Octubre
rojo.
Miguel
Alonso.
Que octubre,
es un mes revolucionario, es de sobra conocido.
Este año,
celebramos con orgullo de clase, el 85 Aniversario de la Revolución de Octubre
de 1934 en Asturias, donde las heroicas
masas de trabajadores tomaron el poder, formando una Comuna, construyendo un
ejército rojo y combatieron, sin miedo, a las fuerzas armadas reaccionarias del
gobierno republicano de Lerroux, durante cerca de un mes.
¡Honor y
Gloria a esos bravos combatientes, hijas e hijos de la clase obrera!
Ese camino
de la guerra del pueblo, fue abierto con la sangre de nuestras hermanas y
hermanos de clase, es un luminoso sendero, que tenemos que prepararnos para transitar.
También
celebraremos con júbilo, el 102 Aniversario de la Gran Revolución Socialista de
octubre y este 1º de octubre, el 70 Aniversario del triunfo de la Revolución
China y la proclamación de la República Popular por el Presidente Mao Tse-tung.
En el Estado
español, coronado por Franco, la crisis, la descomposición del régimen, es
evidente en medio de las luchas entre los partiduchos políticos de la burguesía
y su circo electoral, convocado para noviembre, todo ello con el inicio de una
nueva crisis económica mundial, que apunta a nuevos recortes y precarizaciones
para la clase obrera y demás clases trabajadoras.
Un octubre,
en el que en Catalunya, será conocida la sentencia que los tribunales de la oligarquía
española, pretenden imponer a los políticos de la burguesía y pequeña- burguesía
catalana, responsables del referéndum
del 1º de octubre.
La misma oligarquía
que amenaza con una nueva suspensión del estatuto, abriendo una inestable
situación en Catalunya y para el propio Estado burgués.
No nos
olvidemos, que son, en las crisis, cuando los estados burgueses, con y sin
corona, son más débiles y las masas más fuertes, para hacer la revolución. Pero
para ello, hace falta la dirección, de una vanguardia proletaria armada con el
marxismo-leninismo-maoísmo, que en la actualidad no existe, con la capacidad
necesaria.
Mas, como
comunistas, tenemos que participar activamente en las luchas, bien sean de
pensionistas o en el barrio y por supuesto, en el movimiento obrero, para
arrebatarle la dirección al reformismo y los revisionistas. Todo ello, ligado a
la histórica tarea, de crear partidos comunistas, maoístas, única garantía de
victoria para las masas explotadas y oprimidas.
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