¡El Mundo Debe y Va a Cambiar de Base!
Irlanda vive hoy las consecuencias de la crisis capitalista, que ha tenido unos efectos nefastos
para la clase obrera y las masas trabajadoras, aumentando sus condiciones de miseria en
beneficio de unos pocos ricachones.
En Irlanda, como en España, Grecia, Hungría y demás países que colapsan por la crisis, los
planes de salvamento han sido para auxiliar a los grandes capitales monopolistas de la
industria y del sector financiero; en este caso han tomado recursos del fondo pensional de
millones de trabajadores para entregárselos a los bancos que necesitan más de $10.000
millones de Euros para cumplir con las órdenes del Fondo Monetario Internacional y la Unión
Europea. Pretenden pagar sus deudas con el salario acumulado de los trabajadores; además,
el gobierno irlandés pretende acabar con 24.750 empleos, rebajar los salarios, aumentar la
edad de jubilación, eliminar los subsidios al desempleo y la educación.
La declaración Táctica de la IV plenaria del Comité de Dirección, publicada en Revolución
Obrera Nº 300, explicó que estas exigencias son nada más y nada menos que “condiciones
impuestas por el capital financiero, el rey del capital que hoy domina la vida económica,
política y social del mundo entero”, e implican acabar con las conquistas del proletariado
adquiridas durante muchos años de lucha y sacrificio. Este capital, rey del capital imperialista,
se ha concentrado en unos pocos bancos, domina la producción, la distribución, la vida
política y social de todo el planeta, es parasitismo puro; se lucra en su exclusivo interés
privado de todos los medios de producción, de todas las materias primas, de sus territorios,
de toda la sociedad; es el yugo más pesado de la sociedad puesto que no produce nada y
vive de arrasar pueblos enteros llevando consigo la causa de su existencia: la súper
explotación del proletariado.
Tenía razón la IV plenaria al decir que “…todas las medidas “anti crisis” y los “planes de
salvamento” adoptados por los Estados para salvar las grandes compañías imperialistas no
sólo han favorecido la concentración del capital, como ocurre en todas las crisis, sino además
han agudizado todas las contradicciones,” entre ellas, la contradicción principal, que se ha
extendido y profundizado por todo el mundo, decisiva hoy de la situación mundial: la
existente entre el proletariado y la burguesía.
El que esta contradicción hoy tenga el papel dirigente, porque expresa mejor y más
concentradamente la contradicción básica de la sociedad capitalista entre la producción cada
vez más social y la apropiación cada vez más privada, contribuye enormemente al avance la
lucha del proletariado en todo el mundo para acabar para siempre con este sistema
capitalista imperialista en descomposición y decadencia.
Hoy en Irlanda, la crisis muestra las espantosas lacras del capitalismo y saca a la superficie
las contradicciones antagónicas del sistema que no tienen otra solución que la Revolución
Proletaria Mundial; lo que exige a los proletarios acelerar su organización como clase
consciente y de vanguardia en su Partido Comunista Revolucionario en cada país y como
parte de la Internacional Comunista de nuevo tipo, partido mundial del proletariado que dirija
a la clase obrera mundial en su lucha por el socialismo, por la dictadura del proletariado.
Más de 150.000 personas han salido a las calles en Irlanda, millones han salido en España,
Francia, Gran Bretaña e Italia, el ejército del proletariado se alista para las batallas decisivas
contra la burguesía, los comunistas revolucionarios deben asimilar rápido esta realidad y unir
el socialismo con el poderoso ejército proletario que espera la orden para lanzarse a
establecer su dominio: ¡el mundo debe y va a cambiar de base!
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