lunes, 9 de septiembre de 2013

Respuesta de los compañeros de Odio de Clase (Cantabria) al texto del compañero Alonso.

Zanjando la polémica con Galicia-Dazibao Rojo sobre el asunto Dimitrov


Está claro que ODC y dichos compañeros de Galicia somos como el agua y el aceite que están condenados a no mezclarse ni entenderse. Tenemos posturas muy enfrentadas y antagónicas en muchos temas que hacen imposible cualquier entendimiento. Por ello les decimos que caminen por su camino que nosotros caminaremos por el nuestro. Y mientras no nos provoquen o realicen maniobras sucias como las que nos realizaron en el pasado, les dejaremos en paz y nos olvidaremos que existen.
Para nosotros no tiene sentido debatir con alguien al que no vamos a convencer ni entendernos, es perder el tiempo. Es un diálogo de sordos que resulta cansino, no lleva a ninguna parte y de cara a la gente que nos sigue produce hastió.
A la respuesta respetuosa que les damos a su ataque visceral al camarada Dimitrov nos dicen en un primer momento que nos van a responder de “forma respetuosa” y sin embargo su respuesta nos resulta hiriente y en ella se utilizan expresiones tan “amistosas” como las siguientes: “El silencio de los corderos”, “postura metafisica y casi-religiosa”, “los que ahora no tienen rubor para criticar al Pdte. Mao”  y otras.
Nosotros ODC podremos tener muchos defectos e incurrir en errores pero jamás somos ni rastreros, ni mentirosos ni cínicos. Siempre vamos de frente y nunca tenemos la caradura de defender una cosa y al mismo tiempo la contraria.
Estos compañeros que presumen de ser muy dialécticos y repiten como loros de repetición el disco rayado de calificar de “metafísicos” a los que defienden posturas diferentes a las suyas demuestran ser muy dialécticos cuando descalifican e insultan de forma beligerante al camarada Dimitrov. Estas amables palabras dedicadas al camarada Dimitrov son todo un ejercicio de materialismo dialéctico:
Dimitrov con el concurso de otros derechistas elaboraron esta teoría anti-leninista para justificar la deriva de conciliación de clases y liquidación de la línea revolucionaria. La misma que plantea el parlamentarismo burgués como una forma benigna o auténticamente democrática del poder burgués”.
ODC siempre ha defendido que el Movimiento Comunista Internacional debe ser autocrítico y en ese sentido reconocemos que la III Internacional Comunista cometió algunos errores y que se debe hacer una valoración serena y científica de las decisiones tomadas por la Internacional Comunista en ese periodo de la historia en torno a la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los errores que se pudieron cometer ODC defiende y revindica con orgullo tanto la actuación del camarada Stalin, del camarada Dimitrov y de la Internacional Comunista que para nosotros fueron básicamente acertadas y oportunas.
¿Por qué será que estos compañeros de Galicia coinciden con las posiciones de los troskistas del POUM, del PCR, EEUU y otros “ultraizquierdistas” sectarios?
Estos compañeros bajo el pretexto del debate no tienen reparos en dar voz en su blog al reconocido trotskista Pepe Gutiérrez-Alvarez y sus posiciones abiertamente anti-comunistas:
O en justificar y defender al POUM en este otro artículo:
Con esto dicen todo sobre sus posturas al respecto y con las cuales discrepamos radicalmente.
ODC nos reafirmamos en lo que ya hemos defendido en otras ocasiones:
Por supuesto nosotros nos consideramos herederos de la Internacional Comunista (Kominters), también conocida como la III Internacional, dirigida magistralmente por el Camarada Stalin. Evidentemente dicha Internacional Comunista cometió algunos errores pero la línea general que llevo a cabo fue en su inmensa mayoría completamente justa y acertada.
Es paradójico que entre un buen número de ultraizquierdistas-trotskistas-“maoístas” se difame a la Internacional Comunista liderada por el camarada Stalin y se descalifique la táctica que esta adopto de los frentes populares. Y al mismo tiempo llama la atención como desde estos sectores justifican y hasta defienden abiertamente a los grupos trotskistas como el POUM. Por lo que ello demuestra una vez más que la ultraizquierda y el trotskismo posan a la izquierda y en realidad son los mamporreros de la derecha.
Desde ciertos maoístas-trotskistas se afirma que el Frente Popular era una propuesta de alianza de clases en la que se le otorgaba la hegemonía a la pequeña burguesía y  a las clases medias. Todo ello es falso porque la propuesta del Frente Popular  se basaba, al mismo tiempo, en la defensa de la hegemonía de las clases trabajadoras y  en la defensa de la unidad obrera para garantizar la orientación del Frente Popular.  La propuesta de frente popular y de revolución popular fue la más justa y la más eficiente en la situación que se vivió por aquellos años en el Estado Español.
La experiencia de Frente Popular respondió a unas condiciones muy concretas y el factor principal que hizo posible la creación del Frente Popular fue la existencia de unas libertades democráticas burguesas que era obligado utilizar y que había que defender contra la ofensiva ultrarreaccionaria del fascismo.
Durante los años 20 tanto Lenin como Stalin elaboraron y apoyaron la llamada táctica de frente unido para lograr la más amplia unidad de acción revolucionaria de los trabajadores. Los partidos comunistas debían agrupar las más diversas secciones de la clase obrera alrededor de metas específicas y sobre asuntos prácticos, como las "cuestiones de salarios, horarios, condiciones de vivienda, seguro social, impuestos, desempleo, costo de la vida, etc.". En el curso de esta lucha unida, el proletariado se educaba en el espíritu revolucionario en preparación de su principal tarea: el derrocamiento del orden burgués y el establecimiento de la dictadura del proletariado.
El énfasis fue puesto en la construcción de frentes unidos desde abajo, llamando a todos los trabajadores, fueran comunistas, anarquistas, socialdemócratas, cristianos o sin partido, sobre las cabezas de sus líderes. Para el propósito de lograr una unidad tan comprehensiva, en esta etapa la Comintern no podía prescribir acuerdos con partidos socialdemócratas, reformistas, ni con sindicatos reaccionarios de masas. Siguiendo las indicaciones de Lenin y Stalin, esos acuerdos deberían hacerse sólo a condición de que los partidos comunistas mantuvieran siempre la total independencia política, sin contemplar ningún tipo de "fusión" o "unión" con la socialdemocracia ni cualquier "fraternización de líderes de partido".
En conformidad, "la táctica de frente unido... es una táctica de revolución, no de evolución... no es una coalición democrática ni una alianza con la socialdemocracia. Sólo es un método de agitación y movilización revolucionaria". Igualmente, Stalin caracterizó esa táctica "como medio para la movilización revolucionaria y la organización de las masas". Y para "vincular los intereses cotidianos del proletariado con los intereses fundamentales de la revolución proletaria", los partidos comunistas deben, siempre según Stalin, "combinar un espíritu revolucionario inflexible (¡que no se debe confundir con el aventurismo revolucionario!) con el máximo de flexibilidad y habilidad de maniobra (¡que no se debe confundir con el oportunismo!)".
Debido a las políticas sectarias de comienzos de los años 30, la Comintern no pudo contrarrestar con éxito los ataques del capitalismo y la creciente amenaza del fascismo y la guerra. A medida que las masas de trabajadores desertaban de los partidos socialdemócratas, Stalin no podía estar de acuerdo con la agitación "revolucionaria" seudoizquierdista, pero veía la consolidación apropiada de las actividades comunistas como una condición previa esencial para la revolución. Por lo tanto, los partidos comunistas debían ser "capaces de evaluar la situación y usarla adecuadamente" para "fortalecerse definitivamente en este camino... y preparar con éxito al proletariado para las siguientes batallas de clase. Sólo si lo hacen podemos contar con un mayor incremento en la influencia y el prestigio de la Internacional Comunista". "La victoria de la revolución nunca viene de sí misma -indicaba también Stalin- ... sólo un fuerte partido revolucionario proletario puede preparar y lograr la victoria".
ODC considera que la política de Frente Popular antifascista impulsada por la Internacional Comunista, liderada por el camarada Stalin, fue una política justa y que en el caso del Partido Comunista de España en el periodo en  torno a1936 tuvo una línea esencialmente justa aunque cometió errores graves en algunos aspectos, entre ellos se descuido la vigilancia revolucionaria dentro del Frente Popular con lo que se facilitó la labor de los líderes capitulacionistas socialdemócratas  y anarquistas que conspiraban contra el Partido Comunista. Y en el plano militar el Partido no mantuvo su independencia, lo que le impidió crear la guerrilla y aplicar una estrategia de Guerra Popular Prolongada.
En esencia lo que defienden los compañeros de Galicia son las teorías trotskistas del POUM y otros oportunistas de “izquierda”.
No hace mucho el mismo señor de Galicia que sale atacando e insultando de forma beligerante al camarada Jorge Dimitrov saco un artículo defendiendo a la Nueva Sintesis del PCR, EEUU. Leerlo en el siguiente enlace:

Finalmente desde ODC queremos decir que con compañeros que lo mismo defienden al trotskista POUM, al recalcitrante oportunista PCR, EEUU o a los traidores de Nepal es imposible cualquier colaboración porque para nosotros tales diferencias son cuestiones de principios.

Colectivo Odio de Clase.

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