Fue un acontecimiento histórico sin precedentes. Hasta entonces, el poder había estado, por regla general, en
manos de los terratenientes y de los capitalistas, es decir, de sus apoderados, que constituían el llamado gobierno.
Después de la revolución del 18 de marzo, cuando el gobierno del señor Thiers huyó de París con sus tropas, su policía
y sus funcionarios, el pueblo quedó dueño de la situación y el poder pasó a manos del proletariado. Pero en la
sociedad moderna, el proletariado, avasallado en lo económico por el capital, no puede dominar políticamente si no
rompe las cadenas que lo atan al capital. De ahí que el movimiento de la Comuna debiera adquirir inevitablemente un
tinte socialista, es decir, debiera tender al derrocamiento del dominio de la burguesía, de la dominación del capital, a la
destrucción de las bases mismas del régimen social contemporáneo.
V.I. Lenin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario