Volverás con tu cuerpo completo con tu espíritu intacto,
sobre los hombros gloriosos del partido
y vivirás para siempre entre nosotros
padre y camarada
en la música eterna del Perú.
Reproducimos un extracto del trabajo "Para entender a Maríategui" :
PARA ENTENDER A MARIATEGUI
De Mariátegui se ha escrito mucho, después
de quererlo enterrar en el silencio, claro está, a
Mariátegui se le ensalza mucho también para
quererlo mistificar, a Mariátegui se lo trata de
tergiversar sistemáticamente, a Mariátegui se
lo trata con pedantería insensata de "superar". De
Mariátegui se ha dicho en primer lugar que no era un
marxista convicto y confeso, que era un pensador cuyo
pensamiento no estaba vertebrado sobre el marxismo
leninismo.
Mariátegui, él mismo lo dijo, era un
marxista convicto y confeso, sin temor y con
precisión y nitidez. ¿Qué quiere decir
esto? Quiere decirnos que Mariátegui tenía una
posición de clase proletaria, estaba de lado de los
explotados simple, y concreta y redondamente.
Mariátegui sentía en carne viva lo que
sentían las masas explotadas de nuestro país y
lo que sentía lo tradujo en su cortísima vida,
lamentablemente para nosotros, en acción concreta y
palabra escrita. Pues bien, además Mariátegui
tenía una concepción del mundo, tenía
una ideología, su ideología lo dice en muchas
partes era el marxismo leninismo, Mariátegui
concebía, Mariátegui conlleva,
Mariátegui partía en el mundo
contemporáneo. No es posible comprender las cosas, no
es posible comprender la sociedad, el mundo, si es que no se
parte de la concepción ideológica del
proletariado. Mariátegui era un marxista-leninista.
Si nosotros acudimos a sus trabajos, a sus escritos,
Mariátegui nos dice que en el siglo actual él
hablaba por los años veintitantos el leninismo es la
nueva forma, la más alta que en esa época
había adquirido el marxismo. Mariátegui
entonces encontraba su filiación con Marx y Lenin y
por eso se decía marxista-leninista convicto y
confeso. Pues bien, Mariátegui tenía en tercer
lugar un método para trabajar, un método de
análisis, el método insustituible para
comprender cualquier cosa. Mariátegui partía
del materialismo dialéctico, los trabajos de
él son pruebas fehacientes de eso. La primera
cuestión, decíamos, que debe quedar clara, es
la posición proletaria de Mariátegui la
ideología marxista-leninista que lo nutría y
el método del materialismo dialéctico que lo
guiaba. Sobre estas tres bases es factible comprender la
figura de José Carlos Mariátegui, quien no
quiera entender esto, no puede comprender a
Mariátegui y no lo puede comprender, no por falta de
luces o de inteligencia, no lo puede comprender porque no
está del mismo lado, ni con la misma luz en el
cerebro, ni tiene el mismo método. Esto debe quedar
bien claro. Hay que partir de hechos, partir de la
posición de clase de Mariátegui, hay que
partir de su ideología marxista-leninista y hay que
partir también, y como consecuencia, claro
está, de su método: el materialismo
dialéctico. Quien no enfoca a Mariátegui en
estos tres puntos de vista no lo puede comprender, no puede
comprender su pensamiento y lo tergiversará en
algunos casos de muy buena fe o en la mayoría de los
plumíferos a sueldo, de muy mala fe.
Mariátegui ha sido un gran marxista-leninista
latinoamericano y de esto nosotros debemos estar orgullosos.
No hay en América Latina marxista leninista que se le
compare en modo alguno; realmente José Carlos
Mariátegui es una cumbre en el pensamiento marxista
latinoamericano y una gran cumbre conforme pasa el
tiempo.
A José Carlos Mariátegui se le aprecia
más fuera de nuestras fronteras, aquí en
nuestro país se le quiere menos, se le respeta menos,
y hasta se le conoce menos, lo cual es una vergüenza.
Mariátegui entonces es un gran marxista-leninista de
nuestra patria para honra nuestra y de la gente explotada de
nuestro pueblo, no para los otros; para los otros es un
puñal clavado en el corazón que no se lo puede
sacar ni se lo podrán sacar tampoco.
Mariátegui no es un simple repetidor, no es un
simple conocedor de cuatro o cinco fórmulas, sino que
tiene algo más, algo más profundo, algo
más marxista, toma el marxismo-leninismo y lo
introduce y lo funde en nuestra realidad, lo mete en nuestra
patria, lo encarna en nuestro suelo, y al encarnarlo,
introducirlo, al penetrarlo en nuestra patria con el
marxismo, nos alumbra con un pensamiento que aún
sigue vigente. La interpretación que
Mariátegui hizo de nuestra patria los famosos "Siete
Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana"
siguen siendo un documento inconmovible.
En Mariátegui vemos la garra que tenía, la
garra marxista y genial de poder fundir la realidad
universal del marxismo-leninismo con la vigencia concreta de
nuestro profeta revolucionario. Esto muy pocas personas lo
tienen y esto lo tenía Mariátegui en exceso y
en grandeza, y eso hay que reconocerlo, quien no reconoce
esto no puede entender el desenvolvimiento de las ideas
marxistas en nuestra patria, y quien no comprende el
desenvolvimiento de las ideas marxistas en el Perú no
comprende lo que pasa en el Perú, y mucho menos,
claro está, puede llamarse revolucionario.
Lamentablemente hay revolucionarios por ahí, que
conocen el pensamiento de Mariátegui y más
aún le tienen miedo, justo miedo, porque es una buena
piedra de toque para saber quiénes son y
quiénes no son. Por eso tienen razón cuando le
temen a Mariátegui. Pues bien, los Siete Ensayos de
Mariátegui siguen siendo algo fundamental en el
pensamiento del Perú, Mariátegui nos ha hecho
siete interpretaciones magistrales del punto de vista del
marxismo y desde el único punto correcto y exacto,
claro está, de nuestra realidad peruana. Contra este
librito, se han lanzado talentosos y versados eruditos de la
posición contraria a Mariátegui, de la
posición reaccionaria de don Víctor
Andrés Belaúnde, pero no han podido.
Presidente Gonzalo
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