Saudações de Nova Democracia!
Editorial
En la heroica Gaza pulsa el corazón de la Revolución y de la Humanidad
Los crímenes y atrocidades cometidos por el
imperialismo parecen no tener fin. En casi todo rincón del mundo es posible
ver, o sufrir, las consecuencias de la intervención militar directa y actual de
potencias imperialistas, o los efectos de la dominación económica que empuja
continentes enteros para la más completa indigencia.
Es el caso de las epidemias de enfermedades que sólo
acometen las semicolonias, como actualmente el caso del virus ebola en África,
que sólo llama la atención del mundo cuando amenaza llegar a Europa o a USA,
Rusia, China y Japón. Esos países nunca se dedicaron a desarrollar vacunas para
enfermedades como malaria, leishmaniosis, ebola y otras con la misma dedicación
con que se esmeran en la explotación de las poblaciones y recursos naturales de
los países dominados por sus monopolios.
De la misma forma, las escenas de la guerra civil en
Ucrania instigada por la acción imperialista de USA/UE, que al deponer el
gobierno pro-Rusia instalaron la orden fascista, abriendo el camino para que las
hordas neo nazistas practiquen toda clase de masacres. Jugando toda población
del país entre el fuego cruzado de las contradicciones entre USA y Rusia,
intentando inclusive ahogar en sangre la heroica resistencia antifascista de la
población, especialmente en el este del país, donde ella irguió las Repúblicas
Populares de Donetsk y Luhansk.
En la lucha por garantizar sus mercados cautivos y
fuentes de materias primas, los imperialistas no dudan en bombardear civiles,
derrumbar aviones de pasajeros, fomentar grupos paramilitares, invadir y arrasar
territorios enteros. Como ejecutaron la implosión de Libia como país, de las
agresiones al Mali, el bombardeo y genocidio incesante en Irak, Afganistán, la
ocupación de Haití, el fomento de mercenarios en Siria y una infinidad de bases
militares esparcidas, principalmente por los yanquis, por el mundo, así como la
brutal represión a su propio pueblo, como el caso de un nuevo levantamiento
contra el asesinato racista en Ferguson, en Missouri, interior de USA.
Pero, tal vez las escenas más chocantes de la
actualidad vengan de la Franja de Gaza bombardeada e invadida por las tropas
nazi-sionistas del Estado israelí. Las imágenes de casas, escuelas, mezquitas y
hospitales destruidos, cuerpos de niños, mujeres y ancianos dilacerados, una
población entera cercada por mar, aire y tierra en una operación que objetiva
aniquilar un pueblo ya sometido a décadas de asfixia por la máquina militar más
perversa ya bancada por el imperialismo yanqui, son extremamente indignantes y
repugnantes. El genocidio palestino asquea la humanidad y se torna más oprobioso
y execrable con la sucia campaña de mentiras pro-sionistas con que los
monopolios de prensa infectan e intoxican la opinión pública en todo el mundo.
Y justamente de la Franja de Gaza atacada es que
vienen los ejemplos de la más conmovedora y elevada moral, de la más alta
conciencia política de un grandioso pueblo, hechos de un heroísmo incomparable
y asombroso en el combate a la ocupación imperialista. Es admirable la indestructible
Resistencia Palestina, que aún en los límites ideológicos de su dirección
actualmente encabezada por el Hamas, sigue dando demostraciones de la
inquebrantable decisión históricamente irrenunciable del sagrado suelo-mater. Y
bajo la bandera nunca arriada de que ‘¡La Rebelión se Justifica!’, sigue
combatiendo altiva, infligiendo derrotas que, dado el poderío del enemigo,
llegan a ser humillantes a los yanquis, sionistas y todos los demás reaccionarios.
La infinita bravura y confianza de los palestinos de
que un día triunfarán sobre el Estado fascista y delincuente de Israel es la más
fabulosa inspiración para las luchas populares, revolucionarias y antiimperialistas
hoy en día, hermanándose con los combatientes de las trincheras invencibles de
las guerras populares en India, Filipinas, Perú, Turquía y de toda resistencia
de los pueblos invadidos. Su contribución para la Revolución Mundial, a pesar
de no tener aún dirección de clase proletaria, es inmensa. Y prueba que, por
más que tarde, la causa del pueblo está condenada a la victoria.
Y así también los demás pueblos agredidos desarrollan
la resistencia, muchas veces en la lucha contra dos enemigos poderosos (yanquis
y rusos), que disputan palmo a palmo la dominación de países como Siria y
Ucrania. Conocedor de la disputa interimperialista, una parte del pueblo
resiste a la “tentación” de apoyar una u otra potencia, y emprende el camino de
la independencia nacional, por más que eso cueste caro al pueblo.
En eso el oportunismo electorero cumple un papel de
los más viles. En el caso del Brasil, aún tratado como “enano diplomático” por
Israel, la gerencia sumisa petista no fue, y no irá jamás, ir más allá de una
formal amonestación a los sionistas por la “desproporción” del genocidio
perpetrado contra Gaza. O sea, además de no apoyar la Resistencia Palestina, la
condena por provocar tamaña atrocidad.
¡No puede haber ninguna concesión! El imperialismo
atraviesa una gran crisis e intenta abreviar su fin a través de la
profundización más inaudita del saqueo a las naciones dominadas. Está
determinado a esto, no tiene alternativa. Su descomposición entró en la fase
histórica de su destrucción completa por la revolución mundial que prenuncia
levantarse alto en una nueva onda. Por esto inclusive que no puede haber lucha
antiimperialista sin el apoyo decidido a la Resistencia Palestina y la condenación
de todo el oportunismo, inclusive del podrido electorero.
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