El balance de la crisis: hoy hay 1.788.358 personas pobres más que en 2009.
Ana Requena Aguilar
El último informe de la Red Española de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social señala que el empobrecimiento real de la población es mayor que el que muestran las estadísticas oficiales
Desde que comenzó la crisis, la clase media se ha reducido en 800.000 personas
Desde 2009, la población más pobre ha perdido hasta un 25% de sus ingresos mientras que los más ricos lo han hecho un 7,5%
Los números son tozudos y, además de señalar que la economía y el empleo crecen en los últimos trimestres, muestran que la pobreza también lo ha hecho. El balance de los años de crisis no deja lugar a dudas: hoy hay 1.788.358 personas pobres más que en 2009, según el informe 'El estado de la pobreza' de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de España (EAPN). El llamado índice AROPE (que mide la pobreza, la baja intensidad en el empleo y la privación material) señala que hoy hay 13.334.573 personas (el 28,6% de la población) que vive en riesgo de exclusión social. En 2009, eran 11.546.214 personas (el 24,7%).
El último informe de la Red Española de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social señala que el empobrecimiento real de la población es mayor que el que muestran las estadísticas oficiales
Desde que comenzó la crisis, la clase media se ha reducido en 800.000 personas
Desde 2009, la población más pobre ha perdido hasta un 25% de sus ingresos mientras que los más ricos lo han hecho un 7,5%
Los números son tozudos y, además de señalar que la economía y el empleo crecen en los últimos trimestres, muestran que la pobreza también lo ha hecho. El balance de los años de crisis no deja lugar a dudas: hoy hay 1.788.358 personas pobres más que en 2009, según el informe 'El estado de la pobreza' de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de España (EAPN). El llamado índice AROPE (que mide la pobreza, la baja intensidad en el empleo y la privación material) señala que hoy hay 13.334.573 personas (el 28,6% de la población) que vive en riesgo de exclusión social. En 2009, eran 11.546.214 personas (el 24,7%).
La organización
advierte, no obstante, de que el empobrecimiento real de la población ha
sido mucho más acusado que el mostrado por los datos estadísticos
oficiales. "Esto sucede porque no solo ha aumentado la pobreza, sino que
se ha producido un empobrecimiento general de la población que, entre
otras consecuencias, ha arrastrado hacia bajo los umbrales de pobreza",
explican.
Si en el año 2009 se consideraba pobre a una persona que
vivía en un hogar con ingresos inferiores a 739,7 euros al mes, este
año lo es alguien que vive con menos de 633,4 euros. Es decir, todas las
personas cuyos ingresos están entre los 634 y los 739 euros mensuales
han dejado técnicamente de ser pobres, "sin haber experimentado mejora
alguna en sus condiciones de vida".
EAPN rechaza dos
de los argumentos políticos más repetidos: que el crecimiento del PIB
implica atajar las desigualdades y que la creación de empleo es el mejor
antídoto contra la pobreza.
Para ello pone encima de
la mesa algunas cifras. Por ejemplo, la correlación entre el
crecimiento económico y la evolución de la tasa AROPE de exclusión
social. Aunque, de media, a mayor nivel de PIB per cápita, menor es la
tasa de pobreza de ese territorio, la ecuación no es tan sencilla.
Territorios con niveles de riqueza parecidos tienen, sin embargo, tasas
de pobreza dispares y, al revés, territorios con índices de pobreza
similares registran niveles de riqueza diferentes.
Un
caso concreto: Cantabria y Asturias, que tienen PIB inferiores a los de
comunidades como Madrid, Cataluña o La Rioja, registran mejores
indicadores de pobreza y exclusión social. El informe constata también
que aumentos o reducciones del PIB no producen necesariamente cambios en
el sentido contrario en los niveles de pobreza. "No parece que todo sea
cuestión de dinero", concluye EAPN, que menciona como otros factores a
tener en cuenta las políticas redistributivas o las intervenciones en
educación, sanidad, vivienda y servicios sociales.
En
cuanto a la máxima de que el mejor remedio para la pobreza es el
empleo, el informe recuerda que el número de personas ocupadas que viven
en exclusión social no ha dejado crecer. "No cualquier trabajo protege
de la pobreza", alerta la organización. Actualmente, el 15% de las
personas con trabajo están en situación de pobreza, un fenómeno, el de
los trabajadores pobres, que "ha llegado para quedarse".
Menos clase media
Mucho se ha hablado de qué es lo que ha pasado con la clase media
durante los años de crisis. La conclusión del estudio es que ha
menguado: ahora la forman 800.000 personas menos que en 2009, lo que en
términos relativos es una disminución de 1,7 puntos porcentuales.
¿A qué estratos han ido a parar esas 800.000 personas? Cerca de 500.000
han pasado a ser consideradas clase alta. El informe explica que este
trasvase se debe sobre todo a los cambios en el umbral que hay entre
clase media y alta: en estos años, el límite de ingresos que divide a
unos y otros ha bajado en 1.348 euros. Es decir, ahora hacen falta menos
ingresos que antes para considerar que alguien pertenece a una clase
elevada, independientemente de si sus condiciones de vida han mejorado
realmente.
Las otras 300.000 personas forman parte
ahora de los segmentos más precarios. En este caso sucede lo contrario
que con la clase alta: el umbral para ser considerado pobre ha bajado
porque los ingresos, en general, lo han hecho, esto es, personas que
tienen los mismos ingresos que hace seis años son ahora técnicamente
clase media.
Más desigualdad
Otra forma de
medir la desigualdad es la diferencia que hay entre los diez en los que
se divide a la población en función de sus ingresos. Entre 2009 y 2015,
todos los grupos redujeron sus ingresos, eso sí, a medida que aumenta la
renta la capacidad para resistir el impacto de la crisis ha sido
mayor.
"Para la clase media y los grupos más pobres
la reducción de sus ingresos ha sido mucho más intensa que para los
grupos de población con mayores ingresos", afirma EAPN. El 30% más rico
de la población ingresa hoy como mínimo un 7,5% menos de lo que lo hacía
en 2009. Para el siguiente 40% de la población (lo que podría
considerarse clase media) esa reducción ha sido de entre el 9 y el 13%. Y
el 30% de la población más pobre ha perdido entre el 14 y el 25% de sus
ingresos. O, dicho de otra forma, "son los más pobres los que han
pagado las consecuencias de la crisis".
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