«En conclusión, si somos honestos a propósito del término «genocidio», distinguiremos de entre las muertes en la era Pol Pot una parte principal que son de nuestra responsabilidad, de la responsabilidad de Estados Unidos». (30)
Esto está muy claro. Pero los imperialistas han inventado muchas otras calumnias y han propagado muchas otras tonterías, como es el caso de la mentira estúpida de que los «jemeres rojos» reprimían a todos los que llevaban gafas (¡). He aquí una mentira al más puro estilo Goebbels: cuanto más grande, más gente la creerá. «Miente, miente, miente, que algo quedará», como pregonaba el propagandista nazi. Así, Kampuchea Democrática no habría supuesto otra cosa que el «caos», la «nada» y el «oscurantismo»; ¿el caos? ¿la nada? ¿Cómo se puede calificar así a la lucha productiva por la reconstrucción de un país arrasado por la guerra? ¿Y las construcciones hidráulicas y las obras realizadas por el pueblo que permitieron proporcionar dos cosechas por año (lo nunca visto en ese país hasta entonces)? ¿Y la reconstrucción de carreteras y puentes y la aparición de las primeras infraestructuras para la industria pesada? Se trata de un insulto contra el pueblo y su historia. ¿Oscurantismo? Podrían testimoniar de ello las heroicas partisanas de Kampuchea Democrática. El papel que jugaron en la revolución fue inmenso, tanto en la lucha armada como en la producción, en un país en el que las mujeres no tenían ningún derecho. Hoy, han sido desarmadas para así más fácilmente integrarlas en la economía del turismo sexual que los capitalistas llaman «sector del divertimiento». Y, prueba de que el feudalismo y el oscurantismo sobreviven gracias al imperialismo, es que hasta se venden incluso las jóvenes vírgenes. A las mujeres obreras se las asesina en respuesta a sus huelgas en la industria textil. ¡¡Y aún pretenden equiparar a los «jemeres rojos» con los mercenarios del Estado Islámico!! Es necesario recordar que la prostitución había sido erradicada en Kampuchea Democrática, y eso con el fin de que cada mujer pudiera encontrar los medios necesarios para vivir teniendo de esa manera un papel a jugar en la tarea común de edificación del socialismo. Los charlatanes intelectuales describen la prostitución como un mal inevitable de todas las sociedades humanas bajo el pretexto de que se trata de «la profesión más antigua del mundo». La historia muestra que solo la Dictadura del proletariado logra barrer la prostitución, y lo hace atacando las raíces sociales de la explotación sexual y a las mafias, ¡y eso desde la Comuna de París! Pero, evidentemente, para muchos burgueses occidentales es mejor ir de vacaciones a la Camboya de las prostitutas que a la Camboya de las partisanas. Una mujer con un fusil y un trabajo es menos fácil de prostituir…
Imagen en violeta de las zonas bombardeadas por los genocidas yankees
Se dice que los «jemeres rojos» eran racistas. Es ciertamente fácil acusar de racismo a un pueblo agredido por fuerzas armadas extranjeras. Nosotros prescindiremos por tanto de refutar la acusación de racismo antivietnamita, más aún habida cuenta de que podríamos acusar de racismo por eso mismo a los corsos, a los kanaks e incluso a los comorianos hacia los franceses, por ejemplo. Ni tampoco acusaríamos de racismo de los franceses contra aquellos a los que, en los años 40, se llamaba «boches». La acusación de racismo hacia los vietnamitas y los chinos de Camboya soslaya categóricamente el hecho de que, en un país dado, las diferentes nacionalidades pueden revestir un carácter de clase. El desarrollo histórico de Camboya ha dado lugar a que fueron numerosos –por no decir la casi totalidad- los comerciantes compradores que eran de origen chino, o chino-jemer, y es desde ese hecho objetivo en el que hay que situar la represión de los «jemeres rojos» contra los chinos de Camboya.
Y, por supuesto, hay otro hecho que exaspera a los intelectuales burgueses: la abolición de la moneda. Los filisteos educados en prejuicios burgueses conciben la moneda como algo indispensable para la humanidad, pero la moneda no aparece en la naturaleza del mismo modo que los árboles y los pájaros, sino que tiene una historia social que se inscribe en las relaciones de producción de explotación entre los humanos. Introducida por el colonialismo para, entre otros motivos, hacer pagar los impuestos a los campesinos, la moneda ha jugado en todos los países colonizados un papel destructor. Así pues, es normal que la prensa capitalista haga mucho ruido en torno a esta cuestión. En la sociedad capitalista en que todo se compra y todo se vende, la moneda es el Dios supremo. Sin ella, el ser humano estaría separado de toda relación social. Incluso nuestros adolescentes, bajo la influencia de la ideología dominante, no dejan de alabar sus virtudes. No acabaremos nunca de escuchar decir la mucha falta que hace y lo mucho que se desea. Sin embargo, la moneda no existe en las sociedades en las que subsisten formaciones económicas precapitalistas, como fue el caso de Camboya. Sobre la cuestión de la moneda y los salarios, Pol Pot respondió así a los camaradas franceses que visitaron Camboya en 1978:
«En lo que concierne al papel de la moneda, el sistema de salarios y el comercio, quería decir lo siguiente: en 1970-1971, nosotros habíamos liberado ya entre el 75 y el 80% de nuestro país. En ese momento, teníamos el poder político y el poder militar, pero no teníamos el poder económico, ya que la economía estaba en manos de los terratenientes y los capitalistas. A su vez, estos últimos acaparaban toda la producción porque tenían el dinero (…)
En cuanto a nosotros, no teníamos nada. La población padecía muchas dificultades en el plano alimentario, al igual que nuestro ejército. Esas dificultades repercutían negativamente en la guerra de Liberación Nacional. Así, tras haber estudiado bien esta situación, decidimos crear cooperativas con el fin de controlar la economía y la producción agrícola en el campo y ocuparnos de la gestión, distribución, aprovisionamiento y de los intercambios entre las cooperativas, por una parte, y entre las cooperativas y el Estado, por otra parte. Es así como pudimos controlar la producción agrícola y resolver los problemas de las condiciones de vida del pueblo. El pueblo estaba entusiasmado con esta situación y enviaba a sus hijos al ejército para combatir al enemigo. Cuando las cooperativas comenzaron a colaborar y a desarrollar entre ellas intercambios de productos, el papel de la moneda fue progresivamente disminuyendo. En 1974, la moneda disminuyó en un 80%. Antes de la liberación, sólo el Estado [se refiere al gobierno revolucionario] utilizaba la moneda, y la utilizaba para comprar diversos productos en la zona que no estaba aún liberada para cubrir las necesidades de la zona liberada que se situaba bajo su control. Después de estas experiencias, nosotros consultamos al pueblo y éste estimó que el dinero no tenía ninguna utilidad porque las cooperativas podían efectuar los intercambios entre ellas sin necesidad de recurrir al dinero. Así, en ese momento, en la zona liberada que se extendía sobre más del 90% del país con cerca de 6 millones de habitantes, habíamos resuelto ya ese problema. Cuando los habitantes de las ciudades fueron transferidos al campo, las cooperativas se hicieron cargo de ellos en su totalidad. En definitiva, esta experiencia nos condujo a no hacer uso de la moneda hasta el momento. ¿Qué ocurrirá en el futuro? Eso depende del pueblo. Si el pueblo estima que hay que utilizar la moneda de nuevo, nosotros la utilizaremos, pero si cree que eso no es necesario, se decidirá en consecuencia (…)
En relación al sistema de salarios, también las prácticas adquiridas en el pasado en el movimiento revolucionario, sobre todo durante la guerra de Liberación nacional, que determinaron que, tanto los cuadros como el ejército, no tenían salario. Los habitantes tampoco tenían salario. Antes de la Liberación, en la zona liberada, los cuadros, el ejército, la población… es decir, cerca de 6 millones de personas, se habituaron a vivir sin salario. Nosotros habíamos destacado que anteriormente la mayor parte de nuestro pueblo no tenía salario, a excepción de los funcionarios. Así, con esas prácticas adquiridas, la población de las ciudades se incorporó a las cooperativas. Los cuadros civiles y militares, los combatientes hombres y mujeres del ejército y los obreros continuaron con este régimen de abastecimiento en vigor durante la guerra. Nosotros estimamos que esto evita que no recaiga una pesada carga sobre las espaldas del pueblo y permite reservar dinero principalmente para la defensa y la edificación nacionales. ¿Qué pasará en el futuro en relación a esta cuestión? Eso dependerá de la situación concreta y del pueblo. (31)
No hemos dicho que Camboya habría podido realizar su proyecto de desarrollo siguiendo esta vía si no se hubiera producido la agresión sovietico-vietnamita. El economista Samir Amin había hecho en 1977 una crítica positiva de la orientación económica seguida por el PCK en la construcción del socialismo, analizando que bien podía aplicarse a otros países de características similares (especialmente en África). Sin olvidar que la construcción del socialismo se determina ante todo por su orientación política –es la política la que guía a la economía-, la experiencia de Kampuchea Democrática, estudiada de manera crítica, podría servir a las luchas futuras del proletariado y de los pueblos de los países subdesarrollados. (32)
Si los imperialistas y la reacción en el poder en Camboya quieren ensuciar las realizaciones de Kampuchea Democrática se debe a que, por una parte, el proceso contra los «jemeres rojos» proporciona una ocasión importante para hacer propaganda anticomunista ante todo el mundo, y, de otra parte, a que en Camboya se desarrolla una intensa lucha de clases, hasta el punto de que Hun Sen tuvo que recurrir el año pasado al estado de emergencia frente a las huelgas obreras. ¿Qué harán los campesinos expulsados de sus tierras y las obreras del textil duramente explotadas y reprimidas si vuelven a tomar la herencia revolucionaria en sus manos? ¿El análisis marxista de la sociedad efectuado por los proletarios de Camboya seguirá haciendo comprender al pueblo camboyano dónde se sitúa la verdadera independencia en un país desgarrado entre el imperialismo USA y el imperialismo chino? ¿Dónde está la verdadera independencia cuando una filial de EDF(francesa) gestiona la electricidad en Phnom Penh? ¿O dónde está cuando la australiana Toll controla los ferrocarriles y la agricultura? Durante el periodo de Kampuchea Democrática, ¿no eran acaso sus hijos los que se ocupaban de las instalaciones eléctricas? Hoy, nuestros imperialistas nos dirán sin duda que se ocupan ellos porque ellos tienen el «savoir faire». Los camboyanos han debido olvidar cómo funciona la electricidad…
El tribunal imperialista no sólo ha condenado a los antiguos resistentes «jemeres rojos» sino que ha anunciado igualmente proyectos cuyo objetivo es la confiscación de la memoria del pueblo de Camboya con el fin de dirigirlo hacia la vía de la sumisión: la instauración de una jornada nacional oficial de conmemoración y la edificación en Phnom Penh de un monumento conmemorativo en homenaje a las víctimas de la evacuaciones forzosas así como un ridículo «centro de aprendizaje de la paz» (o cómo enseñar la «paz» al pueblo para mantener el monopolio de la violencia). Esperemos que el pueblo camboyano, heredero de una larga tradición de lucha contra el colonialismo desde el siglo XIX, no permitirá que le dicten durante mucho tiempo su historia y su futuro los explotadores de su tierra y de sus hijos. Por lo que respecta a los comunistas internacionalistas, deben celebrar el día 17 de abril como el día de la victoria de un pueblo heroico sobre el imperialismo.
Abel Kelen, 17 de abril de 2015.
NOTAS
0) Jérôme y Jocelyne Steinbach señalarán: «Es difícil de imaginar el equivalente a 7 bombas de Hiroshima que, cada mes, caían sobre el país; o también las 240.000 toneladas lanzadas solamente entre febrero y agosto de 1973». «Phnom Penh libérée. Cambodge, l’autre sourire». Editions sociales, 1976.
1) El Frente Unido Nacional de Kampuchea. Organismo de la resistencia fundado por el Partido Comunista de Kampuchea.
2) Nuon Chea, jornada de audiencia nº 224. 31 de octubre de 2013.
3) Como la banca de Indochina, pero también la Compañía de Camboya y la Sociedad Financiera de Cauchos, grupos integrantes del emporio Bolloré.
4) Pol Pot, Vive le 17ème anniversaire de la fondation du PCK, Éditions de Phnom Penh, 1977.
5) Jérôme et Jocelyne Steinbach «Phnom Penh liberée», Éditions sociales, 1976.
6) En 1965 tuvo lugar en Indonesia un golpe de estado para derrocar al régimen de Sukarno dirigido por los generales fascistas con Suharto a la cabeza y con el apoyo de la CIA. Las masacres de las tropas de Suharto hicieron más de 500.000 muertos entre los comunistas y progresistas. Fue una terrible lección para el PKI (Partido Comunista de Indonesia) que le mostrará sus errores en la falta de preparación de la lucha clandestina. Para más detalles sobre el apoyo del imperialismo francés al régimen de los generales indonesios, ver la presentación de Régis Bergeron en el folleto «Por un Indonesia libre y democrática» (Jusuf Adjitorop), Éditions du Centenaire, 1975.
7) Testimonio citado en la revista Communisme nº 7 nov-dic 1973, en el artículo del MNSPI (Movimiento Nacional de Apoyo a los Pueblos de Indochina) «Cambodge: une lutte examplaire pour les peuples opprimés».
8) Las bases de apoyo son las zonas inaccesibles al enemigo y en las que la población está enteramente ganada para la lucha de liberación nacional. Las bases de guerrilla son las zonas en las que se produce la confrontación armada con el enemigo, y pertenecen o bien a los revolucionarios o bien al enemigo.
9) Citado en «Le Cambodge en lutte. Reportage de la délégation des journalistes chinois sur sa visite au Cambodge.» Éditions en langues étrangères, Pékin 1975.
10) idem.
11) En 1972 tuvieron lugar negociaciones entre los revolucionarios vietnamitas y los imperialistas americanos para poner fin a la guerra. «Los vietnamitas nos hicieron saber que Kissinger pidió a Le Duc Tho que informara a Kampluchea que si no declaraba un alto el fuego, los aviones estratégicos y tácticos de USA destruirían Kampuchea en 72 horas» (citado en Catherine Quiminal, «Le Kampuché. Viêt-nam-Cambodge, guerres et indépendance». Éditions Anthropos, 1982.
12) Lon Nol prodigaba este tipo de consejos a sus soldados: «Asimismo, se recomienda a todos nuestros compatriotas de alistarse en el ejército… Y una vez en el ejército, nuestros compatriotas deben interesarse en aprender las ciencias ocultas practicadas por nuestros ancestros, y que podrían además permitirnos escapar del fuego del enemigo y saber de antelación lo que va a suceder» (Jérôme et Jocelyne Steinbach, op cit.)
13) Idem. Op cit.
14) Un informe de una organización gubernamental norteamericana redactado por John Gunther Dean en abril de 1975 estipula: «… un trabajo de esclavos y una serie de hambrunas que tendrán lugar este año serán el lote cruel y obligatorio que pagará la mitad de la población (…) las privatizaciones y los sufrimientos generales continuarán al menos durante los dos o tres próximos años antes de que Camboya sea capaz de volver a comenzar a suministrar arroz». (Ver el libro de W. Shawcross «Une tragédie sans importance. Kissinger, Nixon et l’anéantissement du Cambodge», 1979).
15) Le Figaro, 12 de mayo de 1975.
16) El COMECOM o CAEM (Consejo de Asistencia Económica Mutua). Creado en 1949, en su origen su misión era la ayuda económica entre los países socialistas. Tras la toma del poder por Kruschev, se transformó en un instrumento de sometimiento económico de los revisionistas soviéticos para imponer una división desigual del trabajo y un intercambio desigual con los países miembros menos desarrollados.
17) Pol Pot, op cit.
18) Marie Alexandrine Martin «L’industrie dans le Kampuchéa Démocratique (1975-1978)». Études rurales, nº 89-91, 1983.
19) Declaraciones de Pol Pot recogidas por Jacques Jurquet en su autobiografía «A contre-courant». Éditions Le Temps des Cerises.
20) Proyecto de programa político del Frente de Gran Unión Nacional Patriótica y Democrática de Kampuchea. 21 de agosto de 1979.
21) MIPRENUC (Misión Preparatoria de las Naciones Unidas en Camboya) y APRONUC (Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya).
22) «Francia ha apoyado esta jurisdicción desde el principio, especialmente de forma financiera, por un montante acumulado de 8,2 millones de dólares». Cambodge-Verdict du procès des dirigeants khmers rouges (7 de agosto de 2014).
23) Comunicado del Director par interim de la Oficina de la administración de las CETC relativo a la falta de liquidez necesaria para el pago de los salarios del personal nacional de las CETC del mes de diciembre de 2012 así como a la situación presupuestaria para el 2013.
24) «Introduction pugnace de la défense de Nuon Chea», martes 22 de octubre de 2013, www.proceskhmersrouges.net
25) Idem.
26) Los pasajes en negrita son de la redacción y señalan claramente el carácter de clase del proceso y la hipocresía de los jueces.
27) Nuon Chea, doc cité.
28) Catherine Quiminal, op cité.
29) Señalemos que Andrew Cayley fue oficial y ¡procurador militar del ejército británico!
30) Citado de Noam Chomsky «Comprendre le pouvoir. Premier mouvement». Éditions Aden.
31) Entrevista a Pol Pot. L’Humanite rouge nº 872 jueves 20 de abril de 1978.
32) Ver el capítulo «La leçon de Cambodge» en el libro «L’impérialisme et le développement inégal». Samir Amin. Éditions de Minuit.
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