lunes, 19 de octubre de 2015

Estudiar los 16 puntos, asimilarlos, ponerlos en práctica (1966) (Documentos sobre la GRCP)



Es bajo la dirección personal del camarada Mao Tse-tung que se ha redactado la Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural, los16 puntos.
Confiar en las masas, apoyarse en ellas, movilizarlas sin reservas, respetar el espíritu de iniciativa, tal es el significado fundamental de los 16 puntos.
Es decir que, en la gran revolución cultural proletaria, hay un método a seguir: que las masas se eduquen y se liberen ellas mismas; no debemos de ninguna manera actuar en su lugar.
Los maestros en nuestra sociedad, son las masas. La gran revolución cultural proletaria debe apoyarse en su actividad consciente, en su trabajo.
¿Es posible llevar a cabo la revolución cultural apoyándose en las masas, en su propia escuela y en su propia organización de trabajo?
¡Sí, es posible!
Todo alumno o maestro revolucionario, todo camarada revolucionario debe demostrar altas aspiraciones y ardor proletario.

Apoyándose en la fuerza de las masas, cada escuela y cada organización de trabajo llevará a cabo, sin duda, la victoria de la gran revolución cultural proletaria, siempre que, conscientemente, los camaradas estudien los 16 puntos, los asimilen y los pongan en práctica.
Un movimiento revolucionario de masas, es un gran crisol de culturas. Todo alumno, todo maestro, todo camarada revolucionario debe hacer frente a los acontecimientos para reforzarse y ser capaz de hacer la revolución.
Que las masas revolucionarias asimilen los 16 puntos, sean guiadas claramente en los años de la Revolución Cultural, distingan el bien del mal en su trabajo y consideren correctamente sus futuras acciones.
Debemos analizar y evaluar la etapa de la revolución cultural que acaba de desarrollarse, a la luz de los 16 puntos, para ver lo que es bueno y qué es malo, qué métodos son correctos y cuáles son incorrectos.
Los grupos, los comités, los congresos de la revolución cultural son nuevas formas de organizaciones creadas por las mismas masas bajo la dirección del Partido para dirigir esta revolución cultural.
De acuerdo con los 16 puntos, se deben celebrar elecciones generales del tipo de la Comuna de París.
Durante varios días, se debe dar un amplio intercambio de opiniones sobre los candidatos a ser elegidos y las formas de su elección, y repetidas discusiones sobre este tema. Si los funcionarios electos se muestran incompetentes, pueden ser reemplazados o revocados.
Es en su propia escuela, en su propia organización de trabajo, que las masas revolucionarias deben dedicar su esfuerzo principal para la buena marcha de la revolución rultural. Tienen que aprender a analizar concretamente las condiciones específicas de su propia escuela o de su propia organización de trabajo, buscar soluciones a los problemas existentes y llevar a cabo sus propias experiencias en la práctica.
Esta es la mejor manera de ayudar a otras escuelas y a otras organizaciones de trabajo.
La revolución cultural no puede desarrollarse y llevarse a buen fin sólo con las escuelas de masas o las organizaciones de trabajo.
Debemos confiar en nosotros mismos, al igual que, en la capacidad de las masas revolucionarias de otras escuelas y otras organizaciones de trabajo, de resolver sus problemas y liberarse ellas mismas.
La Gran Revolución Cultural Proletaria es una lucha política e ideológica que afecta a los seres humanos en lo más profundo.
Esta lucha debe recurrir al razonamiento y no la coacción o coerción. El proletariado posee la verdad.
Debemos luchar por el razonamiento, no por la coerción o coacción, incluso en la lucha contra los derechistas burgueses. Luchar por el razonamiento, que ayuda a revelar totalmente la cara de odio de los derechistas burgueses y refuta completamente las calumnias aislándolas lo más posible.
Los 16 puntos son el programa esbozado por el camarada Mao Tse-tung para la gran revolución cultural proletaria. Son un instrumento para unificar la comprensión y la acción de las masas.
Las masas de trabajadores, campesinos, soldados, intelectuales y cuadros revolucionarios apoyan firmemente los 16 puntos.
Nosotros, que pertenecemos a las masas revolucionarias, debemos estudiarlos conscientemente y usarlos como un arma para evaluar la situación real del movimiento en nuestra propia escuela o en nuestra propia organización de trabajo. Debemos seguir haciendo lo que esté en la línea de los 16 puntos y corregir lo que no esté. Los responsables de las escuelas y de las organizaciones de trabajo que se oponen a los 16 puntos deben ser denunciados y criticados severamente.


Traducido por “Cultura Proletaria”

Editorial de “Renmin Ribao”, 13 de agosto de 1966

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