lunes, 29 de julio de 2019

ESTADO ESPAÑOL: Manifestación frente el Ministerio de Exteriores en Madrid, el pasado viernes 26 de julio.

Denuncian el silencio del Gobierno español ante los crímenes de Marruecos contra la población saharaui.

CEAS-SAHARA reclama a Sánchez que dejen de vender "material antidisturbios" a la dictadura alauita



Ante la salvaje represión y los reiterados ataques violentos contra la población saharaui en el Sahara Occidental ocupado por el ejército marroquí, la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara, CEAS-SAHARA, se ha dirigido al Gobierno de España para“que intervenga decididamente y exija al Reino de Marruecos el respeto de los derechos Humanos más elementales y hacer cumplir las Resoluciones de las Naciones Unidas».
“Queremos denunciar la complicidad del Gobierno español, que mira hacia otro lado”, añade el comunicado, lamentando la falta de acciones para detener la oleada de represión contra la población civil saharaui.
En referencia a las relaciones entre el Estado español y el Reino de MarruecosCeas-Sahara demanda que se detenga “la venta de equipo antidisturbios español con el que se masacra al pueblo saharaui que se manifiesta pacíficamente por la libertad e independencia de su país».
Para Ceas-Sahara, “Estos odiosos métodos se inscriben en la misma política de opresión practicada desde hace décadas, y de manera impune, por el Régimen marroquí en el Sahara Occidental.
Francia y España vuelven a ser principales culpables y responsables de la actual situación, a los que Ceas-Sahara señala como tutores del régimen marroquí y su intransigencia para obstaculizar el proceso de paz liderado por la ONU.
Organizaciones y asociaciones han convocado manifestaciones en varias para seguir denunciado la situación en las zonas ocupadas del Sahara Occidental.

Ceas-Sahara, Femas-Sahara y la Comunidad Saharaui en España se manifestaron el viernes, 26 de julio, ante el Ministerio de Exteriores de España e hicieron entrega de un documento en el que exigen a España tomar partido y asumir su responsabilidad política, jurídica y moral.

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