martes, 20 de agosto de 2013

Oportuno documento publicado por los compañeros de Luminoso Futuro de Panama.

LA CORRECTA VALORIZACIÓN DEL PRESIDENTE MAO SOBRE EL CAMARADA STALIN

de SOBRE LA CUESTIÓN DE STALIN
Segundo comentario sobre la carta abierta del Comité Central del PCUS
(13 de septiembre de 1963)
“La gran Unión Soviética fue el primer Estado de la dictadura del proletariado. En un principio, el principal dirigente del Partido y el Gobierno de ese Estado fue Lenin. Después de la muerte de Lenin, lo fue Stalin.
Después de la muerte de Lenin, Stalin se convirtió no sólo en el principal dirigente del Partido y el Gobierno de la Unión Soviética, sino también en el líder reconocido del movimiento comunista internacional.
Hace sólo cuarenta y seis años desde que la Revolución de Octubre dio nacimiento al primer Estado socialista. Durante casi treinta de esos años, Stalin fue el principal dirigente de ese estado. Tanto en la historia de la dictadura del proletariado como en la del movimiento comunista internacional, las actividades de Stalin ocupan un lugar extremadamente importante
El Partido Comunista chino ha sostenido firmemente que la cuestión de cómo juzgar a Stalin y qué actitud tomar hacia él no se reduce sólo a valorar a Stalin en sí mismo; es más importante aún: se trata de cómo evaluar la experiencia histórica de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional desde la muerte de Lenin.
El camarada Kruschev negó completamente a Stalin en el XX Congreso del PCUS. No consultó previamente a los otros Partidos hermanos sobre esta cuestión de principio que afecta al movimiento comunista internacional en su conjunto y, más tarde, trató de imponerles un hecho consumado. Quienquiera que haga una valoración de Stalin distinta de la de los dirigentes del PCUS es acusado de "defensa del culto a la personalidad", así como de "injerencia" en los asuntos internos del PCUS.
Pero nadie puede negar la importancia internacional de la experiencia histórica del primer Estado de la dictadura del proletariado, o el hecho histórico de que Stalin fuera el líder del movimiento comunista internacional; en consecuencia, nadie puede negar que la valoración de Stalin es una cuestión de principio importante que afecta al conjunto del movimiento comunista internacional. ¿Sobre qué base, pues, prohíben los dirigentes del PCUS a otros Partidos hermanos hacer un análisis y una valoración concretos de Stalin? El Partido Comunista de China ha insistido invariablemente en la necesidad de llevar a cabo un análisis general, objetivo y científico de los méritos y deméritos de Stalin siguiendo el método del materialismo histórico y la presentación de los hechos como efectivamente ocurrieron, y se ha opuesto a la negación subjetiva, tosca y completa de Stalin por el método del idealismo histórico así como a la distorsión y alteración deliberadas de la historia.
El Partido Comunista de China ha sostenido con firmeza que Stalin cometió ciertamente errores que se derivaban de causas ideológicas así como sociales e históricas. Es necesario criticar los errores que efectivamente Stalin cometió, no los que se le atribuyen sin base, y hacerlo desde una postura correcta y con métodos correctos. Sin embargo, nos hemos opuesto firmemente a la crítica incorrecta a Stalin, hecha desde posiciones erróneas y con métodos equivocados. Stalin luchó contra el zarismo y propagó el marxismo durante toda la vida de Lenin; después de que se convirtiera en miembro del Comité Central del Partido Bolchevique encabezado por Lenin tomó parte en la lucha para allanar el camino a la Revolución de 1917; tras la Revolución de Octubre, luchó para defender los frutos de la revolución proletaria.
Stalin dirigió el PCUS y al pueblo soviético tras la muerte de Lenin en lucha resuelta contra los enemigos internos y externos, y en la salvaguardia y consolidación del primer Estado socialista en el mundo. Stalin dirigió el PCUS y al pueblo soviético defendiendo la industrialización socialista y la colectivización agraria y logrando grandes éxitos en la transformación socialista y en la construcción del Socialismo. Stalin dirigió el PCUS, al pueblo soviético y al ejército soviético en ardua y amarga lucha hacia la gran victoria de la guerra antifascista.
Stalin defendió y desarrolló el marxismo-leninismo en la lucha contra diversos tipos de oportunismo, contra los enemigos del leninismo, los trostkistas, zinovievistas, bujarinistas y otros agentes burgueses.
Stalin realizó una contribución indeleble al movimiento comunista internacional en una serie de escritos teóricos que son obras inmortales del marxismo-leninismo. Stalin dirigió el Partido y el Gobierno soviéticos desarrollando una política exterior que, en su conjunto, respondía a los principios del internacionalismo proletario; contribuyó asimismo enormemente a la lucha revolucionaria de todos los pueblos, incluido el pueblo chino.
Stalin se mantuvo a la vanguardia de la marea de la historia dirigiendo la lucha; fue un enemigo irreconciliable de los imperialistas y de todos los reaccionarios. Las actividades de Stalin estuvieron íntimamente vinculadas a las luchas del gran PCUS y del gran pueblo soviético, y fueron inseparables de las luchas revolucionarias de los pueblos de todo el mundo.
La vida de Stalin fue la de un gran marxista-leninista, un gran revolucionario del proletariado. Es cierto que junto con hechos meritorios para el pueblo soviético y el movimiento comunista internacional, Stalin, un gran marxista-leninista y revolucionario del proletariado, también cometió algunos errores. Algunos fueron errores de principio y otros, errores cometidos en el curso del trabajo práctico; algunos podrían haberse evitado y otros eran difícilmente evitables en un momento en que la dictadura del proletariado carecía de precedentes para guiarse. En su forma de pensar, Stalin se alejó del materialismo dialéctico en determinadas cuestiones, cayendo en la metafísica y el subjetivismo; en consecuencia, a veces, estuvo divorciado de la realidad y de las masas. En algunas luchas tanto dentro como fuera del Partido, en determinadas ocasiones y sobre determinadas cuestiones, confundió dos tipos de contradicciones que son de diferente naturaleza: las contradicciones entre nosotros y el enemigo, y las contradicciones en el seno del pueblo; también confundió los diferentes métodos necesarios para resolverlas. En el trabajo dirigido por Stalin para eliminar la contrarrevolución, muchos contrarrevolucionarios merecedores de castigo lo fueron debidamente, pero al mismo tiempo hubo personas inocentes que fueron injustamente condenadas; en 1937 y 1938 se cometió el error de ampliar el alcance de la represión de los contrarrevolucionarios. En materia de organización del Partido y el Gobierno, no aplicó en toda su amplitud el centralismo proletario democrático y, en cierta medida, lo infringió. En el tratamiento de las relaciones con los Partidos y países hermanos cometió algunos errores. También dio algunas orientaciones equivocadas en el seno del movimiento comunista internacional. Estos errores causaron algunas pérdidas a la Unión Soviética y al movimiento comunista internacional.
Los méritos y errores de Stalin son materias de la realidad histórica y objetiva. Una comparación entre ambos muestra que sus méritos superan sus errores. La obra de Stalin fue principalmente correcta y sus errores fueron secundarios. En la valoración de la totalidad del pensamiento de Stalin y su obra, todo comunista honesto, con respeto por la historia, observará en primer lugar, sin duda, lo principal en Stalin. Por lo tanto, una vez valorados, criticados y superados correctamente los errores de Stalin, es necesario salvaguardar lo principal de la vida de Stalin, salvaguardar el marxismo-leninismo que defendió y desarrolló.
Sería beneficioso que los errores de Stalin, que sólo fueron secundarios, se tengan por lecciones históricas para que los comunistas de la Unión Soviética y  de otros países pudieran aprender esas enseñanzas y evitar la repetición de los errores o cometer menos. Las lecciones históricas, tanto positivas como negativas, son beneficiosas para todos los comunistas, siempre y cuando se interpreten correctamente, se ajusten a los hechos históricos y no se distorsionen. Lenin señaló en más de una ocasión que los marxistas eran totalmente diferentes de los revisionistas de la Segunda Internacional en su actitud hacia el pueblo, marxistas como Bebel y Rosa Luxemburgo quienes, a pesar de todos sus errores, fueron grandes revolucionarios del proletariado. Los marxistas no ocultaron los errores de estas personas, sino que gracias a estos ejemplos aprendieron a "evitarlos y a cumplir con las exigencias más rigurosas del marxismo revolucionario [2]". Por el contrario, los revisionistas "graznaron" y "cacarearon" sobre los errores de Bebel y Rosa Luxemburgo. Para ridiculizar a los revisionistas, Lenin citaba cierta fábula rusa que venía a propósito: "A veces las águilas pueden volar más bajo que las gallinas, pero las gallinas nunca pueden elevarse a la altura de las águilas [3]". Bebel y Rosa Luxemburgo fueron "grandes comunistas" y, a pesar de sus errores, siguieron siendo "águilas", mientras que los revisionistas eran una bandada de "gallinas" "en el patio trasero del movimiento de la clase trabajadora, entre montones de estiércol [4]".
El papel histórico de Bebel y Rosa Luxemburgo no es en modo alguno comparable al de Stalin. Stalin fue el gran dirigente de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional durante toda una etapa histórica, y al valorar su obra se debe proceder con mayor cuidado. Los dirigentes del PCUS han acusado al Partido Comunista chino de "defender" a Stalin. Sí, por supuesto que defendemos a Stalin. Cuando Kruschev distorsiona la historia y niega por completo a Stalin, naturalmente que tenemos el deber ineludible de dar un paso adelante y defenderlo en interés del movimiento comunista internacional.
Al defender a Stalin, el Partido Comunista chino defiende su parte correcta; defiende la gloriosa historia de lucha del primer Estado de la dictadura del proletariado que se creó con la Revolución de Octubre; defiende la gloriosa historia de lucha del PCUS; defiende el prestigio del movimiento comunista internacional entre los trabajadores de todo el mundo. En resumen, defiende la teoría y la práctica del marxismo-leninismo. No sólo los comunistas chinos llevan a cabo esta tarea; todos los comunistas entregados al marxismo-leninismo, todos los revolucionarios inquebrantables y todas las personas con sentido de la imparcialidad hacen lo mismo.
Defendemos a Stalin, pero no defendemos sus errores. Hace mucho tiempo que los comunistas chinos tuvieron la experiencia de primera mano de algunos de sus errores. De las erróneas líneas oportunistas de "izquierda" y derecha surgidas en el Partido Comunista chino en un momento o en otro, algunas aparecieron bajo la influencia de ciertos errores de Stalin, por lo que hace a sus fuentes internacionales. A finales de los años veinte, los años treinta y principios y mediados de los cuarenta, los marxistas-leninistas chinos, representados por los camaradas Mao Tse-tung y Liu Shao-Chi, se resistieron a la influencia de los errores de Stalin; gradualmente derrotaron a las líneas erróneas del oportunismo de "izquierda" y de derecha, y condujeron, al fin, a la Revolución China a la victoria.
Pero, dado que algunas de las ideas equivocadas de Stalin fueron aceptadas y aplicadas por algunos camaradas chinos, nosotros, los chinos debemos asumir la responsabilidad. En su lucha contra el oportunismo de "izquierda" y de derecha, por lo tanto, nuestro Partido criticó sólo a sus propios camaradas errados y nunca culpó a Stalin. El propósito de nuestra crítica era distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, aprender las lecciones oportunas y hacer avanzar la causa revolucionaria. Sólo pedimos a los camaradas equivocados que corrigieran sus errores. Si no lo hicieron, esperamos hasta que gradualmente su propia experiencia práctica les fuera despertando, siempre que no organizaran grupos secretos para llevar a cabo actividades clandestinas y liquidacionistas. Nuestro método es el método adecuado en términos de crítica y autocrítica en el interior del Partido; partimos del deseo de unidad y llegamos a una nueva unidad sobre una nueva base a través de la crítica y la lucha. De este modo se lograron buenos resultados. Sostuvimos que se trataba de contradicciones en el seno del pueblo y no entre el enemigo y nosotros, y que, por lo tanto, debíamos utilizar el método indicado más arriba”.

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