FRANCIA Y LA
“LEY PATRIOTICA”
M. Alonso.
Como ya
previmos, el criminal atentado múltiple ha permitido al Estado francés recortar
de forma arbitraria los derechos básicos de las mismas democracias burguesas.
Esta práctica
de “golpe blando” ya fue usada por los nazis cuando incendiaron el Reichtag, para
crear opinión publica favorable a la represión de los comunistas o por los imperialistas
yankees, tras el atentado del 11 S, que en medio de la conmoción, la teoría del shock,
aprovecharon para implantar un marco legislativo terrorista conocido como “la
ley patriótica” que dejaba en manos de la Administración Bush (del Estado) la
potestad de espiar, detener o incluso hacer desaparecer a cualquier sospechoso,
acusado por las mismas, de “terrorista”. De un plumazo se suprimieron los
derechos básicos individuales, que protegen a los ciudadanos de las arbitrariedades
frente a la administración. Lejos de asumir la responsabilidad del fracaso en “la
seguridad” las agencias se dedicaron a extender el estado policial hasta
niveles impensables.
Este es el
mismo guión, que aplican en la Francia conmocionada por unos atentados criminales,
cuyos autores se afirma son yihadistas del
Daesh.
Una vez más, las Agencias de Seguridad que fracasan estrepitosamente en proteger a los
ciudadanos, los culpabilizan por tener libertades que pueden ser utilizadas por
“los terroristas”.
Ese aparente absurdo, obedece al objetivo real; crear un
marco legal represivo contra los sectores marginados de la clase obrera, esa
creciente capa de las masas, de mano de obra cada vez menos necesaria, gracias
a la automatización y a la deslocalización imperialista.
Este año se
cumplieron diez años de la Rebelión de los Suburbios, les Banlieues, en la que
miles de jóvenes muchos de ellos de origen norte-africano, se sublevaron por el
asesinato de dos jóvenes por la gendarmería. La revuelta se extendió como una
chispa, sobre una hierba seca de frustración y marginalidad, por los barrios periféricos
del gran Paris y de otras importantes ciudades francesas, saltando las
fronteras de Bélgica, Dinamarca, Alemania, Holanda etc.
Esa “escoria”
a la que el entonces “Ministre de la Pólice”, Nicolás Sarkosi, no dudo en
calificar, es la que hoy mismo, cuando escribo estas letras, está siendo objeto
de una operación policial en el banlieue de Saint Denis.
La extensión
del Estado de Emergencia a tres meses y las modificaciones a la Constitución
dentro de esa situación de excepción, indican que se trata de una medida no
puntual, sino estratégica de la burguesía y de sus sectores más reaccionarios para
recortar a los trabajadores y trabajadoras, derechos tan básicos como el de manifestación
o el de opinión. Avanzando hacia un Estado burgués de pensamiento único, fascista,
bajo el manto tricolor de la santa unidad nacional.
El pueblo frances tendrá que derrotar esa ofensiva represiva y guiados por el espíritu de La Commune levantar la bandera roja de la libertad.
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