LO CORRECTO ES COMBATIR
LAS IDEAS ERRÓNEAS Y ESTABLECER VEREDICTOS JUSTOS.
M.Alonso
El materialismo
dialectico nos enseña que si analizamos un proceso, si descubrimos sus
contradicciones, esto es, la verdad objetiva del mismo, podremos incidir en el
mismo.
El método del pensamiento
revolucionario es un método científico, superior a la ciencia burguesa, por
agnóstica que se presente, pues no solo rechaza el idealismo mágico también
tiene un componente de clase revolucionario.
En este proceso de
conocimiento es fundamental; la verdad objetiva. Verdad que existe al margen de
la comprensión de la misma.
El relativismo burgués
trata de presentar la misma, (la realidad) como relativa o sujeta a interpretaciones o en
casos extremos como una realidad virtual. Esto evidentemente no es así, para los
que hacemos uso de la ideología del proletariado el MLM. Y es importante
recalcar hacer uso, pues esto es encarnar el pensamiento revolucionario
en la práctica y alejarnos de las letanías vacías de contenido del dogmatismo
libresco o del relativismo burgues.
Hay camaradas que se
acercan a los problemas con idealizaciones románticas
más propias del pensamiento metafísico burgués. Son las compañeras y compañeras
del “blanco y negro”. No dudamos que sus sentimientos revolucionarios sean
reales o de su entrega a la causa de la Revolución, solo decimos que al
idealizar la realidad, se apartan de la misma y si no partimos del conocimiento
real de los procesos no podremos transformarlos.
Y transformarlos tiene que ver
con sus aspectos positivos y negativos. Recordemos que hablamos de negativo o positivo
(unidad de contrarios) para el proletariado y para el desarrollo de la especie
humana. Nunca hablamos en abstracto, siempre nuestro pensamiento tiene un sello
de clase.
La historia del MCI y de
su pensamiento no puede ser analizado desde una visión idealizada pues esto no
nos permitiría sacar enseñanzas y conclusiones correctas (esto es objetivas) y
nos llevaría a escribir una nuevo libro sagrado de pensamiento mágico.
Los comunistas no tenemos
profetas, tenemos hombres y mujeres que han dedicado o dedican su vida (en
todos los frentes de la lucha de clases) al servicio de las masas oprimidas y
que han elevado el pensamiento positivo de la humanidad creado y desarrollando
como contrario al, aún predominante, idealismo metafísico burgués; el pensamiento
científico del proletariado.
Una manifestación de la
base metafísica, dogmatica, es tratar de re-escribir la historia del MCI (no
buscado la verdad en los hechos) para cubrirla bajo el barniz falso de la conciliación.
Esta no es una cuestión secundaria, pues nos lleva a no ver la realidad objetiva
y hacer de nuestros deseos, por bienintencionados que sean, una visión falsa, subjetiva
y por lo tanto carente de incidencia en las contradicciones que se han
producido y se producen en el pensamiento y en la práctica del Movimiento
Comunista.
No se trata de elevar un
muro, hay que debatir con los compañeros y compañeras que no comprenden la
importancia de esta cuestión. Muchas de estas falsas ideas están presentes en
las masas cuando hablan de “unidad de los comunistas” como si este fuera una
simple cuestión de voluntad. Por supuesto que no practicaremos el sectarismo
pero no a acosta de dejar al lado los principios eso sería simple y llana
liberalismo, revisionismo.
La unidad de los
comunistas tiene que ser no en torno a frases hechas o símbolos, tiene que hacerse en torno a una decidida
lucha de dos líneas y a una base de unidad en torno al M.L.M. etapa superior de
la ideología revolucionaria del proletariado.
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