(2ª parte)
Visto en perspectiva combatir
el revisionismo cortando cabezas es como matar moscas a cañonazos, puedes matar
a muchas pero otras muchas escaparan. Combatir al revisionismo es combatir a la
ideología burguesa, no solo su economía o la propiedad privada, es lucha en el
terreno de las ideas, de los valores incluso de los sentimientos. Es la lucha
de clases en el nivel ideológico. Los decretos no resuelven estos problemas. La
burguesía tiene decretado el fin de la lucha de clases en más de una ocasión y
por supuesto también los revisionistas con su palabrería de “Estado de todo el
Pueblo”. Con ello tratan, falseando la realidad o la existencia de misma
(realidad objetiva), implantar con impunidad su dictadura.
Una visión mecanicista,
dogmatica o simplemente metafísica, puede llevar a también a conclusiones erróneas
como tratar de destruir las ideas con medidas punitivas.
Este es la base del
pensamiento de Hoxha, no analiza las contradicciones desde la dialéctica lo
hace de una manera estática propia del dogmatismo. Compartimos plenamente que
Teng Siao-ping era un renegado que podía ser condenado a muerte pero la misma
no hubiera resuelto el peligro de la restauración capitalista.
El camarada Stalin
autorizo cortar cabezas y aplasto a los trostquistas pero los renegados rodeaban
el Kremlin esperando su muerte. Podriamos decir que eso también le paso al
Pdte. Mao y en parte es cierto. También le paso a Hoxha pero cuando este ataca
la GRCP, el instrumento de los comunistas chinos para combatir el revisionismo,
ataca uno de los grandes desarrollos de la ideología proletaria realizados bajo
la dirección del Pdte. Mao y esto es un hecho objetivo que no se puede ocultar
como piensan algunos y traza una línea que deslinda la práctica de ambos
dirigentes.
Es cierto que Hoxha condeno
el revisionismo soviético pero no desarrollo ningún instrumento, que no fuera
policial, para prevenir la restauración capitalista, mas bien se dedico por
medio de fortines caducos (en sentido estricto de la palabra) a defender su visión
estática del mundo y a atacar los grandes éxitos y justos veredictos de la
Revolución Cultural y al legado del Pdte. Mao.
También decretó el fin de
la religión y otras formas del feudalismo en Albania pero al igual que la burguesía,
fue contra la realidad objetiva, sin analizar las contradicciones, ni el carácter
dialectico de las mismas, ni la “terquedad” de la fuerza de las costumbres que
señalaba Lenin.
En resumen vemos como los
comunistas chinos, bajo la dirección del Pdte. Mao, aprendieron de los éxitos y
fracasos de la Revolución de Octubre y aplicaron de forma concreta y por tanto
creativa, el M-L a las tareas de la revolución en China, desarrollando, tanto en
sus análisis sobre la guerra popular prolongada como en el estudio de las contradicciones
antes y después de la toma del poder, la ideología científica del materialismo
dialectico. Desarrollo que llega a su cumbre en la Gran Revolución Cultural
Proletaria autentica línea de masas anti-revisionista y en la tesis de Continuar
hasta el fin la revolución bajo la Dictadura del Proletariado.
No se trata de un calco o
copia como señalaba lucidamente el gran marxista peruano José Carlos Mariategui.
El dogmatismo estéril de
Hoxha y sus seguidores nunca fue una aplicación creadora fue, al margen de su
voluntad revolucionaria, una repetición de prácticas que conducían a reproducir
los errores dogmaticos que fueron introducidos por las direcciones oportunistas
de la III IC después de la muerte de Lenin.
Esta cuestión hoy vuelve
a trazar una línea entre los llamados Marxistas-leninistas y los Marxistas-leninistas-maoístas.
Ocultarlo o conciliar no es una respuesta que permita avanzar, solo la lucha de
2 líneas y el estudio serio de los 5 grandes puede ganar al campo de la
revolución a muchos comunistas honrados embaucados por la palabrería dogmatica.
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