¿Callejón sin salida?
M. Alonso.
La matanza del Cairo es un indicativo, sin paliativos, del fracaso de los militares y de la burguesía compradora egipcia para reconducir un proceso, potencialmente revolucionario, ahora hegemonizado por una suma de la pequeña burguesía rural y sectores de proletariado cautivo del clientelismo asistencial fundamentalista. Según datos del 2011, de la Enciclopedia Britanica, solo el 42.9% de la población vive en ciudades. El camino de la guerra civil esta empedrado de cadáveres.
El bloque opositor al gobierno islamista de Mursi, lejos de tomar medidas económicas de corte "populista" para ampliar su base, junto a otras energicas contra los Hermanos Musulmanes, se ha dedicado en medio de un lento y paralizante proceso a ver como día a día lo que fue una decisión golpista con amplio respaldo popular se hunde en un baño de sangre.
El proletariado egipcio, que carece de un partido comunista revolucionario pero que posee una amplia experiencia en la lucha de clases a nivel sindical, no parece dispuesto a entrar en la escena de este drama con su propio programa, la Revolución de Nueva Democracia. Programa que es el único que podrá resolver las contradicciones existentes en la sociedad egipcia.
El programa reaccionario de los islamistas, respaldado por las monarquías feudales del golfo o por régimen de Erdogan en Turquía no es, como señalan algunos sectores progresistas, un programa de la burguesía nacional, es simplemente el programa del neo-fascismo de corte religioso que los salfistas abanderan para todo el mundo árabe. Programa muy lejos de las propuestas modernizadoras y sociales de Nasser. Muy lejos de los intereses del pueblo egipcio.
La cúpula militar, incapaz de salirse de los dictados de las potencias imperialistas y del FMI, ha dejado, en manos de un puñado de políticos burgueses intrigantes e incompetentes, un gobierno provisional que lejos de representar una solución a la crisis política y económica son un lastre.
La supuesta unidad del ejercito es necesariamente un espejismo en la acual situación. Las prevendas y corruptelas de la cúpula militar, heredera de Mubarak, no llegan a los mandos intermedios que en un ejercito, de cerca de quinientos mil efectivos como el egipcio, son cuantitativamente y cualitativamente muy importantes. Sobre todo en el ejercito de tierra, con una mayoría de soldados provinientes del servicio militar obligatorio y cuya doctrina es la guerra acorazada*. La Fuerza Aérea, una de las mas poderosas de la zona o la Armada conservan un mayor elitismo por su necesaria cualificación técnica. Egipto recibe un cuantioso apoyo económico y técnico de los imperialistas yankees, el segundo después del estado sionista de Israel.
Lejos de la opinión de analistas que ven en el golpe militar una maniobra de Israel y de EE.UU. mas bien, la actual situación política en Egipto, crea un núcleo de fuerte inestabilidad cuando las fuerzas yankee-sionistas están muy comprometidos con la desestabilizacion de Siria** y en donde sus "milicias de la yihad" están siendo barridas. Creo que en ese sentido tiene que verse la mediación de los imperialistas de Bruselas, no tanto por su simpatía con el gobierno Mursi o la sinceridad de los cacareos sobre los DD.HH. en Egipto.
La crisis del capitalismo burocrático en Egipto puede tener importantes repercusiones en la medida que permita al proletariado egipcio de un paso en el camino de la autentica revolución democrática, rompiendo con la falsa dicotomía de islamismo o laicismo que tratan de presentar los mass media. Hay que estar atentos.
*Egipto posee el mayor numero de carros de combate de la zona y fabrica bajo licencia el poderoso M1-Abrans.
** El frente anti-sirio también incluye a Turquía, Qtar, Arabia Saudita, Jordania, principales garantes del gobierno Mursi.
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