miércoles, 31 de julio de 2013

A proposito de la dialectica en Enver Hoxha y Mao Tse-tung. Un articulo del compañero M. Alonso.(1 ª parte)




A propósito de la dialéctica en Enver Hoxha y Mao Tse-tung.
M. Alonso.

La lucha política e ideológica, la lucha de clases, nos permite ver, modificar las condiciones existentes y barrer las ideas de la ideología burguesa. Esta lucha es permanente y abarca no solo al periodo de la guerra popular revolucionaria, guerra abierta contra el poder burgués, sino también durante la Dictadura del Proletariado.
Esto que hoy, ningún comunista puede negar, no siempre fue comprendido, no solo por la falta de experiencias practicas en la Dictadura del Proletariado, tambien lo fue en como aplicaron la dialéctica a la comprension y manejo de las contradicciones.
En la Unión Soviética aparecieron múltiples contradicciones y hoy se puede afirmar que algunas no fueron tratadas de forma correcta. Había responsables que tenían mas confianza en las balas que en las masas, lo cual llevo a tomar medidas punitivas que no arrancaron de raíz las malas yerbas, aunque cortaran sus hojas o el tallo.
Elementos oportunistas derechistas, trostquistas y auténticos agentes de las potencias imperialistas, situados en cargos de responsabilidad, tanto en el aparato soviético, como en la III Internacional Comunista, crearon una caótica situación de desconfianza dentro de los organismos desde los cuales se concretaba la Dictadura del Proletariado en la URSS y en la lucha del proletariado internacional, impulsando las medidas "punitivas", disfrazadas de palabreria izquierdista, en claro detrimento de las posiciones leninistas basadas en "el analisis concreto de la situación concreta".
Se establecieron criterios estáticos, mecanicistas y metafisicos que fueron socavando la lucha ideológica, negando la lucha de 2L, desarmando al Partido de su principal arma; la ideología revolucionaria del proletariado, por entonces el marxismo-leninismo.
En la III IC, representantes de la misma, en los diversos partidos comunistas, actuaban como "pretores" romanos, estableciendo un sistema lacayuno de premios o castigos que impedían a los partidos pensar por si mismos. Aunque la lucha contra los trostquistas destruyó muchos de estos comportamientos oportunistas, otros arraigaron de forma acrítica.
Todos conocemos que nocivas fueron los dictados de la III IC en la Revolución China y como el Pdte. Mao tuvo que hacer frente a las maniobras de "expertos" empeñados en la táctica suicida de insurrecciones. Solo dos posibles razones podían tener estos comportamientos; provocación de trostquistas infiltrados para destruir las fuerzas revolucionarias o una aplicación mecanicista y dogmática de las experiencias de la revolución bolchevique.
El profesor Grover Furr destaca, en su obra sobre el camarada Stalin, como fue una táctica recurrente de los provocadores, el desatar campañas de represión indiscriminada para ocultar su actuación y debilitar la Dictadura del Proletariado. Renegados traidores como Yagoda o Yezhov desde el Comisariado del Pueblo para Asuntos Interiores persiguieron injustamente a muchos probados comunistas, hasta que fueron descubiertos, creando el desprestigio de los órganos de seguridad soviéticos entre las masas. El camarada Stalin combatió firmemente tales practicas indiscriminadas pero mantuvo la legitimidad de tales condenas y en particular del uso reiterado de la pena de muerte. 
En esta cuestión, es importante ver como el PC Chino limito al máximo las condenas a muerte. Un ejemplo paradigmático fue el caso del Emperador Pu-yi, títere de los japoneses en Manchuria. Sometido a juicio por sus crímenes fue condenado un campo de trabajo y a la re-educacion. Murió como jardinero en Pekin.
Enver Hoxha criticó a Mao Tse-tung por no cortar cabezas y atacó a la GRCP despreciando lucha de las masas contra el revisionismo, reiterando el error de confiar en métodos policiales y no de la linea de masas.
Son hechos históricos que no pueden ser ocultados o re-escritos pues no solo, seria una impostura, sino que ocultaria cuales practicas son correctas y cuales no, una cuestion viva y cotidiana en el MCI.
(continuará)

TÚNEZ: Continuan los enfrentamientos entre manifestantes e integristas.



correovermello-noticias
Túnez, 30.07.13
Agencias noticiosas reportan choques entre manifestantes opositores e integristas islamicos así como el incendio de sedes del partido gubernamental y oficinas gubernamentales. Los incidentes mas violentos se han producido en Kasserine.
El gobierno islamista ha informado que convocara elecciones el proximo 17 de diciembre, a la vez que hizo un llamamiento para evitar incidentes despues que se conociera que una unidad militar  fue emboscada al oeste del pais en la zona montañosa de Chaambi cercana a la frontera con Argelia. Ocho efectivos fueron asesinados y otros tres se encuentran gravemente heridos. Hay discrepancias sobre las circunstancias del ataque pero todo parece que se trata de un ataque de integristas salfistas ligados a Al Qaeda, Ansar al Sharia y que según el gobierno tambien son los responsables de los mortales atentados a dos conocidos politicos de la izquierda laica túnecina.
El ministro de Educación del gobierno islamista dimitio el pasado domingo aunque permanece en funciones.

domingo, 28 de julio de 2013

Ludo Martens, sobre Enver Hoxha y Mao Tse-tung.




Extraído de "De Tian An Men a Timisoara", por Ludo Martens, 1994.Traducido por Unión Proletaria


Mao Zedong y Enver Hoxha y la lucha sobre dos frentes

Cuando elaboremos nuestras posiciones políticas, es esencial combatir no solamente las desviaciones oportunistas de derecha, sino también las tendencias izquierdistas. También hay que esforzarse en localizar los aspectos contradictorios de las cuestiones que se debaten.
Desde 1978, cuando el Partido del Trabajo de Albania formuló críticas exageradas y acusaciones gratuitas sobre el Partido Comunista chino, dejamos de estudiar sus análisis. Aunque muchos de nuestros desacuerdos con el PTA tenían fundamento, esta actitud no puede justificarse. Incluso si unos partidos marxistas-leninistas cometen grave errores y se desvían por la vía del revisionismo o del izquierdismo, debemos estudiar su evolución, sacar lecciones de sus errores mientras seguimos sacando lecciones de sus experiencias válidas. En las críticas del oportunismo y del revisionismo que formuló el camarada Enver Hoxha, podemos encontrar muchos elementos válidos. Hubiéramos podido aprovecharlos sin por ello estar de acuerdo con la orientación global de su línea. Al mismo tiempo, la observación crítica de los errores izquierdistas de Enver Hoxha podría habernos puesto en guardia contra errores similares en nuestro propio partido.
A continuación analizamos algunos aspectos de los dos tomos que Enver Hoxha publicó bajo el título Reflexiones sobre China, publicados en Tirana en 1979.

Firmeza en los principios, flexibilidad en la táctica

Enver Hoxha dio muestras de una gran vigilancia hacia el oportunismo. Siempre tuvo en cuenta las posibles consecuencias de ciertos virajes derechistas.
Al comienzo de los años 60, cuando los revisionistas jruschovistas dieron algunos pasos “a la izquierda”, Enver Hoxha desmonta rápidamente su doble juego y desvela sus intenciones reales.
En 1962, cuando Jruschov pide el cese de la lucha ideológica, Enver Hoxha subraya que busca la tranquilidad para poder avanzar más lejos por el camino de la traición.
En 1965, tras la caída de Jruschov, Brezhnev propone a todos los revolucionarios la constitución de un “frente común antiimperialista”. Enver Hoxha ve inmediatamente cuáles son los objetivos de esta nueva táctica. Primero, atacar verbalmente y demagógicamente a los imperialistas para engatusar a los revolucionarios. Después, controlar a los comunistas chinos y tildarlos de “sectarios” y “anti-unitarios” en el caso de que osaran seguir luchando contra el revisionismo soviético. Finalmente, proseguir con la colaboración con el imperialismo americano pero con una mayor discreción de la que tuvo Jruschov, mientras se hacen algunos pequeños chantajes a los Estados Unidos. Y Enver Hoxha concluye que una unidad revolucionaria, combativa, contra el imperialismo no es posible mientras los soviéticos no renuncien a sus concepciones oportunistas fundamentales.

Pero también podemos notar, desde el principio, algunos aspectos izquierdistas en los análisis del PTA.
En 1962, el Partido Comunista chino propone aceptar una reunión con el PCUS para limar las divergencias y reforzar la unidad del campo socialista. El PCCh dice que hace falta mantener una cierta apariencia de unidad y levantar la bandera del marxismo-leninismo, la lucha antiimperialista y la unidad; esto propiciará mejores condiciones para que se desarrollen núcleos revolucionarios en diferentes partidos comunistas dirigidos por revisionistas.
Enver Hoxha concluye enseguida: “Este es un camino vacilante, oportunista y con concesiones.” Sin embargo, esta flexibilidad del PCCh estaba justificada y había que tener en cuenta la posibilidad de virajes políticos en el seno del PCUS. Había que mantener contactos tan amplios como fuera posible con el PCUS para influenciar a los miembros y a los cuadros en un sentido marxista-leninista. Enver Hoxha ve ahí “una acentuada tendencia hacia la moderación y la pasividad”. Lenin siempre defendió la firmeza en los principios y la flexibilidad en la táctica. Hoxha defiende la firmeza en los principios rechazando la flexibilidad, que según él siempre supondrá vacilación y concesiones.
Hoxha defiende su táctica izquierdista a partir de un análisis optimista e subjetivista de la situación en el movimiento comunista: “Los camaradas chinos parecen tener la moral hundida, recelan de la lucha contra los revisionistas, sobrestiman las fuerzas del enemigo y subestiman las nuestras.”

Clarividencia política y combate ventajoso

En 1964, Enver Hoxha desvela con gran perspicacia la tendencia al acercamiento entre los revisionistas yugoslavos, rumanos e italianos, tendencia que ve la luz en el seno del Partido Comunista chino. Subraya con mucha pertinencia: “Los grupos revisionistas, titistas y jruschovistas están a la cabeza del revisionismo moderno y se observa claramente en ellos la tendencia al reagrupamiento de dos polos en su seno: el polo soviético y el polo yugoslavo-policentrista italiano. Los titistas trabajan para consolidar los agrupamientos que dirigen y lo hacen como siempre, para hacer degenerar el marxismo-leninismo.”
En 1968, Enver Hoxha destaca cuatro debilidades y errores en la lucha llevada por el Partido Comunista chino contra el revisionismo.
“Los camaradas chinos no tienen una clara visión ideológica de las cosas. No conciben claramente lo que es el revisionismo moderno, el revisionismo titista y jruschovista, ni en qué consiste su gran nocividad. (…)
En segundo lugar, acerca de Tito y del titismo, siguen pensando que ‘no es Tito quien se equivocó, sino que fue Stalin quien se equivocó respecto a él’. Y cuando la coyuntura lleva a Tito a tener divergencias con los soviéticos, los camaradas chinos lo ven con mejores ojos. (…)
En tercer lugar, los camaradas chinos manifiestan en su lucha algunas tendencias al chovinismo contra la Unión Soviética, emiten algunas pretensiones territoriales y juicios poco fundados sobre los supuestos errores de Stalin en el movimiento comunista internacional.
En cuarto lugar, para los camaradas chinos, cualquiera que se presente como adversario de los soviéticos es un posible aliado, sin considerar la identidad de este pseudo-aliado.”

Pero el mismo Enver Hoxha también declara:
“El revisionismo moderno debe ser combatido por los marxistas-leninistas con perseverancia, sin vacilar, hasta el final, bajo la forma que sea, en cualquier tiempo y circunstancia.” “No le haremos ninguna concesión a Jruschov, no llegaríamos a ningún compromiso con él, porque es un traidor.” Es necesaria “la ruptura definitiva con los revisionistas.” “Educar a las masas para la revolución en los países revisionistas de Europa es una tarea indispensable. (…) (Los marxistas-leninistas deben) aceptar la lucha a ultranza contra las camarillas revisionistas-fascistas y consentir grandes sacrificios.”
Si podemos estar de acuerdo con Enver Hoxha en la necesidad de mostrarnos firmes en la lucha de principios contra el revisionismo, la flexibilidad en la táctica durante esta lucha también tiene una gran importancia. Hace falta un análisis concreto de las diversas corrientes políticas en los países socialistas, hay que saber dónde pueden producirse agrupamientos de fuerzas marxistas-leninistas, hay que mantener contacto con las fuerzas comunistas sanas, llegar a compromisos con traidores para estar en condiciones de mantener relaciones con los auténticos comunistas. Enver Hoxha niega todos estos principios. Sin embargo, sin flexibilidad en la táctica, no se puede hacer triunfar los principios justos. Conformarse con proclamar alto y claro los principios justos sin buscar la táctica que permita hacerlos triunfar, demuestra izquierdismo y lleva a la derrota.
El radicalismo izquierdista se basa en una falsa apreciación de la realidad política en los países dominados por los revisionistas. ¿Cómo pretende Enver Hoxha “educar a las masas para la revolución contra los revisionistas-fascistas”? ¿Acaso será una revolución sin partido comunista para dirigirla? ¿Acaso cree que los verdaderos comunistas ya se organizan fuera del partido para una nueva revolución proletaria? No había ni el menor indicio del surgimiento de un movimiento comunista fuera del partido, ni de un movimiento de masas de carácter revolucionario y proletario. Partiendo de estos dogmas ideológicos, Hoxha se empecina en no ver que los auténticos comunistas aún permanecen dentro del partido, pese a la traición de los dirigentes revisionistas.

Flexibilidad y radicalismo

Aferrándose a su posición izquierdista, Enver Hoxha siempre está a dos pasos de arremeter contra el Partido Comunista chino, que tilda de “vacilante”.
En noviembre de 1964, tras la caída de Jruschov, Chou en-Lai viajó a Moscú para tener discusiones con los dirigentes soviéticos a fin de ayudarles a dejar la vía revisionista. Chen Yi expuso a los camaradas albaneses la táctica del PCCh respecto a la dirección del PCUS. Si los dirigentes soviéticos tienen intención de dejar la vía de Jruschov, deben hacerlo con prudencia y circunspección, o sino los jruschovistas, que siguen estando fuertes, contraatacarán. “Conviene rectificar los errores gradualmente, tratándolos con un espíritu amistoso; no se debe evocar estos errores más que en el interior de los partidos hermanos y no hacerlos públicos.”
Esta táctica es correcta, siempre que parta de una firmeza en los principios. Incluso se puede dar otro argumento: aún si se rechaza entrar en una polémica con un partido hermano, uno tiene el deber de exponer públicamente sus propios puntos de vista y rechazar las posiciones que considera burguesas y pequeño-burguesas.
Pero Enver Hoxha denuncia inmediatamente la “línea oportunista y conciliadora” y incluso plantea la hipótesis de que “la delegación china traicionará”.
En septiembre de 1969, tras el funeral de Ho Chi Minh, Kosyguin se encontró con Chou en-Lai en el aeropuerto de Pekín. Abordaron el problema de las fronteras y Chou en-Lai propuso el cese de los enfrentamientos militares, el mantenimiento del statu quo y la retirada de las tropas de los dos partidos de las zonas disputadas. Trataron sobre problemas comerciales. Las condiciones preliminares de los chinos eran que no se detuviera la polémica ideológica y que las bases nucleares chinas no sean atacadas. Chou en-Lai dijo a los responsables albaneses que la URSS se disponía a atacar China, pero también que la dirección del PCUS estaba teniendo una crisis. China quería dividir a palomas y halcones y trabajaba para iniciar una distensión con la URSS.
Rita Marko, miembro del Buró Político del Partido albanés, le dijo a Chou en-Lai que este encuentro era un error y que le daría ventaja a los revisionistas. Chou en-Lai le contestó: “Sois extremistas”. Según Enver Hoxha, este último comentario da muestras de una “arrogancia inaudita”. “Ahora Chou en-Lai se ha montado en el caballo revisionista-oportunista.”
Las declaraciones de Enver Hoxha son efectivamente izquierdistas y extremistas.
Evidentemente, los marxistas-leninistas deben ser vigilantes. Y un acercamiento a una dirección revisionista puede ser el comienzo de un viraje hacia el revisionismo. Se sabe que el espíritu de conciliación hacia el oportunismo puede, poco a poco, arrastrar a un partido hacia el barrizal del oportunismo. Un error, por pequeño que sea al comienzo, puede alcanzar grandes proporciones si se profundiza en él. Cuando se inicia un proceso, se ha de reflexionar sobre sus posibles evoluciones.
Pero de los pasos tácticos emprendidos por el Partido Comunista chino – y que de hecho están completamente justificados – Enver Hoxha hace las extrapolaciones más extremas y negativas. Solamente tiene en cuenta las evoluciones más nefastas y se comporta como si esas evoluciones ya se hubiesen dado. Esto ya no es vigilancia, sino izquierdismo y sectarismo.
Además, se trataba esencialmente de relaciones entre Estados y es difícil de comprender cómo un contacto con el representante del Estado soviético, destinado a atenuar la tensión en las fronteras, pueda ser tildado de por sí de error político.

Nixon y el lacayo del imperialismo americano

En julio de 1971, Enver Hoxha pone el grito en el cielo: “Recibir al presidente Nixon y tener una entrevista con él, no es justo y no será aceptado por los pueblos, ni por los revolucionarios, ni por los auténticos comunistas.” “Con este acto político, los chinos desorientan el movimiento revolucionario mundial y apagan el ardor revolucionario.”
Con estas posiciones, Enver Hoxha roza el trotskismo.
Los comunistas se han pronunciado siempre por la coexistencia pacífica con los Estados capitalistas. Y desde el primer año de existencia de la Unión Soviética, Lenin mantuvo negociaciones con los Nixon de la época.
Tras la revolución de Octubre, Lenin aceptó negociar la paz con la Alemania del emperador Guillermo, en Brest-Litovsk. Se sabe que Trotsky se opuso a esas negociaciones. A comienzos de 1922, Lloyd George, el primer ministro de Gran Bretaña, la mayor potencia imperialista de la época, convocó una conferencia internacional para el enderezamiento de Europa, a la que fue invitada la URSS. Lenin pidió inmediatamente que la Unión Soviética envíe allí a sus representantes para defender el sistema socialista y dividir a sus enemigos. Tras la conferencia de Génova, en abril de 1922, la URSS firmó el tratado de Rapallo con la Alemania arruinada, asegurando así al Estado soviético mejores condiciones políticas y económicas para la construcción socialista.
En 1935, Stalin firmó un acuerdo con Laval, el reaccionario francés, contra el expansionismo del fascismo alemán. También en aquella ocasión, los trotskistas chillaron acusándole de traición. En 1939, Stalin recibió a Von Ribbentrop para firmar el Pacto germano-soviético que le dio al Estado soviético un año y medio de respiro antes de la guerra. La reacción mundial y el trotskismo se ensañaron contra este acuerdo.
Fue el imperialismo americano quien había rechazado reconocer a la China socialista, de 1949 hasta 1971. A consecuencia de la lucha de los pueblos del mundo entero, Nixon se vio obligado a reconocer el régimen de Mao y aceptó viajar a Pekín. Era el primer paso hacia el restablecimiento de los derechos de China en la ONU y en las organizaciones internacionales. Que el imperialismo americano se vea obligado, tras 22 años de boicot, a tratar a China de igual a igual, era una gran victoria para el socialismo en China.
Entonces, es difícil comprender cómo Enver Hoxha haya podido llegar a ciertas extravagancias pueriles. Se enfurece porque Chou en-Lai dijera: “El pueblo chino y el pueblo americano son amigos”: Y se indigna diciendo: “Para Chou, Nixon ha dejado de ser un imperialista, un fascista, un verdugo del pueblo. Esto se llama pasarse al bando de los lacayos del imperialismo.” Pareciera oírse a un trotskista hablando del pacto germano-soviético.

China: desviación oportunista o “social-imperialismo”

A partir de 1973, cuando la política exterior de China empezó a girar hacia la derecha, Enver Hoxha hizo algunas observaciones pertinentes acerca de la lucha de clases a escala internacional. Es indiscutible que el Partido Comunista chino, como nuestro propio partido por otra parte, podría haber sacado provecho de estas críticas y evitar la adopción de posiciones demasiado unilaterales.
Cuando China empezó a apoyar la Europa unida frente a las dos superpotencias, tanto en lo político como en lo económico y militar, Enver Hoxha hizo las siguientes observaciones: “Luchamos por acentuar las contradicciones, dice Chou En-lai. Hasta aquí podemos estar de acuerdo. ¿Pero a favor de quién deberíamos acentuarlas? ¿Solamente existen esas contradicciones? (…) ¿Deberíamos olvidar la gran cuestión de clase, la lucha del proletariado, es decir la solución de la gran contradicción entre el proletariado y la burguesía?”
Enver Hoxha jamás compartió el análisis del Partido Comunista chino que veía en la URSS de los años 1975-1985 a la superpotencia más peligrosa. Tampoco estuvo de acuerdo con la previsión según la cual la Unión Soviética desencadenaría una guerra por el control de Europa occidental. Para el PTA, la Unión Soviética más bien desencadenaría la guerra contra el eslabón débil del sistema capitalista mundial, golpearía allí donde pensaría obtener el mayor provecho.
Tampoco carecen de fundamento las observaciones de Enver Hoxha sobre el carácter nacionalista y antisoviético de la política exterior china de los años 70. “Esta política se rige por dos criterios fundamentales. El primero: la benevolencia o la ausencia de la misma hacia China. (…) Si le cantáis alabanzas, os manifiesta su adhesión, seáis quien seáis. El segundo: si estáis en contra de los revisionistas soviéticos, sois amigos de los chinos, seáis quien seáis.”
Enver Hoxha también tuvo razón al criticar la estrategia de Deng Xiaoping, quien declaró en 1977: “Hay que destruir el plan general de guerra preparado por la Unión Soviética, y espero que en esta lucha se reunirá el mundo entero, el tercer mundo, el segundo mundo, e incluso los Estados Unidos, que pertenecen al primer mundo. (…) Es preciso que esta movilización sea multilateral, política, ideológica, económica y militar.” Enver Hoxha denuncia el carácter aventurero y provocador de esta estrategia. “Poco le importa a Deng Xiaoping si las acciones que propone tendrán por efecto el hundir a los pueblos y al proletariado de todos los países en un baño de sangre. A este fascista no le importa la lucha de liberación de los pueblos contra el imperialismo, el social-imperialismo así como contra la burguesía reaccionaria de sus países.”

Pero al criticar las desviaciones oportunistas del Partido Comunista chino, Enver Hoxha se pierde en una verborrea izquierdista no menos peligrosa.
Desde el momento en que Nixon fuera recibido en China en 1971, Enver Hoxha planteó la hipótesis… ¡de que China se convierta en una nueva “superpotencia”! En el momento de la eliminación de la Banda de los Cuatro, volvió a evocar esta idea: “La misma China tenderá a convertirse en una gran potencia social-imperialista.” “La vía de Mao, Chou, Deng y Hua Kuo-Feng es la vía del capitalismo, la vía de la reacción y del social-imperialismo.” Acusando a China de conchabarse con anticomunistas, Enver Hoxha se hunde él mismo en un delirio izquierdista en el que él también se junta con cierta extrema derecha: “La lucha que lleva China contra el social-imperialismo soviético solamente tiene un carácter de expansión territorial. China tiene la ambición de ocupar territorios limítrofes al norte, como los de Siberia, Mongolia, etc. Por otra parte, también quisiera, si bien no poner la mano sobre ellos, al menos extender su influencia en la India y en otros países del sudeste asiático, como Indonesia, Filipinas, los países Extremo Oriente, Australia, etc.” Estas son, letra por letra, las tesis propagadas por la extrema derecha norteamericana.
El revisionismo y el izquierdismo abandonan el análisis materialista y riguroso de las realidades en movimiento y contradictorias entre sí. A menudo parten de premisas idealistas, se centran ciegamente sobre un aspecto de las cosas y lo desarrollan de forma rectilínea. A partir de algunas constataciones reales pero parciales, hacen extrapolaciones arbitrarias e idealistas. Tras una visita de Nixon y algunos gestos de reconciliación y compromiso con el imperialismo americano por parte de China, Enver Hoxha evoca la hipótesis de una superpotencia china que se encamina por la vía del expansionismo, luchando por la hegemonía mundial. Uno no puede basar una política marxista-leninista con tales florituras. En efecto, partiendo de las premisas de Enver Hoxha, se podría perfectamente considerar un porvenir diametralmente opuesto: el revisionismo en China restablecerá el capitalismo, la anarquía capitalista provocará el derrumbamiento de las autoridades centrales, China se dividirá y se convertirá de nuevo en una neo-colonia de varias potencias imperialistas.
La manera unilateral, arbitraria y extremista de analizar las divergencias ideológicas y políticas se manifiesta sobre todo en la siguiente observación, que Enver Hoxha formula en 1976, cuando predice que China se convertirá en una superpotencia: “Habíamos previsto esta situación hace mucho tiempo, en 1960 (!), cuando los dirigentes chinos fingían defendernos contra los jruschovistas.” De la menor indecisión táctica a la completa degeneración en superpotencia expansionista: para Enver Hoxha, es imposible escapar de este encadenamiento lógico…

¿Crítica del revisionismo o lucha extremista?

Es cierto que Enver Hoxha avisó sobre el peligro de reconciliación de la dirección china con algunas corrientes revisionistas.
En 1977, predice que tras la reconciliación política con el revisionismo yugoslavo y rumano, China se acercará a Polonia y Hungría. “Así piensa juntar esos países o separarlos de la Unión Soviética. He aquí una vieja política del imperialismo americano y británico de la que Tito, bajo la máscara del supuesto socialismo científico, es la vanguardia con sus maniobras políticas.” Y Enver Hoxha denuncia el “socialismo específico con los colores del país” defendido por Tito, Togliatti y ahora también por China. “Es la vía de la alianza con todos los demás partidos revisionistas de Occidente o de los otros continentes.” Ahí, Enver Hoxha acertó.

Pero en lugar de hacer un análisis concreto de las luchas políticas en el seno del Partido Comunista chino – de las tendencias revisionistas que indiscutiblemente están presentes, como de la corriente marxista-leninista –, Enver Hoxha se pierde de nuevo en exageraciones izquierdistas y afirmaciones arbitrarias. No hay mucho lugar para la dialéctica cuando se declara perentoriamente que todos están podridos y que se les combatirá a todos sin vacilar. “No debemos alimentar ninguna esperanza en que los revisionistas chinos puedan enmendarse, ni tener la mínima indecisión en nuestra actitud hacia ellos.” ¡Pero Enver Hoxha cree que aún tiene más cosas que demostrar, en especial, que Mao Zedong nunca ha sido un marxista! “Mao sigue diciendo que ‘el campesinado es la fuerza dirigente más revolucionaria, y que es sobre ésta que debe apoyarse la revolución’. Para Mao, el papel del proletariado en la revolución no está más que en segundo lugar, por no decir que en tercer lugar”. “Otra expresión de esta línea antimarxista de Mao es la concepción según la cual ‘las ciudades deben ser cercadas por el campo’. En otras palabras, es el campesinado pobre el que debe guiar la revolución, porque ‘el proletariado de las ciudades ha perdido su espíritu revolucionario, se ha vuelto conservador’.” El primer texto del primer volumen de Mao, Análisis de las clases de la sociedad china, publicado en 1926, ya permite refutar estas elucubraciones de Enver Hoxha. Durante toda de la revolución, el Partido Comunista chino emprendió un intenso trabajo clandestino entre los obreros. Muchos cuadros obreros, a punto de ser descubiertos por la policía, fueron transferidos hacia las zonas de guerrilla donde se reunieron con los cuadros proletarios que siempre constituyeron el armazón político del ejército campesino.
También es interesante constatar, una vez más, que los “análisis” izquierdistas y extremistas se despegan de la realidad y que desconocen la dialéctica. Por este motivo, pueden fácilmente juntarse con los “análisis” revisionistas. En efecto, las flagrantes no-verdades de Enver Hoxha que acabamos de mencionar parecen sacadas de las innumerables obras que los brezhnevistas han escrito sobre el “maoísmo”.

La lucha en el seno del partido: liberalismo e izquierdismo

Enver Hoxha hizo algunas críticas sobre la manera con la que el Partido Comunista chino lleva la lucha interior. Merecen una reflexión. En 1966-67, hizo los comentarios siguientes sobre la lucha contra los revisionistas durante la Revolución Cultural.
“Hace falta golpear a los enemigos, no solamente con palabras y carteles, sino también, si hiciera falta, con una bala en la cabeza. El enemigo debe sentir profundamente, hasta la médula, los golpes de la dictadura del proletariado.” “Si se sigue por la vía oportunista de la ‘educación y la reeducación’, uno se expone a grandes peligros.” “Una revolución que no golpea a los jefes de la traición, no es una revolución.” “Actualmente, mientras se desarrolla la revolución para arrancar el poder de las manos de los revisionistas, observamos manifestaciones de diletantismo, tolerancia, indolencia y liberalismo hacia los elementos anti-partido. Hemos observado que brilla por su ausencia la disciplina de hierro que debe existir en el partido y en la revolución.” “Se observada una actitud oportunista, liberal-burguesa hacia estos elementos hostiles, anti-partido. Jruschov elogiaba a los chinos por esta actitud y Mikoyan lo calificó de ‘buena actitud de los camaradas chinos’ y de ‘no tener nada en común con la política que llevaba Stalin con los cuadros’.” “Junto con el resto de su grupo, Liu Shao-shi bajará de nuevo la cabeza, como lo hizo otras veces, y la levantará, al igual que la levantó otras veces. Pero Mao ya no estará allí para salvar la situación.”

Los acontecimientos de estos últimos quince años le han dado toda su significación a estas observaciones. Deng Xiaoping y los demás miembros del grupo de Liu Shao-shi hicieron su autocrítica y prometieron que no volverían a poner en tela de juicio las justas conclusiones de la Revolución Cultural. Pero una vez en el poder, permitieron que Hu Yaobang y a Zhao Ziyang practiquen un revisionismo mucho más extremo que el que Mao combatió en 1966. Está claro que el PCCh se encuentra con grandes dificultades para definir una línea marxista-leninista coherente en lo que respecta a la dictadura del proletariado, la lucha de clases bajo el socialismo y la educación marxista-leninista. El partido no ha sido capaz de discriminar entre la crítica-educación de los cuadros que hayan cometido errores oportunistas y la depuración de los revisionistas recalcitrantes. Y se hace de manifiesto que los revisionistas mejoran sus tácticas para esconder sus intenciones, ocupar posiciones dirigentes y reclutar elementos burgueses.

Pero Enver Hoxha saca conclusiones arbitrarias y exageradas de su constatación de los errores oportunistas. Apenas desarrolla el concepto de ‘lucha política, crítica, educación y reeducación de los cuadros’ y pone el acento de forma unilateral sobre la depuración y la represión.
En 1975, varios cuadros del PTA, entre los cuales estaba Beqir Balluku, ministro de Defensa y miembro del Buró Político, fueron ejecutados. Enver Hoxha habla del “complot militar-económico conducido por Beqir Balluku, Petrit Dume, Hito Kato, Abdyl Këllezi, Koço Theobdhosi, Lipe Nashi, etc. El objetivo de estos traidores era liquidar el partido y su dirección marxista-leninista, hacer de Albania un país revisionista”. Eran “antiguos agentes de los soviéticos, pero también se ligaron a los chinos”. ¿De qué crímenes se les acusaba? “El plan estratégico hostil que preparaba Beqir Balluku (ministro de Defensa) estaba elaborado por sugerencia de Chou En-lai.” “Chou En-lai le dijo a Beqir Balluku: ‘Para vosotros, no hay otra estrategia que la del maquis’. En otras palabras: ‘Huid a las montañas desde el primer día de ataque del enemigo’.” “Chou En-lai le reiteró a Adil Carçani su plan diabólico: ‘Uníos con los demás países de los Balcanes, independientemente de vuestras diferencias’. ¡Qué infame enemigo y abyecto pseudo-marxista!” Los crímenes de Adil Carçani eran “la descentralización de la economía, los pasos hacia la autogestión, el sabotaje de nuestra industria petrolífera, el inflamiento de la burocracia”. “Es muy posible que Abdyl Këllezi, siendo el hombre de los yugoslavos, haya sido al mismo tiempo el hombre de los chinos. Por tanto (!), este complot parece haber sido muy extenso.” En 1976, en el momento de la eliminación de la Banda de los Cuatro, Enver Hoxha formula la consigna de la lucha “contra el social-imperialismo chino” y afirma que Chou En-lai había actuado contra Albania desde hacía varios años, saboteando su economía mediante una ayuda insuficiente y la demora del envío de máquinas. Luego asegura que “Beqir Belluku y Abdyl Këllezi eran sus cómplices en el complot tramado contra Albania para derrocar nuestra dirección”.
Para Enver Hoxha, toda divergencia seria se convierte en complot. Pocos esfuerzos se realizan para resolver divergencias – e incluso divergencias graves – mediante la discusión y la lucha política. Los balances de estas luchas políticas no son utilizados para la educación y la unificación política e ideológica de los cuadros. Reina una unidad aparente, pero no está basada en una comprensión común de las contradicciones que se han conocido en el transcurso de la lucha.

MARRUECOS: Regimen feudal arresta al camarada de Mohamed Ghalot (Maoist Road)

Maroc : Arrestation du camarade Mohamed Ghalot - libertè pour tous les prisonniers revolutionaires du maroc

Maroc : Arrestation de Mohamed Ghalot

Mohamed Ghalot est un militant de la ’Voie démocratique baasiste (marxiste-léniniste) et de l’Union nationale des étudiants marocains. Le 18 avril 2012, il avait été libéré après avoir passé onze mois en détention provisoire, avoir été condamné à trois mois de prison et avoir mené une grève de la faim de 82 jours. Ce vendredi, il a à nouveau été arrêté et se trouve actuellement détenu à la Préfecture de Fes.
Mohamed Ghalot es militante de la Via Democratica baasista (marxista-leninista) y de la Unión Nacional de Estudiantes Marroquies. El 18 de abril del 2012 fue liberado despues de pasar once meses de detención privisional, condenado a tres meses de prision protagonizo una huelga de hambre de 82 dias. Este viernes (26 de julio) fue arrestado y se encuentra actualmente retenido en la Prefectura de Fez.
Desde Dazibao Rojo condenamos energicamente esta nueva detención del camarada Ghalot, por parte de las autoridades del regimen feudal de Marruecos y hacemos un llamado a las organizaciones comunistas y revolucionarias a realizar una campaña por su liberación y la de los demas presos políticos en Marruecos.
Mohamed Ghalot
 

sábado, 27 de julio de 2013

TÚNEZ: Crece la tensión tras el nuevo asesinato de político opositor




correovermello-noticias
Túnez, 27.07.13
En una huelga general convocada en la región de Gafsa se han producidos por lo menos un muerto al disparar la policia contra manifestantes. También se reportan asaltos a sedes del gobernante partido islamista Al Nahda en diversas localidades.
Se ha identificado a uno de los miembros del comando salafista responsable del asesinato del político del opositor Frente Popular Mohamed al Brahmi, de 58 años, delante de su domicilio en el barrio de Siriana. Todo indica que los asesinos fueron tambien los responsables del atentado contra Chukri Bel Aid el pasado 6 de febrero.
El entierro custodiado por militares reunió a miles de personas que pidieron la dimisión del gobierno islamista al que responsabiliza del crimen.
Los manifestantes se han concentrado este viernes frente a la sede de la UGTT, en el centro de Túnez, desde donde se han dirigido al principal bulevar de la capital, custodiado por policías antidisturbios. Durante la marcha se han entonado consignas como "Abajo el Gobierno terrorista de los Hermanos Musulmanes".
La manifestación ha sido convocada por los partidos de la oposición laica, y ha sido respondida con una contramanifestación de los fascistas islámicos que comenzará al término de la oración del Viernes. Los partidos laicos han reclamado la dimisión del Gobierno y la formación de un ejecutivo de salvación nacional, pero el primer ministro, islamista descarta la propuesta.

PERÚ: Autoridades militares imponen toque de queda en carretera de Ayacucho.



correovermello-noticias
Lima, 27.07.13
La edición de Ayacucho del diario Correo da cuenta del malestar generado entre los habitantes y transportistas por la decisión de las autoridades militares de declarar un toque de queda en la carretera S. Francisco-Huamanga.
El toque de queda de las 7 pm a las 5 am se justifica por el Comando de la zona de Emergencia del VRAEM por el accionar de la guerrilla comunista. La medida esta vigente desde el pasado día 25 de julio y se desconoce cuanto tiempo se mantendrá.
El ataque guerrillero al campamento del Consorcio Vial-Quinua en Tutumbaru, el pasado dia 24 en el que resultaron destruidas diversas unidades del equipo de la empresa, una decena de vehículos según fuentes policiales, que responsabilizan a una columna guerrillera al mando del camarada Alipio, podria estar en la base de la decision gubernamental.
La empresa Consorcio Vial Quinua tiene a cargo las obras en el tramo Quinua-San Francisco. Según detalló el alcalde de Sivia, Wilfredo Juárez, fueron al menos 40 encapuchados los que perpetraron el ataque con el objetivo de que la citada compañía desista de su labor.

BRASIL: Violentas protestas durante la visita del Papa a RJ.




correovermello-noticias
Rio de Janeiro, 27.07.13
Las agencias informativas internacionales informan de duros enfretamientos entre manifestantes y efectivos de la PM que ataco una manifestacion popular en protesta por la visita del Papa y de otras autoridades vaticanistas a la ciudad.
¡No necesitamos al papa, sino el dinero para la salud y la educación!", gritan los miembros de la protesta.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/101261-protestas-brasil-papa-francisco
"No necesitamos al Papa, sino dinero para educación y salud" fue una de las consignas mas coreadas mientras efectivos de las fuerzas represivas disparaban botes de humo y de gas lacrimogeno. Diversas fuentes afirman que agentes represivos utilizaron las discutidas pistolas Tasser contra los manifestantes que intentaron pasar el cordon policial que impedia el acceso a donde el Papa catolico daba una misa. Se afirma que peregrinos integristas agredieron a los manifestantes.
En Sao Paulo otra manifestación termino en una batalla campal con multiples destrozos en entidades bancarias y comercios. Asi mismo se afirma que barricadas cortaron importantes avenidas de la ciudad.

"¡No necesitamos al papa, sino el dinero para la salud y la educación!", gritan los miembros de la protesta.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/101261-protestas-brasil-papa-francisco

60 AÑOS DEL 26 JULIO; Entre el mito y la realidad. Un articulo del compañero M. Alonso.



 El Ministro de Industria, Che Guevara
 con una delegación de técnicos chinos.


60 AÑOS DEL 26 JULIO; Entre el mito y la realidad.
M. Alonso.

El triunfo de la Revolución cubana creo importantes contradicciones no solo en el campo de la burguesía y del imperialismo, también mostró las existentes entre las llamadas fuerzas progresistas en Cuba.
Las diversas organizaciones clandestinas que combatian por las armas la dictadura del general Fulgencio Batista, (M-26-J, Directorio Revolucionario, Acción Nacionalista Revolucionaria ...) estaban formadas en su mayoría por jóvenes, hombres y mujeres, proveniente de la pequeña-burguesía urbana y por la capa de los campesinos pobres de las provincias de oriente.
Las organizaciones obreras estaban en su mayoría bajo la dirección del "browderista"  Partido Socialista Popular, nombre con el que fue rebautizado el Partido Comunista en 1944, periodo en el que apoyo las candidaturas de Batista hasta su ilegalizacion "blanda" de 1953. La prensa clandestina del PSP condeno "como acción aventurera de la oposición burguesa" el asalto al cuartel Moncada. Opuesto a la lucha armada, la dirección oportunista de derechas de Blas Roca, Ursinio Rojas, Carlos Rafael Rodriguez y Anibal Escalante apostaba por los procesos electorales. (En 1956, la delegación del PSP que participo en el llamado XX Congreso del PCUS tomo posición junto a los renegados kruchovistas y sus tesis.) No sera hasta principios de 1958, que unirá sus fuerzas a la lucha contra la dictadura, que se ahogaba en un baño de sangre.
Las fuerzas del Movimiento 26-J estaban compuestas por una heterogenea formación ideológica destacando su nacionalismo anti-yankee, solo el Che Guevara o Raúl Castro se afirmaban marxistas.
Otras organizaciones como el Directorio Revolucionario, de José Antonio (Manzanita) Etchevarria (muerto en las acciones del asalto al palacio presidencial) eran de tendencia social-cristiana.
Los éxitos militares de las columnas guerrilleras de Che Guevara y Camilo Cienfuegos y el total aislamiento de su régimen dentro de la propia burguesía cubana precipito la huida de tirano el fin de año de 1958. El 1º de enero de 1959 entran unidades del Ejercito Rebelde en la Habana.
El triunfo de lucha armada permitio que los esbirros mas odiados por las masas, responsables de múltiples crímenes y torturas, fueran juzgados y ejecutados, desarticulando totalmente las fuerzas armadas del estado burgués, neo-colonial. El Che Guevara como responsable del Castillo de la Cabaña fue determinante en esta cuestión.
La Ley de Reforma Agraria, elaborada en Sierra Maestra, ponía freno al latifundio y repartía tierras al campesinado, principalmente pobre, enfrentando al nuevo gobierno revolucionario a la reacción de los terratenientes y centrales azucareras norteamericanas. La nacionalización de las mismas, hizo estallar el conflicto con la administración Eisenhower en una escaladas de medidas económicas y políticas.
Con apoyo de EE.UU. el régimen de Trujillo en la República Dominicana organizo y armo unas fuerzas invasoras, que serian paulatinamente aniquiladas, en la sierra del Escambray.
En Cuba se vive un momento de grandes cambios que tienen el apoyo mayoritario de la población, organizandose campañas como la de Alfabetización, las relacionadas con la vivienda, salud o educación, así como el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con la URSS, la República Popular China, o Hungria entre otros. En la medida de que crecen las acciones de bloqueo económico de EE.UU. aumentara la importancia del comercio con el llamado campo socialista.
El 15 de abril de 1961 se produce la Invasión de Playa Girón, por parte de grupos mercenarios entrenados y armados por la CIA con bases en Nicaragua. Aviones B26, con falsos emblemas de la FAR, parten de bases en la península de Florida, para atacar aeropuertos y objetivos militares. Las Milicias Revolucionarias, equipadas con armamento ruso y checo contra-atacan aplastando la columna invasora en tres días. La cabeza de playa cae y con ella los barcos artillados que formaron parte de la invasión. Cuba acusara formalmente a EE.UU. por la invasión y la URSS colocara sus misiles de alcance medio en la isla, creándose la llamada Crisis de Octubre o de los misiles en 1962.
Existen muchas versiones de estos acontecimientos pero al parecer el gobierno cubano era opuesto a la retirada de los mismos. El acuerdo que pone fin a la crisis, es un acuerdo entre superpotencias en el que es ignorado el gobierno cubano.
La Crisis de Octubre marcara un antes y un después en muchos aspectos de la política cubana por un lado en la dirección revolucionaria se cuestiona la sinceridad y las decisiones unilaterales de la URSS y en un claro desafió a la política de "co-existencia pacifica" pone en marcha una campaña para impulsar guerrillas en toda latino-América. La "exportación de la revolución" en palabras de los pro-sovieticos provoca rupturas en los PC, que ya enfrentaban la lucha de lineas con los maoístas.
Los revisionistas sovieticos reaccionan relentizando las llegadas de los barcos con petróleo, lo que creara la primera restricción en el consumo de gasolina en Cuba.
Cuba intensifica sus relaciones con la R.P. China, en noviembre de 1960 el Che había sido recibido por el Presidente Mao, firmando acuerdos económicos y de cooperación. Las vidrieras de la Habana se llenan de artículos chinos; juguetes, ropa, muebles. En los círculos pro-sovieticos se afirmaba que el Che y sus colaboradores eran pro-chinos ultra-izquierdistas. Las contradicciones se acentúan cuando el Che desde el Ministerio de Industria rechaza implantar estímulos materiales en la producción y cuestiona la linea soviética del monocultivo de la caña de azúcar por la diversificación industrial. Los hermanos Castro parecen no tomar partido en el debate pero a la llegada del Che Guevara de una larga gira por países de África y Asia, el 15 de marzo de 1965, todo parece estallar y el Che desaparecerá de la escena publica. Después se informara de su viaje a Angola o a Bolivia. La realidad de lo acontecido aun es confuso, pero todo indica que los revisionistas sovieticos exigieron  la cabeza del Che y que los Castro se plegaron a sus dictados, concluyendo así el quinquenio mas genuino y brillante del proceso revolucionario cubano.
En un ultimo brindis al sol los Castro, a mediado del año 1966, detienen a la fracción pro-soviética de Anibal Escalante. Serán enjuiciados en el 1967 acusados de crear una "micro-fracción" y condenados a penas de cárcel. En octubre es asesinado Ernesto "Che" Guevara en Bolivia. El PCB dirigido por el pro-soviético Monje le negó toda ayuda.
Las décadas de los 70, 80 y 90  convierte a Cuba en una colonia soviética exportadora de azúcar y de soldados para las guerras interpuestas de la guerra fria. Angola, Etiopía, Ogaden son objetos de la intervención sovietico/cubana enmascarada de "internacionalismo"
Cuba como miembro del CAME, no producía apenas algo que no fuera el monocultivo de la caña.
El derrumbe de los revisionistas soviéticos lleva al régimen de los Castro al precipicio. El apoyo, paradojas de la historia, de los revisionistas chinos salvara al decrépito régimen que un día fue un rayo de esperanza revolucionaria en latino-América.




viernes, 26 de julio de 2013

GALIZA: Declaración do CCPCm-Galiza sobre o traxico accidente de tren en Compostela.







Comunicado

O Comité de Construción do Partido Comunista maoísta da Galiza diante do brutal accidente do tren Madrid/Ferrol, acontecido na tarde do 24 de xullo perto de Compostela, quere facer publico o noso fondo pesar e plena solidariedade coas vítimas e seus familiares. Así mesmo manifestar a nosa admiración polo decidido auxilio prestado particularmente polos veciños e veciñas do pobo de Angrois e tamén a os servizos de rescate, bombeiros e persoal sanitario.

Tamen calificamos de macabro e noxento oportunismo as declaracións de persoeiros da Xunta ou a "visita" dos membros da corrupta monarquía española presurosos por ocupar espazo nos medios informativos atentos a traxedia.

O feito de que os sistemas de seguridade do tren non foran suficientes, para evitar esta traxedia nunha liña de velocidade alta, ten que ter responsables como o trazado das vías, mais ala da responsabilidade do maquinista, un traballador cualificado ao que parece queren botar toda-las culpas.
Esixir unha ampla investigación independente dos feitos é hoxe unha obriga en ríspeto as vítimas desta traxedia e ao pobo galego.

Galiza, xullo 2013

Comité de Construción do Partido Comunista maoísta - Galiza

jueves, 25 de julio de 2013

La dictadura del proletariado: piedra de toque para comprobar el marxismo verdadero y el falso. Tien Chi-sung .

El presente texto esta tomado del blog Crítica Marxista-Leninista



Piedra de toque para comprobar
el marxismo verdadero y el falso
Tien Chi-sung 

En la prolongada lucha contra el revisionismo de la II Internacional, Lenin persistió, defendió y desarrolló la teoría marxista sobre la dictadura del proletariado. Señaló cristalinamente: “Quien reconoce solamente la lucha de clases no es aún marxista, puede mantenerse todavía dentro del marco del pensamiento burgués y de la política burguesa. Limitar el marxismo a la doctrina de la lucha de clases significa cercenar el marxismo, tergiversarlo, reducirlo a algo aceptable para la burguesía. Sólo es marxista quien hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado. En ello estriba la más profunda diferencia entre un marxista y un pequeño (o gran) burgués ordinario. Esta es la piedra de toque en la que deben comprobarse la comprensión y el reconocimiento reales del marxismo.” (El Estado y la revolución). Al estudiar las importantes instrucciones del Presidente Mao sobre el problema de la teoría, debemos estudiar a conciencia esta enseñanza de Lenin y hacer un buen trabajo para realizar mejor el movimiento de crítica a Lin Piao y Confucio, combatir y prevenir el revisionismo, consolidar la dictadura del proletariado y prevenir la restauración del capitalismo.

La esencia de la teoría burguesa sobre la lucha de clases 

Lenin señaló que la teoría de la lucha de clases había sido creada por la burguesía antes de Marx. Mucho antes de la aparición del marxismo, historiadores burgueses habían descrito el desarrollo histórico de la lucha de clases y economistas burgueses habían hecho el análisis económico de las clases. A principios del siglo XIX, los historiadores burgueses Thierry, Mignet, Guizot y Thiers, del periodo de la restauración en Francia, indicaron en sus obras históricas que la revolución inglesa del siglo XVII y la revolución francesa del siglo XVIII fueron luchas de clases desatadas por la burguesía contra la aristocracia feudal. Partiendo de la posición burguesa, condenaron los privilegios de la aristocracia feudal y revelaron la inevitabilidad histórica de que la burguesía derribaría la dominación feudal y establecería su propio poder. Entre fines del siglo XVIII y principios del XIX, los economistas burgueses representados por Turgot, de Francia, quien abogaba por dar énfasis a la agricultura, y por Adam Smith y David Ricardo, economistas clásicos de Inglaterra, diferenciaron a las clases en la sociedad conforme a las distintas fuentes de los ingresos económicos de la gente. Señalaron que la sociedad capitalista estaba compuesta de la clase obrera, la clase capitalista y la clase terrateniente. Con su análisis basado sobre tres tipos de ingresos –salarios, ganancias y rentas–, pusieron al descubierto en cierto grado el antagonismo entre los intereses económicos de estas tres clases y expusieron de modo preliminar las causas económicas de las contradicciones de clase y la lucha de clases en la sociedad capitalista. 

La teoría de la lucha de clases, creada por los historiadores y economistas burgueses a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, tenía cierto carácter progresista histórico en su época, pero se basaba en el idealismo histórico. Ellos no entendían que la existencia de las clases va unida a determinadas fases históricas en el desarrollo de la producción y está decidida por las últimas; negaban que fuera necesaria la lucha de clases en la sociedad capitalista y que la lucha de clases sea la fuerza motriz del desarrollo histórico de la sociedad humana. Así que no podían descubrir las leyes del desarrollo de la lucha de clases. Por lo tanto, lo que reconoce la burguesía no es otra cosa que la lucha de clases que ella libra para oponerse a la aristocracia feudal y establecer la dictadura de la burguesía. En cuanto a la lucha de clases realizada por el proletariado contra la burguesía en la sociedad capitalista, ella la considera permisible sólo cuando esta lucha no vaya más allá de los límites permitidos por los intereses de la burguesía. Así, una vez que esta lucha haga daño a los intereses fundamentales de la burguesía, ésta reprimirá cruelmente al proletariado recurriendo a medios violentos. Esto testimonia que la burguesía niega en lo fundamental la lucha de clases que realiza el proletariado para derribar el sistema capitalista, y la dictadura del proletariado. La teoría burguesa sobre la lucha de clases sirve completamente para defender y consolidar la dictadura burguesa y no puede perjudicar en lo más mínimo el sistema capitalista. La “democracia parlamentaria”, la “libertad” y la “igualdad” de que alardea la burguesía son puramente hojas de parra que encubren la naturaleza clasista de la dictadura burguesa y una dosis narcótica encaminada a quebrantar la voluntad revolucionaria de combate del proletariado. 

El marxismo considera que la lucha de clases
conduce necesariamente a la dictadura del proletariado 

El marxismo es la teoría científica de la revolución proletaria. Representa a los intereses fundamentales del proletariado y se diferencia de la teoría burguesa en su naturaleza. El marxismo sostiene que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas en el desarrollo de la producción. Esto significa que las clases no existían desde siempre ni existirán para siempre. Tienen su propio curso histórico de surgimiento, desarrollo y extinción. Las clases, que nacieron junto con la aparición de la propiedad privada de los medios de producción, se eliminarán con la llegada de la sociedad comunista. Y en una sociedad de clases, las clases antagónicas entablan inevitablemente una lucha a muerte debido a sus intereses políticos y económicos diametralmente opuestos. Esta lucha de clases es la fuerza motriz que promueve el desarrollo histórico de la sociedad de clases. Esto es así tanto para la sociedad esclavista y la sociedad feudal como para la sociedad capitalista. De acuerdo con las leyes de desarrollo que rigen la lucha de clases, Marx analizó las contradicciones fundamentales de la sociedad capitalista y sacó la famosa conclusión de que “la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado. (Marx a J. Weydemeyer). El marxismo considera que la cruel explotación del trabajo asalariado por parte del capital y el desarrollo de las grandes industrias capitalistas han dado nacimiento al proletariado, la clase revolucionaria más grande en la historia de la humanidad. La misión histórica del proletariado consiste no sólo en derrocar la dominación burguesa, sino en eliminar a todas las clases y todos los sistemas de explotación y realizar finalmente el gran ideal del comunismo. Esta es la condición indispensable para la completa emancipación del proletariado. Con miras a cumplir esta gran misión histórica, el proletariado debe llevar a cabo una revolución violenta, destruir por completo el aparato estatal de la burguesía y establecer la dictadura del proletariado, utilizar esta dictadura como arma poderosa, llevar hasta el fin la lucha de clases contra la burguesía y preparar las condiciones para la realización del comunismo.


De aquí se ve que el marxismo no sólo reconoce la lucha de clases, sino que la combina estrechamente con la teoría de la dictadura del proletariado. La teoría marxista de la lucha de clases es parte inalienable de la teoría marxista de la dictadura del proletariado. Al referirse a la lucha de clases antes de conquistado el Poder político, los marxistas tienen por objetivo mostrar que es inevitable y necesario que el proletariado tome el Poder mediante las armas y establezca la dictadura proletaria. Al hablar de la lucha de clases después de conquistado el Poder, los marxistas tienen por objetivo consolidar y fortalecer la dictadura del proletariado, llevar hasta el fin la revolución socialista y, finalmente, eliminar las clases. La diferencia fundamental entre el marxismo y la teoría burguesa no reside en reconocer o no la lucha de clases, sino en reconocer o no la dictadura del proletariado. La teoría de la dictadura del proletariado es la quintaesencia del marxismo, y también un signo básico por el cual el marxismo se diferencia de todas las demás teorías burguesas. Quien reconoce solamente la lucha de clases no es aún marxista, puede mantenerse todavía dentro del marco del pensamiento burgués y de la política burguesa. Sólo es un marxista quien hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado 

Los revisionistas traicionan la dictadura del proletariado 

Reconocer u oponerse a la dictadura del proletariado constituye una línea divisoria entre el marxismo y el revisionismo. Siendo agentes de la burguesía dentro del partido político del proletariado, los revisionistas ostentan la bandera del marxismo para oponerse a la esencia revolucionaria del marxismo. Son renegados de este último. La expresión de su traición al marxismo está concentrada en su oposición a la dictadura del proletariado, que es un problema de importancia fundamental. Los revisionistas de la II Internacional con Kautsky como su representante, tergiversaron el marxismo desde el ángulo oportunista. Limitando el marxismo a la teoría de la burguesía sobre la lucha de clases, Kautsky separó la dictadura del proletariado de la lucha de clases y contrapuso la una a la otra. Pregonó que el punto más esencial de la teoría marxista es la lucha de clases y no la dictadura del proletariado. Atacó además a la dictadura del proletariado diciendo que ésta “elimina la democracia” y es una “tiranía”. Abogó por “conquistar el Poder del Estado ganando la mayoría en el parlamento”, se opuso a la revolución violenta, “circunscribió el terreno del reconocimiento de la lucha de clases al terreno de las relaciones burguesas” (Lenin, El Estado y la revolución) y negó la inevitabilidad objetiva del establecimiento de la dictadura del proletariado. Después del triunfo de la Revolución de Octubre, el propio Kautsky, quien había clamado que el punto más esencial de la teoría marxista era la lucha de clases, dio un viraje de 180 grados, haciendo todo lo posible para negar la existencia de las clases y la lucha de clases en la Unión Soviética después de la Revolución de Octubre. Dijo disparatadamente que “los capitalistas y los grandes terratenientes ya no existen como clases después de ser expropiados” y que “una vez perdido su Poder, obedecerán de buena fe a la mayoría proletaria”. Al actuar así, pregonó abiertamente la teoría de la extinción de la lucha de clases y negó que sea indispensable la dictadura del proletariado sobre la burguesía. Por eso, Lenin censuró a Kautsky calificándolo de “un modelo de tergiversación del marxismo, del que de hecho se reniega ignominiosamente, aunque se le acate hipócritamente de palabra. (El Estado y la revolución). 

Heredando el manto de Kautsky, la camarilla revisionista soviética niega la existencia de la lucha de clases en el periodo del socialismo. Para encubrir su dictadura burguesa, dictadura fascista, vocifera que “ya no es necesaria en la Unión Soviética la dictadura del proletariado” y da publicidad a la falacia del “Estado de todo el pueblo”. Esto constituye una traición descarada e ignominiosa a la dictadura del proletariado. Va más lejos que su antecesor Kautsky. Liu Shao-chi y Lin Piao también entonaron las mismas cantinelas. Pregonaron a los cuatro vientos las falacias revisionistas tales como la teoría burguesa de la naturaleza humana, la teoría de la extinción de la lucha de clases y la teoría de las fuerzas productivas, teorías todas en contra de la dictadura del proletariado. Al pregonar a más no poder la doctrina de Confucio y Mencio, Lin Piao y su pandilla vociferaron que “quien se apoya en la virtud prosperará; quien se apoya en la fuerza perecerá” y disparataron que “si dos partes luchan entre sí, nace la hostilidad; si están en paz, llega la amistad”, oponiéndose frenéticamente a la lucha del proletariado contra la burguesía e intentando vanamente liquidar la dictadura del proletariado. 

En su “Esquema de la ‘obra 571’”, plan destinado a montar un golpe de Estado armado contrarrevolucionario, Lin Piao y sus seguidores atacaron malignamente a la dictadura del proletariado de nuestro país calificándola de “autocracia feudal”; maldijeron rechinando los dientes que la máquina estatal de la dictadura del proletariado es una “máquina moledora de carne”. Formularon amargas quejas a favor de todos los enemigos de clase que habían sido derribados por el puño de hierro de la dictadura del proletariado, clamando en el esquema por liberarlos a todos políticamente. Todo esto muestra que no se detienen ante nada para descargar su odio inveterado hacia la dictadura del proletariado. A fin de cuentas, la traición a la dictadura del proletariado es la característica común más esencial de todos los revisionistas, desde Kautsky y la camarilla renegada revisionista soviética hasta Liu Shao-chi y Lin Piao, por mucho que cambiaran de tácticas. Antes de que el proletariado conquiste el Poder, los revisionistas limitan el marxismo a la teoría de la lucha de clases y se oponen al establecimiento de la dictadura del proletariado; después de la toma del Poder por parte del proletariado, niegan la lucha de clases y se oponen a que el proletariado ejerza su dictadura sobre la burguesía. Precisamente como dijo Lenin al criticar a Kautsky, “el oportunismo no extiende el reconocimiento de la lucha de clases precisamente a lo más fundamental, al periodo de transición del capitalismo al comunismo, al periodo de derrocamiento de la burguesía y de completa destrucción de ésta” (El Estado y la revolución). El revisionismo es el enemigo mortal de la dictadura del proletariado. 

La teoría marxista de la dictadura del proletariado ha sido creada y desarrollada en el curso de la lucha contra el revisionismo y las tendencias ideológicas burguesas de toda índole. En el curso de combate que recorrieron para crear la teoría marxista, Marx y Engels siempre prestaron suma importancia a la teoría de la dictadura del proletariado. En su lucha contra el revisionismo de la II Internacional, Lenin persistió en la teoría marxista sobre la dictadura del proletariado y desarrolló el marxismo llevándolo a la etapa del leninismo. Al dirigir a todo el Partido en la lucha contra el revisionismo dentro y fuera del país, el gran líder del pueblo chino el Presidente Mao ha heredado, defendido y desarrollado la teoría de la dictadura del proletariado, ha planteado la doctrina de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado y ha trazado para el Partido una línea básica en toda la etapa histórica del socialismo. Después de la fundación de la Nueva China, el Presidente Mao ha iniciado y dirigido una serie de movimientos políticos, especialmente la Gran Revolución Cultural Proletaria y el movimiento de crítica a Lin Piao y Confucio, resolviendo así en la teoría y práctica el problema de cómo consolidar la dictadura del proletariado y prevenir la restauración del capitalismo. 
 
La experiencia histórica del movimiento comunista internacional y la lucha entre las dos líneas dentro del partido nos dicen: El problema de la dictadura del proletariado ha sido siempre un foco de la lucha entre el marxismo y el revisionismo; reconocer u oponerse a la dictadura del proletariado constituye la piedra de toque para comprobar el marxismo verdadero y el falso. Sólo es un marxista auténtico quien reconozca la dictadura del proletariado. Para persistir en la dictadura del proletariado, los miembros del Partido Comunista y los revolucionarios deben comprender la teoría del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung sobre la dictadura del proletariado; y para asimilar esta teoría se requiere estudiar a conciencia esta teoría. El Presidente Mao ha señalado recientemente: “¿Por qué Lenin hablaba de la necesidad de ejercer la dictadura sobre la burguesía? Este problema es preciso tenerlo claro. La falta de claridad al respecto conducirá al revisionismo. Hay que hacerlo saber a toda la nación”. Actuando de acuerdo con esta enseñanza del Presidente Mao, el pueblo de todo el país está estudiando concienzudamente la teoría de la dictadura del proletariado con el fin de aumentar su capacidad de distinguir el marxismo auténtico del falso y persistir en llevar hasta el fin la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. 
Eruditos burgueses
sobre las clases y la lucha de clases
Material de referencia 

En su carta a Weydemeyer fechada el 5 de marzo de 1852, Marx dijo: “Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto el desarrollo histórico de esta lucha de las clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas”. 

Descripciones de historiadores burgueses

Los historiadores burgueses a que se refirió Marx eran principalmente Guizot, Thierry y Mignet en el periodo de restauración de los Borbones de Francia tras la caída de Napoleón. Para satisfacer las necesidades de la lucha de la burguesía contra la clase terrateniente feudal a comienzos del siglo XIX, estos historiadores describieron el desarrollo histórico de la lucha de clases desde el ángulo burgués. Al mismo tiempo que reconocían la existencia de la lucha de clases y el derecho del tercer estado de derribar a la aristocracia feudal, negaban las contradicciones existentes en el seno del tercer estado y la necesidad de la lucha del proletariado contra la burguesía. Las obras principales de Guizot fueron Historia de la revolución inglesa, Historia de la civilización en Europa e Historia de la civilización en Francia; las de Thierry, Diez años de estudios históricos, Ensayo sobre la historia de la formación y progreso del tercer estado e Historia de la conquista de Inglaterra por parte de los normandos, y la de Mignet, Historia de la revolución francesa. 

Guizot se dedicó al estudio de la época después de la caída del Imperio Romano y declaró que las relaciones agrarias eran el fundamento de la historia. Dijo “A fin de comprender las instituciones políticas, debemos estudiar los diversos estratos existentes en la sociedad y sus relaciones mutuas. A fin de comprender estos diversos estratos sociales, debemos conocer la naturaleza y las relaciones de la propiedad de la tierra”. “Las formas de gobierno” eran, en su opinión, determinadas por la “condición civil del hombre” y las relaciones de propiedad eran la causa de la lucha de clases. Aunque aprobaba entusiastamente la lucha de clases librada por la burguesía contra la aristocracia feudal, temía mortalmente la lucha de clases que realizaba el proletariado contra la burguesía. Luego de la rebelión del proletariado parisiense en junio de 1848, Guizot escribió en su obra Sobre la democracia: “¡Paz domestica, paz entre los ciudadanos de las diversas clases y paz social! ¡Esta es la demanda más apremiante de Francia, ésta es la voz de la salvación!”. Al hacer lo imposible por probar que todas las clases existentes en Francia eran elementos naturales y de origen profundo en la sociedad francesa, tenía por objetivo crear una base teórica para la eliminación de la lucha del proletariado contra la burguesía. 

Thierry presentó la historia de la revolución inglesa como una historia de la lucha de la burguesía contra la nobleza. Dijo: Durante la primera revolución burguesa en Inglaterra en el siglo XVII, “los ejércitos se estuvieron agrupando, uno en nombre de la haraganería y la autoridad, el otro en nombre del trabajo y la libertad. Todos los haraganes, sea cual fuere origen, todos los que buscaban en la vida sólo el disfrute, asegurado sin el trabajo, se reunieron bajo la bandera real, defendiendo los intereses similares a sus propios intereses; y al contrario, los de los descendientes de los antiguos conquistadores, que entonces se ocupaban de la industria, ingresaron al partido de los comunes”. Percibiendo que la lucha entre la facción presbiteriana y la facción católica era una lucha que los partidos políticos llevaban a cabo por los intereses de las diversas clases respecto a su propiedad, escribió: “Para ambas partes la guerra fue desatada por sus intereses positivos. Cualquier otra cosa era externa o un pretexto”. 

            Similarmente, Thierry se opuso también a la lucha del proletariado contra la burguesía. A su juicio, los intereses clasistas del proletariado eran estrechos, mientras los del tercer estado eran amplios; porque el tercer estado abarcaba a toda la nación menos la nobleza y el clero. Sostuvo que las consecuencias derivadas de la lucha de clases de la burguesía eran buenas, en cambio la lucha del proletariado contra la burguesía destruía completamente la seguridad social. Marx hizo una excelente exposición y crítica de este punto de vista de Thierry cuando dijo en una carta a Engels: “Es notable cómo se indigna en su prefacio este caballero, el padre de la ‘lucha de clases’ en la historiografía francesa, por las ‘nuevas personas’, quienes ven ahora un antagonismo entre la burguesía y el proletariado y claman por detectar las trazas de este antagonismo incluso en la historia del tercer estado anterior a 1789. Él gasta muchas energías en probar que el tercer estado incluye a todos los rangos y estados sociales excepto la nobleza y el clero, y que la burguesía desempeña su papel como representante de todos estos elementos.”  

Analizando la causa de la revolución francesa de 1789, Mignet concluyó que ella residía en los diferentes intereses materiales de las diversas clases en la sociedad. Al exponer el hecho de que las luchas entre los diversos tipos de partidos políticos durante la revolución daban expresión a las contradicciones de los intereses de las diversas clases, dijo: Los intereses de la aristocracia se oponían a los del partido nacional. Y los nobles y el clero superior que formaban la derecha en la Asamblea, siempre combatían a este partido excepto en algunos días de alta excitación. Mantuvo que la historia entera de la revolución francesa servía para explanar la fórmula del progreso de la sociedad civilizada: los cambios atacan los intereses, los intereses derivan partidos y los partidos inician combates. Hostil a las acciones revolucionarias de la Comuna de París, Mignet calumnió la lucha de los pequeños artesanos, los aprendices y los obreros contra la burguesía como acciones temerarias de los plebeyos. Esto desenmascaró plenamente su posición burguesa. 


Análisis de las clases por economistas burgueses 

Los economistas burgueses mencionados por Marx eran principalmente el fisiócrata francés Turgot y los economistas clásicos ingleses Adam Smith y David Ricardo. Turgot sostuvo que la labor agrícola era la única fuente de toda la riqueza y la base natural y el prerrequisito para la operación independiente de todas las demás formas de trabajo. Su obra principal es Reflexiones sobre la formación y la distribución de las riquezas. Smith y Ricardo fundaron y completaron el sistema de la economía política británica. El primero, cuya obra principal es Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, por primera vez elucidó sistemáticamente el contenido esencial de la economía política. El segundo, después de Smith, explicó los dominios principales de la economía política, pero no adquirió una comprensión clara del doble carácter del trabajo, confundió el valor con el precio de costo y la fuerza de trabajo con el trabajo, y no logró revelar la esencia de la plusvalía. Su obra principal es Principios de la economía política y la tributación. 

Antes de Turgot, el fundador de la fisiocracia, Quesnay, dividió las clases en la sociedad en tres categorías a saber: la clase productiva, la clase de propietarios de tierra y la clase no productiva. Los fisiócratas opinaron que el trabajo agrícola era la base natural y el prerrequisito para la operación independiente de todas las otras formas de trabajo y que, por lo tanto, únicamente los productores agrícolas eran la clase productiva y los productores industriales no lo eran. Con una mayor comprensión de la estructura de clases de la sociedad capitalista, Turgot aceptó y suplementó los puntos de vista de Quesnay. Dividió a la clase productiva en obreros agrícolas y capitalistas agrícolas y a la clase no productiva en obreros y capitalistas industriales. Sobre esta base explicó qué era el capitalista y qué era el obrero asalariado. Dijo que los empresarios manufactureros y los maestros artesanos, todos los propietarios de considerable capital, lo transforman en valor por medio de pagos adelantados para hacer trabajar a otros. Consideró al obrero asalariado como “el trabajador puro que tiene solamente sus manos y su laboriosidad, no tiene nada a menos que logre vender su trabajo a otros”. 

Dando un gran paso adelante en la cuestión de la diferenciación de clases en comparación con los fisiócratas, Smith, por primera vez en la historia de la economía política, describió de manera relativamente correcta la estructura de clases en la sociedad capitalista, opinando que en la sociedad civilizada, los terratenientes, los obreros y los capitalistas eran las tres clases básicas que formaban la sociedad. Hizo una distinción entre tres tipos de ingresos básicos, es decir, renta, salario y ganancia, los cuales correspondían a las tres clases. Todos estos tres tipos de ingresos integraban el ingreso nacional total, mientras el resto de los ingresos se derivaba finalmente del ingreso de las tres clases básicas. Smith sostuvo que de los tres tipos de ingresos básicos en la sociedad capitalista, sólo el salario era ingreso del trabajo. Partiendo del concepto de que el valor estaba determinado por el trabajo consumido, sostuvo que la ganancia era el valor creado por los obreros asalariados a través de su trabajo no pagado. Consideró la ganancia como resultado de la separación entre los productores que participaban directamente en la producción y sus condiciones de trabajo, y como resultado de la oposición entre las condiciones de trabajo como capital y los trabajadores, y sostuvo que la fuente de la ganancia era el excedente del valor creado por el trabajo de los obreros luego de restar la parte del valor pagado como su salario. Por eso Marx señaló: “Él [Adam Smith] ha reconocido el verdadero origen de la plusvalía” (Teorías de la plusvalía). 

 Igual que Smith, Ricardo señaló que la sociedad capitalista estaba compuesta de la clase obrera, la clase capitalista y la clase terrateniente, y que el salario, la ganancia y la renta eran tres tipos de ingresos básicos. Tomando la posición burguesa, Ricardo por una parte consideró las relaciones capitalistas como las únicas relaciones naturales racionales y eternas y por la otra no pudo sino admitir que el modo de producción capitalista estaba basado sobre la confrontación de los intereses de las diversas clases. Investigó la correlación entre la renta, la ganancia y el salario. A sus ojos, a la baja de la renta y el salario corresponde el aumento de la ganancia; cualquier cosa que cause un incremento del salario del trabajo tiende a bajar la ganancia del capital. 

Refiriéndose a que Ricardo tomaba el valor del trabajo como la base para comprender las relaciones intrínsecas del modo de producción capitalista, Marx dijo: “Estrechamente ligado con este merito científico está el hecho de que Ricardo expone y describe la contradicción económica entre las clases, como lo muestran las relaciones intrínsecas, y de que, en consecuencia, la economía política percibe, descubre la raíz de la lucha y del desarrollo históricos” (Teorías de la plusvalía). 

¿Por qué los eruditos burgueses
podían reconocer la lucha de clases? 

Hacia fines de la sociedad feudal y durante un periodo posterior al nacimiento de la sociedad capitalista, la burguesía efectuó una lucha prolongada y violenta para destruir las relaciones feudales de producción y la dominación reaccionaria de la clase terrateniente feudal, reprimir la resistencia y las actividades restauracionistas de la clase terrateniente derribada, establecer y consolidar la dictadura de la burguesía y desarrollar las relaciones capitalistas de producción. Para adecuarse a las necesidades políticas de la burguesía durante este periodo y exponer el reemplazo inevitable del feudalismo por el capitalismo y el de la dominación de la clase terrateniente feudal por la dominación burguesa, los historiadores burgueses describieron el desarrollo histórico de la lucha de clases y los economistas burgueses hicieron análisis económicos de las diversas clases. La teoría de la lucha de clases creada por estos eruditos estaba, en esencia, destinada a defender el sistema capitalista. Por lo tanto, cuando las contradicciones entre el proletariado y la burguesía se hacían cada vez más agudas, ellos negaban invariablemente la inevitabilidad de las contradicciones y la lucha entre las dos clases. 

Ya que la teoría de la lucha de clases de los eruditos burgueses está basada en el idealismo histórico, no podían comprender que la existencia de las clases es un fenómeno histórico, que va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción y que está determinada por el desarrollo de la producción. Negaban la necesidad de la lucha de clases en la sociedad capitalista y la necesidad de la lucha del proletariado contra la burguesía y no podían comprender correctamente que la lucha de clases es la fuerza motriz del desarrollo histórico de la sociedad desde la desintegración de la sociedad primitiva, ni descubrir la ley objetiva del desarrollo de la lucha de clases. 

Marx dijo: “En cuanto a mí, no me cabe el mérito de haber descubierto ni la existencia de las clases en la sociedad moderna ni su lucha entre sí”. “Lo nuevo que yo he aportado ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado; 3) que esta dictadura no constituye de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases. En el Estado y la revolución Lenin señaló: “En estas palabras, Marx consiguió expresar de un modo asombrosamente claro dos cosas: primero, la diferencia fundamental y cardinal entre su doctrina y las doctrinas de los pensadores avanzados y más profundos de la burguesía, y segundo, la esencia de su teoría del Estado”. 

Fuente: Pekín Informa del 21 de mayo de 1975.