaban de la “transición pacífica al socialismo” en Kampuchea.

Se esperaba que el partido pudiera ser fundado en 1959, pero las condiciones de represión política se habían intensificado tanto que era imposible organizar un congreso. Finalmente, en 1960 y después de un mitin de tres días a finales de septiembre, el congreso fundacional del PCK fue llevado en secreto en una vieja estación en Phnom Penh. La línea de la “transición pacífica” fue rechazada por completo, y el PCK se inició en una base marcadamente antirevisionista. A pesar de que el Ejército Revolucionario no pudo ser organizado hasta 1968, el PCK reconoció desde su fundación la necesidad absoluta de la lucha armada.

En el periodo que siguió a la fundación del partido, el PCK tuvo que trabajar bajo condiciones muy difíciles y atravesar muchas dificultades. El primer secretario general fue asesinado por agentes enemigos en 1963, y el partido tuvo que huir de Phnom Penh. Pol Pot, el secretario actual, se convirtió en el líder en ese momento, organizando a las fuerzas del partido para que fueran al campo en el noreste para empezar a construir las bases revolucionarias.

Enfrentados a tal represión, el partido mantuvo su existencia en secreto. Las masas, sobretodo los campesinos en el campo, conocían al partido como la “Organización Revolucionaria”. Mientras el partido se mantenía en secreto, no era un secreto para las masas. Comunicaciones secretas, periódicos e incluso transmisiones de radio se iniciaron en las áreas liberadas con frecuencia.

Mucha gente que conocí me dijo que ya conocían la línea del partido muy bien, incluso en los 60 y a principios de los 70. Pero el enemigo lo tuvo muy difícil al aprender de las actividades del partido. Incluso hoy, los llamados “expertos en Camboya” de la CIA admiten que no saben bien quien es Pol Pot. Pero las masas sí lo saben.

El príncipe Norodom Sihanouk ha jugado un rol complicado en la historia de la lucha jemer. ¿Cuál es su posición hoy? ¿Y en el pasado?

Lo primero, el rol actual de Sihanouk. Está vivo, a pesar de algunos informes falsos del gobierno estadounidense que decían que lo habían ejecutado. Vive en su viejo palacio en Phnom Penh y tiene el título de “héroe del pueblo jemer”. Está retirado y recibe una pensión.

A pesar de que Sihanouk fue un príncipe feudal y parte de la burguesía jemer, apoyó completamente la guerra popular revolucionaria contra el imperialismo yanki y su camarilla representada por Lon Nol. Debido a sus contribuciones anteriores, el nuevo estado de Kampuchea ha tratado a Sihanouk de forma especial, permitiéndole vivir en su palacio y dándole una pensión cuando otros oficiales no reciben salario.

Periódicamente, Sihanouk deja Phnom Penh para visitar el campo e inspeccionar algunos de los nuevos proyectos en los que están trabajando los campesinos. Ha dicho que está muy impresionado con lo que ha visto, y que problemas que él no pudo solucionar en los viejos tiempos están siendo arreglados bajo el liderazgo del PCK.

Sihanouk apoya al partido. Hizo una declaración el año pasado cuando se reveló su existencia, alabando el rol del PCK en su liberación de Kampuchea.

ROL DUAL DE SIHANOUK

El pasado de Sihanouk se puede resumir en la dualidad de su clase-la burguesía nacional. También, cabe mencionar que se opuso a los esfuerzos del imperialismo por dominar su país. Pero a veces colaboró con el imperialismo y se opuso a las masas que se rebelaron contra su gobierno.

En los sesenta había dos tendencias entre la clase gobernante jemer. Aquellos como Lon Nol, que eran abiertamente lacayos del imperialismo, aquellos como Khieu Samphan (hoy el presidente del presidium) que pertenecían a la vieja clase gobernante.

Sihanouk estaba entre estas dos tendencias. Se oponía al comunismo pero también a Lon Nol. Cuando la guerra en Vietnam comenzó a desarrollarse, Sihanouk continuó resistiendo los esfuerzos de Estados Unidos para conseguir su apoyo. El resultado es que EEUU comenzó a apoyar a Lon Nol para darle el poder.

Tan pronto como en 1967, el PCK predijo que Lon Nol daría un golpe de estado. Esta comprensión de la situación política llevó a fundar el Ejército Revolucionario en 1968 y a iniciar la lucha armada. Aunque Sihanouk era en teoría el líder del gobierno nacional, el PCK y el Ejército Revolucionario ejecutaron los principales golpes contra Lon Nol.

Esto creó las condiciones para formar un frente unido con Lon Nol tras el golpe de EEUU liderado por la CIA que puso a Lon Nol en el poder en marzo de 1970. En los cinco años de guerra posteriores, Sihanouk mantuvo un frente unido con los comunistas jemeres, y ellos con él a pesar de las dificultades de la lucha.

Por estas razones, Sihanouk sigue siendo respetado por el pueblo jemer, incluso cuando él mismo reconoció que sus viejas ideas no tienen cabida en la actualidad.

El PCK ha declarado basarse en el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung. Pero, ¿qué ha hecho este partido para combatir al revisionismo?

El PCK ha estado luchando contra el revisionismo en todos sus diecisiete años de existencia. Como ya he mencionado, fue fundado contra la línea revisionista de Kruschev de la “transición pacífico al socialismo”. Los camaradas de Kampuchea estudiaron los escritos de Lenin sobre el estado y las contribuciones del presidente Mao sobre la guerra popular. Armados con esta teoría, resistieron los esfuerzos de los revisionistas de abandonar la lucha armada.

Incluso en 1972, cuando la Unión Soviética y Vietnam presionaban a los camboyanos a abandonar la guerra e ir a las conferencias de paz de París, el PCK se mantuvo firme. No temieron la amenaza de Kissinger de “volar Camboya de la faz de la Tierra en 72 horas”, ni tampoco compraron la lógica revisionista de Kruschev y Brezhnev de que luchar contra el imperialismo norteamericano solo producía “conflagración nuclear”. La adherencia del PCK a la lucha armada, su confianza en las masas, su honestidad y valentía a la hora de luchar contra la enorme máquina imperialista yanki- todo esto se refleja en la firme postura del partido contra el revisionismo.

El Partido Comunista de Kampuchea estudia las obras de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao cuidadosamente, pero también ha luchado contra el dogmatismo. En mi entrevista con Ieng Sary, delegado del primer ministro, me habló de la importancia de combatir “el dogmatismo y el empirismo, siendo ambas formas de revisionismo”.

Aplicando el marxismo a sus condiciones, el PCK se ha enfrentado a muchos problemas y encontrado soluciones creativas. Por ejemplo, Ieng Sary nos dijo de la decisión de tomar Phnom Penh en medio de la guerra. Dijo que algunos elementos revisionistas se opusieron, diciendo que era imposible tomar la capital sin tomar primero las capitales provinciales. Pero Sary nos dijo: “A pesar de que nuestra revolución siguió la línea de general de tomar la ciudad desde el campo, en esta coyuntura particular las condiciones concretas nos hicieron ver que era posible capturar Phnom Penh, consiguiendo de este modo la liberación nacional.”

Respecto a las cuestiones principales de la actualidad en el movimiento comunista internacional, encontré un gran nivel de unidad entre nuestro partido y el PCK. El PCK, por ejemplo, estudia la tesis de Mao sobre los tres mundos. Apunta a las dos superpotencias imperialistas como los principales enemigos del mundo, reconociendo al tercer mundo como la principal fuerza contra el imperialismo, y distinguiendo correctamente entre las superpotencias y otras pequeñas potencias imperialistas del segundo mundo.

El PCK es consciente de la naturaleza de la URSS, un país donde el capitalismo ha sido restaurado y donde un país antaño socialista se ha transformado en socialimperialista.

El PCK también se ha posicionado apoyando al socialismo en China y a rechazado a la banda de los cuatro.

De hecho, el PCK ha sido un luchador de la unidad de todos los partidos y países marxistas-leninistas alrededor del mundo. Ha expresado su solidaridad con partidos marxistas-leninistas por todo el mundo (incluyendo el nuestro) en su lucha contra el revisionismo moderno).

Resumiendo, creo que el PCK ha contribuido en gran medida a la lucha contra el revisionismo, y hay mucho que aprender de ésto.

 
 
 
 
Kampuchea ha sido una víctima reciente de la agresión de Vietnam. ¿Qué hay tras este conflicto? ¿Qué aprendiste en tu viaje?

El conflicto entre Kampuchea y Vietnam es muy desgraciado. Estos dos antiguos aliados en la lucha contra el imperialismo estadounidense ahora están luchando entre ellos. Esto es una situación terrible, pero tenemos que entender los factores que hay detrás.

Tuvimos una gran oportunidad de aprender sobre la lucha entre Vietnam y Kampuchea, por que viajamos a la provincia fronteriza de Takeo. Visitamos el área con soldados y campesinos y discutimos la situación de Ieng Sary.

Primero de todo, déjame decir algo sobre lo que vimos en la provincia de Takeo, una de las áreas donde tuvieron lugar muchos combates el pasado invierno.

30 kilómetros dentro del territorio camboyano ya vimos las huellas de los tanques vietnamitas en los campos de arroz. Vimos edificios derribados por los disparos de la artillería vietnamita.

A través del campo de batallo vimos balas, cartuchos, escombros y latas de armas soviéticas y estadounidenses usadas por las tropas vietnamitas. Buscando el área encontramos incluso un tanque soviético.

No es coincidencia que las armas de las dos superpotencias estén tiradas por Kampuchea a miles de kilómetros de Washington y Moscú. Las dos superpotencias, cada una de su modo, están tratando de destruir la revolución camboyana.

Con respecto a Estados Unidos, su hostilidad contra Kampuchea es obvio. Negándose a resignarse tras la pérdida de su pequeño paraíso personal, EEUU ha perpetrado muchas agresiones contra Kampuchea, como el incidente de Mayaguez en mayo de 1975 y el bombardeo de Siem Reap en febrero de 1976.

Además, los agentes de la CIA en Tailandia han contactado con los agentes de la CIA en Kampuchea intentando numerosos golpes de estados. EEUU ha promovido a los militaristas tailandeses para llevar a cabo incursiones en la frontera tailandesa-camboyana. La ofensiva propagandística lanzada por EEUU es un intento de aislar internacionalmente a Kampuchea y preparar a la opinión para otra intervención de Estados Unidos en el sureste asiático. Como EEUU, los socialimperialistas soviéticos no tienen interés en ver una Kampuchea socialista e independiente. Se han opuesto al PCK desde que se fundó e incluso han apoyado a la camarilla de Lon Nol hasta el final. Ahora intentar extender su hegemonía por el sureste asiático y cercar China. Pero Kampuchea sigue siendo un territorio impenetrable. La fiera defensa de la independencia de Kampuchea es un golpe directo contra la expansión soviética así como ejemplo a otros países de que es posible construir el socialismo sin la URSS.

Sin poder dominar Kampuchea, la Unión Soviética continúa con sus intentos de derrocar al estado camboyano. Hombres de la KGB han estado involucrados en dos golpes de estado. Pero se ha visto de forma evidente para EEUU y la URSS que sus agentes reaccionarios en Kampuchea no pueden movilizar a las masas. La revolución ha ganado un amplio apoyo popular. Los intentos subversivos están condenados.

LA UNIÓN SOVIÉTICA APOYA EL CONFLICTO

Con todo lo anterior creo que la URSS apoya una invasión vietnamita en Camboya. Cuando la primera gran invasión se produjo en 1977, comandantes y asesores soviéticos participaron en la agresión. Incluso cuando los vietnamitas usaron helicópteros para sacar los cuerpos rusos fuera de Kampuchea, tres soldados rusos muertos fueron encontrados dentro de Kampuchea.

Desde este incidente, la Unión Soviético ha intentado mantener un bajo perfil en las invasiones. Los comandantes soviéticos ahora permanecen dentro de la frontera de Vietnam, comunicándose con las tropas vietnamitas que cruzan Kampuchea a través de radio.

El ejército vietnamita ya tiene once divisiones cerca de la frontera vietnamita-camboyana. En Laos, el ejército vietnamita ha instalado otras cuatro divisiones en la frontera laosiana-camboyana. Más de 7,000 tropas rusas y asesores en Laos y Vietnam están trabajando con estas divisiones. Creo que es bastante obvio quien está detrás de la guerra entre Vietnam y Kampuchea.

Por supuesto, la Unión Soviética no participa en esta lucha sin pretexto. Hay conflictos políticos y diferencias nacionales desde hace mucho entre Kampuchea y Vietnam. Incluso durante la guerra de liberación, estas diferencias surgían a veces. Más importante, los vietnamitas han favorecido históricamente la creación de una “Federación Indochina” en la que Kampuchea sería un estado menor. Kampuchea ve este acto como chovinista y se opone a infringir su independencia y soberanía. Además de esta cuestión, hay desacuerdos con respecto a las fronteras.

A pesar de que Vietnam y Kampuchea firmaron un acuerdo en 1967 estableciendo sus fronteras, Vietnam ha renunciado a este acuerdo.

Pero aun teniendo en cuenta las diferencias entre estos países revolucionarios del Tercer Mundo- que son muchas- no hay razón para creer que no pueden ser resueltas pacíficamente de no ser por la Unión Soviética provocando a Vietnam para resolverlas con la fuerza militar.

Con respecto a las acusaciones soviéticas y vietnamitas de que Kampuchea es el agresor, esto es un intento para colocar la verdad en su bando que está tan fuera de la realidad que no puede ser tomada en serio. Kampuchea no tiene razones para agredir a nadie. Quiere la paz y la estabilidad para avanzar en su reconstrucción nacional. Pero al mismo tiempo, Kampuchea no tolerará violaciones de sus fronteras y se ha defendido de todos los ataques hasta ahora.

La Unión Soviética está usando la situación actual para aumentar su dominio sobre Vietnam. Esto sólo puede tener efectos adversos en la revolución vietnamita. Hay muchas señales de que el pueblo vietnamita se opone a la guerra en Kampuchea y otras políticas del gobierno vietnamita donde la influencia de la URSS es palpable.

Por aquellos que fueron por el movimiento en contra de la guerra en este país y obtuvieron tanta inspiración de la lucha de los pueblos vietnamita y camboyano, es una situación trágica el ver a los dos países en guerra entre ellos. Pero debemos protegernos contra las reacciones subjetivas. En lugar de frustrarnos, hay que redoblar nuestros esfuerzos para oponernos al revisionismo y al socialimperialismo soviético que son los verdaderos culpables de la contienda.

El camarada Ieng Sary.

La solidaridad entre los pueblos estadounidense y camboyano, especialmente la lucha de la juventud estadounidense a principios de los setenta, jugó un papel importante en derrotar al imperialismo de EEUU y sus títeres allí. ¿Cuál es la tarea de nuestro movimiento para continuar con esta solidaridad en la actualidad?

Cuando llegamos a Phnom Penh, Ieng Sary realizó un banquete en honor a nuestra delegación. En el banquete, tanto él y como hicimos un discurso, y ambos hicimos referencia a los estudiantes que se dejaron la vida protestando contra la invasión de EEUU en Kampuchea.

Después, Ieng Sary me dijo: “no es coincidencia que ambos nos refiriéramos a estas luchas estudiantiles. Compartimos el mismo punto de vista revolucionario. Yo en mi país y tú en el tuyo luchamos contra el mismo imperialismo.”

Allá donde fuimos, encontramos al pueblo camboyano distinguiendo entre el gobierno yanki que llevó a cabo la guerra contra ellos y el pueblo estadounidense que se opuso a la guerra.

Pero hay mucho trabajo por hacer para construir y fortalecer la amistad entre nuestros dos pueblos. Ahora, la clase gobernante intenta hacer todo lo posible para enfrentar al pueblo estadounidense contra la revolución camboyana.

Las esperanzas reaccionarios son que la constante repetición de sus historias de “genocidio” y “barbarie” sean aceptadas por el pueblo como verdad. Esta máquina propagandística es muy peligrosa, pero no creo que triunfe. Después de todo, la misma máquina propagandística consiguió engañar a los estadounidenses sobre la guerra en Indochina por muy poco tiempo. Eventualmente, las masas vieron las mentiras y la desinformación.

A través de varios artículos en La Llamada hemos intentado revelar la verdad sobre la situación en Kampuchea al pueblo estadounidense. Espero que la gente los lea y los circule para discutirlos con más gente.

Creo que es importante leer el discurso de Pol Pot sobre la historia del Partido que la Prensa de Liberación ha publicado en inglés, así como otros materiales directos de Kampuchea. Nuestras librerías en el país están guardando estos materiales, para que la gente pueda acceder a ellos.

Cuando haya oportunidades de desafiar la campaña de desprestigio contra Kampuchea y presentar la verdad, este trabajo debería ser presentado. Ya sea en la forma de mitines públicos, debates en las universidades, o letras a los editores de periódicos que imprimen mentiras, hay muchas formas de combatir la guerra propagandística.

También creo que es importante organizar el sentimiento de amistad hacia Kampuchea. Creo que sería muy bueno para nuestros amigos en Kampuchea establecer un comité o una organización que concentre o proporcione educación sobre Kampuchea.

La lucha de liberación en Kampuchea proporciona a nuestro movimiento tremenda inspiración y entusiasmo. Para mucha gente, la agresión de Estados Unidos demostró su naturaleza imperialista. Para otros, el hecho de que un país pequeño como Kampuchea se enfrentara a una gran superpotencia imperialista mostró que la revolución es posible.

Ahora, Kampuchea ha tomado la vía socialista. Sus logros continúan enriqueciendo nuestro movimiento y la lucha mundial contra el imperialismo. Aprender más de la revolución allí y enriquecer la solidaridad en nuestros pueblos es una importante tarea que nuestro partido tiene en alta estima.

2 comentarios:

Alan dijo...

Poco a poco se va despejando y desmantelando ese manto de mentiras contra el proceso de revolucionario comunista en Kampuchea, los vomitos negros del revisionismo particularmente los podridos gobernantes Vietnamitas títeres del Socialimperialismo ruso y amangualados con los imperialistas aplastaron ese proceso no lograron eliminar al camarada POL POT pues las masas revolucionarias lo protegieron...hoy después de estos años vemos a supuestos maoístas odiando ese proceso echando toda clase de pestes reaccionarios con apego a los sentimientos imperialistas contra esas masas rojas, contra la dirección del partido comunista de Kampuchea. Ese maoísmo de hoy revisionismo es un camuflaje que acuden a los ya desenmascarados revisionistas y que no se cansan de hacer contrarrevolución por eso el llamado de los MLM principalmente maoístas de combatirlos a sangre y fuego, es una exigencia del proletariado revolucionario internacional castigarlos con mano de hierro hasta aplastarlos.

Tomado de periódico: ¨ hierro rojo¨.

dazibao rojo dijo...

Muchas gracias por tu comentario, que compartimos plenamente.
Saludos rojos.