DENUNCIA DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ ANTE LOS EXECRABLES HECHOS
DE PROFANACIÓN DE LOS RESTOS Y LAS TUMBAS DE LOS JÓVENES ASESINADOS
EN EL GENOCIDIO DEL FRONTÓN,
LURIGANCHO
Y EL CALLAO
Comité Central Partido
Comunista del Perú
Diciembre 2018
DENUNCIA DEL
PARTIDO COMUNISTA DEL
PERÚ ANTE LOS EXECRABLES HECHOS DE PROFANACIÓN DE LOS RESTOS
Y LAS TUMBAS DE LOS JÓVENES
ASESINADOS EN EL GENOCIDIO DEL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO.
El Partido Comunista del Perú
Ante el proletariado y los pueblos
del mundo
DENUNCIA:
I.
Que el 19 de junio de 1986 el Estado reaccionario, a través de su gobierno
de turno con Alan García Pérez a la cabeza, ordenó el más execrable hecho de su
guerra contrarrevolucionaria: EL GENOCIDIO DE LOS PENALES DEL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO, asesinando a 250 prisioneros políticos desarmados con balas, bombas
incendiarias y explosivos. No contentos con esa vileza, no quisieron entregar
los restos a sus familiares y realizó subrepticiamente un entierro clandestino
desperdigando los restos en diversas tumbas sin nombre, sin notificar nada a
sus deudos, pero publicando en los
diarios “se les ha dado cristiana sepultura” y “se les dará a conocer
dónde”.
Acto
genocida, orden genocida y día del genocidio de 250 asesinados y asesinadas cubierto
con 32 AÑOS DE IMPUNIDAD.
Pero la lucha de los familiares no cejó y continuó exigiendo la entrega de los
restos y su exhumación para identificarlos. Nuevamente, el Estado reaccionario
del Perú secuestró los restos manteniéndolos en cajas de los sótanos del
Ministerio Público desde el 2003, cuando la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ordenó al Estado del Perú lleve a cabo un juicio.
La peregrinación de las madres,
hijos, padres, hermanos
y amigos duró hasta que en el
contexto del juicio abierto 30 años después del hecho genocida entregó solamente
una veintena de restos de cuerpos,
a quienes sus familiares y amigos dieron por fin digna y correspondiente
sepultura, por tratarse todos de jóvenes apresados y asesinados por luchar
contra la desigualdad e injusticia del orden capitalista de explotación y nunca juzgados
ni condenados, solamente procesados.
El PCP calificando el vil genocidio había saludado el
heroísmo de los revolucionarios y sancionado el DÍA DE LA HEROCIDAD
el 19 de junio de 1986 y desde ahí se rinde homenaje a estos héroes del pueblo
y la revolución.
Y apoyó el solemne homenaje de sus poquísimos restos.
Los familiares con sus pobres economías
compraron legítimamente el terreno, no en los grandes y fastuosos
camposantos de la capital sino en el histórico y populoso pueblo de Comas, en
las afueras de Lima, Cono Norte, último cerro. Fabricaron una hermosa escultura
de piedra de Huamanga de 40 cms. Miles de hijos del pueblo acompañaron a los familiares y
no se lesionó ningún bien jurídico protegido. Internacionalmente, comunistas,
revolucionarios y verdaderos demócratas conmovidos extendieron su justo homenaje
a los revolucionarios caídos del Perú.
Y como tenía que ser, nuevamente el reaccionario Estado
peruano, de ultraderecha hoy, acordó demoler la humilde pero significativa
construcción y no se inmutó en dar una ley con nombre propio a través de su corroído Congreso
ultraderechista, aunque ley propuesta por el ultraderechista dizque liberal
Alberto de Belaunde y refrendada por el reemplazo del renunciante Pedro Pablo
Kuczynski el ingeniero Vizcarra, quien tratando de salvar su podrido Estado
burgués en crisis general y cumpliendo las ordenes y consejos del BID o la CIA
pone el blanco de su ataque en la corrupción, manteniendo oculta la
opresión y explotación capitalista
neoliberal con maniobras como el último Referéndum.
Ley que modificó expresamente la Ley de Cementerios para
demoler “democráticamente” los nichos.
Esa es la democracia burguesa, hace las leyes que le
pueden servir a sus intereses de grupo, ni siquiera de clase y para aplicar la
persecución política como la única opción contra quienes cuestionan el sistema de explotación capitalista y en el
Año proclamado del Diálogo y Reconciliación.
Con
ese instrumento “legal” y otras leguleyadas, arbitrariedades y medidas
discriminatorias como la no notificación, el alcaldillo del distrito, sumiso al Estado de
ultraderecha, otra vez clandestinamente PROFANÓ
LOS RESTOS Y LAS TUMBAS DE LOS JÓVENES ASESINADOS EN EL GENOCIDIO DEL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO.
Los familiares con justa indignación condenan este nuevo
acto de barbarie, propio de cobardes que se ensañan con los huesos de los por
ellos asesinados, buscando que no quede ningún rastro de los revolucionarios y
la revolución. ¡VANO INTENTO!
II.
Hoy como ayer, el Partido
Comunista del Perú,
a la vez que denuncia la prosecución de la política genocida del Estado peruano,
APOYA con firmeza la lucha de los familiares quienes solo piden
justicia y respeto para enterrar a sus deudos de acuerdo a sus propias
costumbres.
Saluda igualmente la lucha legal librada en los
tribunales peruanos y extranjeros. Y considera justa la Acción de
Inconstitucionalidad contra esa ley modificatoria con nombre propio que niega
el derecho fundamental de enterrar a los muertos.
¡¿Quién los mató?! ¡El Estado peruano
genocida!
¡¿Quién los vengará?! ¡El Partido y la revolución!
¡Viva los héroes del pueblo y la revolución!
¡Gloria al Día de la Heroicidad!
¡Viva la revolución
peruana!
Perú, 29 de
diciembre del 2018 Partido
Comunista del Perú
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