lunes, 14 de diciembre de 2015

RBC: !Estudiar, estudiar, estudiar!



¡ESTUDIAR, ESTUDIAR, ESTUDIAR!1
Uno de los problemas más graves que afectan al movimiento comunista en los países occidentales es la profunda incultura de sus militantes y simpatizantes, que afecta no sólo a sus conocimientos de marxismo, por lo general muy endebles, sino a lo que podríamos llamar formación cultural básica.
Era inevitable que al decretar “el fin de la historia”, la burguesía impusiera una suerte de retorno a la caverna, a la “caverna posthistórica”, por emplear una añeja y certera imagen de Pío Baroja. Era igualmente inevitable que el proceso de destrucción de la cultura que, como una voraz avalancha de fango y excrementos, ha desatado la burguesía posthistórica o ahistórica –y en la que ella misma ha decidido zambullirse–, arrastrara también a amplias masas populares…
¿Y los comunistas?... ¿Dónde están los comunistas ante todo esto?
Los comunistas deberíamos haber tomado conciencia clara de que la destrucción de la cultura es no sólo el suicidio de la clase burguesa, sino, sobre todo, el modo en que ésta suicida al sujeto revolucionario y con él la posibilidad de revolución. En cierta manera, la culminación de ese proceso es la imagen invertida y pervertida del comunismo: ¡La más amplia incultura y el más tenebroso oscurantismo, sin distinción de clases! ¡La desaparición de las clases por vía de la eliminación de lo más excelso que la humanidad ha producido!
Por el contrario, muchos “comunistas”, haciendo caso omiso de las reiteradas palabras de Lenin2, despreciando la gloriosa historia de superación individual y de clase que es la historia del movimiento obrero, se han subido alegremente al carro de la barbarie burguesa y, así, en sus “escritos”, no es infrecuente encontrar continuas faltas de ortografía y errores morfológicos y sintácticos que a uno le hacen pensar si sus autores no creerán que “socialismo” y “solecismo” son la misma cosa. Han asumido, ¡conscientemente!, todas las memeces de la dogmática feminista –archiburguesa, por supuesto– sobre el lenguaje y la cultura, olvidando lo que decía Stalin en sus textos de lingüística sobre la relación entre ambas instancias y engendrando folletos ilegibles, que escupen contra el habla limpia y llana del pueblo, que jamás han escuchado, porque no se oye por televisión.
Para redondear el disparate, algunos de estos “comunistas” llevan a gala, con indisimulado orgullo, estar instalados en el fondo de un pozo de ignorancia –prueba, creerán, de su inquebrantable apego a la clase trabajadora–, calificando de “burgués” a quien ose llamar su atención sobre el hecho de que ciertas letras se junten de otro modo…
Las consecuencias ideológicas inmediatas de este despropósito, ajeno por completo a cualquier planteamiento marxista mínimamente serio y a la historia del movimiento comunista, son, entre otras, el sectarismo, disimulado como fidelidad a los principios; las teorías conspirativas, que se hacen pasar por profundidad de análisis; el eclecticismo, en que resulta el inocente propósito de “enriquecer” o “actualizar” el marxismo –del que se sabe poco, muy poco, necesario es decirlo– con engendros como el animalismo, las orientaciones de “género”, las homofilias y el resto de la sarta de embelecos con que nos entretienen los fabricantes de “cultura” del capital; el relativismo, el individualismo, etc.
A medio y largo plazo, la falta de tensión cultural en las filas comunistas constituye un obstáculo insalvable para la construcción del Partido y para llevar a cabo la misión revolucionaria de transformar la sociedad capitalista en sociedad socialista.
En los distintos contingentes comunistas debe cundir la idea del rearme cultural como instrumento insoslayable de combate contra quienes pretenden enterrar a la humanidad toda en la fosa de la ignorancia y la barbarie. Corresponde a la vanguardia del proletariado izar la bandera de la cultura, herramienta esencial para la construcción de un mundo nuevo y un hombre nuevo.
Por ello, la Red de Blogs Comunistas (RBC) recuerda que no debemos ni un instante la consigna de Marx, hoy más necesaria y vigente que nunca:
¡ESTUDIAR, ESTUDIAR, ESTUDIAR!
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1 Consigna revolucionaria de Marx.
2 “Para ser comunista, hay que haber enriquecido la memoria mediante el conocimiento de todas las riquezas que ha elaborado la humanidad”; “(…) cometerías un gran error si sacaseis en conclusión que se puede ser comunista sin haber asimilado los conocimientos que el hombre ha acumulado. Sería erróneo pensar que basta asimilar las consignas comunistas, sin asimilar la suma de los conocimientos de los cuales el propio comunismo es consecuencia”; “(…) no se puede edificar una cultura proletaria sin un conocimiento exacto de la cultura creada por todo el desarrollo de la humanidad (…)”; “Uno de los más graves errores que puede cometer un marxista es el de pensar que los muchos millones de seres humanos que forman las masas populares (sobre todo las masas de campesinos y artesanos), condenados por la sociedad contemporánea a permanecer en el oscurantismo, en la ignorancia y llenas de prejuicios, sólo pueden salir de la oscuridad por la vía directa de la instrucción puramente marxista”; “El marxismo (…) lejos de rechazar las conquistas más importantes de la época burguesa, ha asimilado, transformándolo por el contrario, todo lo que había de valioso en el desarrollo más de dos veces milenario del pensamiento y de la cultura humanas”; “Si el estudio del comunismo consistiera únicamente en asimilar lo que se ha expuesto en las obras, libros y folletos comunistas, sería demasiado fácil formar exégetas comunistas o fanfarrones; y esto nos resultaría muy a menudo nocivo, perjudicial (…)”; etc., etc.

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