Chalacos
amarillos: ¡La rebelión se justifica!
Miguel
Alonso.
En Francia,
y todo indica que de forma espontanea, está en marcha una revuelta popular, en
la que convergen contradicciones de todo tipo y plataformas de reivindicación
que manifiestan intereses de las diversas clases sociales que lo componen.
Las medidas económicas
del gobierno elitista y oligárquico, subida de precios de carburantes, presión
fiscal a la pequeña empresa, a los autónomos,
transportistas profesionales liberales y
productores agrícolas, así como la pérdida de poder adquisitivo de la clase
obrera ha ido generando una cólera que ha estallado en protestas y bloqueos por
toda Francia desde el pasado 17 de
noviembre, rodeado la ciudad con el campo y las pequeñas villas, poniendo en evidencia la contradicción Ciudad/Campo
y a la que enfrenta a la capital París con el resto del país.
Y lo más
importante, a nivel de la lucha de clases, el claro enfrentamiento de las clases populares, obreros, campesinos
y pequeños burgueses con la oligarquía financiera y de la gran burguesía francesa.
En el mismo,
se reflejan los intereses y los discursos, a veces contradictorios, de las clases que participan en la
movilización, amplia y heterogénea, al margen de los cada vez mas
desprestigiados partidos políticos del viejo régimen burgués así como de los
sindicatos históricos.
Direcciones de partidos y sindicatos
que se han apresurado a desmarcarse de las mismas, para no ser acusados de “subversivos”
por el gobierno, que trata de relacionar las protestas con un complot de la
extrema derecha de Mari Le Pen.
La derecha
neo fascista participa en las movilizaciones en las diversas localidades, levantando la “bandera del apoliticismo” para
tratar de hegemonizar el movimiento, pero no son ni mucho menos mayoria,
incluso han sido rechazados por los manifestantes, como por ejemplo en Lyon y
Marsella.
Los oportunistas
de la France Insoumise o los trotskistas de NPA han corrido una suerte
semejante, al percibir las masas su hipócrita adhesión a las demandas
populares.
En la medida
del crecimiento de la lucha, manifestaciones, bloqueos, piquetes apertura
gratis de autopistas, la represión policial se incrementa tratando de
criminalizar el movimiento acusándolos de subversivos y anti-sistema. Hay
cientos de detenidos y heridos. Una mujer de 50 años resulto muerta en un
accidente en un control de carreteras la semana pasada.
La situación
en la isla La Reunión es prácticamente de “Estado de Sitio” con el despliegue
de unidades militares y toque de queda.
Por el
momento no participan los estudiantes como tales, pero si miles de jóvenes trabajadores
y trabajadoras, paradas, jubilados y pequeños empresarios.
De rechazar
frontalmente las nuevas tasas impositivas en los carburantes, se ha avanzado a
pedir la dimisión del Presidente de la República, lo cual indica que la oligarquía
parisina no podrá salir impune de esta situación.
Como
comunistas, como maoístas, nuestro deber es Servir al Pueblo, uniéndonos sin
reservas a las luchas, denunciando la represión gubernamental o a los agentes provocadores
de la derecha.
Luchando
junto a las masas, para dar una orientación de clase al movimiento popular, uniéndose
con el sector más avanzado, atraerse a
los centristas e aislando a los reaccionarios.
Estamos
seguros, que los camaradas de Francia sabrán aprovechar esta nueva situación,
para desarrollar línea de masas y fortalecer política e ideológicamente al Partido.
¡Adelante
camaradas! ¡La rebelión se Justifica!
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