No somos falsos intelectuales.
Un artículo de Rishi Raj Baral
Los intelectuales marxistas no son una carga. Pueden jugar el papel de instrumento motor en la revolución. Aquí no voy a clarificar la definición de intelectuales, ni voy a explicar en detalle el papel que han jugado los intelectuales en el pasado. Sólo voy a hablar de la actual situación. La historia ya ha demostrado el papel jugado por los intelectuales revolucionarios durante el periodo de la revolución popular. Y ahora en la perspectiva global, los intelectuales marxistas del siglo veintiuno están jugando el papel de vanguardia en el frente ideológico. En Nepal, tenemos una larga y brillante historia de intelectuales, que jugaron un papel brillante desde el régimen de Rana hasta ahora.
Durante los diez años de Guerra Popular, los intelectuales nepalíes jugaron un papel destacado. Lucharon con la pluma y el fusil. Los intelectuales que se unieron a la Guerra Popular de diez años están estimulados moralmente y gozan de espíritu revolucionario, y desean jugar un papel activo también en los días venideros. Pero el asunto a tomar en cuenta es que algunos de nuestros camaradas, en particular los camaradas “superiores”, tienen un problema para comprender el papel revolucionario de los intelectuales. Verbalmente aceptan el papel de los intelectuales, pero en la práctica, siempre desechan el papel de los intelectuales en la lucha de clases. De hecho, son reticentes a aceptar el papel de los intelectuales. Están sobrecargados de un complejo de superioridad.
Nuestros dirigentes se presentan a sí mismos como maoístas, los auténticos seguidores del marxismo-leninismo-maoísmo. Pero en relación a la cuestión de los intelectuales, no tienen interés en seguir las enseñanzas de Mao. Durante el periodo de la revolución de Nueva Democracia en 1939, Mao escribió un documento “Reclutar gran número de intelectuales”. Es un documento de gran significado. Como él señala:
“Sin la participación de los intelectuales, es imposible la victoria de la revolución. Durante los últimos tres años, nuestro Partido y nuestro ejército han hecho considerables esfuerzos para reclutar intelectuales, y han incorporado un gran número de intelectuales revolucionarios al Partido, al ejército, a los organismos gubernamentales y al trabajo en el movimiento cultural y en el movimiento de masas, ampliando así el frente único; éste es un gran éxito. Sin embargo, muchos de los cuadros del ejército no se dan cuenta todavía de la importancia de los intelectuales, y aún los miran con recelo e incluso tienden a rechazarlos. Muchas de nuestras escuelas de cuadros no se atreven todavía a enrolar jóvenes estudiantes en gran número. Muchas de las organizaciones locales de nuestro Partido todavía son reacias a admitir intelectuales. Todo esto se debe a que no comprenden la importancia de los intelectuales para la causa revolucionaria”.
De igual modo, durante el periodo de la Reconstrucción Socialista en 1957, Mao subrayó el papel de los intelectuales como el ejército de los intelectuales. Como él ha puntualizado:
“El proletariado debe construir su propio ejército de intelectuales, al igual que lo hace la burguesía. El régimen de una clase determinada no puede prescindir de sus propios intelectuales. ¿Cómo podría ser posible la dictadura de la burguesía en Estados Unidos sin sus intelectuales? La nuestra es una dictadura del proletariado y el proletariado debe construir su propio ejército de intelectuales, incluidos todos aquellos intelectuales de la vieja sociedad que verdaderamente toman un posición de clase proletaria tras ser remoldeados.”
De hecho, algunos de los camaradas del Partido maoísta se han visto negativamente presos por la intelectualofobia. Piensan que son altos dirigentes, son los miembros del Comité Permanente y del Buró Político. Lo saben todo y, por tanto, no es necesario escuchar las palabras de los camaradas jóvenes y de los intelectuales. No tienen interés en el debate y las discusiones. Han perdido la fe en la lucha de clases y siempre abogan por “políticas de identidad” –es decir la política de etnia. No están interesados en estudiar y tomar opinión sobre el movimiento comunista, especialmente el Movimiento Comunista Internacional. Están habituados al pensamiento estereotipado y su estilo de trabajo está limitado a la rutina particular. De hecho, están negativamente entrampados por actitudes burocráticas como Mao ha mencionado en su famoso artículo “Veinte Manifestaciones de Burocracia”.
El nuevo partido, el Partido Comunista de Nepal – Maoísta ha nacido. El pueblo se muestra optimista con nosotros. Nos buscan. Es la hora de tomar un nuevo y dinámico rumbo – una ruptura real con respecto al viejo. El “nuevo Partido” tiene un equipo sólido de intelectuales revolucionarios. Contamos con profesores universitarios, activistas culturales, periodistas e intelectuales de plena dedicación en los diez años de Guerra Popular. Es la hora de centralizar a los intelectuales marxistas en torno a la organización del Partido. Debemos contar con un sólido ejército de intelectuales marxistas. Pero es asunto preocupante que nuestros camaradas siempre estén temerosos con los intelectuales marxistas. Los intelectuales revolucionarios están firmes en sus convicciones y están preparados para sacrificar sus vidas por la causa de la revolución. Siempre respetamos a nuestros veteranos dirigentes pero no a las termitas. Debemos dejar claro que nadie debería comportarse con los intelectuales como empleados personales y recepcionistas. Los intelectuales no son el personal privado de nuestros “grandes líderes”.
Este tipo de tendencia ha dañado gravemente nuestra revolución. De hecho, el faccionalismo, el utilitarismo, el pragmatismo, el empirismo, el regionalismo y el impresionismo han sido los principales problemas en el Partido maoísta entonces y ahora. Nos vemos obligados a expresar que a nivel organizativo nos hemos separado de Prachanda-Bhaburam – el verdadero traidor del siglo veintiuno, pero en el estilo de trabajo, están flotando en la misma nave. Un estilo de trabajo estereotipado no ayuda a avanzar.
Para la causa de la revolución, la utilización óptima de los intelectuales debe ser nuestro objetivo. Debemos producir un gran número de rojos y expertos. Necesita alguna planificación y programa. Pero no tenemos ningún plan ni programa para centralizar y activar a los intelectuales en pro de la revolución. Para ser muy sincero, en nombre de los intelectuales nuestros dirigentes quieren un puñado de falsos intelectuales.
Los intelectuales revolucionarios siempre respetan a los dirigentes y miembros superiores del Partido, pero nunca aceptan a los amantes y seguidores de las ONGs/ONGIs. Siempre evitan a los intelectuales de las ONGs/ONGIs y sus amos-dirigentes. Los intelectuales marxistas tienen cierto sentido, sensibilidad y también dignidad.
El país necesita el papel activo de los intelectuales para la salvaguardia de la soberanía nacional y para luchar por la Democracia Popular. Los intelectuales pueden jugar el papel significativo en la organización del Partido al igual que en el frente unido. Todos sabemos que sin lucha armada no lograremos alcanzar nuestro objetivo. Ahora mismo, debemos operar con habilidad los frentes tanto rural como urbano. Sin duda, el camino revolucionario de la revolución nepalí es la Revolución de Nueva Democracia. La cuestión principal es continuar en el espíritu de la Gran Revolución Cultura Proletaria china, regresando a las zonas rurales para la nueva preparación. Sólo existe una única manera de avanzar, es decir, la Guerra Popular Prolongada.
Ahora acaba de concluir la 7ª Convención Nacional del Partido Comunista de Nepal – Maoísta. Pero sin ninguna vacilación, quiero expresar que aún estamos en una encrucijada. La línea ideológica y política del PCN – Maoísta, que es “Revuelta popular sobre la base de la Guerra Popular”, no es clara en la forma y contenido. Es una línea ambigua. Para ser muy franco, la Convención Nacional no produjo un resultado entusiasta. Y es asunto preocupante que estos días estamos enfrentándonos a un nuevo tipo de problema, es decir, en vez de lucha de clases, algunos de nuestros camaradas están pidiendo la política de género, etnia y regionalismo.
Siempre hablamos de construir un nuevo tipo de Partido, un Partido de tipo bolchevique. ¿Cómo podemos lograr nuestro objetivo cuando siempre estamos participando en construir nuevas “villas” – los nidos. Desechamos el faccionalismo y el regionalismo, y queremos una unidad sólida entre la dirección del Partido y el campo de los cuadros. Gradualmente otro problema está brotando en nuestro Partido, es decir: la discusión infantil de “primera generación y segunda generación”. No necesitamos la “guerra fría” en nombre de la generación “vieja” y la “nueva”. Todos sabemos que la edad no es el factor decisivo de la revolución. El principal factor es la línea del Partido, que lo decide todo. Como sabemos, “lo correcto o incorrecto de la línea política e ideológica lo decide todo”. Es la realidad que, siempre respetamos a nuestra dirección y camaradas superiores al igual que queremos también una dirección fuerte y dinámica. Es la exigencia de la situación actual y la voz de los cuadros revolucionarios.
Vivimos en la segunda década del siglo veintiuno. Se están produciendo debates y discusiones en el Movimiento Comunista Internacional. Hay algunas complicaciones, pero nadie puede negar que la reorganización de los partidos maoístas es la tarea central de los revolucionarios. Ahora el centro embrionario de los partidos maoístas, el MRI, se ha extinguido. Y todos sabemos, a este respecto, que el aspecto ideológico será la cuestión principal. Por esta razón, el PCN – Maoísta debe jugar el papel dirigente. El pueblo oprimido de la India ha alzado la bandera de la revolución. Nuestros valerosos camaradas del PC de la India (Maoìsta) están luchando contra el reaccionario régimen de la India. Ha llegado la hora de aclarar donde estamos, es decir colocarnos del lado de la Guerra Popular en la India. Todos sabemos que es parte de la revolución proletaria mundial.
Bases de apoyo o modelo ruso. Los camaradas de países imperialistas están activos en el debate y las discusiones. Algunos de nuestros camaradas y partidos dentro del “MRI”, y de fuera, están respondiendo a la política de la “Nueva Síntesis” –la nueva etapa que supera a Mao y al maoísmo. La “Nueva Síntesis” ha proporcionado un tema interesante para aquellos que están interesados en el debate y las discusiones académicas. La “Nueva Síntesis” nos ha confundido. Sin embargo, el PCN – Maoísta no se ha pronunciado con una decisión oficial sobre estos asuntos, y es obvio, que los intelectuales revolucionarios pueden jugar un papel decisivo en tales casos.
Cuál será el siguiente paso del PCN – Maoísta es oscuro hasta ahora. El cielo está cubierto con nubes negras y estamos esperando una lluvia intensa. Todos sabemos que no es fácil avanzar, las cosas han sufrido graves daños. No ha quedado ninguna base, sólo la historia gloriosa de la Guerra Popular de diez años. Excepto la devoción y espíritu revolucionarios, hemos perdido todo –el ejército popular, las bases de apoyo, el gobierno popular y la justicia popular. Y es la verdad universal que antes de avanzar en una nueva práctica debemos tener clara la línea ideológica. Todos sabemos que un cuchillo sin filo no produce sangre.
Todavía aún algunos camaradas, incluso dirigentes veteranos claman por una “política de identidad única”, federalismo y asamblea constituyente. No han olvidado el estilo de vida lujoso del periodo de la asamblea constituyente –el ejercicio parlamentario. Debemos tener una fe firme en el marxismo-leninismo-maoísmo, no sólo en las palabras sino también en la práctica.
En la actualidad, los intelectuales pueden jugar un papel activo en crear opinión pública. Pueden jugar un papel significativo en el frente ideológico. Pero en primer lugar, nuestros dirigentes deben tener claro el papel de los intelectuales. Deben usar el arte y la ciencia para motivar a los intelectuales dentro y fuera del Partido, y se necesita un gran sacrificio. Esperamos que nuestros camaradas salgan del oscuro túnel del complejo de superioridad (de hecho, complejo de inferioridad), parte residual de actitudes feudales. La Convención Nacional no logró dar la respuesta correcta. Fue sólo una formalidad. Hay tantas preguntas para ser respondidas. Hay tantos asuntos para ser resueltos. La dirección debe pensar sobre estos asuntos sin respuesta. Ahora ha llegado la hora de dar una respuesta concreta.
Los intelectuales marxistas no quieren ser solo “ratones de biblioteca”. Pueden jugar un papel vital en la lucha de clases. Pero depende cómo les activemos y motivemos. Los intelectuales marxistas no son la carga, sino la fuerza motriz de la revolución.
Nota – Artículo publicado el pasado 7 de Febrero en la página web de The Next Front (un frente de activistas intelectuales culturales revolucionarios de Nepal) http://thenextfront.com/ La traducción al español es responsabilidad de Gran Marcha Hacia el Comunismo. Febrero 2013.
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