Todos contra todos: Turquía, Siria y el rompecabezas kurdo.
Alejandro Martí.
En
estos momentos, la artillería turca lleva horas bombardeando las
posiciones del Estado Islámico en Jarablus. La ciudad, que lleva en
manos de los yihadistas desde julio de 2013, es el último gran paso
fronterizo que controlan entre Siria y Turquía.
Esta
mañana, milicias rebeldes apoyadas por Turquía, y por la aviación de
EEUU, han entrado en Siria para combatir al Estado Islámico e impedir la
expansión de los kurdos por el norte de Siria. Los kurdos que, a su
vez, están apoyados por EEUU y combaten contra el Estado Islámico y las
fuerzas rebeldes (y últimamente contra el ejército sirio). Al mismo
tiempo, Turquía, miembro de la OTAN, ha acercado posiciones con Rusia e
Irán, que apoyan a Assad. ¿Cómo hemos llegado a este complicado
rompecabezas?
El enemigo de mi enemigo es mi amigo, de momento
Durante
las primeras manifestaciones contra el régimen sirio, en 2011, el
ejército siguió la misma política de represión contra las zonas de
mayoría kurda como en el resto del país. A mediados de 2012, milicianos
kurdos, muchos de los cuales tenían experienca de combate junto al PKK,
se enfrentaron al ejército sirio en Kobane.
En
medio de un clima de deserciones y pérdida del control de Siria, las
fuerzas de Assad cedieron el territorio de mayoría kurdo a las Unidades
de Protección Popular (conocidas por sus siglas, YPG), manteniendo el
control sobre parte de la ciudad de Qamishlo y Hasakah, en el noreste
del país.
Aunque al principio de la
guerra, las milicias kurdas mantuvieron una posición neutral y se
limitaron a proteger las áreas pobladas por kurdos. Sin embargo, en
junio de 2012 unidades rebeldes del Ejército Libre Sirio (FSA) se
enfrentaron a los milicianos kurdos en Alepo y Afrin, al noroeste del
país. Pocos meses después, el ataque del Frente al-Nusra junto a
unidades del FSA sobre Ras al-Ayn (de mayoría kurda y controlado por el
ejército sirio), propició la entrada del YPG en la guerra civil siria.
Desde
entonces, las milicias kurdas han combatido contra el Estado Islámico
en el norte de Siria, y han mantenido enfrentamientos esporádicos con
los grupos rebeldes en Alepo y Afrin.
Turquía y Siria, enemigos, pero no demasiado
La
enemistad de Siria con Turquía tiene un trasfondo histórico que llega
hasta nuestros días. Siria es aliada de Rusia (y de la unión Soviética
en su momento). Turquía ha combatido contra Rusia en numerosas ocasiones
durante los últimos siglos. La península de Hatay pertenece a Turquía,
aunque es un territorio reclamado por Siria desde el final de la 1ª
guerra mundial. Turquía mantiene una actitud benevolente hacia los
chechenos.
Más recientemente, los
ataques del régimen de Assad contra la población suní (Turquía es
mayoritariamente suní, al igual que Siria), entre los que se encuentran
los turcomenos del norte del país, protegidos por Ankara; los incidentes
ocurridos en la frontera entre ambos países, y la intención de Turquía
de frenar la expansión chií en su vecino del sur han ayudado a reforzar
esta enemistad. Por supuesto, en medio de los conflictos diplomáticos y
por el poder, se encuentra la lucha por llevar los recursos naturales
desde Oriente Medio y el mar Caspio hacia e Mediterráneo.
Sin embargo, tanto Assad como Erdogan comparten un interés mutuo , prevenir la excesiva expansión kurda por el norte del país.
De Hasakah a Jarablus
29 de junio de 2016: Erdogan y Putin conversan por teléfono y restablecen la relación entre sus dos países.
12
de agosto de 2016: Las milicias kurdas (SDF) conquistan los últimos
reductos yihadistas en la ciudad de Manbij, al sur de Jarablus.
16
de agosto de 2016: Comienzan los enfrentamientos entre las milicias
pro-Assad (NDF) y las fuerzas de seguridad kurdas (Asayish) en Hasakah.
Siria emplea, por primera vez, cazas contra la población civil kurda.
21
de agosto de 2016: Las Fuerzas Democráticas Sirias anuncian la creación
del Consejo Militar de Jarablus, y anuncian el inicio de la ofensiva
con la ciudad.
22 de agosto de 2016:
Turquía bombardea posiciones del Estado Islámico en Jarablus, y la línea
del frente kurda al norte de Manbij.
22
de agosto de 2016: El-Cadir, comandante de las Fuerzas Democráticas
Sirias y líder de la ofensiva contra Jarablus, es asesinado.
22 de agosto de 2016: Encuentro entre oficiales de inteligencia sirios y turcos en Damasco.
23 de agosto de 2016: Alto el fuego en Hasakah. Las fuerzas pro-gubernamentales abandonarán la ciudad.
24
de agosto de 2016: Turquía comienza la operación contra Jarablus, y
anuncia que el objetivo es expulsar a los kurdos del oeste del Éufrates.
¿Por qué Turquía ataca Jarablus?
Después
de que las fuerzas kurdas conquistaran Manbij, su próximo objetivo era
tomar Jarablus. Esto situaría a los kurdos en una posición ventajosa, al
encontrarse a un paso de controlar la totalidad de la frontera entre
Turquía y Siria. Turquía ha acusado a las milicias kurdas YPG de ser el
brazo armado en Siria del PKK kurdo, por lo que Ankara quiere impedir la
continuidad territorial kurda desde Irak hasta el Mediterráneo.
Hasta
hace unos días, la postura de Turquía sobre Assad era clara, el
dictador no tiene ningún papel en el futuro de Siria. Sin embargo, el 21
de agosto, el Primer Ministro turco matizó su postura, por una parte,
“Assad no parece ser alguien que pueda unificar a los sirios”, pero por
la otra, “Assad debería ser parte de la transición”.
El
Ministro del Interior ha anunciado hoy mismo los objetivos de la
ofensiva sobre Jarablus: “la amenaza para Turquía no emana del Estado
Islámico, sino de otros grupos terroristas presentes en Siria”. Y aunque
Erdogan anunciaba que la ofensiva se había lanzado para hacer frente a
los ataques provenientes del sur (en relación a los atentados del Estado
Islámico), el Presidente turco ha asegurado que e objetivo era hacer
retroceder a los kurdos hasta la orilla este del Éufrates, y conquistar
los pueblos entre Jarablus y Marea, 70 km. al oeste.
La difícil posición de Assad
Con
todos los datos en la mano, es probable que los enfrentamientos en
Hasakah entre fuerzas pro-gubernamentales y milicias kurdas respondan a
un intento de Assad de forzar a los kurdos a desviar efectivos desde
Manbij hacia Hasakah. El bombardeo turco sobre posiciones kurdas al
norte de Manbij parece reforzar esta hipótesis.
Sin
embargo, la postura de Assad respecto a las fuerzas kurdas pone al
Presidente sitio en un impás. Por una parte, las milicias kurdas se han
desplegado por todo el norte de Siria, están armadas y tienen
experiencia en combate. Además, en el caso de que el ejército sirio
lograra derrotar a los rebeldes y recuperar las zonas en manos de los
yihadistas, poniendo fin a la guerra, tendría que enfrentarse o negociar con las fuerzas kurdas, que no renunciarán a su soberanía actual fácilmente.
Por
otra parte, Assad necesita a las fuerzas kurdas. No sólo han sido la
milicia más efectiva a la hora de combatir contra el Estado Islámico y
debilitar a los yihadistas, sino que es probable que el futuro de
ciudades como Deir el-Zor (en manos del régimen pero sitiada por el ISIS
desde hace años) pase por una victoria kurda en el este de Siria.
Además, la privilegiada y estratégica posición kurda en el barrio de
Sheikh Maksoud, en el norte de Alepo, ha ayudado al ejército sirio a
cercar la ciudad, al ser un tapón natural que impide el paso de los
rebeldes.
El futuro de Siria pasa por Manbij
Es
probable que el futuro de la guerra civil en Siria esté influido por la
ofensiva contra Manbij. Turquía exige que las fuerzas kurdas se retiren
al este del Éufrates, abandonando la ciudad, lo que es improbable que
suceda.
Por lo tanto,es altamente
probable que nos encontremos con un escenario en el que las fuerzas
rebeldes (entre las que se encuentran unidades yihadistas) protegidas
por Turquía entren en conflicto con las fuerzas kurdas, que hasta la
fecha han recibido el apoyo logísitico y aéreo de Estados Unidos.
El
resultado de este enfrentamiento estará marcado por el nivel de
implicación del ejército turco para lograr sus objetivos de expulsar a
los kurdos al este del Éufrates y por la postura que tome el régimen de
Bashar al-Assad respecto a los kurdos a partir de ahora. La guerra civil
en Siria está, hoy, mucho más lejos de llegar a su fin.
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