lunes, 12 de octubre de 2015

Saber manejar el arma ideológica al servicio de la Gran Revolución Cultural (Editorial del Renmim Ribao de 11 de agosto de 1966)

Publicado por Cultura Proletaria. (Documentos sobre la GRCP)
Mao Dazibao


La Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria ha permitido que las masas de nuestro país escuchen la voz de nuestro gran líder el camarada Mao Tse-tung.
Esta decisión hizo un balance de las nuevas experiencias acumuladas por las amplias masas en China durante la Revolución Cultural Proletaria. Refleja el espíritu de la iniciativa revolucionaria.
El camarada Mao Tse-tung dijo: “Nuestra política debe darse a conocer no sólo a los dirigentes y a los cuadros, sino también a las amplias masas“.
Una vez que sepan la verdad y fijen un objetivo común, trabajarán con un solo corazón. Cuando las masas actúen con un solo corazón, todo será más fácil. Las grandes masas de obreros, campesinos y soldados, todos los miembros del Partido Comunista, todo el personal revolucionario, los intelectuales revolucionarios, los profesores y los alumnos revolucionarios deben, todos, estudiar concienzudamente la Decisión del Comité Central del Partido.
Deben estar familiarizados con ella, conocerla a fondo y aplicarla.
A la luz de los principios y de las políticas establecidas en la Decisión, necesitan hacer un estudio comparativo de la situación de la revolución cultural en sus propias unidades en el transcurso anterior, seguir haciendo lo que es correcto, corregir resueltamente lo que está mal y tomar lo que queda por hacer. Hay dos tipos de principios, de política y de métodos opuestos de trabajo: el primer tipo, es que hay confiar en las masas, apoyarse en ellas, y ponerlas audazmente en movimiento, hacerles creer que son capaces de liberarse y de educarse a través de este movimiento, y de sostener con entusiasmo el espíritu y los actos revolucionarios. El otro, es estar al lado opuesto de las masas y reprimir su movimiento en el momento crucial de la revolución. Lo primero, es poner en práctica la línea revolucionaria del marxismo-leninismo y del pensamiento de Mao Tse-tung, mientras que lo segundo es poner en práctica la línea errónea opuesta al marxismo-leninismo y al pensamiento de Mao Tse-tung.

Debemos rechazar firmemente esta línea errónea, criticarla y luchar contra ella. De esta manera, será posible aplicar plenamente la línea correcta y conducir la gran revolución cultural a la victoria.
La revolución cultural proletaria es una gran revolución sin semejanza en la historia.
En tal revolución se encuentra, inevitablemente, todo tipo de resistencia. Como se dice en la Decisión: “En la actualidad, esta resistencia es todavía bastante fuerte y tenaz“. Para aplicar plenamente la decisión del Comité Central del Partido, es esencial luchar contra la línea incorrecta en el Partido, contra el oportunismo y contra las viejas fuerzas habituales de la sociedad.
Marx y Engels escribieron en el Manifiesto Comunista: “La revolución comunista es la ruptura más radical con las relaciones de propiedad tradicionales, nada de extraño tiene que en el curso de su desarrollo rompa de la manera más radical con las ideas tradicionales“.
La gran revolución cultural proletaria, que se está llevando a cabo, está diseñada para eliminar la ideología de la burguesía y de todas las demás clases explotadoras, para destruir las viejas ideas, la vieja cultura, las viejas costumbres y los viejos hábitos preparando el terreno para la restauración del capitalismo, para permitirle a las masas, lo más amplias posibles, asimilar el pensamiento de Mao Tse-tung y traer nuevas ideas, la nueva cultura, nuevas costumbres y modales de socialismo.
Al adquirir el control de esta poderosa arma ideológica que es la Decisión del Comité Central, los 700 millones de chinos están seguros de unirse todavía más, de desafiar todos los obstáculos y, con la fuerza de una avalancha, invertir lo que, en el Partido, ocupa las posiciones de liderazgo y participa en el camino capitalista, y barrer todos los genios malvados.



Editorial de “Renmin Ribao”, 11 de agosto de 1966
Traducido por “Cultura Proletaria

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