viernes, 27 de mayo de 2011

Estado español: Lucha de lineas, mamotretos y desinformación (2)




ESTADO ESPAÑOL: Una respuesta inicial al MAI .

Primera parte.
Los compañeros y compañeras del MAI, y les llamamos así por cortesía, concientes de que las contradicciones que nos enfrentan, adquieren cada vez mas un carácter antagónico, han emitido un denso documento para hacer frente a un articulo titulado “Oportunismo de traficantes” del camarada M. Alonso, articulo que los autores o autor de la repuesta del MAI, con una ira apenas contenida, califican de “safio y sin contenido”

Parece que el “articulito” del camarada Alonso, para Correo Vermello, da de lleno en el blanco en que imposturas y tesis con las que se presenta el MAI ante otros colectivos u organizaciones comunistas en el Estado y a nivel internacional.

Afirman, y es cierto, que conocen de antiguo el trabajo de los gallegos de Correo Vermello, pues  distribuimos, entre diversas publicaciones revolucionarias, “El Martinete” cuando este, de contenido muy heterogéneo,  descubría, gracias a camaradas cercanos al PCP o “Insignia Roja”, las guerras populares y el carácter de tercera y superior etapa del Maoísmo en la ideología proletaria.

Todo esto, hasta la llegada al MAI de un grupillo de “pensadores” que logra dinamitar todo el trabajo realizado, incluido el proyecto de reconstitución del PCR.  
Grupillo que desde un principio centro sus ataques, en forma de “izquierda,” contra el MRI, probado centro internacional de los comunistas revolucionarios, el único que asume el Maoísmo como tercera y superior etapa. No es una casualidad, que sean los mismos autores de la tesis del “Fin del ciclo de octubre” que justifica, en su supuesto balance, el fin de la época de la revolución proletaria y los “limites” del marxismo para el análisis. Ahora afirman que esto es el resultado de profundizar en la “teoría del Recodo” supuestamente elaborada por el PCP. Ya volveremos sobre esta cuestión, para demostrar el nivel de manipulación al que llegan estos compañeros.

Por esto resulta, aun más ridículo, acusarnos, a Correo Vermello, de voceros del llamado pos-maoísmo de Prachanda-Bhattarai, Avakian-Lotta,  que sostienen esas mismas tesis revisionistas, del fin del ciclo revolucionario, de la imposibilidad de la misma, llamándolas de otras maneras, “Nueva síntesis”, “Socialismo del siglo XXI” y otras.
Mas parece mas un caso de trasferencia patológica, propia de desordenes  psicológicos que un argumento político.

Los maoístas en el Estado español, la lucha de líneas en la crisis del MRI y el oportunismo derechista en Nepal.

Para situar mejor el debate, conviene recordar que, en los 80, desde la aparición de los primeros contra-ataques contra la furiosa ofensiva de Hoxha contra el legado de Mao Tse-tung,  en el Estado español a cargo entre otros del Grupo de Defensa del m-l  se fue configurando una nueva organización la ULM-L que fue pionera, junto a otros destacamentos internacionales, hoy desparecidos o con una deriva revisionista, en hacer balances sobre la restauración revisionista en China y la importancia de los aportes de la GRCP y de Mao Tse-tung. Muchos de ellos influenciados por el PCR-EE.UU, que por entonces no había caído en el campo del revisionismo.

A nivel internacional en 1984 la conferencia de trece partidos y organizaciones comunistas, firmaron la Declaración de que daba origen al MRI como nuevo agrupamiento de los comunistas m-l-pensamiento Mao Tse-tung*.  Abriendo una nueva etapa en los en el avance de hacer del Maoísmo mando y guia de la Revolución Proletaria Mundial. En todo ello, jugo un papel decisivo el Partido Comunista del Perú y la guerra popular iniciada el 17 de mayo del 1980.

Desde entonces se han desarrollado diversas batallas contra el revisionismo en su forma liquidadora o dogmática, con mayor o menor acierto, por parte de diversos núcleos maoístas, que en el Estado español, han tratado de asumir las tareas de la reconstitución de la vanguardia proletaria..

Una de las tareas de los comunistas revolucionarios es el internacionalismo proletario, el apoyo a los procesos de guerra popular en el mundo, Perú, Nepal, India, Filipinas… y la defensa de dirigentes presos o perseguidos como el Dr. Abimael Guzmán Reinoso (Pdte. Gonzalo) o José Maria Sisón.


Es de señalar que el “archi-internacionalista”  MAI, se negó a participar en la campaña del Comité Internacional de Emergencia para la Defensa de la vida del Dr. Abimael Guzmán, tratando de sabotear en todo momento sus tareas. Catalanes, cantabros y gallegos trabajaron firmemente en estas tareas participando incluso, los catalanes, en la primera delegación internacional del CIE a Lima para conocer la situación del Pdte. Gonzalo.

Estos son hechos, que pueden ser contrastados con publicaciones de la época, Un Mundo que Ganar, El obrero revolucionario, Contradicción Etc.

Bien, ahora señalemos como el estilo de trabajo de los compañeros y compañeras del MAI es preferir” el trabajo de laboratorio al trabajo de campo” (la alquimia vs lucha de clases) sin percibir que este ultimo es la clave del conocimiento. Claro, que bajar del Olimpo, practicar el marxismo, conlleva a cometer errores, avances y retrocesos. 

Creemos necesario que relean o lean a Mao en ¿De donde provienen la ideas correctas?(1) 

¿O acaso esto forma parte del maoísmo periclitado, que no se puede tener en cuenta según de su Balance y que reiteran en su mamotreto?

También podrían re-descubrir la teoría del conocimiento del materialismo dialéctico en la Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS”,Cap. IV (2)

Pero Sres. del MAI si no estan de acuerdo, acaben de arrojar por la borda el materialismo dialéctico e incorpórense al pos-maoísmo de la Nueva Síntesis  o si prefieren, a los “permanentes e inmutables principios” de la CIPOML, pero dejen de traficar con el marxismo-leninismo-maoísmo. Únanse con sus brillantes teorías a los “Nuevos Polos” eclécticos, pero basta de intoxicar, de confundir. Simplemente pueden situarse en el límite del campo de la revolución, desde fuera del marxismo, pero si continúan por este camino tendrán nuestra permanente y públicamente denuncia.

No ocultamos nuestros errores, practicamos crítica y autocrítica.
¡No tememos ser troceados!

Los debates mantenidos con los camaradas de la UOCm-l-m, en el marco de la camaradería que debe imperar entre comunistas, nos sirvieron para ver como nuestra visión idealizada y carente de documentos oficiales con traducciones fiables,  nos llevo a asumir la defensa de la dirección de Prachanda y no comprendimos el carácter capitulador de su línea. Si es cierto y hemos hecho autocrítica, pero de este problema, nuestro nivel de comprensión de la traición del 2006, que es comprensión del maoísmo, hemos sacado importantes avances y enseñanzas. Hoy en Nepal se libra una enconada lucha de lineas, aunque de momento prevalece la revisionista.

Conviene señalar que no compartimos, en ningún momento, el silencio del MRI  y su Co.RIM, sobre la linea derechista en Nepal. Esto lo hemos criticado públicamente, eso sí, sin pedir la disolución del MRI.
En el caso del Perú se procedió correctamente a la denuncia de la base ideológica de la LOD. Analisis que no menciona la existencia la “Teoría del Recodo”como tampoco ningún otro documento conocido del PCP. ¿De donde sacaron Uds la misma? Den una respuesta !

Ahora bien, las críticas no públicas, por parte de partidos y organizaciones, deben ser respetadas, son un derecho de las mismas, así como la decisión de hacerlas publicas.
Así procedió el PCCh en la fase inicial de la crítica al revisionismo del renegado Jruvchev y nos parece plenamente correcto, se trataba del Partido de Lenín y Stalín.

¡Somos comunistas y no vociferantes comadres o feriantes.!

Y por supuesto, que los posicionamientos públicos, de organizaciones probadas en la lucha de clases, en la guerra popular, merecen ser estudiados y tenidos en cuenta para tomar posición. No es seguidísimo, es profundizar en las cuestiones a debate.
Durante diez años la guerra popular en Nepal fue un referente para los comunistas revolucionarios en el mundo. Guerra popular conducida por el PCN (maoísta) con sus características propias en la aplicación a las condiciones concretas del mismo. Desde fuera es difícil juzgar el alcance de las decisiones tomadas.
Hoy vemos claramente la traición de la camarilla Prachanda-Bhattarai, pero en el 2006, esto no parecía claro y vuestro documento se semejaba mas a un ataque, desde “la izquierda”, a la Revolución de Nueva Democracia en Nepal que un análisis serio. El imperialismo, hindú, yanqui, Etc. no deja de difamar y desinformar y esto afecta no tanto a los revolucionarios locales, que conocen la autentica situación pues, la viven (evidente pecado de empirismo, claro), como a los que desde otros países apoyamos un proceso revolucionario. Esto es una realidad objetiva y no una desviación nacionalista P/B como Uds. nos achacan. Uds. tan "estudiosos" de la Komintern debían de conocer los nefastos efectos del dirigismo de la misma, en muchos procesos revolucionarios. Hoy tenemos esa perspectiva histórica ese conocimiento.
Para terminar esta primera parte de nuestra respuesta, aclarar que nosotros nunca hemos “dado ni quitado credenciales de comunismo”, eso lo da la practica política e ideológica y no los “membretes”. Desconocemos de donde han sacado tal conclusión. ¿Sera un silogismo?

Galiza, mayo 2011

Correo Vermello

Notas:

 * Por entonces aun no se había adoptado la definición de maoísmo ni reconocido su carácter de tercera y superior etapa del M-L. Unos lo consideraban un Pensamiento, aplicación a las condiciones de la Revolución China del M-L y otros como el PCP ya definían su aplicación universal y sus aportes, una nueva etapa del pensamiento proletario.

(1) ¿De donde provienen la ideas correctas? mayo 1963.  Mao tse-tung. ELE. Pekín 1974

(2) Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS. ELE. Moscú. 1947


martes, 24 de mayo de 2011

ECUADOR: Resoluciones del V Pleno del CdR del PCE.


El día 21 de mayo del 2011, se llevó a cabo la V Sesión Plenaria del Comité de Reconstrucción del PCE, en la que se realizó el balance sobre la campaña electoral y los resultados, llegándose a las siguientes conclusiones:

EL CAMINO BUROCRÁTICO ES HAMBRE Y OPRESIÓN PARA EL PUEBLO

Colusión y pugna, unidad y lucha, es el camino de las clases dominantes, de la gran burguesía (burocrático/compradora) y de los terratenientes. La unidad es relativa, la lucha permanente. Todos los reaccionarios se unen para defender el capitalismo burocrático; pero a su vez todos ellos pugnan por quien tendrá una mayor tajada en el reparto del pastel, es decir en los contratos con el viejo Estado, los préstamos financieros del imperialismo, etc.

Esta es ley de las clases dominantes y jamás irán contra ella pues es parte de su propia naturaleza reaccionaria.

La gran burguesía y los terratenientes, con la venia de los distintos imperialismos, en la perspectiva de profundizar el capitalismo burocrático en el Ecuador, decidieron convocar a la consulta “popular” del pasado 7 de mayo.

En realidad esta consulta “popular” es un instrumento de las clases dominantes para reforzar su poder en el viejo Estado, zanjar sus disputas internas y frenar con represión y engaño el creciente descontento del pueblo.  ¿Es la primera vez que pasa ello? De ninguna manera. Desde que se creó formalmente la República del Ecuador, las elecciones han sido utilizadas por las clases dominantes en cada época para sostenerse en el poder y oprimir al pueblo. No hay un solo caso que demuestre lo contrario; hemos vivido decenas de procesos electorales, y en todos ellos la burguesía, el oportunismo y el revisionismo de viejo y nuevo cuño, prometían el oro y el cielo a los pobres. Después de afianzarse en el poder con el voto popular, jamás se han dado cambios significativos, solo migajas y unas cuantas obras asistencialistas, pero la riqueza sigue en las manos de algunos cientos de familias poderosas, de grandes burgueses y terratenientes, y en las de toda una cadena de lacayos y parásitos que sostienen el aparato burocrático-militar del viejo Estado.

Por eso, acertadamente, el marxismo-leninismo-maoísmo ha definido como el camino burocrático a la democracia burguesa en los países oprimidos, semi-coloniales, semi-feudales como el nuestro.  

El camino burocrático se expresó en la colusión y pugna en las clases dominantes y sus aliados, el revisionismo.

Por un lado, se encuentra la burguesía burocrática, con sus representantes R. Correa, F. Cordero, R. Patiño, G. Mora y otros; su proyecto necesita de los recursos e instituciones del viejo Estado para poder desarrollarse. Del otro lado, están la burguesía compradora, con sus representantes Nebot, Lucio, Noboa, Montufar y otros, quienes defienden básicamente la gran propiedad privada como bancos, empresas comercializadoras, sistemas de transporte y fábricas. Los terratenientes, se encuentran cobijados en una u otra facción burguesa. 

Las clases dominantes en el Ecuador se coludieron en la defensa del viejo Estado: todos ellos buscan que el pueblo no luche por mejores días, que se contente con unas cuantas migajas y sobre todo que acepte dócilmente las políticas del gobierno. El PCE lo ha denunciado oportunamente: Correa y Nebot intercambian insultos, pero ahí mismos están los dos defendiendo sus feudos y enriqueciéndose a costa del trabajo del pueblo.

En este contexto, el SI y el NO fueron claras expresiones burguesas, que se cobijan en un u otro sector de las clases dominantes. Después de todo este circo: ¿cambiarán las condiciones de pobreza de vastos sectores de las masas? Eso no ocurrirá, al contrario, la pobreza y opresión que se vienen son muy fuertes. El desempleo y sub-empleo se mantendrán y/o elevarán, los campesinos pobres siguen sin tierra o con poca tierra y sin fuentes de agua suficientes, los comerciantes minoristas seguirán siendo perseguidos por muchos municipios, la inflación aumentará, inclusive se derrumba el mito burgués de los beneficios de la dolarización, pues esa moneda también se devalúa y de esta manera, en la actualidad con la misma cantidad de dólares se compra menos de la mitad de lo que se podía comprar en el año 2000….es decir el capitalismo burocrático seguirá profundizándose con la venia del imperialismo.


El imperialismo, principalmente EEUU y China, buscan materias primas, mercados y mano de obra barata en el Ecuador por lo que utilizan una gran cantidad de mecanismos para oprimirnos, que van desde el chantaje comercial y financiero hasta los pactos diplomáticos y militares.

La consulta “popular” en definitiva expresó los intereses y necesidades de las clases dominantes y el imperialismo. Por ejemplo, el gobierno se rasga las vestiduras diciendo que la pregunta 10 es para beneficio de los trabajadores, lo cual es falso. El gobierno necesita dinero para seguir enriqueciendo a la burguesía burocrática y mantener su política asistencialista, y la única forma de conseguirlo, aparte de los ingresos petroleros, es fortaleciendo el Banco del IESS. Los fondos del BIESS ya están sirviendo actualmente junto a los capitales imperialistas de China para construir el proyecto Coca-Codo Sinclair, el mismo que servirá a su vez para la minería de las grandes transnacionales y otros proyectos del imperialismo. 

Resulta aún más ridícula la posición en la que quedaron los defensores de la pregunta 8, la de los toros y gallos. El gobierno utilizó hábilmente esta pregunta para engañar a la juventud y asegurarse que vayan a votar. Ahora, el mismo Alcalde de Quito, sirviente de Alianza País, emitió una ordenanza autorizando las corridas de toros con uno que otro cambio. Se comprueba nuevamente la demagogia y clientelismo con la que actúa el gobierno y la vieja derecha.

Inclusive, la vieja democracia burguesa en el Ecuador va sucumbiendo y dando paso a formas fascistas de estructura estatal. El gobierno nacional, en colusión con la vieja derecha, planteó la posibilidad de hacer campaña por el SI o por el NO exclusivamente a los actores políticos nacionales inscritos debidamente en el CNE. Por eso aquellas organizaciones provinciales o gremiales que hicieron campaña por el voto Nulo, y más aun por el no votar, tuvieron que hacerlo de forma semi-clandestina, ya que el viejo Estado no reconoce en modo alguno ese derecho de participación política.

Con el triunfo fraudulento y minoritario del SI, el gobierno, conforme a su política burguesa fascista, aprovechará para legalizar lo que ya venía haciendo desde el inicio de su gestión: acaparar los principales medios de comunicación, coartar toda libertad de expresión y criminalizar la lucha social.

En definitiva, las clases dominantes zanjaron coyunturalmente sus disputas por el reparto del pastel. Ahora seguirán haciendo con más fuerza que antes, lo que saben hacer: explotar el trabajo asalariado, oprimir a los campesinos, perseguir a los comerciantes, despedir a los empleados públicos que no les sean serviles, recortar los derechos políticos del pueblo, etc.

Para legitimar esta consulta fraudulenta y corporativista, las burguesías burocráticas de América Latina, rápidamente se acercaron al gobierno fascista de Correa a “felicitarlo”, tal como lo hicieron Hugo Chávez y Evo Morales, ambos sirvientes del imperialismo y opresores de los pueblos en sus respectivos países.

El papel del revisionismo en la afirmación del camino burocrático

Los Clásicos del Marxismo definieron acertadamente al revisionismo como la “avanzada de la burguesía en las filas del proletariado y del movimiento popular”. El revisionismo de viejo y nuevo cuño, ha venido trabajando durante décadas en torno a sus proyectos burocráticos electorales.

Hablan de la revolución, flamean la bandera roja, hacen una que otra marcha, pero todo esto es exclusivamente con el fin de obtener espacios dentro del viejo Estado y capitalizar el descontento popular en las elecciones burguesas. Desde la época del traidor Pedro Saad, allá en los años de 1945, se vendieron a Velasco Ibarra a cambio de unos cuantos curules y puestos. Saad y su camarilla decían que estaban haciendo la revolución…cuando lo único que hacían es acomodarse ellos mismos y sus familias, tener su grupo de lacayos incondicionales y engañarle al pueblo para que voten por ellos en las elecciones. Ese miserable y traidor camino es el que han venido transitando durante décadas el revisionismo de viejo y nuevo cuño. El viejo partido comunista y los socialistas se hundieron por eso mismo, a lo que se suman otras desviaciones ideológicas y políticas. El revisionismo de nuevo cuño tiene las mismas prácticas.

En esta consulta “popular” los revisionistas se cobijaron bajo una u otra facción de las clases dominantes. Lo hicieron con el cálculo de “crecer” para los próximas elecciones burguesas, las del 2013. Como sirvientes de la burguesía burocrática están el viejo PC y los socialistas. Estos dos grupúsculos revisionistas tratan de legitimar el proyecto fascista y corporativista de Correa a cambio de unos cuantos puestos. Por ejemplo, el “primer secretario” de ese grupo archi-oportunista y policial del viejo partido comunista, Gustavo Iturralde, está ocupando la dirección de la Unidad Financiera Anti-lavado de Activos, para supuestamente “radicalizar el proceso hacia el socialismo”, lo mismo hacen los socialistas en una gran cantidad de puestos públicos que Correa les da a cambio de fidelidad y servilismo absolutos, como son los casos de Rafael Quintero en la Vicecancillería, Lenin Lara en la Gobernación de Esmeraldas, etc.

En el colmo de la demagogia y la traición, en algunas provincias del país, los revisionistas del viejo PC planteaban que al votar SI, se acabarían los terratenientes en el país. ¡¡¡Cuánta falsedad y cinismo de estos podridos revisionistas!!!

En la otra cara de la moneda, cobijados bajo la influencia, los recursos y espacios mediáticos de la burguesía compradora, se encuentran los revisionistas del MPD-PCMLE y Pachakutic, a quienes se les suman los trotskistas y anarquistas.

De todos ellos, quienes expresan de la forma más descarada el oportunismo político es el MPD-PCMLE. Juegan a dos bandos en función de fortalecer su propio proyecto burocrático-electoral.

Dicen estar en la oposición a Correa, sin embargo están co-gobernando con el actual régimen. En el CNE, el CPCCS, la CC, y otras instituciones del viejo Estado, es Alianza País quien tiene la mayoría y el control absoluto. Sin embargo ahí mismo están cumpliendo su papel de administradores del viejo Estado, los revisionistas. Andrea Rivera y David Rosero en el Consejo de Participación Ciudadana simplemente están legitimando la actual reestructuración del viejo Estado como ocurre con la elección del nuevo fiscal Galo Chiriboga, por más que traten de aparentar lo contrario.

Luego tenemos a Marcia Caicedo y Fausto Camacho en el Consejo Nacional Electoral, quienes, pese a las apariencias, sirvieron eficientemente al gobierno fascista para que aplique su consulta y gane. O sino ¿por qué no renunciaron a sus puestos pese a tanta corrupción del CNE y en el que estos dos consejeros no tenían capacidad alguna de maniobra? Simplemente no lo hacen por que del CNE,  los Consejos Provinciales Electorales y del CPCCS viven y se enriquecen decenas de militantes del MPD-PCMLE, todo esto a nombre de la “revolución” y cantando “hasta la victoria siempre”, por ejemplo en Sucumbíos están en el CPE Víctor Cabascango, Iván Piedra y en el CPCCS Leyda Armijos; en Pichincha en el CPCCS, Vanesa Freire, en el CPE María Ángeles Bones, en el CNE Carlos Novillo; en el CPE de Guayas Freddy Cabrera, en el CPE de Imbabura Diego Soto, y así existe una larga lista de revisionistas hoxhistas que viven como parásitos sirvientes del viejo Estado.  Como farsantes que son y premeditadamente, el 7 de mayo, el revisionista Luis Villacís del MPD trató de “mostrarse duro” con Fausto Camacho gritándole en la sede del CNE en medio de un espectáculo digno de las mejores tragi-comedias y con el auspicio de Ecuavisa y Teleamazonas. En este punto, fue la acción de combate y denuncia frontal de nuestro Partido, la que permitió arrinconar y desenmascarar a Marcia Caicedo, quien se mantenía en el anonimato y perfil bajo co-gobernando con Omar Simon de Alianza País durante meses. Después de las denuncias que hizo el PCE en reconstrucción, el revisionismo se vio obligado a dar más protagonismo a esta consejera para tratar de hacer creer a las masas que ellos combaten al gobierno desde el CNE, lo cual como lo comprueban los resultados, es falso y pueril.

El MPD está pagando caro su servilismo a Correa y Alianza País: desde el 2007 el gobierno les viene quitando espacios organizativos y electorales, ya que el discurso y el programa del MPD es en la práctica un discurso y programa socialdemócratas muy similar al  de Correa. Los resultados de Esmeraldas lo comprueban: en esa provincia el MPD tiene la prefectura, la Alcaldía del cantón Esmeraldas, el asambleísta Altafuya, concejales en algunos cantones, la dirección de la UNE y la FESE, y sin embargo gana el SI. Esto se da porque el discurso y las prácticas asistencialistas de esta agrupación revisionista en la práctica se están diluyendo en el discurso socialdemócrata y las prácticas asistencialistas de Alianza País. Luego es visto lo que va a suceder: perderán la Prefectura y/o la Alcaldía como han perdido este tipo de espacios durante décadas en todo el país y seguirán entonces “acumulando fuerzas en el parlamento”. En este mismo camino, quedaron desenmascarados los del GCP que, como sus mismos comunicados lo dicen, estaban tácitamente por el NO y salieron en repetidas ocasiones en la defensa de las tesis oportunistas del MPD, es decir del cretinismo parlamentario. Cada vez es más claro ante las masas juveniles, que el GCP es únicamente el criadero de los futuros guardaespaldas del revisionismo electorero y su fuerza de choque.

En el caso de Pachakutic, se repiten las posiciones oportunistas. Antes que nada, queremos dejar en claro que la lucha no es contra las bases confundidas de dicho partido y mucho menos contra la CONAIE y organizaciones de base del pueblo indígena y de los campesinos pobres. Nuestra lucha anti-revisionista y anti-oportunista es principalmente contra la cúpula de Pachakutic, contra aquellos dirigentes vendidos que en el 2007, 2008 y 2009 crearon una gran confusión en el campo al plantear a las masas que era preferible el gobierno de Correa antes que el “fascismo de Noboa” siguiendo el mismo discurso de los revisionistas del MPD-PCMLE.

En esta consulta “popular”, Pachakutic se ha cobijado con la burguesía compradora y con los terratenientes del país. Aunque muchos dirán que esto es imposible, los hechos lo comprueban. ¿Pachakutic sigue manteniendo la bandera de la conquista de la tierra, es decir de la confiscación del latifundio y su reparto gratuito a los campesinos pobres? No la tuvo nunca ni la tendrá, pues ese no es el objetivo de dicho partido. Cuando nuestra organización visitó las comunidades indígenas y campesinas en este proceso electoral pudo comprobar en la práctica, que el problema de la tierra y del agua son el eje de la pobreza en el campo y que Pachakutic no hace esfuerzos por levantar a las masas bajo estas dos grandes y estratégicas banderas de lucha. En algunas zonas inclusive, los campesinos han planteado que la lucha por la tierra ha sido olvidada por sus dirigentes, más allá de que hablen de la reforma agraria.

En estas condiciones, la cúpula de Pachakutic, ahora se muestra opuesta al gobierno, cuando ayer eran sus mejores aliados, al igual que lo fueron con Lucio.

Este combate al revisionismo y el oportunismo no tendrán éxito sino entregamos las herramientas teóricas y los datos necesarios al pueblo para que éste juzgue la conducta traidora de ciertos políticos que se visten de izquierda pero su práctica es de derecha.

En este sentido ¿por qué Lourdes Tibán no le cuenta a las bases de la CONAIE en Cotopaxi que ella es miembro accionista principal del Comité Empresarial Ecuatoriano Indígena, fundación que recibe fondos de los EEUU? ¿Por qué Luis Macas no rinde cuentas ante las bases sobre porqué cuando era Ministro de Agricultura con Lucio Gutiérrez no hizo el menor esfuerzo por confiscar los latifundios y repartirlos a los campesinos pobres? ¿Por qué Mariano Curicama, prefecto de la provincia de Chimborazo, no le dice al movimiento indígena sobre sus relaciones con Alianza País?

Este es el verdadero rostro del revisionismo de viejo y nuevo cuño en el país, y del oportunismo político.

Los revisionistas apoyaron unos al SI, otro al NO, pero todos ellos se unieron en el discurso de que el pueblo debe ir a las urnas para “ejercer la democracia”. Pasada esta consulta, los revisionistas están armando alianzas en función de las próximas elecciones presidenciales, siendo particularmente evidente, la alianza MPD-PCMLE con Pachakutic, en la perspectiva de ir junto con Alberto Acosta y el movimiento Montecristi Vive (que representa a una sub-facción de la burguesía burocrática salidos de la cúpula de Alianza País por el mal reparto del pastel) para luego reeditar el viejo discurso revisionista de la “acumulación de fuerzas en el parlamento”.

EL CAMINO DEMOCRÁTICO SE AFIRMA Y TIENE BRILLANTES PERSPECTIVAS   

En contraposición al camino burocrático de las clases dominantes y el imperialismo, se afirma el camino democrático del pueblo.

Mientras las facciones burguesas y revisionistas se disputaban a dentelladas los votos entre el SI y el NO, cada cual llevando el agua a su molino, el proletariado y su Partido comienzan poco a poco a caminar en otra dirección.

Frente a una consulta fraudulenta, amañada, viciada de clientelismo; auspiciada por el CNE de Alianza País, controlada por las FFAA, y en definitiva convocada por la gran burguesía, la única táctica correcta fue la de utilizar las elecciones exclusivamente con fines de agitación y propaganda y llamar a no votar.

En este camino, el Partido tenía claro el panorama: esta táctica tiene un carácter estratégico, no meramente coyuntural. Es decir, lo que los comunistas y revolucionarios ecuatorianos vamos desarrollando tiene una perspectiva futura, de ir generando las condiciones subjetivas entre las masas y en medio de esto, levantar un gran movimiento de los sectores oprimidos que ya no vea a la democracia burguesa como una salida a las crisis, sino a la lucha, la organización y el combate.

Los enemigos de la revolución y el pueblo tienen claro esto: para cerrar este camino y asegurarse el voto de las masas en la mira de legitimar este viejo orden de opresión, la burguesía burocrática, junto a la burguesía compradora y el revisionismo de viejo y nuevo cuño, pactaron el alza de la multa para quienes no acudan a votar, subiendo de 12 a 38 dólares; y a su vez, armaron toda una campaña demagógica en torno a que “tu voto decide”, “construimos democracia”, “vive la fiesta cívica electoral”, etc.

Sin embargo de todo esto, el camino democrático se va abriendo espacios entre las masas.

El padrón electoral del CNE tiene inscritos a 11`158.419 votantes. De este porcentaje, 206.255 son ecuatorianos que votan en el extranjero. Restando a los compatriotas que votan en el exterior, tenemos 10`952.164 electores.

De esa población, el 21,67% no acudió a las urnas, es decir 2´373.662 personas. Como seguramente, la burguesía y el revisionismo, y alguna gente confundida planteará que los que no fueron a votar son en su mayoría migrantes, fallecidos y otros casos, el Partido plantea lo siguiente: los ecuatorianos que han migrado a Europa y Norteamérica, básicamente son del austro del país, es decir de las provincias de Cañar, Azuay y Loja. Si quitamos íntegramente los no votantes de esas tres provincias (347.460) del total de no votantes a nivel nacional, nos quedan aún así: 2´026.202 personas.

De estos dos millones de personas que no acudieron a las urnas, el porcentaje de fallecidos inscritos no llega ni al 10%. ¿Entonces, quiénes son básicamente los que no fueron a votar?

Por un lado tenemos a cientos de miles de estudiantes secundarios empadronados en capacidad de votar (entre 16 y 18 años) que producto de la decadencia de la democracia burguesa en Ecuador, no se sintieron representados y motivados para ir a las urnas; en otros casos, los estudiantes que recibieron la voz y la influencia del Partido Comunista del Ecuador en reconstrucción, no fueron a votar conscientes de que con las elecciones nada gana el pueblo. Por otro lado, existe un importante contingente de campesinos pobres, que para ellos poco o nada les sirve la papeleta y que hastiados de tanto engaño, simplemente no fueron a votar. Y finalmente, tenemos un cierto porcentaje de pobladores de los barrios pobres, que por una u otra razón como por ejemplo problemas laborales, económicos o familiares, ese día no fueron a votar. Es decir, el 7 de mayo, la democracia burguesa en el Ecuador recibió un golpe importante, pues no es capaz de arrastrar detrás de sí, ya sea por una causa u otra, a cerca de dos millones de votantes.

En esta perspectiva el camino democrático se afirma, pues vemos crecer una nueva generación de jóvenes, sobre todo estudiantes secundarios, que crecientemente rechazan a los partidos electorales de derecha, reformistas y revisionistas  y a todo el sistema electoral burgués en su conjunto, lo que a su vez se va fraguando entre los campesinos pobres de distintas zonas del Ecuador. Todo esto pese a que el CNE dio charlas en repetidas ocasiones en los colegios fiscales del país y trató de chantajear a los campesinos sobre la base del bono y la entrega de créditos.

En la afirmación del camino democrático es muy positivo, por ejemplo, el resultado en la provincia de Chimborazo: no fueron a votar el 23,8% de los empadronados, esto es el mayor porcentaje de ausentismo electoral de todas las provincias de la Sierra Centro del país. 

En la perspectiva de construir el camino democrático, debemos poner especial atención al voto nulo y blanco. Si bien, este tipo de voto es una opción legal que da el sistema a las masas, se constituyó en una clara muestra de rechazo al SI y al NO como expresiones burguesas en disputa.

Los resultados nacionales arrojan de entre 950.000 a 1´100.000 votos nulos y blancos en las distintas preguntas de la consulta, es decir, entre el 9 y el 10% de electores rechazan tanto al SI del gobierno fascista y corporativista como al NO de la vieja derecha. Inclusive en provincias como Bolívar, el porcentaje de los votos nulos y en blanco llega al 29,3%, como una clara muestra del rechazo al gobierno en esa provincia después del cierre de las armerías, actividad tradicional y productiva que daba trabajo a decenas de miles de pobladores.

En todo caso la población que votó nulo y blanco es un importante sector de masas para trabajarlo.

Si sumamos los dos millones de electores que no fueron a votar, más el millón de electores que si fueron a votar, pero que votaron nulo y en blanco, TENEMOS 3 MILLONES DE PERSONAS QUE DE UNA U OTRA MANERA, EN DISTINTOS NIVELES, RECHAZAN LA DEMOCRACIA BURGUESA EN EL ECUADOR TAL Y COMO ESTÁ PLANTEADA EN LA ACTUALIDAD.

En este sentido es un alto deber del Partido y las organizaciones democráticas y revolucionarias trabajar para que ese porcentaje de las masas, en primer lugar, y quienes votaron por el NO, en segundo lugar y aclarándoles el carácter burgués de la oposición de la vieja derecha contra un gobierno también burgués, avancen en la comprensión de que las elecciones en el capitalismo, no han sido, no lo son, ni serán jamás mecanismo alguno de transformación social, sino al contrario por su forma y su fondo, son en esencia mecanismo de dominación de las clases reaccionarias a los sectores oprimidos.

Más aun, debemos comenzar a difundir entre las masas, las tesis de la Guerra Popular y su aplicabilidad en el Ecuador como parte medular del camino democrático, como la única vía para derrotar a las tres montañas que oprimen al pueblo: el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semi-feudalidad. 

Con optimismo de clase, podemos concluir firmemente que el gobierno de Correa fue derrotado, pues aunque gane el SI con todos los fraudes y manipulaciones, en la práctica esa ganancia es de una minoría de votantes.   

Poco a poco, amplios sectores del pueblo, van saliendo del espejismo seudo-socialista creado por el gobierno con la complicidad de todos los revisionistas; y esto se irá expresando cada vez más en rechazo a los planes y políticas del régimen, en la movilización popular, en el hastió de la política parlamentaria, en la forja de una conciencia nacional anti-imperialista, en la creciente concientización del campesinado pobre en su lucha por la tierra. Como vemos el futuro es brillante para el camino democrático, y se torna más brillante aun, porque en el transitar de este camino se va forjando la unidad de todas las corrientes del marxismo revolucionario en la necesidad histórica de dotarle al proletariado y al pueblo del Ecuador de una sola gran organización comunista, vanguardia revolucionaria organizada, bajo la guía del MAOÍSMO, tercera, nueva y superior etapa del Marxismo.



¡CORREA PIERDE, SE AFIRMA EL CAMINO DEMOCRÁTICO!

¡DURO GOLPE A LA DEMOCRACIA BURGUESA: 2 MILLONES NO FUERON A VOTAR!

¡ENCAUZAR AL VOTO NULO Y BLANCO EN EL CAMINO DEMOCRÁTICO!

¡A SEGUIR RECONSTRUYENDO EL PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR!

¡A FORJAR LA UNIDAD DE LAS CORRIENTES DEL MARXISMO REVOLUCIONARIO!

¡COMBATIR AL REVISIONISMO HASTA APLASTARLO!



COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN

PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR

21 de Mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

INDIA: Comunicado de Prensa del Partido Comunista de la India (maoísta)




info a cura del comitato di sostegno internazionale alla guerra popolare in India
csgpIndia@gmail.com

testo in spagnolo in via di traduzione preso dal blog Odio de Clase

PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)
COMITÉ CENTRAL

Comunicado de prensa
11 de mayo de 2011

¡Por la liberación incondicional de los dirigentes maoístas detenidos en Bihar!
¡Convertir en un gran éxito la Huelga General [“Bharat Bandh”, en hindi] de los días 21 y 22 de mayo en contra de las detenciones de los miembros del Comité Central del PCI (Maoísta), en contra de la actual guerra injusta lanzada por la camarilla que gobierna el país y en contra de la brutal represión de los campesinos de Uttar Pradesh!

El 29 de abril, los organismos de inteligencia central y de los estados de Andhra Pradesh, Bihar, Chhattisgarh, etc., en un ataque perfectamente planificado, detuvieron en la aldea de Barsoi –distrito de Katihar, en el estado Bihar- a siete personas entre las que se encontraban tres miembros del Comité Central de nuestro partido. Entre los arrestados se encuentran los miembros del Comité Central camaradas Pulendu Sekhar Mukherji, alias “Saheb da”; Varanasi Subrahmanyam, alias “Vimal” y “Srikanth”; y Vijay Kumar Arya, alias “Jaspalji”; el camarada Abhimanyu, alias “Umesh Yadav”, Secretario del Buró Regional Uttar Bihar-Uttar Pradesh dependiente del Comité Especial de Zona Bihar-Jharkhand, Choudhury Nokhelal, Syamji Rushi y el dueño de la casa, Anirudh Ravidas. La APSIB [“Andhra Pradesh Special Intelligence Bureau”, en castellano, “Oficina Especial de Inteligencia de Andhra Pradesh”], famosa por cazar y asesinar a revolucionarios, había estado siguiendo los movimientos del camarada Subrahmanyam desde hacía varios meses. A finales de julio del año pasado, estuvo a punto de caer en sus garras. Durante una reunión de nuestros camaradas, los funcionarios de las STF [“Special Task Force”, en castellano, “Comandos de Fuerzas Especiales”] de Bihar los detuvieron gracias a la información facilitada por los organismos de inteligencia central y estatales.

El veterano dirigente maoísta, camarada Pulendu Sekhar Mukherji, de 67 años, conocido en el partido como “Saheb da”, “Gagan da” y “Akash da”, lleva en la dirección del movimiento revolucionario 45 años. Nacido en la ciudad de Calcuta, abandonó sus estudios superiores y se unió a la lucha revolucionaria inspirado por el movimiento Naxalbari. Ha consagrado toda su vida al desarrollo de la Guerra Popular. En su larga carrera revolucionaria, ha contribuido a la construcción del movimiento revolucionario en varios Estados, incluyendo Bengala, y a la realización de esfuerzos sustanciales en pos de la unidad de las organizaciones comunistas y de los auténticos revolucionarios. A pesar de padecer graves dolencias como asma, úlcera y otras enfermedades, siempre ha desempeñado sus responsabilidades con gran fortaleza de espíritu.

El camarada Subrahmanyam, conocido como “Vimal” entre los cuadros de Andhra Pradesh y como “Srikanth” en las filas del partido por todo el país, tras terminar sus estudios superiores en la Universidad de Andhra en Visakhapatnam comenzó a participar en las actividades revolucionarias. En la década de los 70 dirigió el Sindicato Radical de Estudiantes, la Liga Radical de la Juventud y la Singareni Karmika Samakhya [Sindicato de la minería del carbón de orientación maoísta]. Respondiendo al llamamiento del partido, se encaminó al norte de la India donde contribuyó de manera destacada a la construcción del movimiento revolucionario en varios Estados. Es un infatigable trabajador cuya actividad se ha desarrollado a varios niveles y en diversas esferas a pesar de sus graves problemas de salud.

El camarada “Jaspalji” bien conocido entre las masas de Bihar como Vijay Kumar Arya desempeñó un papel crucial en el movimiento revolucionario dirigiendo el movimiento campesino y el área cultural. Durante más de tres decenios ha dirigido el movimiento revolucionario en diversos ámbitos y áreas. También se ha dedicado a la construcción de movimientos de masas.

Los organismos de inteligencia indios, entrenados por agencias de inteligencia extranjeras reconocidas por su infinita crueldad, como la CIA y el Mossad, están entregados a la caza y captura de veteranos dirigentes del movimiento revolucionario. De hecho, son la CIA y el FBI quienes dirigen los organismos de inteligencia de nuestro país. En los dos últimos años, los organismos de inteligencia asesinaron a los camaradas Patel Sudhakar, Sakhamuri Appa Rao y Azad, altos dirigentes a quienes consiguieron capturar. Otros camaradas con responsabilidades de dirección a nivel central y estatal fueron detenidos y encarcelados. Se les imputaron falsos delitos en varios estados y llevan pudriéndose años en las cárceles, sin acceso a la libertad bajo fianza. Los procesos se basan en los falsos testimonios y concluyen con duras penas y sentencias a cadena perpetua. Las dirigentes y militantes son objeto, en especial, de torturas físicas y mentales inhumanas. A camaradas como Sushil Roy, Sheela Didi, Narayan Sanyal, Kobad Gandhi y Amitabh Bagchi, que padecen graves dolencias, se les deniega toda forma de atención sanitaria.

Los imperialistas están intensificando la explotación de los recursos de los países atrasados para salir de las graves crisis a que se enfrenta la economía mundial. Amenazan a aquellos países que no responden favorablemente a sus intereses. Si no se amoldan, les bombardean y les imponen guerras injustas. Las clases dominates indias, feudales y de la burguesía compradora, aunque niegan cualquier efecto de la crisis en la economía del país, se hunden cada día un poco más en ella. Abren las puertas de la economía a la explotación imperialista y aplican las políticas neoliberales con impunidad. Los gobiernos central y estatales han firmado memorandos de entendimiento por valor de miles de millones de rupias con diversas grandes empresas multinacionales y están vendiendo los recursos naturales de nuestro país. En nombre de las Zonas Económicas Especiales [SEZ, en sus siglas en inglés], las centrales de energía nuclear y térmica, las grandes presas, las autopistas, los santuarios naturales, etc., se está despojando de sus tierras al pueblo por la fuerza. Mientras, la destrucción de los bosques, el agua, la tierra y el medio en general está dejando al pueblo, en especial a los adivasis, sin hogar. Ocultos tras estas políticas, los ministros, ministros principales y burócratas se enriquecen en la corrupción a gran escala y evaden miles de millones de rupias con destino a los bancos suizos, convirtiendo en insoportable la vida de los trabajadores, campesinos, empleados y clases medias. Mientras los Tatas, Birlas, Ambanis, Jindals, Mittal, Mahindras, Ruiyas, Neko Jaiswals y Sun Netwoks se dedican a amasar fortunas por valor de billones de rupias, el 77% de la población del país vive con menos de 20 rupias al día. El pueblo de nuestro país está atrapado en un torbellino de problemas tales como las muertes por hambre, las subidas de precios, el desempleo, los desplazamientos de poblaciones, las enfermedades y la desnutrición. Las clases dominantes despliegan a cientos de miles de policías y paramilitares contra quienes cuestionan y se enfrentan a esta situación al objeto de acabar con ellos bajo su bota de hierro. La promulgación de leyes siniestras sirve para pisotear derechos civiles y democráticos. Se malgastan miles de millones de rupias con la sola finalidad de afilar los colmillos de la maquinaria represiva contra el pueblo.

Las clases dominantes, que se dieron cuenta de que el enorme descontento y la ira creciente contra dichas clases fortalece al movimiento maoísta, han lanzado una campaña perfectamente planificada bajo el lema “el movimiento maoísta es el mayor peligro para la seguridad interna del país”. Pintan al movimiento maoísta como violento y al partido maoísta como una organización terrorista: están inmersos en una campaña de propaganda malintencionada a gran escala contra el movimiento maoísta. Para continuar con sus políticas proimperialistas y para diezmar completamente al partido maoísta, al que consideran como el mayor obstáculo para el saqueo de los recursos del país, han desencadenado una ofensiva absolutamente fascista bajo el nombre de “Operación Green Hunt [“Cacería Verde” en castellano]”, en especial desde hace dos años. Esta ofensiva –que tiene incluso el objetivo declarado de destruir el poder popular alternativo que se desarrolla a diferentes niveles en las zonas bajo control del movimiento maoísta- se ha intensificado desde enero de 2011: ahora la llaman “Operación Green Hunt 2”. Como parte de esta operación, la policía, las fuerzas paramilitares, las fuerzas especiales y las bandas contrarrevolucionarias que han desplegado han intensificado los falsos enfrentamientos [asesinatos extrajudiciales], las matanzas indiscriminadas, la quema de aldeas, los saqueos, las atrocidades cometidas contra las mujeres, las detenciones y las torturas. Cuentan con planes muy avanzados para desplegar el ejército en Chhattisgarh y están preparando la confiscación de 800 kms cuadrados de tierra en Maad. En Maad y en la frontera de Chhattisgarh y Odisha están montando dos centros de entrenamiento del ejército. Además de los preparativos para establecer una base aérea, han autorizado a la fuerza aérea a llevar a cabo ataques en “legítima defensa”.

En la zona Chintalnar, en Dandakaranya, entre el 11 y el 16 de marzo, 350 miembros de los comandos Cobra, comandos Koya y varios cientos de integrantes de las STF cayeron sobre las aldeas de Morpalli, Timmapuram y Tadimetla: provocaron estragos y arrasaron 300 casas. Quemaron miles de quintales de grano. No dejaron una sola casa sin saquear. Tres aldeanos fueron asesinados a tiros, dos desaparecieron, cinco mujeres fueron violadas en grupo y casi 50 aldeanos sufrieron salvajes torturas. Los demócratas que acudieron a investigar estos sucesos, los periodistas que pretendieron informar sobre los mismos, así como los activistas sociales con ayuda material para las víctimas fueron atacados por los matones a sueldo del Salwa Judum y no se les permitió acceder a la zona a instancias del ministro principal fascista Raman Singh y de los perros de presa de las clases dominantes: el Director General de la Policía de Chhattisgarh, Viswaranjan; el Inspector General de la Policía de Bastar, Longkumer; y el Superintendente Mayor de la Policía de Dantewada, Kalluri. En este escenario de atrocidades y locura que sacudieron al estado y al país, Raman Singh se vio obligado a visitar la aldea de Tadimetla. Aun así, mientras mantenía una reunión en la aldea, los miembros de los comandos Koya salieron nuevamente de cacería: saquearon quince casas, golpearon a varios aldeanos y violaron a una mujer allí mismo. Éste es el nivel de terror fascista imperante a día de hoy en Chhattisgarh. También se producen este tipo de ataques con regularidad en el distrito de Gadchiroli en Maharashtra. Además, se alienta a bandas secretas de asesinos a que ataquen y den muerte a activistas de las organizaciones de masas y a militantes del partido. En especial se les instruye para que actúen contra las militantes: para que las violen y las maten. El 19 de abril, Rajnu, un niño de 14 años, fue asesinado a sangre fría en la aldea de Chinari: hicieron correr el cuento de un falso enfrentamiento. Éstos son sólo algunos ejemplos recientes de la intensa campaña represiva que afecta a diario al pueblo de Dandakaranya.

El 14 de marzo, seis maoístas, entre ellos tres mujeres, fueron asesinados por la policía en el distrito de Champaran Oriental en Bihar. Unos cuantos más fueron detenidos. El gobierno de Jharkhand ha desplegado a miles de policías y paramilitares con el objetivo de aniquilar a la dirección maoísta y para ello está llevando a cabo diversas ofensivas. Continúan las detenciones indiscriminadas. Se llevan a cabo ataques fascistas contra personas que luchan en contra de los desplazamiento y los desalojos forzados de tierras. En Odisha, en tan sólo cuatro meses, el gobierno comprador de Naveen Patnaik ha montado falsos enfrentamientos a lo largo y ancho del Estado en los que han muerto más de 25 maoístas, activistas opuestos a la mafia de la minería y gente corriente. El hecho de que entre los muerte se encuentren una niña de 12 años llamada Janga y varias adolescentes más revela la faz brutal del régimen de Patnaik.

Con el objetivo de mantener a toda costa su gobierno fascista de los últimos 34 años, el gobierno del PCI (Marxista) en Bengala Occidental intensificó sus ataques contra el pueblo y los maoístas. Dicho partido recurre a las matanzas y a las atrocidades más espantosas mediante el empleo de la policía, los paramilitares y sus escuadrones de matones a sueldo del Harnad Bahini. Los dirigentes maoístas detenidos, en especial si se trata de mujeres, son tratados con la mayor inhumanidad. Recientemente, la policía de Bengala Occidental agredió gravemente a los presos políticos en huelga por las horribles condiciones de la cárcel de Medinipur. El gobierno de Andhra Pradesh, que afirma haber diezmado el movimiento maoísta en el estado, sigue aumentando a gran escala sus fuerzas de policía. Ha intensificado su caza de dirigentes maoístas. Reprime al pueblo que lucha por una Telangana libre. Siniestras bandas controladas por el estado atacan a sus dirigentes. El gobierno de Maharashtra continúa con su campaña de represión en las zonas del movimiento adivasi, detiene a dirigentes maoístas y demócratas en las zonas urbanas y les imputa falsos delitos.

El movimiento maoísta no es el único objetivo de esta violencia fascista. Las opresivas clases dominantes han recurrido a la represión fascista contra todos los movimientos democráticos. El día 18 del mes pasado, la policía disparó indiscriminadamente contra quienes en la zona de Jaitapur, en Maharashtra, se estaban manifestando contra el proyecto de central nuclear: mataron a un manifestante llamado Tabrez. A día de hoy, las fuerzas de policía están reprimiendo brutalmente a los campesinos en lucha de Uttar Pradesh que se oponen a la entrega de sus tierras para que se construya la autopista que unirá Greater Noida con Agra. Al menos dos campesinos fueron asesinados y una gran cantidad de personas resultaron heridas cuando la policía echo mano de los palos y las pistolas. El pueblo de Bhatta-Parsaul y de las aldeas próximas resistió audazmente la violencia desencadenada por la policía, violencia en la que también murieron dos agentes y resultaron heridos algunos otros incluidos varios oficiales. Al día siguiente, las gentes de Agra y Aligarh también intensificaron sus protestas y resistencia frente a la arbitrariedad de la policía. Con este pretexto, el gobierno fascista de Mayawati ha recurrido a una intensa represión contra los campesinos de Uttar Pradesh. Poniendo sitio a las aldeas, está infligiendo atrocidades inhumanas a los lugareños.

¡Amado pueblo! ¡Demócratas! ¡Patriotas!

Las medidas represivas fascistas más arriba descritas y las detenciones de dirigentes maoístas son parte de la Guerra contra el Pueblo librada por la camarilla gobernante de Sonia-Manmohan-Chidambaram, con el apoyo de los imperialistas bajo el nombre de Operación Green Hunt. Tenemos que ver esta represión política, estas matanzas y el ataque a los derechos civiles en el contexto de las repercusiones de la grave crisis a que hace frente el capitalismo mundial en todos los ámbitos de nuestra sociedad. La completa destrucción del movimiento revolucionario maoísta forma parte de una conspiración para seguir aplicando sus políticas proimperialistas y antipopulares sin la menor contestación. Es una verdad histórica que la represión conduce a la resistencia. Las sueños de la camarilla gobernante de Sonia-Manmohan-Chidambaram de poder acabar con los movimientos de masas y los movimientos revolucionarios por medio de detenciones, asesinatos y campañas represivas se terminarán convirtiendo en una pesadilla. Las clases dominantes feudal y burguesa burocrático-compradora, así como los imperialistas que las controlan, son los mayores enemigos para el desarrollo de nuestro país, la independencia, la soberanía y el bienestar del pueblo. Nuestro Comité Central hace un llamamiento al pueblo para que se una masivamente a la Guerra Popular que libra nuestro partido y a la Revolución de Nueva Democracia cuyo objetivo no es sino la eliminación completa de estos enemigos del pueblo. Nuestro Comité Central exhorta a todos los activistas por los derechos civiles, intelectuales, demócratas y a aquellos que abogan por las conversaciones de paz a que visitéis las zonas de nuestro movimiento y veáis con vuestros propios ojos las atrocidades inhumanas y las matanzas perpetradas aquí por el estado. Y os solicita que mostréis al pueblo de este país las pruebas concretas de la violencia fascista del estado desatada en contra de los adivasis –los más pobres entre los pobres- en el corazón de este país que se hace calificar como “la mayor democracia” (del mundo).

Nuestro Comité Central hace un llamamiento al pueblo y a los demócratas para que condenen estas detenciones, las matanzas, la destrucción, el saqueo, las atrocidades, la propaganda repugnante, la fascistización del estado, las adquisiciones forzadas de tierras y leyes siniestras del tipo de la UAPA [“Unlawful Activities Prevention Act”, en castellano Ley de Prevención de Actividades Ilegales], y para que luchen unidos contra toda esta situación. Exige que se ponga en libertad incondicional e inmediata a los dirigentes maoístas detenidos. La única vía ante nosotros es luchar unidos y con espíritu militante contra el terror del estado fascista; por eso, nuestro Comité Central exhorta al pueblo a responder con valentía y le llama a resistir. Asimismo afirma rotundamente que sólo intensificando el actual movimiento de resistencia popular bajo la dirección de nuestro partido y del EGLP [Ejército Guerrillero de Liberación Popular] y movilizando en él a miles, a centenares de miles de personas, podemos derrotar esta ofensiva.

Nuestro Comité Central hace un llamamiento al pueblo para que convierta en un gran éxito la Huelga General [“Bharat Bandh”, en hindi] de 48 horas los días 21 y 22 de mayo en protesta por las detenciones de los dirigentes maoístas, en contra de la guerra contra el pueblo impuesta por la camarilla gobernante y en contra de la represión que sufren los campesinos de Uttar Pradesh. Esta huelga se observará principalmente en seis estados: Jharkhand, Bihar, Bengala Occidental, Odisha, Andhra Pradesh y Chhattisgarh; en tres distritos de Maharashtra: Gadchiroli, Chandrapur, Gondia; en los distritos fronterizos de Uttar Pradesh con Bihar y en el distrito de Balaghat de Madhya Pradesh. Habrá protestas de diverso tipo en otros estados. Los servicios de emergencia como por ejemplo la atención sanitaria, los exámenes estudiantiles y las entrevistas no quedan afectados por la huelga.


(Abhay)
Portavoz,
Comité Central,
PCI (Maoísta)

¡ Aplastar a los reaccionarios con guerra popular !

A nuestras y nuestros lectores estamos teniendo problemas con la publicación que aun no hemos identificado. Dazibao Rojo / Redacción

viernes, 20 de mayo de 2011

Poema de Celaya, España, en Marcha !





Nosotros somos quien somos.

¡Basta de Historia y de cuentos!

¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.


 
Ni vivimos del pasado,

ni damos cuerda al recuerdo.

Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.



Somos el ser que se crece.

Somos un río derecho.

Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.



Somos bárbaros, sencillos.

Somos a muerte lo ibero

que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.



De cuanto fue nos nutrimos,

transformándonos crecemos

y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.



¡A la calle! que ya es hora

de pasearnos a cuerpo

y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.



No reniego de mi origen

pero digo que seremos

mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.



Españoles con futuro

y españoles que, por serlo,

aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.



Recuerdo nuestros errores

con mala saña y buen viento.

Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.



Vuelvo a decirte quién eres.

Vuelvo a pensarte, suspenso.

Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.



No quiero justificarte

como haría un leguleyo,

Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.



España mía, combate

que atormentas mis adentros,

para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.




Poemas de Gabriel Celaya

jueves, 19 de mayo de 2011

Estado español: Lucha de lineas, mamotretos y des-información (1)


¿Nuevo debate?.
Nos envian los camaradas de Correo Vermello el presente articulo/documento que aparece en la pagina del MAI.  www.nodo50.org/mai .

Dazibao Rojo, tiene el claro objetivo de ser un instrumento de y para el debate, por y para la formación de nuestras y nuestros lectores.
Dejando claro cual es nuestra linea, animamos a que en su paginas se espresen diversas escuelas de pensamiento, incluso como ejemplo negativo. (algo que el maoísmo nos ha enseñado, en aplicación de la dialectica)
No somos portavoz de ninguna organización y resulta simple y estupida demagogia tratar de descalficarnos, como hace el escrito del MAI, por la publicación de comunicados de Uníon Proletaria o de otras organizaciones que se reclaman ML en el Estado español. aplicando uno de los metodos mas usados de la des-información  burguesa, el  tipo del  "purismo".
En cualquier caso y a petición de los camaradas de Correo Vermello y CLP"MB" vamos a publicar el articulo/documento del MAI, para que sean nuestros compañeros y compañeras lectoras los que puedan juzgar y hacer critica por si mismos.


Dazibao Rojo / Comité de Redacción.




"Sobre el Ciclo revolucionario, el maoísmo y el internacionalismo"

Como dejamos sentado en el comunicado ¡Viva la Guerra Popular en India!, desde el MAI decidimos sumar nuestras fuerzas a la campaña de solidaridad internacional con la revolución india. Al mismo tiempo que mostrábamos nuestro apoyo a la Guerra Popular que dirige el Partido Comunista de India (Maoísta) –PCI(M)­­­—, no podíamos por menos que compartir con la vanguardia algunas reflexiones, inspiradas por nuestro estudio precedente de varios procesos de Guerra Popular, y señalar la necesidad ineluctable de afrontar cara a cara la problemática ideológica que el contexto histórico y mundial impone necesariamente a los comunistas revolucionarios. Para nosotros, tanto el apoyo a la revolución exterior como la reflexión crítica y vigilante para el debate de vanguardia, forman dos caras dialécticamente inseparables de los deberes que impone el internacionalismo proletario. Pero esto es algo sobre lo que volveremos más adelante.

Hasta ahí todo en orden. Sin embargo, pocos días después de colgar nuestro comunicado de apoyo en nuestra web, para nuestra sorpresa, vemos que uno de esos componentes de la, llamémosla así, blogosfera maoísta del Estado español, totalmente volcada en el soporte de esta semana de solidaridad y reflejando todo cuanto se publicaba al respecto, decide dejar de fingir la inexistencia de nuestro posicionamiento de apoyo y hacerse eco del mismo, no sin antes dejar de “puntualizar” algunas cosas:

“(El Colectivo Odio de Clase quiere puntualizar lo siguiente:
- Saludamos esta declaración del MAI como un paso positivo
- Tenemos diferencias políticas considerables con el MAI.
- No estamos nada de acuerdo con la actitud de ponerse la venda antes de que aparezca la herida, en referencia al triunfalismo que nos atribuye a algunos.)”

Desde el MAI, contentos con esta aparente actitud abierta, tan rara hoy entre ciertos sectores de la vanguardia, de permitir la expresión de posicionamientos críticos, nos dispusimos a responder a este gesto del Colectivo Odio De Clase, saludando el que hubieran difundido nuestro mensaje y poniéndonos a su disposición para tratar las “diferencias políticas considerables” que, sin duda, existen entre nosotros, y permitir que se expresen en un debate que ayude a la forja y conformación de la vanguardia. No obstante, antes de que pudiéramos ni tan siquiera redactar ese saludo, nuestro comunicado desapareció de su sitio de la misma forma súbita e inesperada en que había aparecido, a la vez que en un blog “vecino” era publicado, casi simultáneamente, un, por llamarlo de alguna manera, artículo, tan vehemente como zafío y vacío de argumentos, titulado Oportunismo de traficantes, firmado por un tal M. Alonso para Correo Vermello, dirigido contra nosotros y contra nuestro mensaje de apoyo a la revolución india.

Poco hemos de decir de la actitud de los compañeros de Odio De Clase, ellos saben lo que hacen con sus herramientas de propaganda y nosotros, con Lenin, estamos convencidos de que el proletariado revolucionario no puede contar con otras fuerzas que las suyas propias, así que sólo podemos remarcar la extrañeza que causa el hecho de difundir lo que se considera “un paso positivo” para a las pocas horas borrarlo. Son vaivenes que ayudan poco a la propia definición de una línea política y a clarificar el panorama de la vanguardia.

Respecto a Correo Vermello hablaremos más a continuación, pues son viejos conocidos y, en nuestra opinión, expresión ejemplar de todas las carencias y limitaciones de las que debe zafarse el maoísmo en el Estado español para salir de la marginalidad política entre la vanguardia y contribuir seriamente a la lucha contra el revisionismo y a la construcción de las herramientas de la revolución. Y decimos que son una expresión ejemplar de las limitaciones de cierto maoísmo, no sólo por su actividad política, de la que hablaremos luego y que, lejos de contribuir a la lucha de líneas contra el revisionismo, ha ayudado a enmascararlo, sino por su estilo de trabajo y el grado de asunción de la propia ideología maoísta que se trasluce en sus comunicados. Correo Vermello son campeones en la utilización del cliché estereotipado, sobre el que suelen acoplar alguna que otra consigna, pero tan abstracta y general que pierde toda validez concreta. El resultado suele ser una llanura yerma de ideas, en las que las descalificaciones tópicas sólo ven mitigada su soledad por la compañía de alguna verdad huera, aprendida a base de repetir y aplicar indistintamente a cualquier contexto. Y eso es precisamente lo que hacen en su artículo, que más parece un mensaje de foro de Internet, contra nosotros.

Sin embargo, en medio de este páramo aún aciertan a colocar algún elemento de controversia política concreta que, aunque inútil explicar a ellos (ya lo hemos intentado reiteradamente1 y han demostrado que lo suyo no es la lucha ideológica, sino la intoxicación pura y simple), tal vez sí pueda ser útil de cara al debate con auténticos maoístas y, en general, en el seno de la vanguardia proletaria.

Ciclo revolucionario, lucha de clases y teoría

La afirmación más calumniosa que vierten, es la de que la teoría del Ciclo de Octubre niega la lucha de clases, colocándonos, en un ejercicio silogístico de simpleza mental, junto a Fukuyama y su, desmentida día a día, tesis del “fin de la historia”:

“(…) insiste en su brillante tesis revisionista de "el fin del ciclo de Octubre" o lo que es lo mismo el fin de la era de las revoluciones proletarias. Al igual que Fukuyama que afirmaba "el fin de la Historia," se olvidan de la lucha de clases, algo sobre lo que el camarada Mao advirtió tener siempre presente.”

En primer lugar, señalar que no hemos sido nosotros los primeros en sugerir el desarrollo histórico de manera cíclica de la Revolución Proletaria Mundial (RPM), sino que esta tesis nos ha llegado primeramente por mediación del maoísmo, fundamentalmente las reflexiones del Partido Comunista del Perú (PCP) en torno a la formulación de la tesis del recodo. En este sentido, conviene señalar que, aunque nosotros hemos continuado consecuentemente con el desarrollo de esta visión, ésta no ha dejado de estar presente en el propio maoísmo, como así se reconoce implícitamente al hablar de las “olas de la revolución mundial”. ¿Acaso esta expresión no hace referencia a un corte más o menos brusco entre dos procesos revolucionarios históricos? ¿Acaso no deja de reconocer que lo que ha ocurrido en las últimas décadas de la pasada centuria no es asimilable a una derrota más dentro de un continuo revolucionario en ascenso, sino que representa un corte, un antes y un después, aunque sólo sea para abrir paso a una nueva “ola”?

La tesis del Ciclo parte de la constatación de una realidad que los propios maoístas reconocen y difunden, a saber, que hoy más que nunca, las condiciones objetivas, económicas y sociales, para la RPM están dadas y que el mundo está maduro para su revolucionarización hacia el Comunismo. Sin embargo, esta situación de madurez de la crisis general e histórica del capitalismo (imperialismo) no se ve acompañada actualmente de un correlato equivalente en el nivel político, sino que está marcada en las últimas décadas por la desaparición del campo socialista y la debacle del movimiento revolucionario, incapaz de perseverar en esa “nueva ola” de la RPM que se anuncia machaconamente, pero que no acaba de cuajar (y es algo de lo que hablaremos más adelante también).

Es importante remarcar esto con claridad. Partiendo de la distinción que hizo Lenin entre el plano histórico y el político, el MAI considera que nos encontramos en la era histórica del imperialismo y la revolución proletaria, pero que, dentro de este amplio periodo histórico, nos situamos concretamente en un interregno político, más o menos prolongado, de ofensiva reaccionaria general, y que se sitúa entre dos grandes ciclos revolucionarios históricos. La duración de este interregno depende en gran medida de la actuación subjetiva de la vanguardia, de que sea capaz de ubicarse en el momento histórico y sepa engarzar las tareas que impone el momento con el horizonte de la revolución comunista.

Así pues, ¿qué ejemplo de anti-dogmatismo nos da el que sólo es capaz de realizar el análisis concreto de la peculiar época que nos ha tocado vivir (presidida ideológica y políticamente por la desaparición del campo socialista y con el Movimiento Comunista Internacional –MCI—, en general, en un estado de liquidación e impotencia severo) desde la repetición de las tesis generales de nuestra ideología y se atreve a pontificar sobre una lucha de clases abstracta, independiente de la situación del proletariado, del sujeto revolucionario? ¿Acaso puede existir, contra todo lo que nos enseña el maoísmo, una lucha de clases revolucionaria –la única que nos interesa a los comunistas— sin sujeto revolucionario consciente? ¿Esperan el renacer de la “nueva ola” de la RPM desde las luchas de resistencia anti-imperialista, de corte nacionalista y dirigidas por otras clases, que hoy dominan el proscenio político mundial? Y es que a eso lleva la “defensa” de la tercera y superior etapa por parte de algunos de sus supuestos seguidores, a la liquidación de las mejores conquistas del maoísmo (como la primacía y vital trascendencia de lo consciente e ideológico) y a la reducción del mismo a una banal doctrina resistencialista más. Porque ahí desemboca la fetichización de la lucha de clases, concebida como un mecanismo impersonal externo de la actividad del sujeto, que se limita a reflejarlo (mecanicismo), rompiendo con las bases ontológicas del marxismo (ver Primera Tesis sobre Feuerbach), y llevando al absurdo de hablar de que la revolución es la tendencia política principal siempre y en cualquier circunstancia, independientemente del estado del proletariado revolucionario, es decir, independientemente de la lucha de clases real y viva. ¿No es esto dogmatismo de la peor calaña, además de vulgar mecanicismo histórico? ¿No es esto el “recitado de mantras que sustituye al marxismo vivo” del que en alguna ocasión se han quejado los señores de Correo Vermello2?

Por tanto, si el problema no está en las condiciones objetivas, es que reside, como ya estamos viendo, en las subjetivas, en aquellos elementos ideológicos y políticos que permiten al proletariado constituirse en movimiento revolucionario efectivo. Es decir, estamos ante un problema de dirección, y no referido meramente a la capacidad política de tal o cual destacamento para colocarse a la cabeza de tal o cual movimiento, sino de dirección general e histórica, pues en ese plano estamos hablando. Es decir, y como mostraron magistralmente los maoístas chinos durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP), estamos ante un problema de concepción del mundo, ideológico (“la ideología al mando”), que es adonde, como nos enseña Mao, remite en última instancia toda problemática relacionada con el movimiento revolucionario del proletariado y su dirección.

Conociendo a nuestros interlocutores, vamos a intentar explicarlo de forma esquemática y silogística, basándonos en algunos principios revolucionarios proletarios bien explicitados. Para el marxismo, por un lado, el proletariado es la “última clase de la historia”, de la cual no pueden surgir otras clases y es, además, necesariamente la más revolucionaria de todas las que han existido hasta ahora y, por otro, el imperialismo y los reaccionarios no son más que “tigres de papel”, fuertes y a tener en cuenta en lo táctico, pero débiles en lo estratégico. Si aplicamos, como debemos hacer, sobre estas premisas indiscutibles (y cualquiera que ose negarlas no puede por menos que ser colocado en la picota de los renegados y liquidadores), y que además caracterizan a los dos aspectos de la contradicción fundamental de nuestra época, el principio dialéctico de que los factores externos sólo actúan a través de los internos, tenemos que la derrota del primer Ciclo de la RPM, o de la “primera ola” si se prefiere, sólo puede ser achacada a factores internos, a las carencias del propio proletariado revolucionario que, como decimos con Mao, en última instancia son reducibles a deficiencias y problemas ideológicos.

Si sostuviéramos que la derrota se ha dado por factores imponderables, ajenos a la potencia del proletariado revolucionario, aspecto principal y progresivo de la contradicción, como sólo puede ser el poderío del imperialismo, ya sea abiertamente, por su imponente fuerza económica o militar, o solapadamente, a través de tal o cual “conspiración” o “golpe de camarilla” (¿pero acaso no es el revisionismo parte orgánica del imperialismo y la derrota de éste no puede garantizarse sin la de aquél?), lo único que estaríamos diciendo es que el imperialismo resulta que no es un tigre de papel, sino que incluso es tan poderoso como para derrotar al proletariado en acción guiándose por su cosmovisión. Es decir, estamos afirmando que el imperialismo es capaz de imponerse al proletariado organizado en Partido Comunista y guiado por la correcta teoría revolucionaria. Así, en aras de defender determinada experiencia revolucionaria concreta a la que por tradición se está adscrito (que es cuando se suelen usar estas justificaciones, al hablar, por ejemplo, de China o Nepal), se acaba tirando por tierra los principios universales y llenando el horizonte de la RPM de oscuros presagios.

Realmente la única manera de sobreponerse a la derrota y a la vez mantener abierto el horizonte político de la revolución, consiste, como nos enseña el marxismo, en reconocer que la derrota viene dada por las carencias subjetivas, ideológicas y políticas, de la “última clase de la historia”, depositaria del futuro de la humanidad, y que, en todo caso, la fortaleza táctica del “tigre de papel” imperialista, y de su apéndice revisionista, ha actuado a través de nuestras carencias y limitaciones. Y es que esta visión, la de la derrota del sujeto ascendente y progresivo por causa de sus propias limitaciones y no por el poderío de las fuerzas decadentes y reaccionarias, es la única que deja en pie los principios, y la perspectiva de la revolución, a la vez que se ciñe escrupulosamente a ellos.

Porque, para desazón de los deformadores positivistas del marxismo, que parecen abundar entre las filas del maoísmo (y que, desde luego, son hegemónicos en otras corrientes), la derrota, el problema del error, juega un papel clave en la epistemología marxista y en la conformación del proletariado como sujeto político revolucionario, como Partido Comunista. Y es que la reducción cientifista y positivista del marxismo considera que las leyes de la revolución son preexistentes a la lucha de clases revolucionaria del proletariado –del mismo modo que, como hemos visto, pueden llegar a considerar la lucha de clases, revolucionaria, como algo dado, externalizado, ajeno a la actividad revolucionaria del proletariado—, de ahí que los catecúmenos consideren la derrota o el error, y su reconocimiento, como el cuestionamiento de su “ciencia” y lancen, fieros y malhumorados, sus anatemas contra quien se atreva a mirar la realidad de frente. Sin embargo, para el marxismo el error o la derrota son parte fundamental del proceso de conocimiento y de maduración progresiva del proletariado hacia humanidad autoconsciente y emancipada, porque las leyes de la revolución y de la sociedad, simplemente no estaban ahí fuera esperando a ser descubiertas, sino que sólo aparecen, existen, a partir de la inmersión del sujeto proletario en la lucha de clases, es decir, revolución y conocimiento o educación en las leyes de la misma son una y la misma cosa (véase Tercera Tesis sobre Feuerbach).

Además, a diferencia de la concepción que domina las ciencias positivas, las propias leyes de la revolución se transforman con ella, porque, volviendo a la Primera Tesis sobre Feuerbach, la actividad humana, subjetiva, es también una actividad objetiva. El cambio de posición del sujeto supone la alteración, irrecuperable, del cuadro general objetivo. Por eso, el error o la derrota, no son para el marxismo anomalías, sino parte constitutiva del proceso de conocimiento y transformación del mundo, que nos informa de nuestra posición en él y de las carencias de nuestras premisas, ya definitivamente invalidadas por el cambio que la actividad del sujeto objetivado ha ejercido sobre el objeto subjetivado, transformándose mutuamente. Por su parte, el positivismo a lo sumo reconoce el error como limitación en el conocimiento de una verdad preexistente, como problema que una vez resuelto puede su solución agregarse a un corpus de categorías inalterables, en espera de volver a recorrer el mismo camino y solventar el problema cuando, en la sucesión lógica de acontecimientos, vuelva a aparecer. Todo ello, como vemos, lo diferencia del marxismo y del materialismo dialéctico, para los que, simplemente, nunca se vuelve al mismo punto de partida. De ahí precisamente que la revolución, contemplada históricamente, sea un proceso cíclico y no lineal. Y de ahí también que el marxismo sea, en todas sus acepciones, objetiva y subjetiva, un producto histórico.

Por eso el marxismo exige una permanente reflexión y recapitulación sobre sus categorías y conceptos, en estrecha relación con la práctica revolucionaria, porque, dada la naturaleza dialéctica y dinámica de la realidad, de la praxis, es la única manera de cumplir la exigencia de constituirse como teoría de vanguardia, premisa indispensable del movimiento revolucionario. De ahí la necesidad de un permanente Balance de la experiencia revolucionaria del proletariado, Balance que, siempre que se ha hecho, ha dejado al proletariado en mejores condiciones para la realización de su misión revolucionaria. Porque el Balance, consecuencia ineluctable de la tesis del Ciclo, lejos de ser algo ajeno a la historia de nuestro movimiento, se encuentra entre sus mejores tradiciones: Marx y Engels lo hicieron con la experiencia de 1848 y con la Comuna de París, Lenin con el periodo de 1871 a 1917, Stalin con el comprendido entre 1917 y 1924, y Mao y el Partido Comunista de China con la experiencia de construcción del socialismo en la URSS. Sin todos esos balances, producto en su mayoría del estudio de hechos y periodos que habían acabado en la derrota o la crisis del proletariado, no tendríamos, por ejemplo, la teoría marxista del Estado y de la Dictadura del Proletariado, ni tendríamos la concepción del partido de nuevo tipo, ni se hubiera desencadenado la GRCP, etc. Porque precisamente, el balance periódico es la base, además de representar ese periodo racional de acompasamiento de la teoría con la práctica de la lucha de clases, de la Aufhebung, de la negación dialéctica y elevación de la teoría revolucionaria, que es justamente lo que permite explicar desde el marxismo la aparición de nuevas y superiores etapas en nuestra ideología.

Nótese pues la diferencia entre entender la derrota como estigmatización del propio proyecto y concebirla como parte intrínseca del mismo; mientras que la primera, de la que hacen gala maoístas positivistas como los señores de Correo Vermello, sólo crea desmoralización, desconfianza y estancamiento, la segunda, como nos enseña el marxismo, va haciendo progresivamente más poderoso y autoconsciente al proletariado revolucionario, encarnando, ahora sí, en un proceso de despliegue histórico, a ese Partido Comunista invencible y capaz de barrer el imperialismo de la faz de la tierra.

Por ello, es importante insistir en que la tarea del Balance, que nos impone la primera particularidad concreta de la época que nos ha tocado, la de la derrota, de hondo calado, del mayor movimiento emancipador que ha visto la historia hasta ahora, no busca la revisión de los principios marxistas, principios medulares que forman su armazón como doctrina revolucionaria, como son, por ejemplo, la lucha de clases, la violencia revolucionaria o la dictadura del proletariado, sino precisamente su vivificación, su puesta al día. Ello en el mismo sentido que Marx, que, tras estudiar la experiencia de los communards, dio una nueva dimensión a su concepto de dictadura proletaria, o Mao, que, tras analizar el fracaso de las insurrecciones europeas y chinas de los años posteriores a Octubre, impulsó el desarrollo de la teoría militar proletaria estableciendo la Guerra Popular como su estrategia universal. Será así que, como Lenin, podremos decir: “los ejércitos derrotados aprenden mejor”.

Lo que desde luego no tiene precedente en nuestro movimiento, ni congruencia con sus principios, es que tras una derrota, se deje impoluta y libre de toda responsabilidad el discurso ideológico que ha guiado la acción revolucionaria finalmente fracasada. Porque, si bien, el fracaso es necesario e inevitable, desatender la necesidad de elevar la teoría con las lecciones de la práctica es, simple y llanamente, criminal. Esta dislocación entre la teoría y la práctica es absolutamente ajena al marxismo, y de ella se alimentan muchos maoístas, incapaces de comprender que uno de los primeros preceptos que deberían de seguir los marxistas, y siempre que no se ha hecho las consecuencias han sido aciagas, es aplicarse el marxismo a sí mismos y a su propia ideología.

Decir, como se suele hacer, que “el que verdaderamente ha fracasado es el revisionismo”, es cerrar los ojos a la realidad y, al parecer, albergar la esperanza de que el revisionismo tenga por objetivo llevarnos hasta el Comunismo. No, el objetivo del revisionismo es la liquidación del movimiento revolucionario y de la dictadura del proletariado, así como el apuntalamiento del imperialismo. La realidad de liquidación del campo socialista y de descomposición e impotencia del MCI es el mejor testimonio del verdadero vencedor, y de la necesidad de aceptar el cuadro de la realidad actual, como base imprescindible para la revigorización y reconstitución del MCI.

El maoísmo, la RPM y los señores de Correo Vermello

Y es que como decíamos más arriba, lo que ha sucedido en las últimas décadas no puede reducirse a un simple reflujo, a un periodo de retroceso político, pero que deja intactas las premisas ideológicas y, en gran parte, sociales, sobre las que nos hemos basado. No, lo que ha marcado el último tercio del siglo XX es la crisis general y la liquidación del comunismo, de una gravedad sin precedentes, a todos los niveles. A nivel ideológico, la sociedad, en general, ha perdido el referente cultural y político de la revolución y de su programa (lo que es especialmente cierto en los países imperialistas); en los planos político y organizativo, tanto a nivel nacional como internacional, el movimiento comunista ha sido, en general, liquidado, al igual que ese campo socialista que un día contó con “mil millones de trabajadores”; y, desde el punto de vista social y de masas, los comunistas revolucionarios no ejercen apenas ningún nivel de influencia sobre las mismas (lo que, de nuevo, vuelve a ser especialmente cierto en los centros imperialistas). Es decir, lo único que sobrevive, y que marca el aspecto principal de la situación del MCI a día de hoy, aparte de las significativas y heroicas excepciones de algún proceso revolucionario aislado (y aislado, precisamente por ese estado de impotencia general del MCI), son núcleos de comunistas, destacamentos atomizados, que se aferran a tal o cual tradición de nuestra historia, mientras intentan correr detrás del primer movimiento de masas espontáneo que se les aparece por delante, prolongando, con esa política, el actual estado de postración del MCI.

De esta situación objetiva del proletariado revolucionario internacional parte la tesis del Ciclo y la necesidad imperiosa de Balance, porque lo único con lo que, en general, contamos los comunistas revolucionarios es con dos factores. Por un lado, la coherencia interna de nuestra ideología, a la que es preciso depurar y recomponer de los resultados de numerosos compromisos y del desgaste sufrido tras más de un siglo a la vanguardia de todo tipo de luchas, desgaste que es el que finalmente la ha conducido a la actual crisis. Por otro, disponemos de toda la riquísima experiencia revolucionaria de un siglo largo de revoluciones proletarias, que está ahí, esperando ser sintetizada para ser precisamente la base que permita esa depuración y elevación de la teoría, para así constituirla, reconstituirla, en referente de vanguardia de la sociedad, posición que un día ocupó pero que hoy, de forma global, no tiene. Ésa es la primera tarea, que nosotros denominamos reconstitución ideológica del comunismo, previa, en el convencimiento de que “sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario”, a su reconstitución política, a la reconstitución del Partido Comunista.

Como decíamos, el propio maoísmo, en sus mejores expresiones, no puede obviar esta contundente realidad que referenciamos y ha acuñado la expresión de “olas de la RPM”, al tiempo que algunos sectores de lo más granado de la vanguardia maoísta han empezado a reclamar un “balance en la aplicación del maoísmo”. Y aunque conscientemente se limita el Balance a su expresión política, de aplicación, más táctica que estratégica, de preceptos ideológicos inalterables, reduciendo su radio de acción y potencialidad vivificadora, no podemos por menos que saludar esta iniciativa como un paso en la buena dirección y que puede ayudar a crear las condiciones para la recomposición del MCI.

Por ello, no podemos aceptar la acusación del señor M. Alonso de que nuestra “(…) nota no hace otra cosa de calificar sutilmente al maoísmo como cosa del pasado (…)”, porque sólo busca denigrarnos ante un sector de la vanguardia y es falsa.

Nuestra posición respecto al maoísmo tiene, dialécticamente, dos caras. Por un lado, lo consideramos, como ya decíamos en nuestro mensaje, como la expresión más alta de la teoría revolucionaria durante el Ciclo de Octubre. El maoísmo, sobre la base de la negación dialéctica y el balance crítico de la experiencia de la URSS y la Internacional Comunista (IC), y de la codificación marxista-leninista que las guiaba, consiguió no sólo enderezar momentáneamente el rumbo de la RPM cuando el revisionismo se impuso en el campo soviético, sino que con la GRCP elevó objetivamente nuestra ideología haciendo avanzar la comprensión del camino hacia el Comunismo un grado, planteando problemas que los soviéticos ni siquiera intuyeron. Aún más, cuando el trabajo, de lucha teorético-ideológica y política principalmente, de la fracción roja del PCP, logre asentar estas conquistas bajo la forma de maoísmo, creará las condiciones que impulsarán varios procesos de Guerra Popular, procesos que hasta hoy han conseguido al menos, si no conquistar el poder en sus respectivos países, sí mantener vigente la bandera roja de la revolución proletaria, evitando la completa liquidación política del comunismo.

Por esto nos consideramos deudores y alumnos del maoísmo, porque creemos que su actividad, precisamente cuando la curva de la ola de la RPM del pasado Ciclo comenzó a declinar, no sólo ha sido inapreciable políticamente, sino porque ese vigoroso intento de revitalización de nuestra ideología ha aportado elementos nuevos, de gran alcance histórico, que, sin duda, estarán presentes en el discurso revolucionario reconstituido. Algunos de estos elementos son, por ejemplo, la primacía, en plena consonancia con el leninismo, de lo consciente, la universalidad de la Guerra Popular, la construcción concéntrica de los tres instrumentos o la edificación del Comunismo a través de sucesivas revoluciones culturales. Son aspectos del maoísmo que asumimos, propagamos y nos parecen imprescindibles para la conformación de una correcta línea revolucionaria.

Sin embargo, por otro lado, y por eso nos sorprende que los compañeros de Odio De Clase hablen de que “nos ponemos la venda antes de que aparezca la herida”, es evidente que, a pesar de ese efecto revitalizante, el maoísmo no consiguió evitar la restauración del capitalismo en China y la destrucción de toda la obra práctica de la GRCP inmediatamente después de la muerte de Mao. Asimismo, en los países imperialistas, desde la diáspora de los años 60 y 70 del pasado siglo, no ha conseguido una implantación significativa; cosa, la incapacidad para referenciarse como teoría de vanguardia en los países que son vanguardia del imperialismo, que no puede por menos que plantear algunos interrogantes serios. Del mismo modo, donde ha conseguido armar el inicio de procesos de Guerra Popular, y repetimos que es una gesta gloriosa, y más en estos tiempos, es en países oprimidos y semifeudales, lo que nuevamente plantea interrogantes, pues son lugares, al permanecer inconclusas fundamentales tareas democrático-burguesas, en los que la referencia de la revolución, democrática y campesina, más que socialista y proletaria, no se ha perdido completamente, lo que es un basamento objetivamente más favorable para la fermentación revolucionaria, en la idea leninista de que es más fácil iniciar el proceso revolucionario en los países oprimidos pero más difícil consolidarlo, al contrario de lo que sucede en los países capitalistas desarrollados.

De este modo, como vemos, y no estamos entrando aquí en litigio ideológico3, sino que nos limitamos a referenciar algunos hechos inapelables, las Guerras Populares no han conseguido, no ya llegar al estadio máximo al que llegó la RPM en el pasado Ciclo revolucionario (conquista del poder en todo el país y GRCP), sino siquiera consolidarse. En el Perú, los maoístas se estrellaron a las puertas de las ciudades y aún hoy, casi veinte años después de la caída de la dirección del PCP y del Presidente Gonzalo, aún bregan por sobreponerse al recodo. En Nepal, muchísimo peor (porque para el proletariado no puede ser indiferente ni tan siquiera la forma de la derrota), porque en una situación de ofensiva estratégica de la Guerra Popular, en condiciones esperanzadoras para el asalto definitivo al poder, ha sido la propia dirección revolucionaria, el partido extremo de la revolución (pues hasta 2006 no había nada que se asemejará al Partido Comunista de Nepal(maoísta) –PCN(m)—aplicando Guerra Popular en ofensiva estratégica), la que liquida, sin demasiada oposición interna conocida, la Guerra Popular y la revolución y se integra a sostener el viejo Estado reformado, traición eternamente oprobiosa a la RPM. ¿Qué clase de miopía empirista puede decir que “ponemos la venda antes de que aparezca la herida”, cuando el cuerpo del proletariado revolucionario supura sangre por todos sus poros?

Porque no mantener la vigilancia del MCI, después de estas sucesivas experiencias (China, Perú, Nepal, especialmente las dos últimas, que ya se realizan bajo la égida de un maoísmo maduro), en las que, al igual que en India, la base ideológica del proceso revolucionario, ese marxismo-leninismo-maoísmo, la base social, la guerra campesina, así como la fase estratégica que atraviesa la revolución, de Nueva Democracia, son esencialmente similares, es una grave irresponsabilidad y una renuncia a ejercer los deberes que impone el internacionalismo proletario. Decir que procesos que tienen lugar bajo condiciones semejantes (Perú, Nepal e India), sufriendo los primeros graves derrotas, cuando no siendo liquidados por su propia dirección, como en Nepal, no tienen nada que ver entre sí, que no hay heridas, ni siquiera grave riesgo de herida, es liquidar el marxismo como concepción del mundo universal y teoría de vanguardia, reduciéndolo a mero empirismo, tendencia que parece haber hecho escuela en cierto maoísmo.

De este modo, los heroicos procesos de Guerra Popular dirigidos por maoístas en las últimas décadas, por su forma de manifestarse, apareciendo briosos y esperanzadores en una primera etapa, para después estrellarse, estancarse o liquidarse; dándose estos procesos de forma alterna, cuando uno se apaga o estanca, aparece otro en otro lugar, que parece destinado a revitalizar el MCI, para luego, no obstante, apagarse también, nos parece que representan más bien rescoldos, restos de un incendio que se resisten a desparecer, más que la chispa de una nueva época de revoluciones. Esta visión, contra nuestras esperanzas, es la que se va imponiendo tras la experiencia real, de la lucha de clase revolucionaria del proletariado, de la lucha de clases viva, en definitiva, de las últimas décadas.

Y nos encontramos muy lejos de desear hacer tal diagnóstico, como prueba, tanto nuestro presente apoyo a la Guerra Popular en India, como nuestro pasado apoyo y análisis de la Guerra Popular en Nepal4, donde expresábamos nuestra esperanza de que un triunfo de la Guerra Popular en toda la línea podría generar las condiciones ideales, a través del reforzamiento de la izquierda del MCI, para la resolución de las tareas que la recomposición del MCI exige.

Renovamos esa esperanza con los camaradas naxalitas, optimistas ante la posición revolucionaria de los camaradas indios ante la traición en Nepal, no sin poder evitar advertir sobre la necesidad de resolver esas imperiosas tareas de reconstitución, en primer lugar ideológica, que están a la orden del día para la vanguardia proletaria internacional. Su resolución fortalecerá el proceso revolucionario en India, permitiendo que el rescoldo se transforme en la definitiva chispa que, ahora sí, anunciará un nuevo Ciclo de la RPM. Por ello, del mismo modo que consideramos nuestro deber fraternal para con el proletariado internacional, empezando por los camaradas indios, la actitud de vigilancia revolucionaria, confiamos en que el PCI(M) asuma las responsabilidades que entraña su actual posición en el proceso de RPM y se impliquen decididamente en la lucha de dos líneas en el seno del MCI. Así pues, estamos por el triunfo incondicional y en toda la línea de la Guerra Popular en India, lo que será una base de apoyo excelente para la reconstitución del comunismo y el relanzamiento de la RPM.

Por eso, no podemos aceptar este tipo de petulantes acusaciones, como las que vierte M. Alonso, y más viniendo del tipo de gente que vienen. Porque, como se dice, por sus hechos los conoceréis. Así, el MAI, ése que dicen que dice que “la revolución proletaria y el maoísmo son cosas del pasado” se ha impuesto como tarea imprescriptible el estudio de la experiencia de la RPM en general y de la revolución china y los procesos de Guerra Popular en particular, insistiendo en que sin ellos es imposible hoy en día establecer una posición de vanguardia correcta. Hemos apoyado abierta y activamente tanto la revolución en Nepal, hasta el momento de su liquidación, e India, como al PCP prosiguiendo Guerra Popular. Del mismo modo, nuestro estudio crítico del proceso nepalí nos llevó a diagnosticar correctamente, y a nuestro pesar, la deriva liquidacionista que se manifestaba en la dirección del PCN(m), como los hechos posteriores confirmarían aciagamente (estudio pionero, por cierto, publicado en febrero de 2006, y del que, curiosamente, pocos maoístas se han hecho eco), lanzándonos sin vacilar a la denuncia de tal deriva y combatiendo a aquellos que la justificaban, como, por ejemplo, los señores de Correo Vermello. Asimismo, hemos lanzado propuestas concretas de organización de un combate sistemático, a nivel estatal e internacional, contra el oportunismo de derecha, hoy dominante tanto en el MCI como en el movimiento obrero en general, propuestas dirigidas a la izquierda del MCI, principalmente a los maoístas, que, en general, consideramos los destacamentos mejor situados para acometer las tareas de reconstitución del comunismo. Iniciativas, por cierto, de las que pocos de ellos se han querido dar por enterados. Todo ello al tiempo que proseguimos, y estamos decididos a proseguir, ese combate implacable contra el revisionismo con nuestras propias fuerzas.

Por su parte, los señores de Correo Vermello, que se permiten el lujo de expedir “avales” de pedigrí revolucionario, ¿qué han hecho? Pues, aparte de su actividad “internacionalista” de apoyo a la revolución exterior, que más que apoyo a la revolución era servilismo acrítico hacia ciertos aparatos dirigentes, como demuestra su postura ante los cruciales acontecimientos que se vivieron en Nepal, poco más han realizado que encubrir y justificar el revisionismo. Así, los señores de Correo Vermello, no sólo se permitieron atacar nuestro Dossier sobre Nepal, de la misma forma petulante y suficiente con la que han despachado nuestro mensaje de apoyo a la revolución india, sino que, con unos argumentos que irradiaban seguidismo, empirismo y nacionalismo, se dedicaron a defender el giro traidor y liquidacionista de la dirección del PCN(m), atreviéndose a comparar, por ejemplo, en uno de esos ejercicios de demagogia silogística a los que tan aficionados son, ¡al VIII Ejército comunista chino con el EPL nepalí hacinado bajo supervisión de los imperialistas de la ONU! No contentos con ser los furibundos voceros del prachandismo en el Estado español, se lanzaron por el MCI a ejercer sus labores de valedores y apologistas del camino Prachanda y de su “aplicación creativa a las condiciones nepalíes”, y de martillo de los dogmato-izquierdistas que osaran alzar su voz contra tal camino, como comprobaron los camaradas de la Unión Obrera Comunista (MLM) de Colombia que, en su decidida y justa denuncia del oportunismo prachandista, no pudieron por menos que topar con sus servidores gallegos. Todavía en octubre de 2008, y en el contexto de esa polémica, un tal Miguel Alonso, de nombre sospechosamente parecido al de nuestro iracundo censor, publicaba un artículo5 sobre las posibilidades que abría para la revolución el congreso del PCN(m) a celebrarse en noviembre de ese año ¡a dos años de la firma de los acuerdos de paz y de la liquidación de la Guerra Popular! ¡Un gran ejemplo de lo que es estar a la vanguardia de los acontecimientos! No sería hasta el verano de 2009, ¡casi tres años después del enterramiento del proceso revolucionario!, cuando los señores de Correo Vermello decidieron dar su brazo a torcer y reconocer que lo que sucedía en Nepal tal vez no era una “aplicación creativa y concreta del MLM”, sino su sepultura. Por supuesto, no vaya el lector a creer que ello se debió a su propio estudio y reflexión sobre lo que había sucedido, sino que en esa “rectificación” jugó un papel fundamental el que el Partido Comunista Revolucionario de Estados Unidos decidiera, por fin, publicar su correspondencia crítica con el PCN(m), después de haber estado hurtando su conocimiento al proletariado internacional durante casi tres años. Y es que, y ésta es la principal característica a nuestro entender del trabajo “internacionalista” de Correo Vermello, por sus actos y posiciones, parece que los gallegos han decidido convertirse en los voceros y en la sucursal ibérica del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), “centro probado de dirección internacional de los comunistas” según los gallegos, a pesar de que su bancarrota esté certificada hace tiempo por su vacilación y renuncia a posicionarse cuando había que hacerlo respecto a la traición en Nepal. Y por ahí pululan, haciendo llamamientos para tapar las vías de agua del MRI, obstaculizando así objetivamente los esfuerzos para la conformación de un polo internacional anti-revisionista que aglutine a la izquierda del MCI. Así pues, ése es el balance de la actividad “internacionalista” de Correo Vermello, de voceros del oportunismo prachandista a servidores del oportunismo avakianista. Y eso que hemos preferido ser elegantes, y no recrearnos con el mentís que la Juventud Comunista de Zamora, involuntariamente traída a este debate como arma arrojadiza contra nosotros, se ha visto obligada a emitir respecto a los pretenciosos resultados de la supuesta lucha de líneas de los señores de Correo Vermello6. ¿Quiénes se creen que son, pues, para repartir acreditaciones revolucionarias? Es más, poco crédito merece la vanguardia que se dedique a avalar a tales avalistas.

Así pues, recapitulando, nuestra posición respecto al maoísmo reconoce sus aportes universales a la teoría revolucionaria, aportes de gran recorrido de los que, desde nuestra experiencia, incluso muchos autodenominados MLM no parecen ser conscientes, como demuestran los señores de Correo Vermello y la ligereza de su tratamiento de la trascendental problemática de la Guerra Popular en el caso concreto de Nepal. Asimismo, hemos apelado a la izquierda del MCI, sobre todo a los mejores elementos del maoísmo, para la formación de un referente de izquierda del movimiento comunista, base ideal y necesaria para su recomposición. Por tanto, es una falacia la acusación que M. Alonso lanza contra nosotros.

Sin embargo, junto a estos aportes universales, el maoísmo participa de muchas premisas, al surgir en el interior del Ciclo desde el marxismo-leninismo kominternista, de otras corrientes que se reclaman del proletariado revolucionario, como por ejemplo hemos visto aquí la deriva hacia el positivismo. Esta contradicción, que expresa el complejo surgimiento de lo nuevo desde lo viejo, cosa que a ningún materialista dialéctico debería sorprender, se manifiesta políticamente, por un lado, en que el maoísmo haya sido el único referente revolucionario proletario real de las últimas décadas, a través de los procesos de Guerra Popular que ha dirigido, pero por el otro, en la incapacidad demostrada hasta ahora para consolidar y culminar dichos procesos, a la vez que el maoísmo internacional se muestra cada vez menos monolítico y más profundamente fraccionado. Ésta nos parece una realidad inapelable, y es, la lucha de clases real, en la que basamos nuestros juicios.

Así pues, nos apoyamos en lo mejor del maoísmo, ideológica y políticamente, como una buena plataforma para la reconstitución del comunismo, a la vez que combatimos sus cada vez más evidentes síntomas de degeneración y crisis, producto de su amamantamiento al calor del Ciclo y de compartir muchas de sus premisas periclitadas, algo que tiene en común con las otras corrientes que tradicionalmente han poblado el MCI. Por lo tanto, será el Balance el que decida qué ocurre con el maoísmo, o si el discurso revolucionario llamado a presidir el próximo Ciclo de revoluciones proletarias debe seguir llamándose maoísmo –no somos fetichistas con estas cosas— , de lo que no nos cabe duda es que la esclerosis fosilizada de la que hacen gala los señores de Correo Vermello, y a la que denominan maoísmo, así como su estilo discursivo y de trabajo, que parecen bastante extendidos dentro del movimiento maoísta, especialmente en el Estado español, sí que son cosas del pasado, lastre del que el MCI debe desprenderse para reiniciar el camino emancipatorio.

Acerca del internacionalismo proletario

Como decíamos más arriba, el “internacionalismo” del que han hecho gala los señores de Correo Vermello, como en la sangrante herida del caso nepalí, estaba lejos de ser un apoyo al proceso revolucionario, sino que más bien era un servicio acrítico al aparato dirigente del PCN(m). En general, ambos factores –revolución y aparato dirigente— no pueden ir separados, pero en los casos en los que el oportunismo copa la dirección de la revolución se impone ese hiato, precisamente para salvaguardar el proceso revolucionario, lo que exige, en el exterior, la denuncia internacionalista del MCI y, en el interior, la escisión del ala revolucionaria del propio partido. Porque de lo que se trata, y ello es una característica del internacionalismo proletario, no es del soporte a ciertos dirigentes, siglas u organizaciones, sino del apoyo y el sostenimiento del programa revolucionario y de los elementos estratégicos claves del mismo, factores de los que nos informa la Línea General de la RPM.

Por eso, la postura de Correo Vermello en el caso nepalí, objetivamente, supuso un espaldarazo a la liquidación de la revolución nepalí, ya que era claro, incluso en 2006, que el giro oportunista del entonces PCN(m) no era una simple maniobra táctica. Porque la pretensión de que la detención de la Guerra Popular (su liquidación) era un momento táctico necesario de acumulación de fuerzas suponía ya ignorar lo que el propio maoísmo nos enseña, a saber, que la Guerra Popular es instrumento estratégico fundamental de cualquier proceso revolucionario y elemento primordial de acumulación de fuerzas de masas. Además, la justificación de la liquidación del programa revolucionario de Nueva Democracia, de la dictadura conjunta del proletariado y el campesinado, principalmente, sobre la base de la destrucción del viejo Estado, escudándose en el carácter burgués de las tareas que estaban a la orden del día en Nepal supuso, como no podía ser de otra manera, la liquidación de la revolución democrática. Y es que lo que estaba a debate no era el carácter democrático-burgués de las tareas objetivas que afrontaba la revolución nepalí, sino la naturaleza de la solución a la crisis del viejo Estado: la revolución, a través de la destrucción del mismo, o la reforma, con su sostenimiento y perfeccionamiento. Opción esta segunda por la que había optado ya en 2006 la dirección del PCN(m).

No abundaremos en esta cuestión que puede seguirse tanto en nuestro Dossier sobre Nepal como en los números de El Martinete en los que incluimos nuestra pasada controversia con Correo Vermello y que hemos referenciado más arriba. Lo importante es señalar que ya entonces la dirección nepalí había liquidado el programa revolucionario y los elementos estratégicos sobre los que coherentemente se sostenía, mientras que Correro Vermello, y su comité de apoyo, seguía defendiendo el anti-dogmático camino Prachanda. Ello además se hacía con argumentos peregrinos, de corte empírico-nacionalista, que, de propina, legitimaban las fronteras territoriales y culturales con las que el capital encuadra y divide al proletariado internacional7, ¿de qué labor internacionalista habla entonces el señor M. Alonso?

Estos argumentos, del tipo “los revolucionarios que están sobre el terreno son los únicos que tienen algo que decir sobre su revolución nacional”, vienen a destruir la coherencia del internacionalismo proletario y a sustituirlo, en su nombre, por una suerte de nacionalismo internacional, que observa la RPM como un agregado de procesos nacionales, sin más conexión entre ellos que la solidaridad formal y una miope política de no ingerencia. Desde luego, es una práctica que entronca con el nacionalismo pequeño-burgués (algo que parece dominante en el maoísmo en el Estado español y que observamos con preocupación) y que convierte en superflua cualquier tentativa de reconstitución de la IC.

Sin embargo, el punto de vista del internacionalismo proletario parte de la RPM como proceso unitario, cuya máxima expresión es la IC, Partido mundial de la revolución, obligándonos a adoptar como primera premisa el punto de vista del enfrentamiento global entre el proletariado internacional y el imperialismo, e induciendo entre los comunistas la actitud de tomar como nuestra la lucha revolucionaria del proletariado en cualquier parte del mundo.

Así, junto al apoyo a la revolución exterior, aparece como premisa indesligable la necesidad de la vigilancia revolucionaria, del estudio crítico del proceso revolucionario foráneo, tanto para entresacar y adoptar sus enseñanzas como para advertir y criticar sus posibles desviaciones, reforzando la línea revolucionaria en el país en cuestión y en el conjunto del MCI. Estos dos factores, el apoyo fraternal y, la no menos fraterna, vigilancia revolucionaria, forman las dos patas, dialécticamente inseparables, del internacionalismo proletario.

Haciendo dejación de cualquiera de las dos se cae en el nacionalismo y en el liberalismo, como sucede con los “internacionalistas” de Correo Vermello, incapaces, en su estilo característico, de hacer otra cosa del internacionalismo que un cliché estereotipado, con frases abstractas y vacías sobre el carácter internacional de la clase obrera y las contradicciones antagónicas y no antagónicas, amén de ocultar el predominio absoluto del oportunismo de derecha en la actualidad, metiendo en el mismo saco de su análisis concreto y actual a dogmáticos (oportunistas de “izquierda”) y liquidadores (oportunistas de derecha). Pero claro, ellos no necesitan ocultarse tras ningún disfraz izquierdista, pues su lugar está patentemente escorado muy a la derecha en el MCI (otra prueba en este sentido es que en el blog Dazibao Rojo, que se hizo eco del vehemente ataque a nuestro comunicado de apoyo a la revolución india, se publiquen, sin crítica alguna, textos de la hegemónica ala derecha del MCI, como el Partido Comunista de Grecia o nuestros renegados de la Unión Proletaria-CUC, cercanos a las organizaciones españolas hermanas de los asesinos revisionistas de India –¡con defensores del maoísmo de este calibre, ¿quién necesita enemigos?! ¿Es eso ejemplo de lucha de líneas consecuente y de deslindamiento con el revisionismo? Para nosotros la respuesta está clara, que sean los maoístas honestos del Estado español los que reflexionen sobre ello).

Poderoso indicativo de la necesidad de ese trabajo de vigilancia revolucionaria del que hablamos son las declaraciones de Prachanda, tras liquidar la Guerra Popular en Nepal, en las que expresaba su intención de propagar la línea de democracia multipartidista del siglo XXI en el seno del MCI y, muy particularmente, en India8. Prueba de la justeza de la tesis leninista de que no hay más ideología que la comunista o la burguesa, que no hay espacios neutros o intermedios, y que si la línea comunista no está al mando, lo estará la burguesa-revisionista, con las consecuencias inevitables de liquidación de la revolución y de su horizonte.

Así pues, debido a las condiciones de la lucha de clases en la época del imperialismo, el revisionismo tiende a adoptar una forma universal, especie de contrapartida de la Línea General de la RPM, que se adapta a las distintas idiosincrasias locales, pero con un sustrato global. Nuestra experiencia particular de lucha contra él en el Estado español, así como nuestro estudio de la RPM y nuestra inmersión en diversos procesos de lucha de dos líneas a nivel internacional, nos muestra que una de las formas comunes, y principio político estrella del revisionismo, es la propalación de la necesidad de una fase “intermedia” de reforma política del viejo Estado, justificada con toda variedad de argumentos de acuerdo con las condiciones concretas del lugar donde se expresa. Prachanda lo demostró en Nepal, del mismo modo que los oportunistas españoles lo demuestran cada día, subsumiendo el comunismo, y las imperiosas tareas que su reconstitución exige, en la amalgama pequeño-burguesa e interclasista del republicanismo. No en vano, la victoria de la línea prachandista en Nepal supuso, además de cernirse como negra tormenta sobre el proceso revolucionario en India, un espaldarazo para nuestro revisionismo local, como por ejemplo el PCPE, fraternales compañeros de los ensangrentados contrarrevolucionarios del Partido Comunista de India(marxista), y su programa de reforma democrática republicana de la dictadura de la burguesía, dándole alas, además, para tildar de “izquierdistas” y “aventureristas” a los camaradas naxalitas.

Valga este ejemplo concreto para resaltar lo que la miopía empirista y nacionalista impide ver a algunos: que ningún proletario consciente puede ser indiferente, o sencillamente dejar hacer, ante lo que acontece en otros procesos revolucionarios nacionales, o incluso en su preparación; que si ese trabajo de vigilancia revolucionaria, reverso necesario e inseparable de la solidaridad internacionalista, no lo colma la fracción roja del MCI, será el revisionismo quien ocupe ese lugar con su trabajo internacionalista de liquidación; que lo que acontece en el proceso de RPM, aunque sea a miles de kilómetros de donde nosotros ejercemos nuestra actividad, tendrá consecuencias, para bien o para mal, en el desarrollo de la misma.

El internacionalismo proletario nos obliga a adoptar el punto de vista de nuestra participación en la preparación, acercamiento y propaganda de la RPM, observada como conjunto orgánico. En este sentido cabe destacar lo que los mejores maoístas ya han advertido, que el viejo revisionismo kautskista y jruschovista consiguió, no sólo travestirse de maoísta, sino incluso tomar tanta fuerza con esos ropajes como para liquidar una pujante revolución. Es un indicativo que, a nuestro juicio, refuerza nuestras consideraciones, como las que hemos hecho más arriba, sobre el maoísmo, en el sentido de que, aún siendo la mejor expresión de la teoría revolucionaria durante el Ciclo, comparte muchas de las premisas en cuyo seno se contenía su agotamiento y derrota final y que permitieron, con relativa facilidad, esta mutación del viejo revisionismo.

Por ello, estamos convencidos de que el mejor aporte que podemos hacer a la RPM y a la revolución en India, es trabajar por la formación de un polo anti-revisionista que aglutine y cohesione a la izquierda del MCI. La base para la conformación de este referente internacional estamos convencidos que no puede ser simplemente el maoísmo, pues éste representa cada vez más un conjunto heterogéneo en el que la izquierda revolucionaria del comunismo se entremezcla, bajo la misma marca ideológica, con la extrema derecha liquidacionista del MCI, mostrando la realidad de que no vale con declararse maoísta para asegurarse un certificado de anti-revisionismo; sino que la base primera de este polo debe ser política, nucleada en torno a los elementos políticos de la Línea General de la RPM. Desde nuestro punto de vista, algunos de estos elementos primordiales son, en primer lugar, la defensa de la universalidad de la Guerra Popular como instrumento de destrucción del viejo Estado y construcción del Nuevo Poder y de acumulación de fuerzas de masas. También, en segundo lugar, la denuncia de toda la panoplia de “programas mínimos” o “fases intermedias”, estableciendo claramente la Dictadura del Proletariado, lo que incluye su expresión en los países oprimidos, plasmada en el programa de Estado de Nueva Democracia, y su conquista a través de la violencia revolucionaria (Guerra Popular), como horizonte inmediato de la RPM. Asimismo, consideramos que la lucha de dos líneas, honesta y sin apriorismos, en torno al Balance de la experiencia de la RPM, es un elemento clave que, antes o después, el MCI tendrá que tener en cuenta, y que resultará una plataforma ideal para la vivificación de nuestra ideología. Ello impedirá la simple transmutación del viejo revisionismo, que ya ha demostrado en numerosas ocasiones su fortaleza para imponerse al viejo discurso revolucionario, tal y como ha quedado configurado con el fin y la derrota del Ciclo de Octubre. Además, así, conseguiremos agrupar nuevas fuerzas que, aún no declarándose maoístas, sí llevan a cabo una lucha consecuente, más, como hemos visto, que algunos autodenominados maoístas, contra el revisionismo y el reformismo, concentrando la mayor cantidad de potencial del hoy disperso comunismo revolucionario.

Este polo, claramente deslindado y en lucha contra el revisionismo, será, además de un paso objetivo en la reconstitución de la IC, el mejor servicio internacionalista inmediato que podremos hacer para el reforzamiento de la revolución en India, suministrando a los revolucionarios naxalitas una plataforma ideológica y política que refuerce su lucha de líneas contra el revisionismo en el seno del PCI(M), lucha contra la línea negra liquidacionista, que, aunque no se manifieste públicamente a la actualidad, de seguro, el marxismo, las leyes de la revolución y la experiencia de la RPM nos lo muestran así, se encuentra latente, esperando las mejores condiciones para su asalto contra la revolución.

Es necesario insistir en la importancia de la tarea del Balance y la reconstitución ideológica, no sólo para el MCI, sino también para la revolución en India. Será la resolución de esa tarea la que sentará sólidas bases para el triunfo revolucionario en el subcontinente y para la reapertura de un nuevo Ciclo de la RPM, a la vez que esto supondrá un espaldarazo para la izquierda del MCI, transformando favorablemente, por medio de la actividad subjetiva de los revolucionarios indios en particular, y de la vanguardia proletaria internacional en general, el cuadro general objetivo que hoy afronta el MCI. Creemos que la necesidad del Balance es una importante lección de la experiencia de las últimas décadas, particularmente de los procesos de Guerra Popular, que el PCI(M), y el maoísmo en general, no deberían subestimar.

Será ésta la mejor manera en la que podremos contribuir a la victoria de nuestros hermanos oprimidos en India, a la par que su victoria nos fortalecerá a todos los revolucionarios del mundo y a la RPM, abriendo, ahora sí, con grandes garantías de éxito, un nuevo Ciclo de la RPM que destruya el imperialismo y abra para la humanidad el umbral del Comunismo.

Movimiento Anti-Imperialista
Abril de 2011


Notas
1Ver El Martinete, números 19 y 20, donde exponemos nuestra controversia con Correo Vermello a raíz del ataque de éstos a nuestro Dossier de estudio crítico sobre el proceso revolucionario en Nepal.
2 Ver al respecto Revista Negación de la Negación, número 4, septiembre de 2009, y el debate epistolar entre los camaradas de la Unión Obrera Comunista (MLM) de Colombia y Correo Vermello.
3 Para acercarse a nuestra consideraciones ideológicas y de fondo respecto al maoísmo, ver: Algunas consideraciones sobre el maoísmo, publicado en El Martinete, número 21, septiembre de 2008, y Carta a la UOC (MLM) de Colombia, publicada en El Martinete, número 23, mayo de 2010.
4 Ver nuestro análisis sobre la Guerra Popular en Nepal, con motivo de su décimo aniversario: La encrucijada de la revolución en Nepal, de febrero de 2006, reproducido en El Martinete, número 19, septiembre de 2006.
5Negación de la Negación, número 4, septiembre de 2009, pág. 187.
6Ver: http://ujcezamora.blogspot.com/2011/04/una-aclaracion-respecto-de-nuestro.html
7La ignorancia es atrevida, en El Martinete, número 20, septiembre de 2007, pág. 40.
8 “Ellos tienen que captar esto y seguir este camino. Sobre los problemas de la dirección y de la democracia pluripartidista, o más bien de la contienda pluripartidista, aquellos quienes se llaman revolucionarios en la India tienen que abordar estos asuntos. Y se necesita ir en la dirección de esa práctica.” Boletín Ocasional del PCN(m), febrero de 2006; Cf. El Martinete, número 19, septiembre de 2006.