sábado, 14 de abril de 2012

Estado español: Comunicado de GMHC con motivo del 14 de abril






Con ocasión del 14 de Abril de 2011, cuando se cumplieron 80 años de la proclamación de la IIª República española, Gran Marcha Hacia el Comunismo hizo pública una declaración que a fecha de hoy sigue estando plenamente vigente.




¡Proletarios y pueblos oprimidos del mundo: uníos!

¿TIENEN EL PROLETARIADO Y LAS MASAS POPULARES
RAZONES PARA CONMEMORAR EL ADVENIMIENTO
DE LA REPUBLICA BURGUESA-LATIFUNDISTA DEL 14 DE ABRIL?
   
    La caída de la monarquía de Alfonso XIII y la proclamación de la IIª República española el 14 de abril de 1931 –hace ahora 80 años- fue el resultado de un potente movimiento de masas. La clase dominante había visto como sus intereses se veían amenazados y varios partidos burgueses firmaron el “Pacto de San Sebastián”, alternativa de la gran burguesía para salir de la crisis. El objetivo era muy claro: una república burguesa y parlamentaria que reemplazara a la monarquía borbónica, presentando a las masas como contradicción principal la existente entre  monarquía y república a fin de ocultar lo que realmente era: la que enfrentaba al proletariado y al pueblo de un lado con la gran burguesía, los terratenientes y el imperialismo anglo-francés de otro. El hecho de que en el movimiento revolucionario que desembocó en la IIª República el papel dirigente no lo llevara el proletariado permitió la consolidación momentánea de la república burguesa que en diciembre de 1931 aprobaba su Constitución..
   Tan solo un mes y medio después de proclamada la IIª República, 8 obreros eran asesinados por la Guardia Civil en Pasajes. En julio una huelga general de los trabajadores de Sevilla era aplastada de forma sangrienta con el resultado de 30 muertos y 200 heridos. “La república de abril –escriben los comunistas españoles en aquellos años- aparece ante los ojos de las masas, cada vez con más claridad, como el poder antipopular contrarrevolucionario de la burguesía y los terratenientes, como la dictadura de la oligarquía burguesa-latifundista y financiera, como el instrumento del imperialismo español y del patrioterismo castellano para oprimir a los pueblos de Cataluña, Vasconia, Galicia y Marruecos. El proletariado urbano y campesino no ha obtenido de la república la más mínima mejoría de su penosa situación. Por el contrario, el paro ha aumentado, siguen las reducciones de salarios, las condiciones de trabajo son empeoradas, se acrece la opresión, la miseria, el hambre, se intensifican la represión y las persecuciones, son suprimidos los más elementales derechos y libertades democráticas de los obreros (libertad de asociación, de prensa, de huelga, de manifestación, etc.). Las masas campesinas no han obtenido la tierra ni los aperos de labranza y su situación es más dura e insoportable”. (“El Partido Comunista y la Revolución Española”).
   A lo largo de cinco años de gobierno republicano burgués, los hechos confirmarían estas tesis. La sublevación de los generales fascistas el 18 de julio de 1936 llevaría a que en la España gobernada por el Frente Popular se produjeran transformaciones económicas y sociales beneficiosas para el pueblo trabajador (incautación de fábricas por los obreros, reforma agraria, etc.). Pero los errores políticos y militares de la dirección del PCE, influidos por algunos asesores de la Internacional Comunista (Togliatti, etc), impidieron alcanzar el triunfo en la guerra y la conquista del poder al proletariado y las masas populares sobre Franco y los nazi-fascistas.
   Hoy, 80 años después de aquel 14 de abril de 1931, el capitalismo en España atraviesa una de sus más graves crisis con millones de hombres y mujeres engrosando el ejército de parados y, aquellos que tienen un trabajo, lo hacen con sueldos de miseria y bajo condiciones de creciente explotación que aumentan día tras día. Y aún hoy, partidos y organizaciones que se llaman  “comunistas” e incluso “marxistas-leninistas”  enarbolan consignas como “España mañana será republicana”, en manifestaciones y mítines ondean la bandera tricolor de la IIª República, y en sus propuestas de “unidad popular” buscan agrupar a la clase obrera y a las masas populares en torno a la lucha por una “IIIª república” como el tema principal de la actual etapa de la revolución española. Para estos “comunistas”, el republicanismo se convierte en un fundamento ideológico para su política de impulsar tareas democráticas y nacionalistas pequeño burguesas en lugar de tareas revolucionarias proletarias. Su idea de defender una etapa democrática, republicana de la revolución en España no concuerda con la realidad. Niegan las muchas décadas de desarrollo capitalista en España que lo ha llevado a convertirse en un país capitalista desarrollado e imperialista y, por tanto, que el objetivo de la lucha de clases no puede ser otro que la Revolución Socialista. Colocar la consigna de la dictadura del proletariado en el desván del futuro y sustituirla por la de la “IIIª república”, precisamente en un periodo como el actual de desarrollo de la crisis del sistema capitalista, es renunciar en el terreno práctico al marxismo. Es el gobierno de la clase obrera,  la dictadura del proletariado y el socialismo, no la utopía mítica de un orden democrático burgués refinado, lo que los comunistas, los marxistas-leninistas-maoístas deben defender como la perspectiva para el movimiento revolucionario del proletariado. Y quien se desvíe del camino de la revolución pendiente en España, la Revolución Socialista, volviendo la espalda a la corriente revolucionaria internacional que arrancando de la Comuna de París y pasando por la Revolución Socialista de Octubre alcanzó su mayor nivel y profundidad en la Gran Revolución Cultural Proletaria en China, es indudable que sólo llegara a conclusiones y alternativas pequeño burguesas y reaccionarias.
    Hoy el proletariado, sin una ideología revolucionaria que le oriente, sin un partido político revolucionario de nuevo tipo que le dirija, está indefenso ante las tormentas revolucionarias que se avecinan y en la perspectiva de poner fin de una vez y para siempre a este odioso y corrompido sistema capitalista, avanzando hacia la meta de una sociedad sin explotadores ni explotados, un  nuevo mundo sin capitalismo, sin imperialismo,  el nuevo mundo del Comunismo. Pero esa ideología existe: es el marxismo-leninismo-maoísmo. Ese partido no existe en España: hay que construirlo.  Esa meta hay que conquistarla: el COMUNISMO. 

¡Viva la lucha de la clase obrera contra la explotación capitalista!!

¡Al capitalismo en crisis ni una miga de pan ni una gota de agua para salvarlo!

¡Leer y estudiar los escritos de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tsetung!

¡Construir el partido político revolucionario de nuevo tipo del proletariado!

¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo!

¡Viva el Socialismo! ¡Viva el Comunismo!
                                                                                   Madrid, Abril de 2011    
                                                 
                                                            
                                            GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO

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