Zanjando la polémica con Galicia-Dazibao Rojo sobre el asunto Dimitrov
Está claro que ODC y dichos compañeros de Galicia somos como
el agua y el aceite que están condenados a no mezclarse ni entenderse. Tenemos
posturas muy enfrentadas y antagónicas en muchos temas que hacen imposible
cualquier entendimiento. Por ello les decimos que caminen por su camino que
nosotros caminaremos por el nuestro. Y mientras no nos provoquen o realicen maniobras
sucias como las que nos realizaron en el pasado, les dejaremos en paz y nos
olvidaremos que existen.
Para nosotros no tiene sentido debatir con alguien al que no
vamos a convencer ni entendernos, es perder el tiempo. Es un diálogo de sordos
que resulta cansino, no lleva a ninguna parte y de cara a la gente que nos sigue
produce hastió.
A la respuesta respetuosa que les damos a su ataque visceral
al camarada Dimitrov nos dicen en un primer momento que nos van a responder de “forma
respetuosa” y sin embargo su respuesta nos resulta hiriente y en ella se
utilizan expresiones tan “amistosas” como las siguientes: “El silencio de los
corderos”, “postura metafisica y
casi-religiosa”, “los que ahora no tienen rubor para
criticar al Pdte. Mao” y otras.
Nosotros ODC podremos tener muchos defectos e incurrir en
errores pero jamás somos ni rastreros, ni mentirosos ni cínicos. Siempre vamos
de frente y nunca tenemos la caradura de defender una cosa y al mismo tiempo la
contraria.
Estos compañeros que presumen de ser muy dialécticos y
repiten como loros de repetición el disco rayado de calificar de “metafísicos”
a los que defienden posturas diferentes a las suyas demuestran ser muy
dialécticos cuando descalifican e insultan de forma beligerante al camarada
Dimitrov. Estas amables palabras dedicadas al camarada Dimitrov son todo un
ejercicio de materialismo dialéctico:
“Dimitrov con el
concurso de otros derechistas elaboraron esta teoría anti-leninista para
justificar la deriva de conciliación de clases y liquidación de la línea
revolucionaria. La misma que plantea el parlamentarismo burgués como una forma
benigna o auténticamente democrática del poder burgués”.
ODC siempre ha
defendido que el Movimiento Comunista Internacional debe ser autocrítico y en
ese sentido reconocemos que la III Internacional Comunista cometió algunos
errores y que se debe hacer una valoración serena y científica de las decisiones
tomadas por la Internacional Comunista en ese periodo de la historia en torno a
la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los errores que se pudieron cometer ODC
defiende y revindica con orgullo tanto la actuación del camarada Stalin, del
camarada Dimitrov y de la Internacional Comunista que para nosotros fueron básicamente
acertadas y oportunas.
¿Por qué será que
estos compañeros de Galicia coinciden con las posiciones de los troskistas del
POUM, del PCR, EEUU y otros “ultraizquierdistas” sectarios?
Estos compañeros
bajo el pretexto del debate no tienen reparos en dar voz en su blog al reconocido
trotskista Pepe Gutiérrez-Alvarez y sus posiciones abiertamente
anti-comunistas:
O en justificar
y defender al POUM en este otro artículo:
Con esto dicen
todo sobre sus posturas al respecto y con las cuales discrepamos radicalmente.
ODC nos
reafirmamos en lo que ya hemos defendido en otras ocasiones:
Por supuesto nosotros nos consideramos herederos de
la Internacional Comunista
(Kominters), también conocida
como la III Internacional, dirigida
magistralmente por el Camarada Stalin. Evidentemente dicha Internacional
Comunista cometió algunos errores pero la línea general que llevo a cabo fue en
su inmensa mayoría completamente justa y acertada.
Es
paradójico que entre un buen número de
ultraizquierdistas-trotskistas-“maoístas” se difame a la Internacional
Comunista liderada por el camarada Stalin y se descalifique la táctica que esta
adopto de los frentes populares. Y al mismo tiempo llama la atención como
desde estos sectores justifican y hasta defienden abiertamente a los grupos
trotskistas como el POUM. Por lo que ello demuestra una vez más que la
ultraizquierda y el trotskismo posan a la izquierda y en realidad son los
mamporreros de la derecha.
Desde ciertos
maoístas-trotskistas se afirma que el Frente Popular era una
propuesta de alianza de clases en la que se le otorgaba la hegemonía a la
pequeña burguesía y a las clases medias.
Todo ello es falso porque la propuesta del Frente Popular se basaba, al mismo tiempo, en la defensa de
la hegemonía de las clases trabajadoras y
en la defensa de la unidad obrera para garantizar la orientación del Frente
Popular. La propuesta de frente
popular y de revolución popular fue la más justa y la más
eficiente en la situación que se vivió por aquellos años en el Estado Español.
La
experiencia de Frente Popular respondió a unas condiciones muy concretas y el factor principal que hizo
posible la creación del Frente Popular fue la existencia de unas libertades
democráticas burguesas que era obligado utilizar y que había que defender
contra la ofensiva ultrarreaccionaria del fascismo.
Durante los años
20 tanto Lenin como Stalin elaboraron y apoyaron la llamada táctica de frente
unido para lograr la más amplia unidad de acción revolucionaria de los
trabajadores. Los partidos comunistas debían agrupar las más diversas secciones
de la clase obrera alrededor de metas específicas y sobre asuntos prácticos,
como las "cuestiones de salarios, horarios, condiciones de vivienda,
seguro social, impuestos, desempleo, costo de la vida, etc.". En el curso
de esta lucha unida, el proletariado se educaba en el espíritu revolucionario
en preparación de su principal tarea: el derrocamiento del orden burgués y el
establecimiento de la dictadura del proletariado.
El énfasis fue
puesto en la construcción de frentes unidos desde abajo, llamando a
todos los trabajadores, fueran comunistas, anarquistas, socialdemócratas,
cristianos o sin partido, sobre las cabezas de sus líderes. Para el propósito
de lograr una unidad tan comprehensiva, en esta etapa la Comintern no podía
prescribir acuerdos con partidos socialdemócratas, reformistas, ni con
sindicatos reaccionarios de masas. Siguiendo las indicaciones de Lenin y
Stalin, esos acuerdos deberían hacerse sólo a condición de que los partidos
comunistas mantuvieran siempre la total independencia política, sin contemplar
ningún tipo de "fusión" o "unión" con la socialdemocracia
ni cualquier "fraternización de líderes de partido".
En conformidad,
"la táctica de frente unido... es una táctica de revolución, no de evolución...
no es una coalición democrática ni una alianza con la socialdemocracia. Sólo es
un método de agitación y movilización revolucionaria". Igualmente, Stalin
caracterizó esa táctica "como medio para la movilización revolucionaria y
la organización de las masas". Y para "vincular los intereses
cotidianos del proletariado con los intereses fundamentales de la revolución
proletaria", los partidos comunistas deben, siempre según Stalin,
"combinar un espíritu revolucionario inflexible (¡que no se debe confundir
con el aventurismo revolucionario!) con el máximo de flexibilidad y habilidad
de maniobra (¡que no se debe confundir con el oportunismo!)".
Debido a las
políticas sectarias de comienzos de los años 30, la Comintern no pudo
contrarrestar con éxito los ataques del capitalismo y la creciente amenaza del
fascismo y la guerra. A medida que las masas de trabajadores desertaban de los
partidos socialdemócratas, Stalin no podía estar de acuerdo con la agitación
"revolucionaria" seudoizquierdista, pero veía la consolidación
apropiada de las actividades comunistas como una condición previa esencial para
la revolución. Por lo tanto, los partidos comunistas debían ser
"capaces de evaluar la situación y usarla adecuadamente" para
"fortalecerse definitivamente en este camino... y preparar con éxito al
proletariado para las siguientes batallas de clase. Sólo si lo hacen podemos
contar con un mayor incremento en la influencia y el prestigio de la
Internacional Comunista". "La victoria de la revolución nunca viene
de sí misma -indicaba también Stalin- ... sólo un fuerte partido revolucionario
proletario puede preparar y lograr la victoria".
ODC
considera que la política de Frente Popular antifascista impulsada por la
Internacional Comunista, liderada por el camarada Stalin, fue una política
justa y que en el
caso del Partido Comunista de España en el periodo en torno a1936 tuvo una línea esencialmente
justa aunque cometió errores graves en algunos aspectos, entre ellos se
descuido la vigilancia revolucionaria dentro del Frente Popular con lo que se
facilitó la labor de los líderes capitulacionistas socialdemócratas y anarquistas que conspiraban contra el
Partido Comunista. Y en el plano militar el Partido no mantuvo su
independencia, lo que le impidió crear la guerrilla y aplicar una estrategia de
Guerra Popular Prolongada.
En
esencia lo que defienden los compañeros de Galicia son las teorías
trotskistas del POUM y otros oportunistas de “izquierda”.
No
hace mucho el mismo señor de Galicia que sale atacando e insultando de forma
beligerante al camarada Jorge Dimitrov saco un artículo defendiendo a la Nueva
Sintesis del PCR, EEUU. Leerlo en el siguiente enlace:
Finalmente desde ODC queremos decir que con compañeros que lo mismo defienden al trotskista POUM, al recalcitrante oportunista PCR, EEUU o a los traidores de Nepal es imposible cualquier colaboración porque para nosotros tales diferencias son cuestiones de principios.
Colectivo Odio de Clase.
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