LOS DESAFÍOS ANTE LOS MAOÍSTAS
Editorial del nº 4 (Julio 2013) de "Naxalbari",
revista teórica del Partido Comunista de la India (M-L) NAXALBARI
Indice de la revista:
-Editorial. Los Desafíos ante los Maoístas
-Contra el Avakianismo
-La Situación en Nepal
La traducción al español de este artículo editorial es responsabilidad de Gran Marcha Hacia el Comunismo. Madrid, Julio 2013.
EDITORIAL
LOS
DESAFÍOS ANTE LOS MAOÍSTAS
Este milenio se
inició con el bombardeo propagandístico de estar inaugurando una era de
victoria indiscutible del capitalismo bajo la égida del avance agresivo del
imperialismo norteamericano como el autoproclamado único dirigente del mundo. Es interesante anotar que las arenas
movedizas de la crisis económica se estaban originando simultáneamente. Su
proclamación del milenio pronto fue seguida por sus guerras de agresión en
Afganistán e Irak. De hecho, estas guerras, que reflejaron las grandes ambiciones megalómanas de poder
de EE.UU. manifestadas a través del régimen de Bush hijo, jugaron un papel
vital en la generación de la crisis. Este aspecto no ha sido debidamente
reconocido. Más bien, el foco se ha centrado en las burbujas especulativas de
la financiación. La cuestión permanece siendo que la crisis, que periódicamente
afecta a la economía capitalista dado su empeño por la superproducción
impulsada por la avaricia de beneficios, continúa en este siglo. No solo eso.
Se acentúa con la financiación, lo que convierte a la economía en mucho más
vulnerable. Todo esto fue creando una crisis espiral que condujo a la peor
recesión que la sociedad moderna ha visto. La caída condujo inevitablemente al
declive agudo de los niveles de vida de la amplia mayoría de las masas
marginadas del mundo, incluidas las de las naciones avanzadas del primer mundo.
Los imperialistas intentaron presentar una cara audaz a través de los intentos
por manejar esto de manera unida, dando incluso algún papel a las emergentes
potencias del Tercer Mundo como China e India. Pero su amalgama de soluciones
sólo ha creado un medio para el estancamiento y una mayor crisis. Al mismo
tiempo limitan sus opciones para un control del daño futuro. Sus desesperados
intentos por estimular la economía al tiempo que tratan de maximizar las
ganancias e imponer el peso sobre las masas, ha agravado aún más esta
situación. Ha conducido a desplazamientos generalizados y emigración, desempleo
y subempleos, un agudo incremento de los niveles de pobreza, hambre y
suicidios.
El Tratado GATT
(Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) que abrió el camino al
régimen de la OMC (Organización Mundial del Comercio), introdujo el mantra de
la Globalización-Privatización- Liberalización como una inyección de remedio
segura para el estancamiento y crisis periódicas. En sus dos décadas de práctica
ha reportado beneficios exorbitantes para la burguesía monopolista y la gran
burguesía compradora del Tercer Mundo, y ha demostrado beneficiar además sólo a
un pequeño sector de la clase media que fue elevado al extremo de su capa
social. Ha habido un intento por presentar este pequeño logro alcanzado por un
sector de la clase media como prueba del éxito de la globalización. Mientras,
todo tipo de métodos nefastos están siendo empleados para tapar, negar y
desmentir sus efectos dañinos que han afectado a la gran mayoría. En la India,
los suicidios cometidos por campesinos desposeídos durante este periodo han
alcanzado los tres millones. Sus razones
son atribuidas a varias otras cuestiones menos a la globalización. De hecho, la
globalización ha profundizado la brecha entre los que poseen y los que no poseen
hasta niveles sin precedentes. Más importante aún, ha sacado a la luz de forma
aguda la contradicción principal entre, de un lado, el imperialismo frente a
los pueblos y naciones oprimidos al tiempo que también se agravan todas las
demás contradicciones. Los resultados se pueden ver en la agitación y luchas de
resistencia que se extienden por el planeta. La Primavera Árabe que derrocó
décadas de viejos dictadores, fieles sirvientes del imperialismo, es el ejemplo
más claro. Los intentos por subvertir estas rebeliones colocando nuevos
sustitutos con máscaras democráticas están siendo puestos al descubierto y se
enfrentan también a la cólera de las masas. En los países imperialistas los
obreros y las amplias masas toman de forma consistente las calles para resistir
y derrotar los intentos de recortar su nivel de vida o robarles sus medios de
subsistencia.
Las muy
volátiles y violentas reacciones de las masas están haciendo temblar a las
clases dominantes. Muy en contra de sus deseos están creando grandes obstáculos
en la implementación de sus planes agresivos antipopulares para reavivar la
economía. La resolución de la Reunión Especial de 2012 de partidos del MRI
claramente señala que: “En este contexto una potencial nueva ola de la
revolución proletaria mundial se desarrolla y emerge, con las guerras populares
dirigidas por partidos maoístas como sus puntos de referencia y ancla
estratégico. La realización de este potencial depende en última instancia en cuanto
exitosamente los partidos marxistas-leninistas-maoístas están cumpliendo sus
tareas revolucionarias a nivel nacional e internacional. La acumulación de su
comprensión y experiencia y el desarrollo de su capacidad para llevar un
mensaje revolucionario unido a las masas rebeldes de todo el mundo, tiene
decisiva importancia”.
La situación
internacional prepara el terreno para el resurgimiento tumultuoso de rebelión y
resistencia de masas. El desafío ante los maoístas es el de aprovechar
correctamente las nuevas posibilidades abiertas por la crisis imperialista,
que, pese a todos sus esfuerzos unidos, no muestra ninguna señal de solución en
un futuro cercano. El mundo se encuentra en un gran caos. Los estudiantes y la
juventud, los obreros y campesinos, las clases asalariadas, todos se han unido
para luchar contra la vida que este sistema imperialista les ha impuesto. El
creciente desempleo y subempleo en el mundo imperialista han sacudido ilusiones
y alentado el orgullo chovinista de gran nación. Sin duda, la situación de grave inestabilidad
ha fortalecido también tendencias reaccionarias y chovinistas. Pero la
tendencia predominante es positiva. La creciente concienciación es bastante
visible en las consignas, nivel de debate y furia concentrada en contra de las
clases dominantes y el imperialismo. Cada acontecimiento se está convirtiendo
en una bomba potencial. Ya sea la violación y
asesinato de una joven en un autobús de Delhi o la tala de algunos
árboles en un parque de Estambul – son incidentes que han desencadenado un estallido de furia
contenida, algo que difícilmente consigue amedrentarse.
Hoy, las Guerras
Populares que crecen en el corazón de la India dirigida por el Partido
Comunista de la India (Maoísta) y en los archipiélagos de las Filipinas
dirigida por el Partido Comunista de Filipinas, se alzan fundamentalmente proporcionando
la fuerza e inspiración del maoísmo a este mundo de crisis y rebelión. Junto a
ellas, debemos anotar los intentos que
se realizan por lanzar o relanzar por parte de los maoístas guerras populares
en Turquía, Nepal, Perú (por aquellos que mantienen la bandera revolucionaria
en medio del oportunismo y la traición que emergió tras la detención del
camarada Gonzalo) y en diversos otros países. Pero hay asuntos que aún existen
como obstáculos en lograr el salto general que catapultará al polo maoísta al
centro de la actual ola de rebeliones y protestas a las que asistimos en el
mundo.
Tras una década
de lucha, dirigida principalmente por el Partido Comunista del Perú, el maoísmo
fue adoptado por el MRI [Movimiento Revolucionario Internacionalista] en 1993.
Defendió al marxismo-leninismo-maoísmo como la tercera, nueva y superior etapa
de la ideología proletaria. La lucha para comprenderlo en su totalidad fue en
sí un salto. También fue un arma contra la fracturada comprensión, el ropaje
revisionista y el revisionismo que existía incluso entre aquellos que hacían
ondear la bandera del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. La tarea
produjo resultados dado que la lucha por establecer el maoísmo mostró la
auténtica cara de diferentes opiniones de pensamiento y tendencias erróneas que
finalmente adoptaron una posición completamente revisionista. Pero
aproximadamente una década después, dichas tendencias que lograron evitar ser
identificadas, surgieron con sus versiones de revisionismo. Además, diversas
otras tendencias aún persisten. La tarea de afianzar el maoísmo es todavía una
tarea que necesita ser consumada contundentemente.
En la Reunión
Ampliada del año 2000, el MRI analizó y llamó la atención a la “emergente nueva
ola de la revolución” y reconoció que la revolución es la tendencia principal.
Poco después vimos al PCR,EEUU alejándose de estas posiciones a raíz del ataque
contra el World Trade Center [complejo donde se encontraban las Torres Gemelas].
Con el pretexto de presentar una visión dialéctica de que existen “inmensas
posibilidades al igual que graves peligros”, de hecho adoptó una visión
unilateral viendo sólo los graves peligros. Este fue también el periodo durante
el cual el principal contenido del avakianismo, ahora presentado como la Nueva
Síntesis de Bob Avakian, estaba tomando forma. En 2004, los revisionistas
Prachanda-Bhattarai comenzaron a formalizar su desviación del maoísmo en nombre
de la Democracia del Siglo XXI.
Una destacada
corriente errónea existente hoy entre los maoístas es la de evadir la lucha
contra el revisionismo en el frente ideológico. Este es muy grave, cuando dos
peligrosas nuevas formas de revisionismo, es decir, los revisionismos de la
variedad Prachanda-Bhattarai y avakianismo, están causando estragos. Es
sorprendente que aquellos que proceden de la tradición del MRI, donde se
concedió una extrema importancia a las tareas ideológicas, estén mostrando
negligencia en asumir la rigurosa tarea del combate ideológico contra el
revisionismo de forma efectiva. Algunos argumentan que existe la necesidad de
estudiar en profundidad o embarcarse en un debate con “algo tan importante” en
cuanto a lo que Avakian dijo antes de ser calificado de revisionista.
Cierto, una
profunda refutación es necesaria. En realidad, mientras que el último número de
“Naxalbari” refutó el revisionismo de Prachanda-Bhattarai, esté número está
dedicado a la tarea de repudiar el avakianismo. El revisionismo de Prachanda-Bhattarai
se desenmascara a sí mismo a través de su flagrante servicio a la reacción, el
expansionismo indio y el imperialismo. El avakianismo es más retorcido. Pero
cuando se declara que el marxismo-leninismo-maoísmo debe ser reemplazado por el
avakianismo, ¿no es esta razón suficiente para rechazarlo directamente como liquidacionista
y revisionista? ¿No es este un paso urgente y necesario que se debe adoptar
inmediatamente incluso cuando uno se reserva la responsabilidad de un examen y
refutación en profundidad a la conveniencia de uno mismo? Cuando se ve
claramente que los métodos manipuladores del PCR,EEUU y el oportunismo del
PCUN(M) fueron las razones inmediatas para el colapso del MRI, ¿no se debe
decir esto abiertamente? Dando a los revisionistas y liquidadores el beneficio
de la duda sólo crea mayor confusión. Esto es abstenerse de las
responsabilidades internacionalistas inmediatas. Es una manifestación de
centrismo. Si se deja sin corregir abrirá el camino al revisionismo. Es hora de
llamar a las cosas por su nombre sin demora y asumir la tarea de la unidad bajo
los principios de los maoístas lo más rápidamente posible.
Otra tendencia
errónea es el error de no comprender en concreto “el potencial de la nueva ola
de la revolución proletaria mundial” y qué oportunidades plantea a los
maoístas. Aquí reside la importancia de tener una comprensión correcta de la
línea internacional y su relación con el trabajo revolucionario en un país. La
tendencia a ver el trabajo internacional como secundario o tener una comprensión
de que el trabajo internacional sólo se necesita para dar o recibir
solidaridad, conducirá eventualmente al fracaso en adoptar una línea
internacional correcta. Esto, por tanto, afecta también a la línea nacional.
Esta importante tendencia es aceptar los cambios que ocurren a nivel
internacional, hablarlo en nuestra literatura, pero no hacer los cambios
necesarios en nuestro trabajo. Así, se adopta
un enfoque gradualista de “aquí no pasa nada”. Esta tendencia no logra
aprovechar la oportunidad e impulsar la Guerra Popular o los planes necesarios
para su preparación. El tomar la iniciativa en nuestras manos.
Curiosamente, la
actual situación internacional y las luchas espontáneas de los pueblos del
mundo, ha movido a algunos a salir abiertamente con su revisionismo propio y
defender la política electorera. Juran por el maoísmo, su aplicación creativa y
necesidad de desarrollo teórico, pero hacen justamente lo contrario adoptando
políticas que han demostrado ser erróneas una y otra vez y terminan
preparándose para zambullirse en la ciénaga del parlamentarismo. Esta
creatividad no tiene nada nuevo en esencia. Es la misma vieja línea
revisionista, ahora combinada con el estilo de trabajo de las ONG. Existe una
fuerte tendencia entre los oportunistas y revisionistas a esconder bajo ropaje
marxista-leninista retórica del tipo “análisis concreto de las condiciones
concretas”, “aplicando la dialéctica”, etc., mientras practican todo lo
contrario.
En este caso la
desviación surge de su variedad del “análisis concreto de las condiciones
concretas”, por la cual ven que el carácter fundamental de la sociedad india ha
cambiado y el feudalismo de castas no es ya el principal y decisivo enemigo de
las masas. La comprensión maoísta del capitalismo burocrático como una forma
específica de capitalismo creado y alimentado por los imperialistas para servir
a sus intereses en los países, no se tiene en cuenta. El carácter de esta forma
de capitalismo como aquella que sirve a los intereses del imperialismo y el
feudalismo no se ve. La forma clásica de feudalismo, como se entendiera en
China en la era prerrevolucionaria, no existe hoy en ningún lugar del mundo.
Pero es igualmente verdad que el imperialismo quiere retener el feudalismo de
una manera u otra como su base social a fin de llevar adelante su desenfrenada
explotación de los recursos, riquezas y gran reserva de trabajo del tercer
mundo, para mantener funcionando sus ganancias de capital. Pero al mismo tiempo
tiene una necesidad imperiosa de profundizar y ampliar constantemente el
mercado para impulsar la venta de sus productos en cantidades aún mayores. Simultáneamente,
la lucha de clases dentro de los países oprimidos, en particular la lucha
revolucionaria, ejerce una presión desde abajo. Esta interacción, desde arriba
y desde abajo, necesita que los imperialistas continúen transformando el
feudalismo conforme a sus necesidades políticas y económicas. De ahí que los
cambios observados en el campo no indiquen que el feudalismo esté siendo
eliminado. Un examen profundo demuestra que, aunque, en apariencia, las formas
tradicionales de feudalismo sean marginales o incluso se hayan eliminado, en
esencia se ve reemplazado por nuevas formas con contenido feudal. Este un
terreno importante donde luchas más profundas dentro del campo maoísta son necesarias
a fin de lograr un salto mayor hacia la unidad maoísta sobre líneas correctas.
La agitación
actual que vive el mundo es aún predominantemente dirigida por diversas
ideologías no marxistas. Pero el avance de Guerras Populares dirigidas por los
maoístas como una sólida alternativa y la formación de una organización maoísta
internacionalista ayudarán a una rápida polarización y ganarse a las masas
revolucionarias en oleadas. El turbulento mundo muestra aún más patentemente
que las masas necesitan la revolución y partidos revolucionarios para
dirigirlas a la victoria final. Este es el momento de reforzar las luchas de
líneas con el objetivo de unir a la mayoría. Este periodo demanda una unidad
más fuerte y de principios entre los maoístas a nivel nacional e internacional.
Los desafíos se han establecido.
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