30.05.12 - Brasil
Entrevista – Levante Popular de la Juventud: protagonismo juvenil contra la injusticia y por la transformación de la sociedad
Como movimiento de contracultura en pro de la igualdad social y para mostrar que los jóvenes no son ajenos a las cuestiones esenciales de Brasil, Levante Popular de la Juventud (LPJ) –una articulación de jóvenes militantes orientada a las luchas populares en busca de la transformación de la sociedad– ha llamado la atención por su irreverencia en protestas y movilizaciones sociales y, especialmente, por la participación activa e incisiva de la juventud brasilera en el área de la política.
En el momento en que el país discutía y apoyaba a la Comisión de la Verdad y Justicia, Levante le mostró que venía con la acción ‘Levante Contra la Tortura', en la que pedía que los responsables de delitos de tortura fueran castigados y echaran luz sobre los delitos realizados durante la Dictadura Militar.
Los jóvenes militantes de Levante fueron a las calles de varias capitales brasileras para realizar una serie de escraches contra torturadores, frente a sus residencias y/o domicilios profesionales, para exigir justicia.
Paulo Henrique Lima, militante de LPJ en Fortaleza, en el Estado de Ceará, en entrevista a ADITAL, cuenta el origen de Levante Popular de la Juventud y relata su importancia para el cambio del marco sociopolítico brasilero y el fortalecimiento de la organización colectiva por parte de los diversos sectores de la sociedad. "El gran desafío que da origen a Levante es que la juventud se convierta en protagonista de un proyecto de transformación estructural de la sociedad brasilera, que contemple tanto las demandas específicas de la juventud como también las demandas de todo el pueblo brasilero”, afirmó.
ADITAL - ¿Cómo surgió el movimiento Levante Popular de la Juventud? ¿Cómo eligen los temas en que van a militar? ¿Cuántos/as jóvenes hoy están unidos a la causa y cuál es su perfil?
Paulo Henrique Lima - Levante surge en 2006 en Rio Grande do Sul, por influencia de los movimientos que componen Vía Campesina (MST, MAB, MPA, CPT, PJR), ante la necesidad de organizar a la juventud brasilera, en especial la de los grandes centros urbanos, alrededor de un proyecto popular para Brasil. O sea, el gran desafío que da origen a Levante es que la juventud se convierta en protagonista de un proyecto de transformación estructural de la sociedad brasilera, que contemple tanto las demandas específicas de la juventud como también las demandas de todo el pueblo brasilero. En 2010 dimos inicio al proceso de nacionalización de Levante, diversos estados comenzaron a construir células, que son nuestra organización de base, en las periferias, en las escuelas, en las universidades y en el campo.
Todo ese proceso culminó en nuestro I Campamento Nacional de Levante en enero de ese año en Santa Cruz do Sul (RS), que contó con la participación de aproximadamente 1.200 jóvenes de 17 estados de Brasil. El campamento fue un momento muy importante para nosotros los de Levante, y contamos con la participación de jóvenes de diferentes orígenes sociales: universitarios, estudiantes secundarios, jóvenes de la periferia y campesinos. En el campamento también hicimos una lista de una serie de pautas y reivindicaciones de la juventud brasilera y construimos nuestro calendario de lucha.
ADITAL - Hubo una fuerte y activa participación de los/las jóvenes en varias ciudades brasileras a favor de la Comisión de la Verdad, recientemente asumida por la presidenta Dilma Rousseff. ¿Cómo evalúa Levante esa adhesión de la juventud en este tema y los resultados de las acciones?
Paulo Henrique Lima - Creemos que los escraches realizados por Levante a nivel nacional fueron un nuevo marco en la lucha de la juventud brasilera. Contrariando a todos los teóricos del marasmo y de la inmovilidad, nuestra acción evidenció una de las mayores contradicciones de la sociedad brasilera en los últimos 30 años: la impunidad de agentes de estado comprometidos con la Dictadura Militar y el asesinato, la desaparición y la tortura de varios militantes sociales. Los escraches tuvieron el papel de defender a la Comisión de la Verdad de los ataques de los militares de la reserva y ampliar el tema a toda la sociedad. La evaluación que hacemos es bastante positiva, pero es necesario que toda la sociedad, en especial la juventud, continúe participando en esa pauta, dando apoyo a los trabajos de la Comisión de la Verdad y presionando para que los torturadores sean castigados.
ADITAL - ¿De dónde proviene esa sed de justicia por un hecho tan alejado de esta generación?
Paulo Henrique Lima - Creemos que la impunidad de los torturadores es la que legitima el exterminio, por parte de la policía, de la juventud negra y pobre en las periferias de Brasil. Es la situación de impunidad de aquellos que deberían servir y defender al pueblo brasilero, pero que acaban sirviendo a los intereses de las elites o clases dominantes, lo que genera esa contradicción de vivir en una sociedad que se dice democrática pero que está caracterizada por rasgos absolutamente autoritarios; de esa impunidad surge la criminalización de los movimientos sociales.
Además, tenemos clara la importancia de que luchemos en defensa de la memoria de aquellos, en su mayoría jóvenes, que lucharon por la transformación del país, que buscaron, como nosotros, construir un Brasil justo y realmente democrático.
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