Por los departamentos editoriales de Renmin Ribao
(El diario del pueblo) y Hongqi (Bandera Roja)
(13 de septiembre de 1963)
De la colección
La polémica sobre la línea general del
Movimiento comunista internacional
DEPARTAMENTO DE PRENSA EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKÍN 1965
págs. 115-38.
SOBRE LA CUESTIÓN
DE STALIN
(El diario del pueblo) y Hongqi (Bandera Roja)
(13 de septiembre de 1963)
De la colección
La polémica sobre la línea general del
Movimiento comunista internacional
DEPARTAMENTO DE PRENSA EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKÍN 1965
págs. 115-38.
SOBRE LA CUESTIÓN
DE STALIN
Segundo comentario sobre la carta abierta del Comité Central
del PCUS
La cuestión de Stalin es una cuestión de importancia mundial con repercusión en el seno de todas las clases en todos los países y que sigue siendo, hasta hoy, asunto de intenso debate en el que las diferentes clases y sus partidos y grupos políticos vienen adoptando diferentes posturas. Es probable que no se pueda llegar a ninguna conclusión definitiva sobre esta cuestión en el presente siglo [el texto se refiere al siglo XX]. No obstante, existe verdadero acuerdo en el seno de la mayoría de la clase obrera internacional y de los revolucionarios en desaprobar la completa negación de Stalin y en defender, cada vez más, su memoria. Esto también es cierto de la Unión Soviética. Nuestra polémica con los dirigentes del PCUS es con un grupo de personas. Esperamos poder convencerles con el fin de hacer avanzar la causa revolucionaria. Éste es nuestro propósito al escribir el presente artículo.
El Partido Comunista de China siempre ha sostenido que cuando el camarada Kruschov negó completamente a Stalin so pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", cometía un grave error y tenía segundas intenciones.
El Comité Central del PCCh señaló en su carta de 14 de junio que la "lucha contra el culto a la personalidad" viola las enseñanzas integrales de Lenin en materia de relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas, y socava el principio comunista del centralismo democrático.
La carta abierta del Comité Central del PCUS evita dar respuesta a nuestros argumentos de principios, limitándose a etiquetar a los comunistas chinos como "defensores del culto a la personalidad y vendedores ambulantes de las ideas erróneas de Stalin".
Cuando luchaba contra los mencheviques, Lenin dijo: "No responder a un argumento de un oponente sobre una cuestión de principio e imputarle sólo 'pathos', no es argumentar sino recurrir al insulto [1]". La actitud mostrada por el Comité Central del PCUS en su carta abierta es exactamente igual a la de los mencheviques.
A pesar de que la carta abierta recurre a los insultos en lugar de al debate, nosotros, por nuestra parte, preferimos responderla con argumentos de principios y referencia a un gran número de hechos.
La gran Unión Soviética fue el primer Estado de la dictadura del proletariado. En un principio, el principal dirigente del Partido y el Gobierno de ese Estado fue Lenin. Después de la muerte de Lenin, lo fue Stalin.
Después de la muerte de Lenin, Stalin se convirtió no sólo en el principal dirigente del Partido y el Gobierno de la Unión Soviética, sino también en el líder reconocido del movimiento comunista internacional.
Hace sólo cuarenta y seis años desde que la Revolución de Octubre dio nacimiento al primer Estado socialista. Durante casi treinta de esos años, Stalin fue el principal dirigente de ese estado. Tanto en la historia de la dictadura del proletariado como en la del movimiento comunista internacional, las actividades de Stalin ocupan un lugar extremadamente importante.
El Partido Comunista chino ha sostenido firmemente que la cuestión de cómo juzgar a Stalin y qué actitud tomar hacia él no se reduce sólo a valorar a Stalin en sí mismo; es más importante aún: se trata de cómo evaluar la experiencia histórica de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional desde la muerte de Lenin.
El camarada Kruschov negó completamente a Stalin en el XX Congreso del PCUS. No consultó previamente a los otros Partidos hermanos sobre esta cuestión de principio que afecta al movimiento comunista internacional en su conjunto y, más tarde, trató de imponerles un hecho consumado. Quienquiera que haga una valoración de Stalin distinta de la de los dirigentes del PCUS es acusado de "defensa del culto a la personalidad", así como de "injerencia" en los asuntos internos del PCUS.
Pero nadie puede negar la importancia internacional de la experiencia histórica del primer Estado de la dictadura del proletariado, o el hecho histórico de que Stalin fuera el líder del movimiento comunista internacional; en consecuencia, nadie puede negar que la valoración de Stalin es una cuestión de principio importante que afecta al conjunto del movimiento comunista internacional. ¿Sobre qué base, pues, prohiben los dirigentes del PCUS a otros Partidos hermanos hacer un análisis y una valoración concretos de Stalin?
El Partido Comunista de China ha insistido invariablemente en la necesidad de llevar a cabo un análisis general, objetivo y científico de los méritos y deméritos de Stalin siguiendo el método del materialismo histórico y la presentación de los hechos como efectivamente ocurrieron, y se ha opuesto a la negación subjetiva, tosca y completa de Stalin por el método del idealismo histórico así como a la distorsión y alteración deliberadas de la historia.
El Partido Comunista de China ha sostenido con firmeza que Stalin cometió ciertamente errores que se derivaban de causas ideológicas así como sociales e históricas. Es necesario criticar los errores que efectivamente Stalin cometió, no los que se le atribuyen sin base, y hacerlo desde una postura correcta y con métodos correctos. Sin embargo, nos hemos opuesto firmemente a la crítica incorrecta a Stalin, hecha desde posiciones erróneas y con métodos equivocados.
Stalin luchó contra el zarismo y propagó el marxismo durante toda la vida de Lenin; después de que se convirtiera en miembro del Comité Central del Partido Bolchevique encabezado por Lenin tomó parte en la lucha para allanar el camino a la Revolución de 1917; tras la Revolución de Octubre, luchó para defender los frutos de la revolución proletaria.
Stalin dirigió el PCUS y al pueblo soviético tras la muerte de Lenin en lucha resuelta contra los enemigos internos y externos, y en la salvaguardia y consolidación del primer Estado socialista en el mundo.
Stalin dirigió el PCUS y al pueblo soviético defendiendo la industrialización socialista y la colectivización agraria y logrando grandes éxitos en la transformación socialista y en la construcción del Socialismo.
Stalin dirigió el PCUS, al pueblo soviético y al ejército soviético en ardua y amarga lucha hacia la gran victoria de la guerra antifascista.
Stalin defendió y desarrolló el marxismo-leninismo en la lucha contra diversos tipos de oportunismo, contra los enemigos del leninismo, los trostkistas, zinovievistas, bujarinistas y otros agentes burgueses.
Stalin realizó una contribución indeleble al movimiento comunista internacional en una serie de escritos teóricos que son obras inmortales del marxismo-leninismo.
Stalin dirigió el Partido y el Gobierno soviéticos desarrollando una política exterior que, en su conjunto, respondía a los principios del internacionalismo proletario; contribuyó asimismo enormemente a la lucha revolucionaria de todos los pueblos, incluido el pueblo chino.
Stalin se mantuvo a la vanguardia de la marea de la historia dirigiendo la lucha; fue un enemigo irreconciliable de los imperialistas y de todos los reaccionarios.
Las actividades de Stalin estuvieron íntimamente vinculadas a las luchas del gran PCUS y del gran pueblo soviético, y fueron inseparables de las luchas revolucionarias de los pueblos de todo el mundo.
La vida de Stalin fue la de un gran marxista-leninista, un gran revolucionario del proletariado.
Es cierto que junto con hechos meritorios para el pueblo soviético y el movimiento comunista internacional, Stalin, un gran marxista-leninista y revolucionario del proletariado, también cometió algunos errores. Algunos fueron errores de principio y otros, errores cometidos en el curso del trabajo práctico; algunos podrían haberse evitado y otros eran difícilmente evitables en un momento en que la dictadura del proletariado carecía de precedentes para guiarse.
En su forma de pensar, Stalin se alejó del materialismo dialéctico en determinadas cuestiones, cayendo en la metafísica y el subjetivismo; en consecuencia, a veces, estuvo divorciado de la realidad y de las masas. En algunas luchas tanto dentro como fuera del Partido, en determinadas ocasiones y sobre determinadas cuestiones, confundió dos tipos de contradicciones que son de diferente naturaleza: las contradicciones entre nosotros y el enemigo, y las contradicciones en el seno del pueblo; también confundió los diferentes métodos necesarios para resolverlas. En el trabajo dirigido por Stalin para eliminar la contrarrevolución, muchos contrarrevolucionarios merecedores de castigo lo fueron debidamente, pero al mismo tiempo hubo personas inocentes que fueron injustamente condenadas; en 1937 y 1938 se cometió el error de ampliar el alcance de la represión de los contrarrevolucionarios. En materia de organización del Partido y el Gobierno, no aplicó en toda su amplitud el centralismo proletario democrático y, en cierta medida, lo infringió. En el tratamiento de las relaciones con los Partidos y países hermanos cometió algunos errores. También dio algunas orientaciones equivocadas en el seno del movimiento comunista internacional. Estos errores causaron algunas pérdidas a la Unión Soviética y al movimiento comunista internacional.
Los méritos y errores de Stalin son materias de la realidad histórica y objetiva. Una comparación entre ambos muestra que sus méritos superan sus errores. La obra de Stalin fue principalmente correcta y sus errores fueron secundarios. En la valoración de la totalidad del pensamiento de Stalin y su obra, todo comunista honesto, con respeto por la historia, observará en primer lugar, sin duda, lo principal en Stalin. Por lo tanto, una vez valorados, criticados y superados correctamente los errores de Stalin, es necesario salvaguardar lo principal de la vida de Stalin, salvaguardar el marxismo-leninismo que defendió y desarrolló.
Sería beneficioso que los errores de Stalin, que sólo fueron secundarios, se tengan por lecciones históricas para que los comunistas de la Unión Soviética y de otros países pudieran aprender esas enseñanzas y evitar la repetición de los errores o cometer menos. Las lecciones históricas, tanto positivas como negativas, son beneficiosas para todos los comunistas, siempre y cuando se interpreten correctamente, se ajusten a los hechos históricos y no se distorsionen.
Lenin señaló en más de una ocasión que los marxistas eran totalmente diferentes de los revisionistas de la Segunda Internacional en su actitud hacia el pueblo, marxistas como Bebel y Rosa Luxemburgo quienes, a pesar de todos sus errores, fueron grandes revolucionarios del proletariado. Los marxistas no ocultaron los errores de estas personas, sino que gracias a estos ejemplos aprendieron a "evitarlos y a cumplir con las exigencias más rigurosas del marxismo revolucionario [2]". Por el contrario, los revisionistas "graznaron" y "cacarearon" sobre los errores de Bebel y Rosa Luxemburgo. Para ridiculizar a los revisionistas, Lenin citaba cierta fábula rusa que venía a propósito: "A veces las águilas pueden volar más bajo que las gallinas, pero las gallinas nunca pueden elevarse a la altura de las águilas [3]". Bebel y Rosa Luxemburgo fueron "grandes comunistas" y, a pesar de sus errores, siguieron siendo "águilas", mientras que los revisionistas eran una bandada de "gallinas" "en el patio trasero del movimiento de la clase trabajadora, entre montones de estiércol [4]".
El papel histórico de Bebel y Rosa Luxemburgo no es en modo alguno comparable al de Stalin. Stalin fue el gran dirigente de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional durante toda una etapa histórica, y al valorar su obra se debe proceder con mayor cuidado.
Los dirigentes del PCUS han acusado al Partido Comunista chino de "defender" a Stalin. Sí, por supuesto que defendemos a Stalin. Cuando Kruschov distorsiona la historia y niega por completo a Stalin, naturalmente que tenemos el deber ineludible de dar un paso adelante y defenderlo en interés del movimiento comunista internacional.
Al defender a Stalin, el Partido Comunista chino defiende su parte correcta; defiende la gloriosa historia de lucha del primer Estado de la dictadura del proletariado que se creó con la Revolución de Octubre; defiende la gloriosa historia de lucha del PCUS; defiende el prestigio del movimiento comunista internacional entre los trabajadores de todo el mundo. En resumen, defiende la teoría y la práctica del marxismo-leninismo. No sólo los comunistas chinos llevan a cabo esta tarea; todos los comunistas entregados al marxismo-leninismo, todos los revolucionarios inquebrantables y todas las personas con sentido de la imparcialidad hacen lo mismo.
Defendemos a Stalin, pero no defendemos sus errores. Hace mucho tiempo que los comunistas chinos tuvieron la experiencia de primera mano de algunos de sus errores. De las erróneas líneas oportunistas de "izquierda" y derecha surgidas en el Partido Comunista chino en un momento o en otro, algunas aparecieron bajo la influencia de ciertos errores de Stalin, por lo que hace a sus fuentes internacionales. A finales de los años veinte, los años treinta y principios y mediados de los cuarenta, los marxistas-leninistas chinos, representados por los camaradas Mao Tse-Tung y Liu Shao-Chi, se resistieron a la influencia de los errores de Stalin; gradualmente derrotaron a las líneas erróneas del oportunismo de "izquierda" y de derecha, y condujeron, al fin, a la Revolución China a la victoria.
Pero, dado que algunas de las ideas equivocadas de Stalin fueron aceptadas y aplicadas por algunos camaradas chinos, nosotros, los chinos debemos asumir la responsabilidad. En su lucha contra el oportunismo de "izquierda" y de derecha, por lo tanto, nuestro Partido criticó sólo a sus propios camaradas errados y nunca culpó a Stalin. El propósito de nuestra crítica era distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, aprender las lecciones oportunas y hacer avanzar la causa revolucionaria. Sólo pedimos a los camaradas equivocados que corrigieran sus errores. Si no lo hicieron, esperamos hasta que gradualmente su propia experiencia práctica les fuera despertando, siempre que no organizaran grupos secretos para llevar a cabo actividades clandestinas y liquidacionistas. Nuestro método es el método adecuado en términos de crítica y autocrítica en el interior del Partido; partimos del deseo de unidad y llegamos a una nueva unidad sobre una nueva base a través de la crítica y la lucha. De este modo se lograron buenos resultados. Sostuvimos que se trataba de contradicciones en el seno del pueblo y no entre el enemigo y nosotros, y que, por lo tanto, debíamos utilizar el método indicado más arriba.
¿Qué actitud han adoptado el camarada Kruschov y otros dirigentes del PCUS para con Stalin a partir del XX Congreso del PCUS?
No han efectuado un análisis histórico y científico completo de su vida y obra sino que se han limitado a negarle completamente sin realizar distinción alguna entre lo correcto y lo incorrecto.
Han tratado a Stalin no como a un camarada sino como a un enemigo.
No han adoptado el método de crítica y autocrítica para valorar su experiencia sino que se han limitado a culpar a Stalin de todos los errores o a atribuirle los "errores" que han inventado arbitrariamente.
Ni han expuesto los hechos ni han resuelto las cuestiones sino que se han limitado a lanzar demagógicos ataques personales contra Stalin con el fin de envenenar las mentes de las personas.
Kruschov ha insultado a Stalin tildándolo de "asesino", "criminal", "bandido [5]", "jugador", "déspota al estilo de Iván el Terrible", "el mayor dictador de la historia rusa", "estúpido [6]", "idiota [7]", etc. La obligación en que nos vemos de citar estas palabras repugnantes, vulgares y malintencionadas, nos hace temer que puedan ensuciar nuestra pluma y nuestras cuartillas.
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo como "el mayor dictador de la historia rusa". ¿No significa esto que el pueblo soviético ha vivido durante treinta largos años bajo la "tiranía" del "mayor dictador de la historia rusa" y no bajo el sistema socialista? ¡El gran pueblo soviético y los revolucionarios de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "déspota al estilo de Iván el Terrible". ¿No significa esto que la experiencia que el gran PCUS y el gran pueblo soviético han prestado durante más de treinta años a los pueblos de todo el mundo no ha sido la experiencia de la dictadura del proletariado sino la de la vida bajo el dictado de un "déspota" feudal? ¡El gran pueblo soviético, los comunistas soviéticos y los marxistas-leninistas de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "bandido". ¿No significa esto que el primer Estado socialista del mundo estuvo dirigido durante un largo periodo de tiempo por un "bandido"? ¡El gran pueblo soviético y los revolucionarios de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "estúpido". ¿No significa esto que el PCUS, que libró heroicas batallas revolucionarias en los últimos decenios, tenía a un "estúpido" por líder? ¡Los comunistas soviéticos y los marxistas-leninistas de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "idiota". ¿No significa esto que el gran ejército soviético que triunfó en la guerra antifascista tenía a un "idiota" por comandante supremo? ¡Los gloriosos comandantes y combatientes soviéticos, y todos los luchadores antifascistas del mundo están completamente en desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "asesino". ¿No significa esto que el movimiento comunista internacional tuvo durante décadas como maestro y guía a un "asesino"? ¡Los comunistas de todo el mundo, incluyendo los comunistas soviéticos, están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "jugador". ¿No significa esto que los revolucionarios de todo el mundo tenían a un "jugador" como abanderado en las luchas contra el imperialismo y la reacción? ¡Todos los revolucionarios del mundo, incluido el pueblo soviético, están en total desacuerdo con esta infamia!
Los dicterios proferidos por Kruschov contra Stalin son gruesos insultos contra el gran pueblo soviético, gruesos insultos contra el PCUS, contra el ejército soviético, contra la dictadura del proletariado y el sistema socialista, contra el movimiento comunista internacional, contra los revolucionarios de todo el mundo y contra el marxismo-leninismo.
¿En qué posición se sitúa a sí mismo Kruschov, que participó en la dirección del partido y el estado durante el periodo de Stalin, cuando se golpea el pecho, da puñetazos en la mesa y vocea a grito pelado insultos contra Stalin? ¿En la posición de cómplice de un "asesino" o de un "bandido"? ¿O en la posición misma de un "estúpido" o un "idiota"?
¿Qué diferencia hay entre los insultos contra Stalin proferidos por Kruschov y los insultos lanzados por los imperialistas, los reaccionarios de diversos países y los renegados del comunismo? ¿Por qué tal odio inveterado contra Stalin? ¿Por qué se le ataca con más ferocidad que al enemigo?
Al insultar a Stalin, Kruschov lo que hace en realidad es denunciar furiosamente el sistema y el Estado soviéticos. Sus palabras, a este respecto, no son en modo alguno más comedidas sino todo lo contrario: son realmente más fuertes que las de renegados como Kautsky, Trotsky, Tito y Djilas.
Todo el mundo debería citar el siguiente pasaje de la Carta Abierta del Comité Central del PCUS y preguntar a Kruschov: "¡Cómo pueden decir estas cosas sobre el Partido del gran Lenin, sobre la patria del socialismo, sobre quienes fueron las primeras personas en el mundo en llevar a cabo una revolución socialista, que defendieron sus grandes logros en feroces batallas contra el imperialismo internacional y la contrarrevolución interna, que están realizando milagros de heroísmo y dedicación en el esfuerzo por construir el comunismo, que están cumpliendo fielmente con su deber internacionalista para con los trabajadores del mundo!"
En su artículo "El significado político del insulto", Lenin dijo: "El insulto en política a menudo encubre una absoluta carencia de contenidos ideológicos, la incapacidad y la impotencia, la perturbadora impotencia de quien insulta". ¿No resulta esto aplicable a los dirigentes del PCUS que, atormentados de contino por el espectro de Stalin, tratan de encubrir su carencia total de principios, su incapacidad y perturbadora impotencia mediante el insulto contra Stalin? La gran mayoría del pueblo soviético desaprueba estos insultos contra Stalin y defiende cada día más su memoria. Los dirigentes del PCUS se han aislado gravemente de las masas. A cada paso sienten la amenaza del terrible espectro de Stalin, que es, de hecho, la enorme insatisfacción de las masas debida a la negación completa de Stalin. Hasta el momento, Kruschov no se ha atrevido a permitir que el pueblo soviético y los demás pueblos del campo socialista vean el informe secreto que niega por completo a Stalin, informe que el propio Kruschov presentó ante el XX Congreso del PCUS. Y ello porque es un informe que no puede soportar la luz del día, un informe que le alejaría peligrosamente de las masas.
Especialmente notable es el hecho de que mientras insultan a Stalin de todas las formas posibles, los dirigentes del PCUS consideran a Eisenhower, a Kennedy y a personajes por el estilo "con respeto y confianza [8]". Insultan a Stalin calificándolo de "déspota al estilo de Iván el Terrible" y "el mayor dictador de la historia rusa", pero felicitan a Eisenhower y a Kennedy por tener ¡"el apoyo de la mayoría absoluta del pueblo norteamericano [9]"! Insultan a Stalin llamándolo "idiota", pero alaban a Eisenhower y a Kennedy calificándolos de ¡"sensatos"! Por un lado, atacan brutalmente a un gran marxista-leninista, un gran revolucionario del proletariado y un gran líder del movimiento comunista internacional, y por el otro, alaban a los caciques del imperialismo poniéndolos por las nubes. ¿Existe alguna posibilidad de que la conexión entre estos fenómenos sea meramente accidental y que no sea consecuencia, con lógica inexorable, de la traición al marxismo-leninismo?
Si su memoria no es demasiado corta, Kruschov debería recordar que en una manifestación masiva celebrada en Moscú en enero de 1937, él mismo condenó, con toda razón, a quienes habían atacado a Stalin, diciendo: "¡Cuando levantaron la mano contra el camarada Stalin, la levantaron contra todos nosotros, contra la clase obrera y el pueblo trabajador! ¡Cuando levantaron la mano contra el camarada Stalin, la levantaron contra las enseñanzas de Marx, Engels y Lenin!" Kruschov mismo exaltó repetidamente a Stalin refiriéndose a él como "íntimo amigo y camarada de armas del gran Lenin [10]", como "el mayor genio, maestro y guía de la humanidad [11]" y como "el gran mariscal, siempre victorioso [12]", como "el amigo sincero del pueblo [13]" y como su "propio padre [14]".
Entre las palabras pronunciadas por Kruschov cuando Stalin vivía y las proferidas después de su muerte resulta llamativo comprobar el giro de 180 grados que Kruschov ha dado en su valoración de Stalin.
Si su memoria no es demasiado corta, Kruschov debería recordar, sin la menor duda, que durante el periodo de liderazgo de Stalin, él mismo, en especial, apoyó activamente la ejecución de la política entonces prevaleciente encaminada a la eliminación de contrarrevolucionarios.
El 6 de junio de 1937, en la Quinta Conferencia del Partido de la provincia de Moscú, Kruschov declaró:
«Nuestro Partido aplastará sin piedad a la banda de traidores y eliminará los últimos deshechos del derechismo trotskista... La garantía de esto es el liderazgo inquebrantable de nuestro Comité Central, el liderazgo inquebrantable de nuestro líder, el camarada Stalin... Vamos a aniquilar totalmente a los enemigos -hasta el último hombre- y a esparcir sus cenizas a los cuatro vientos.»
El 8 de junio de 1938, en la Cuarta Conferencia del Partido de la provincia de Kiev, Kruschov declaró:
«Los Yakyirs, Ealyitskys, Lyubehenkys, Zatonskys y demás escoria querían traer a Ucrania a los terratenientes polacos, querían traer aquí a los fascistas alemanes, a los feudales y a los capitalistas... Hemos aniquilado un número considerable de enemigos, pero no a todos aún. Por lo tanto, es necesario mantener los ojos bien abiertos. Deberíamos tener en mente a cada instante las palabras del camarada Stalin, cuando dice que mientras exista el cerco capitalista, habrá espías y saboteadores infiltrados en nuestro país.»
¿Por qué repudia Kruschov -que estuvo en la dirección del partido y el estado en el periodo de Stalin, que apoyó activamente y ejecutó con firmeza la política de eliminación de contrarrevolucionarios- por qué, preguntamos, repudia todo lo realizado durante este periodo y culpa de todos los errores únicamente a Stalin, sustrayéndose él por completo a cualquier responsabilidad?
Cuando Stalin hacía algo mal era capaz de criticarse a sí mismo. Por ejemplo, dio algunas orientaciones erróneas con respecto a la Revolución china. Tras la victoria de la Revolución china, admitió su error. Stalin también admitió algunos de sus errores en el trabajo de depuración de las filas del Partido en su informe al XVIII Congreso del PCUS (B) de 1939. Pero, ¿Kruschov? Sencillamente desconoce qué sea la autocrítica; se limita por entero a culpar a los demás de todo y exige que se le otorgue completa credibilidad.
No es sorprendente que estas feas acciones de Kruschov hayan tenido lugar coincidiendo en el tiempo con una agitación creciente del revisionismo moderno. Como dijo Lenin en 1915 cuando criticó a los revisionistas de la Segunda Internacional por su traición al marxismo:
«No es en absoluto sorprendente en días como éstos de palabras caídas en el olvido, de principios perdidos, de filosofías pisoteadas, de resoluciones y solemnes promesas desechadas [15].»
Como el curso de los acontecimiento ha demostrado plenamente desde el XX Congreso del PCUS, la negación completa de Stalin por la dirección del PCUS ha tenido consecuencias muy graves.
Ha proporcionado a los imperialistas y a los reaccionarios de todos los países una munición de anticomunismo y antisoviétismo acogida con sumo agrado. Poco después del XX Congreso del PCUS, los imperialistas comenzaron a sacar el jugo del informe secreto de Kruschov contra Stalin para, así, desencadenar un maremoto a nivel mundial contra la Unión Soviética y contra el comunismo. Los imperialistas, los reaccionarios de todos los países, la camarilla de Tito y oportunistas del más variado pelaje no dejaron pasar la oportunidad de atacar a la Unión Soviética, al campo socialista y a los partidos comunistas; de esta manera se ha puesto en graves dificultades a muchos Partidos y países hermanos.
La frenética campaña contra Stalin llevada a cabo por la dirección del PCUS ha permitido a los trotskistas, cadáveres políticos desde hacía mucho tiempo, volver a la vida nuevamente y clamar por la "rehabilitación" de Trotsky. En noviembre de 1961, al concluir el XXII Congreso del PCUS, el Secretariado Internacional de la llamada Cuarta Internacional afirmaba en una carta dirigida al XXII Congreso del PCUS y a su nuevo Comité Central que en 1937 Trotsky había dicho que se erigiría un monumento en honor de las víctimas de Stalin. "Hoy", continuaba, "esta predicción se ha hecho realidad. Antes de su Congreso, el Primer Secretario de su Partido ha prometido la construcción de ese monumento." En esta carta se solicitaba específicamente que el nombre de Trotsky quedara "grabado en letras de oro en el monumento erigido en honor de las víctimas de Stalin". Los trotskistas, sin ocultar su alegría, declararon que la campaña contra Stalin iniciada por la dirección del PCUS había "abierto las puertas al Trotskismo" lo cual "sería de gran ayuda para el avance del Trotskismo y de su organización: la Cuarta Internacional".
Al negar completamente a Stalin, los dirigentes del PCUS tienen motivos que no pueden soportar la luz del día.
Stalin murió en 1953; tres años más tarde, los dirigentes del PCUS le atacaron virulentamente en el XX Congreso; ocho años después de su muerte, una vez más, volvieron a hacer lo mismo en el XXII Congreso, exhumando y cremando sus restos. Al reiterar sus violentos ataques contra Stalin, los dirigentes del PCUS pretendían borrar la influencia indeleble de este gran revolucionario del proletariado entre los ciudadanos de la Unión Soviética y de todo el mundo, y allanar el camino a la negación del marxismo-leninismo, que Stalin había defendido y desarrollado, y a la aplicación generalizada de una línea revisionista. Su línea revisionista comenzó precisamente con el XX Congreso y alcanzó su plena sistematización en el XXII Congreso. Los hechos demuestran cada vez con mayor claridad que su revisión de las teorías marxistas-leninistas sobre el imperialismo, la guerra y la paz, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, la revolución en las colonias y semicolonias, el partido del proletariado, etc., está inseparablemente ligada a su negación completa de Stalin.
So color de "la lucha contra el culto a la personalidad", la dirección del PCUS intenta negar a Stalin completamente.
Al proclamar "la lucha contra el culto a la personalidad", los dirigentes del PCUS no pretenden restaurar lo que ellos llaman "criterios leninistas de vida dentro del Partido y sobre los principios de dirección". Por el contrario, están violando las enseñanzas de Lenin en materia de relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas, y contraviniendo el principio del centralismo democrático en el Partido.
Los marxistas-leninistas sostienen que si el partido revolucionario del proletariado ha de servir realmente como Cuartel General del proletariado en lucha, debe éste articular correctamente las relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas, y debe estar organizado bajo el principio del centralismo democrático. Un Partido como ése debe mantener un núcleo ciertamente estable de dirigentes: debe estar constituido por un grupo de dirigentes templados a lo largo del tiempo y con capacidad de integrar la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución.
Los líderes del partido proletario, ya sean miembros del comité central o de los comités locales, emergen de las masas en el curso de las luchas de clases y de los movimientos revolucionarios de las masas. Son infinitamente leales a las masas, mantienen estrechos vínculos con ellas, son capaces de adoptar correctamente las ideas de las masas y, a continuación, llevarlas a la práctica. Esos dirigentes son auténticos representantes del proletariado y las masas los reconocen como tales. Es signo de la madurez política de un partido proletario el disponer de ese tipo de dirigentes y en ello reside la esperanza de victoria para la causa del proletariado.
Lenin tenía toda la razón al decir que "ni una sola clase a lo largo de la historia ha alcanzado el poder sin producir a sus dirigentes políticos, sus prominentes representantes capaces de organizar un movimiento y conducirlo [16]". También dijo:
«La formación de un grupo de dirigentes del Partido experimentados e influyentes es una tarea difícil y a largo plazo. Pero sin esto, la dictadura del proletariado, su "unidad de la voluntad", no será más que una frase [17].»
El Partido Comunista de China siempre se ha adherido a las enseñanzas marxistas-leninistas sobre el papel de las masas y del individuo en la historia y sobre las relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas; asimismo, ha defendido el centralismo democrático en el Partido. Siempre hemos mantenido una dirección colectiva; al mismo tiempo, estamos contra la minusvaloración del papel de los dirigentes. Al igual que otorgamos la importancia debida a ese papel, estamos en contra del elogio deshonesto y excesivo de individuos concretos y contra la exageración de su papel. Ya en 1949, el Comité Central del Partido Comunista chino, a sugerencia del camarada Mao Tse-tung, tomó la decisión de prohibir las celebraciones públicas de cualquier tipo con ocasión de los cumpleaños de los dirigentes del partido así como la atribución de sus nombres a lugares, calles o empresas.
Este enfoque nuestro, coherente y correcto, es esencialmente diferente de la "lucha contra el culto a la personalidad" preconizada por la dirección del PCUS.
Resulta cada vez más claro que cuando los dirigentes del PCUS preconizan la "lucha contra el culto a la personalidad" no pretenden, como afirman, promover la democracia, practicar la dirección colectiva y oponerse a la acumulación de funciones en un solo individuo: en realidad, tienen segundas intenciones.
¿Cuál es, en concreto, la esencia de su "lucha contra el culto a la personalidad"?
Para decirlo sin rodeos, no es nada más que lo siguiente:
1. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", contraponer a Stalin, el líder del partido, a la organización del partido, al proletariado y a las masas populares;
2. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", mancillar el partido del proletariado, la dictadura del proletariado y el sistema socialista;
3. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", crearse una buena reputación y, a un tiempo, atacar a los revolucionarios leales al marxismo-leninismo con objeto de allanar el camino a la usurpación de la dirección del Partido y el Estado por parte de intrigantes revisionistas;
4. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", interferir en los asuntos internos de los Partidos y países hermanos, y tratar a toda costa de subvertir su liderazgo para que sigan su ejemplo; y
5. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", atacar a los Partidos hermanos que se adhieren al marxismo-leninismo y provocar una escisión en el seno del movimiento comunista internacional.
La "lucha contra el culto a la personalidad" desencadenada por Kruschov es una intriga política despreciable. Como alguien a quien describió Marx, "se encuentra en su elemento intrigando, pero es una nulidad en el ámbito de la teoría [18]".
La Carta Abierta del Comité Central del PCUS sostiene que "a la vez que rechazan el culto a la personalidad y combaten sus consecuencias" tienen en "alta estima a los dirigentes que... gozan de prestigio merecido". ¿Qué significa esto? Significa que, mientras pisotean a Stalin, los dirigentes del PCUS ponen a Kruschov por los cielos.
Describen a Kruschov -que no era aún comunista en el momento de la Revolución de Octubre y que fue un activista político de bajo nivel durante la guerra civil- como un "activo creador del Ejército Rojo [19]".
Atribuyen por completo a Kruschov la gran victoria en la batalla decisiva de la Guerra Patria soviética, diciendo que en la batalla de Stalingrado "se escuchaba con mucha frecuencia la voz de Kruschov [20]" y que fue "el alma de los combatientes de Stalingrado [21]".
Atribuyen por entero a Kruschov los grandes logros en materia de armamento nuclear y cohetería, calificándolo de "padre cósmico [22]". Sin embargo, como todo el mundo sabe, el éxito de la Unión Soviética en la fabricación de bombas atómicas y de hidrógeno fue un gran logro de los científicos y técnicos soviéticos, y del pueblo soviético bajo la dirección de Stalin. También se sentaron las bases de la cohetería en la época de Stalin. ¿Cómo es posible omitir estos importantes hechos históricos? ¿Cómo es posible dar crédito a Kruschov?
Alaban a Kruschov, que ha revisado las teorías fundamentales del marxismo-leninismo y que sostiene que el leninismo está anticuado, tildándolo -a Kruschov- de "brillante modelo que ha desarrollado y enriquecido creativamente la teoría marxista-leninista [23]".
Lo que están haciendo los dirigentes del PCUS bajo capa de "la lucha contra el culto a la personalidad" es exactamente lo que Lenin dijo:
«...en lugar de los viejos dirigentes, que sostienen sobre los asuntos ordinarios puntos de vista de hombres ordinarios, se presentan nuevos líderes... que dicen sandeces confusas y anormales [24].»
La Carta Abierta del Comité Central del PCUS calumnia nuestra posición de adhesión al marxismo-leninismo, al afirmar que "estamos intentando imponer a otros Partidos el orden de cosas, la ideología y la moral, las formas y métodos de dirección que florecieron en el periodo del culto a la personalidad". Esta observación muestra nuevamente el absurdo de la "lucha contra el culto a la personalidad".
Según los dirigentes del PCUS, después de que la Revolución de Octubre acabase con el capitalismo en Rusia siguió un "periodo del culto a la personalidad". Parecería como si el "sistema social" y "la ideología y la moral" de ese periodo no hubiesen sido socialistas. En ese periodo el pueblo trabajador soviético estaba sometido a una "pesada carga", se impuso una "atmósfera de miedo, sospecha e incertidumbre que envenenó la vida del pueblo [25]", y se obstaculizó el desarrollo de la sociedad soviética.
En su discurso en la reunión de amistad soviético-húngara de 19 de julio de 1963, Kruschov se extendió en lo que llamó el gobierno del "terror" de Stalin, diciendo que Stalin "mantuvo su poder con un hacha". Describió el orden social de la época en los siguientes términos: "...en ese periodo un hombre que iba al trabajo a menudo no sabía si volvería a casa, si vería de nuevo a su esposa e hijos."
En "el periodo del culto a la personalidad", según lo describe la dirección del PCUS, la sociedad era más "odiosa" y "bárbara" que en el periodo del feudalismo o del capitalismo.
Según la dirección del PCUS, la dictadura del proletariado y el sistema socialista de la sociedad que se establecieron como resultado de la Revolución de Octubre no eliminaron la opresión sobre el pueblo trabajador ni impulsaron el desarrollo de la sociedad soviética durante varias decenios; sólo después de que el XX Congreso del PCUS emprendiese la "lucha contra el culto a la personalidad", se liberó al pueblo trabajador de la "pesada carga" y se "aceleró", repentinamente, "el desarrollo de la sociedad soviética [26]".
Kruschov dijo, "¡Ah! ¡Si Stalin hubiese muerto tan sólo diez años antes! [27]" Como todos sabemos, Stalin murió en 1953; diez años atrás habría sido 1943, el mismo año en que la Unión Soviética comenzó su contraofensiva en la Gran Guerra Patria. En ese momento, ¿quién quería que Stalin muriese? ¡Hitler!
No es algo nuevo en la historia del movimiento comunista internacional que los enemigos del marxismo-leninismo difamen a los dirigentes del proletariado y traten de socavar su causa mediante el uso de proclamas del tipo de "la lucha contra el culto a la personalidad". Es un truco sucio que el pueblo ha calado hace tiempo.
En el periodo de la Primera Internacional, el intrigante Bakunin utilizó un lenguaje similar para denostar a Marx. En un primer momento, para ganarse la confianza de Marx, le escribió, "soy su discípulo y me siento orgulloso de ello [28]". Más tarde, cuando fracasó en su artero propósito de usurpar la dirección de la Primera Internacional, insultó a Marx y dijo: "como alemán y judío, es autoritario de la cabeza a los pies [29]" y lo tildó de "dictador [30]".
En el periodo de la Segunda Internacional, el renegado Kautsky empleó un lenguaje similar para denostar a Lenin. Difamó a Lenin comparándolo con "el Dios de los monoteístas [31]", que había reducido el marxismo "a la condición no sólo de religión de Estado, sino de fe medieval u oriental [32]".
En el periodo de la Tercera Internacional, el renegado Trotsky utilizó, de modo similar, ese lenguaje para denostar a Stalin. Dijo que Stalin era un "tirano [33]" y que "la burocracia estalinista ha creado un repugnante culto al líder, atribuyendo a los dirigentes cualidades divinas [34]".
La moderna camarilla revisionista de Tito también empleó palabras similares para denostar a Stalin, diciendo que Stalin era el "dictador" "de un sistema de poder personal absoluto [35]".
Es evidente, por lo tanto, que la cuestión de la lucha "contra el culto a la personalidad" planteada por la dirección del PCUS se remonta a los Bakunin, Kautsky, Trotsky y Tito, todos los cuales la emplearon para atacar a los líderes del proletariado y socavar el movimiento revolucionario del proletariado.
Los oportunistas en la historia del movimiento comunista internacional fueron incapaces de negar a Marx, Engels o Lenin difamándolos, como tampoco es capaz Kruschov de negar a Stalin difamándolo.
Como señaló Lenin, una posición privilegiada no garantiza el éxito de la difamación.
Kruschov pudo utilizar su posición privilegiada para remover el cuerpo de Stalin del Mausoleo de Lenin, pero por mucho que lo intente, jamás logrará borrar la gran imagen de Stalin de las mentes del pueblo soviético y de los pueblos del mundo.
Kruschov puede utilizar su posición privilegiada para revisar el marxismo-leninismo de una u otra forma, pero por mucho que lo intente, jamás logrará desbaratar el marxismo-leninismo que Stalin defendió y que defienden los marxistas-leninistas de todo el mundo.
Nos gustaría dar un consejo sincero al camarada Kruschov. Esperamos que reconozca sus errores y regrese de su camino equivocado al camino del marxismo-leninismo.
¡Larga vida a las grandes enseñanzas revolucionarias
de Marx, Engels, Lenin y Stalin!
El Partido Comunista de China siempre ha sostenido que cuando el camarada Kruschov negó completamente a Stalin so pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", cometía un grave error y tenía segundas intenciones.
El Comité Central del PCCh señaló en su carta de 14 de junio que la "lucha contra el culto a la personalidad" viola las enseñanzas integrales de Lenin en materia de relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas, y socava el principio comunista del centralismo democrático.
La carta abierta del Comité Central del PCUS evita dar respuesta a nuestros argumentos de principios, limitándose a etiquetar a los comunistas chinos como "defensores del culto a la personalidad y vendedores ambulantes de las ideas erróneas de Stalin".
Cuando luchaba contra los mencheviques, Lenin dijo: "No responder a un argumento de un oponente sobre una cuestión de principio e imputarle sólo 'pathos', no es argumentar sino recurrir al insulto [1]". La actitud mostrada por el Comité Central del PCUS en su carta abierta es exactamente igual a la de los mencheviques.
A pesar de que la carta abierta recurre a los insultos en lugar de al debate, nosotros, por nuestra parte, preferimos responderla con argumentos de principios y referencia a un gran número de hechos.
La gran Unión Soviética fue el primer Estado de la dictadura del proletariado. En un principio, el principal dirigente del Partido y el Gobierno de ese Estado fue Lenin. Después de la muerte de Lenin, lo fue Stalin.
Después de la muerte de Lenin, Stalin se convirtió no sólo en el principal dirigente del Partido y el Gobierno de la Unión Soviética, sino también en el líder reconocido del movimiento comunista internacional.
Hace sólo cuarenta y seis años desde que la Revolución de Octubre dio nacimiento al primer Estado socialista. Durante casi treinta de esos años, Stalin fue el principal dirigente de ese estado. Tanto en la historia de la dictadura del proletariado como en la del movimiento comunista internacional, las actividades de Stalin ocupan un lugar extremadamente importante.
El Partido Comunista chino ha sostenido firmemente que la cuestión de cómo juzgar a Stalin y qué actitud tomar hacia él no se reduce sólo a valorar a Stalin en sí mismo; es más importante aún: se trata de cómo evaluar la experiencia histórica de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional desde la muerte de Lenin.
El camarada Kruschov negó completamente a Stalin en el XX Congreso del PCUS. No consultó previamente a los otros Partidos hermanos sobre esta cuestión de principio que afecta al movimiento comunista internacional en su conjunto y, más tarde, trató de imponerles un hecho consumado. Quienquiera que haga una valoración de Stalin distinta de la de los dirigentes del PCUS es acusado de "defensa del culto a la personalidad", así como de "injerencia" en los asuntos internos del PCUS.
Pero nadie puede negar la importancia internacional de la experiencia histórica del primer Estado de la dictadura del proletariado, o el hecho histórico de que Stalin fuera el líder del movimiento comunista internacional; en consecuencia, nadie puede negar que la valoración de Stalin es una cuestión de principio importante que afecta al conjunto del movimiento comunista internacional. ¿Sobre qué base, pues, prohiben los dirigentes del PCUS a otros Partidos hermanos hacer un análisis y una valoración concretos de Stalin?
El Partido Comunista de China ha insistido invariablemente en la necesidad de llevar a cabo un análisis general, objetivo y científico de los méritos y deméritos de Stalin siguiendo el método del materialismo histórico y la presentación de los hechos como efectivamente ocurrieron, y se ha opuesto a la negación subjetiva, tosca y completa de Stalin por el método del idealismo histórico así como a la distorsión y alteración deliberadas de la historia.
El Partido Comunista de China ha sostenido con firmeza que Stalin cometió ciertamente errores que se derivaban de causas ideológicas así como sociales e históricas. Es necesario criticar los errores que efectivamente Stalin cometió, no los que se le atribuyen sin base, y hacerlo desde una postura correcta y con métodos correctos. Sin embargo, nos hemos opuesto firmemente a la crítica incorrecta a Stalin, hecha desde posiciones erróneas y con métodos equivocados.
Stalin luchó contra el zarismo y propagó el marxismo durante toda la vida de Lenin; después de que se convirtiera en miembro del Comité Central del Partido Bolchevique encabezado por Lenin tomó parte en la lucha para allanar el camino a la Revolución de 1917; tras la Revolución de Octubre, luchó para defender los frutos de la revolución proletaria.
Stalin dirigió el PCUS y al pueblo soviético tras la muerte de Lenin en lucha resuelta contra los enemigos internos y externos, y en la salvaguardia y consolidación del primer Estado socialista en el mundo.
Stalin dirigió el PCUS y al pueblo soviético defendiendo la industrialización socialista y la colectivización agraria y logrando grandes éxitos en la transformación socialista y en la construcción del Socialismo.
Stalin dirigió el PCUS, al pueblo soviético y al ejército soviético en ardua y amarga lucha hacia la gran victoria de la guerra antifascista.
Stalin defendió y desarrolló el marxismo-leninismo en la lucha contra diversos tipos de oportunismo, contra los enemigos del leninismo, los trostkistas, zinovievistas, bujarinistas y otros agentes burgueses.
Stalin realizó una contribución indeleble al movimiento comunista internacional en una serie de escritos teóricos que son obras inmortales del marxismo-leninismo.
Stalin dirigió el Partido y el Gobierno soviéticos desarrollando una política exterior que, en su conjunto, respondía a los principios del internacionalismo proletario; contribuyó asimismo enormemente a la lucha revolucionaria de todos los pueblos, incluido el pueblo chino.
Stalin se mantuvo a la vanguardia de la marea de la historia dirigiendo la lucha; fue un enemigo irreconciliable de los imperialistas y de todos los reaccionarios.
Las actividades de Stalin estuvieron íntimamente vinculadas a las luchas del gran PCUS y del gran pueblo soviético, y fueron inseparables de las luchas revolucionarias de los pueblos de todo el mundo.
La vida de Stalin fue la de un gran marxista-leninista, un gran revolucionario del proletariado.
Es cierto que junto con hechos meritorios para el pueblo soviético y el movimiento comunista internacional, Stalin, un gran marxista-leninista y revolucionario del proletariado, también cometió algunos errores. Algunos fueron errores de principio y otros, errores cometidos en el curso del trabajo práctico; algunos podrían haberse evitado y otros eran difícilmente evitables en un momento en que la dictadura del proletariado carecía de precedentes para guiarse.
En su forma de pensar, Stalin se alejó del materialismo dialéctico en determinadas cuestiones, cayendo en la metafísica y el subjetivismo; en consecuencia, a veces, estuvo divorciado de la realidad y de las masas. En algunas luchas tanto dentro como fuera del Partido, en determinadas ocasiones y sobre determinadas cuestiones, confundió dos tipos de contradicciones que son de diferente naturaleza: las contradicciones entre nosotros y el enemigo, y las contradicciones en el seno del pueblo; también confundió los diferentes métodos necesarios para resolverlas. En el trabajo dirigido por Stalin para eliminar la contrarrevolución, muchos contrarrevolucionarios merecedores de castigo lo fueron debidamente, pero al mismo tiempo hubo personas inocentes que fueron injustamente condenadas; en 1937 y 1938 se cometió el error de ampliar el alcance de la represión de los contrarrevolucionarios. En materia de organización del Partido y el Gobierno, no aplicó en toda su amplitud el centralismo proletario democrático y, en cierta medida, lo infringió. En el tratamiento de las relaciones con los Partidos y países hermanos cometió algunos errores. También dio algunas orientaciones equivocadas en el seno del movimiento comunista internacional. Estos errores causaron algunas pérdidas a la Unión Soviética y al movimiento comunista internacional.
Los méritos y errores de Stalin son materias de la realidad histórica y objetiva. Una comparación entre ambos muestra que sus méritos superan sus errores. La obra de Stalin fue principalmente correcta y sus errores fueron secundarios. En la valoración de la totalidad del pensamiento de Stalin y su obra, todo comunista honesto, con respeto por la historia, observará en primer lugar, sin duda, lo principal en Stalin. Por lo tanto, una vez valorados, criticados y superados correctamente los errores de Stalin, es necesario salvaguardar lo principal de la vida de Stalin, salvaguardar el marxismo-leninismo que defendió y desarrolló.
Sería beneficioso que los errores de Stalin, que sólo fueron secundarios, se tengan por lecciones históricas para que los comunistas de la Unión Soviética y de otros países pudieran aprender esas enseñanzas y evitar la repetición de los errores o cometer menos. Las lecciones históricas, tanto positivas como negativas, son beneficiosas para todos los comunistas, siempre y cuando se interpreten correctamente, se ajusten a los hechos históricos y no se distorsionen.
Lenin señaló en más de una ocasión que los marxistas eran totalmente diferentes de los revisionistas de la Segunda Internacional en su actitud hacia el pueblo, marxistas como Bebel y Rosa Luxemburgo quienes, a pesar de todos sus errores, fueron grandes revolucionarios del proletariado. Los marxistas no ocultaron los errores de estas personas, sino que gracias a estos ejemplos aprendieron a "evitarlos y a cumplir con las exigencias más rigurosas del marxismo revolucionario [2]". Por el contrario, los revisionistas "graznaron" y "cacarearon" sobre los errores de Bebel y Rosa Luxemburgo. Para ridiculizar a los revisionistas, Lenin citaba cierta fábula rusa que venía a propósito: "A veces las águilas pueden volar más bajo que las gallinas, pero las gallinas nunca pueden elevarse a la altura de las águilas [3]". Bebel y Rosa Luxemburgo fueron "grandes comunistas" y, a pesar de sus errores, siguieron siendo "águilas", mientras que los revisionistas eran una bandada de "gallinas" "en el patio trasero del movimiento de la clase trabajadora, entre montones de estiércol [4]".
El papel histórico de Bebel y Rosa Luxemburgo no es en modo alguno comparable al de Stalin. Stalin fue el gran dirigente de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional durante toda una etapa histórica, y al valorar su obra se debe proceder con mayor cuidado.
Los dirigentes del PCUS han acusado al Partido Comunista chino de "defender" a Stalin. Sí, por supuesto que defendemos a Stalin. Cuando Kruschov distorsiona la historia y niega por completo a Stalin, naturalmente que tenemos el deber ineludible de dar un paso adelante y defenderlo en interés del movimiento comunista internacional.
Al defender a Stalin, el Partido Comunista chino defiende su parte correcta; defiende la gloriosa historia de lucha del primer Estado de la dictadura del proletariado que se creó con la Revolución de Octubre; defiende la gloriosa historia de lucha del PCUS; defiende el prestigio del movimiento comunista internacional entre los trabajadores de todo el mundo. En resumen, defiende la teoría y la práctica del marxismo-leninismo. No sólo los comunistas chinos llevan a cabo esta tarea; todos los comunistas entregados al marxismo-leninismo, todos los revolucionarios inquebrantables y todas las personas con sentido de la imparcialidad hacen lo mismo.
Defendemos a Stalin, pero no defendemos sus errores. Hace mucho tiempo que los comunistas chinos tuvieron la experiencia de primera mano de algunos de sus errores. De las erróneas líneas oportunistas de "izquierda" y derecha surgidas en el Partido Comunista chino en un momento o en otro, algunas aparecieron bajo la influencia de ciertos errores de Stalin, por lo que hace a sus fuentes internacionales. A finales de los años veinte, los años treinta y principios y mediados de los cuarenta, los marxistas-leninistas chinos, representados por los camaradas Mao Tse-Tung y Liu Shao-Chi, se resistieron a la influencia de los errores de Stalin; gradualmente derrotaron a las líneas erróneas del oportunismo de "izquierda" y de derecha, y condujeron, al fin, a la Revolución China a la victoria.
Pero, dado que algunas de las ideas equivocadas de Stalin fueron aceptadas y aplicadas por algunos camaradas chinos, nosotros, los chinos debemos asumir la responsabilidad. En su lucha contra el oportunismo de "izquierda" y de derecha, por lo tanto, nuestro Partido criticó sólo a sus propios camaradas errados y nunca culpó a Stalin. El propósito de nuestra crítica era distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, aprender las lecciones oportunas y hacer avanzar la causa revolucionaria. Sólo pedimos a los camaradas equivocados que corrigieran sus errores. Si no lo hicieron, esperamos hasta que gradualmente su propia experiencia práctica les fuera despertando, siempre que no organizaran grupos secretos para llevar a cabo actividades clandestinas y liquidacionistas. Nuestro método es el método adecuado en términos de crítica y autocrítica en el interior del Partido; partimos del deseo de unidad y llegamos a una nueva unidad sobre una nueva base a través de la crítica y la lucha. De este modo se lograron buenos resultados. Sostuvimos que se trataba de contradicciones en el seno del pueblo y no entre el enemigo y nosotros, y que, por lo tanto, debíamos utilizar el método indicado más arriba.
¿Qué actitud han adoptado el camarada Kruschov y otros dirigentes del PCUS para con Stalin a partir del XX Congreso del PCUS?
No han efectuado un análisis histórico y científico completo de su vida y obra sino que se han limitado a negarle completamente sin realizar distinción alguna entre lo correcto y lo incorrecto.
Han tratado a Stalin no como a un camarada sino como a un enemigo.
No han adoptado el método de crítica y autocrítica para valorar su experiencia sino que se han limitado a culpar a Stalin de todos los errores o a atribuirle los "errores" que han inventado arbitrariamente.
Ni han expuesto los hechos ni han resuelto las cuestiones sino que se han limitado a lanzar demagógicos ataques personales contra Stalin con el fin de envenenar las mentes de las personas.
Kruschov ha insultado a Stalin tildándolo de "asesino", "criminal", "bandido [5]", "jugador", "déspota al estilo de Iván el Terrible", "el mayor dictador de la historia rusa", "estúpido [6]", "idiota [7]", etc. La obligación en que nos vemos de citar estas palabras repugnantes, vulgares y malintencionadas, nos hace temer que puedan ensuciar nuestra pluma y nuestras cuartillas.
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo como "el mayor dictador de la historia rusa". ¿No significa esto que el pueblo soviético ha vivido durante treinta largos años bajo la "tiranía" del "mayor dictador de la historia rusa" y no bajo el sistema socialista? ¡El gran pueblo soviético y los revolucionarios de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "déspota al estilo de Iván el Terrible". ¿No significa esto que la experiencia que el gran PCUS y el gran pueblo soviético han prestado durante más de treinta años a los pueblos de todo el mundo no ha sido la experiencia de la dictadura del proletariado sino la de la vida bajo el dictado de un "déspota" feudal? ¡El gran pueblo soviético, los comunistas soviéticos y los marxistas-leninistas de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "bandido". ¿No significa esto que el primer Estado socialista del mundo estuvo dirigido durante un largo periodo de tiempo por un "bandido"? ¡El gran pueblo soviético y los revolucionarios de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "estúpido". ¿No significa esto que el PCUS, que libró heroicas batallas revolucionarias en los últimos decenios, tenía a un "estúpido" por líder? ¡Los comunistas soviéticos y los marxistas-leninistas de todo el mundo están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "idiota". ¿No significa esto que el gran ejército soviético que triunfó en la guerra antifascista tenía a un "idiota" por comandante supremo? ¡Los gloriosos comandantes y combatientes soviéticos, y todos los luchadores antifascistas del mundo están completamente en desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "asesino". ¿No significa esto que el movimiento comunista internacional tuvo durante décadas como maestro y guía a un "asesino"? ¡Los comunistas de todo el mundo, incluyendo los comunistas soviéticos, están en total desacuerdo con esta infamia!
Kruschov ha calumniado a Stalin calificándolo de "jugador". ¿No significa esto que los revolucionarios de todo el mundo tenían a un "jugador" como abanderado en las luchas contra el imperialismo y la reacción? ¡Todos los revolucionarios del mundo, incluido el pueblo soviético, están en total desacuerdo con esta infamia!
Los dicterios proferidos por Kruschov contra Stalin son gruesos insultos contra el gran pueblo soviético, gruesos insultos contra el PCUS, contra el ejército soviético, contra la dictadura del proletariado y el sistema socialista, contra el movimiento comunista internacional, contra los revolucionarios de todo el mundo y contra el marxismo-leninismo.
¿En qué posición se sitúa a sí mismo Kruschov, que participó en la dirección del partido y el estado durante el periodo de Stalin, cuando se golpea el pecho, da puñetazos en la mesa y vocea a grito pelado insultos contra Stalin? ¿En la posición de cómplice de un "asesino" o de un "bandido"? ¿O en la posición misma de un "estúpido" o un "idiota"?
¿Qué diferencia hay entre los insultos contra Stalin proferidos por Kruschov y los insultos lanzados por los imperialistas, los reaccionarios de diversos países y los renegados del comunismo? ¿Por qué tal odio inveterado contra Stalin? ¿Por qué se le ataca con más ferocidad que al enemigo?
Al insultar a Stalin, Kruschov lo que hace en realidad es denunciar furiosamente el sistema y el Estado soviéticos. Sus palabras, a este respecto, no son en modo alguno más comedidas sino todo lo contrario: son realmente más fuertes que las de renegados como Kautsky, Trotsky, Tito y Djilas.
Todo el mundo debería citar el siguiente pasaje de la Carta Abierta del Comité Central del PCUS y preguntar a Kruschov: "¡Cómo pueden decir estas cosas sobre el Partido del gran Lenin, sobre la patria del socialismo, sobre quienes fueron las primeras personas en el mundo en llevar a cabo una revolución socialista, que defendieron sus grandes logros en feroces batallas contra el imperialismo internacional y la contrarrevolución interna, que están realizando milagros de heroísmo y dedicación en el esfuerzo por construir el comunismo, que están cumpliendo fielmente con su deber internacionalista para con los trabajadores del mundo!"
En su artículo "El significado político del insulto", Lenin dijo: "El insulto en política a menudo encubre una absoluta carencia de contenidos ideológicos, la incapacidad y la impotencia, la perturbadora impotencia de quien insulta". ¿No resulta esto aplicable a los dirigentes del PCUS que, atormentados de contino por el espectro de Stalin, tratan de encubrir su carencia total de principios, su incapacidad y perturbadora impotencia mediante el insulto contra Stalin? La gran mayoría del pueblo soviético desaprueba estos insultos contra Stalin y defiende cada día más su memoria. Los dirigentes del PCUS se han aislado gravemente de las masas. A cada paso sienten la amenaza del terrible espectro de Stalin, que es, de hecho, la enorme insatisfacción de las masas debida a la negación completa de Stalin. Hasta el momento, Kruschov no se ha atrevido a permitir que el pueblo soviético y los demás pueblos del campo socialista vean el informe secreto que niega por completo a Stalin, informe que el propio Kruschov presentó ante el XX Congreso del PCUS. Y ello porque es un informe que no puede soportar la luz del día, un informe que le alejaría peligrosamente de las masas.
Especialmente notable es el hecho de que mientras insultan a Stalin de todas las formas posibles, los dirigentes del PCUS consideran a Eisenhower, a Kennedy y a personajes por el estilo "con respeto y confianza [8]". Insultan a Stalin calificándolo de "déspota al estilo de Iván el Terrible" y "el mayor dictador de la historia rusa", pero felicitan a Eisenhower y a Kennedy por tener ¡"el apoyo de la mayoría absoluta del pueblo norteamericano [9]"! Insultan a Stalin llamándolo "idiota", pero alaban a Eisenhower y a Kennedy calificándolos de ¡"sensatos"! Por un lado, atacan brutalmente a un gran marxista-leninista, un gran revolucionario del proletariado y un gran líder del movimiento comunista internacional, y por el otro, alaban a los caciques del imperialismo poniéndolos por las nubes. ¿Existe alguna posibilidad de que la conexión entre estos fenómenos sea meramente accidental y que no sea consecuencia, con lógica inexorable, de la traición al marxismo-leninismo?
Si su memoria no es demasiado corta, Kruschov debería recordar que en una manifestación masiva celebrada en Moscú en enero de 1937, él mismo condenó, con toda razón, a quienes habían atacado a Stalin, diciendo: "¡Cuando levantaron la mano contra el camarada Stalin, la levantaron contra todos nosotros, contra la clase obrera y el pueblo trabajador! ¡Cuando levantaron la mano contra el camarada Stalin, la levantaron contra las enseñanzas de Marx, Engels y Lenin!" Kruschov mismo exaltó repetidamente a Stalin refiriéndose a él como "íntimo amigo y camarada de armas del gran Lenin [10]", como "el mayor genio, maestro y guía de la humanidad [11]" y como "el gran mariscal, siempre victorioso [12]", como "el amigo sincero del pueblo [13]" y como su "propio padre [14]".
Entre las palabras pronunciadas por Kruschov cuando Stalin vivía y las proferidas después de su muerte resulta llamativo comprobar el giro de 180 grados que Kruschov ha dado en su valoración de Stalin.
Si su memoria no es demasiado corta, Kruschov debería recordar, sin la menor duda, que durante el periodo de liderazgo de Stalin, él mismo, en especial, apoyó activamente la ejecución de la política entonces prevaleciente encaminada a la eliminación de contrarrevolucionarios.
El 6 de junio de 1937, en la Quinta Conferencia del Partido de la provincia de Moscú, Kruschov declaró:
«Nuestro Partido aplastará sin piedad a la banda de traidores y eliminará los últimos deshechos del derechismo trotskista... La garantía de esto es el liderazgo inquebrantable de nuestro Comité Central, el liderazgo inquebrantable de nuestro líder, el camarada Stalin... Vamos a aniquilar totalmente a los enemigos -hasta el último hombre- y a esparcir sus cenizas a los cuatro vientos.»
El 8 de junio de 1938, en la Cuarta Conferencia del Partido de la provincia de Kiev, Kruschov declaró:
«Los Yakyirs, Ealyitskys, Lyubehenkys, Zatonskys y demás escoria querían traer a Ucrania a los terratenientes polacos, querían traer aquí a los fascistas alemanes, a los feudales y a los capitalistas... Hemos aniquilado un número considerable de enemigos, pero no a todos aún. Por lo tanto, es necesario mantener los ojos bien abiertos. Deberíamos tener en mente a cada instante las palabras del camarada Stalin, cuando dice que mientras exista el cerco capitalista, habrá espías y saboteadores infiltrados en nuestro país.»
¿Por qué repudia Kruschov -que estuvo en la dirección del partido y el estado en el periodo de Stalin, que apoyó activamente y ejecutó con firmeza la política de eliminación de contrarrevolucionarios- por qué, preguntamos, repudia todo lo realizado durante este periodo y culpa de todos los errores únicamente a Stalin, sustrayéndose él por completo a cualquier responsabilidad?
Cuando Stalin hacía algo mal era capaz de criticarse a sí mismo. Por ejemplo, dio algunas orientaciones erróneas con respecto a la Revolución china. Tras la victoria de la Revolución china, admitió su error. Stalin también admitió algunos de sus errores en el trabajo de depuración de las filas del Partido en su informe al XVIII Congreso del PCUS (B) de 1939. Pero, ¿Kruschov? Sencillamente desconoce qué sea la autocrítica; se limita por entero a culpar a los demás de todo y exige que se le otorgue completa credibilidad.
No es sorprendente que estas feas acciones de Kruschov hayan tenido lugar coincidiendo en el tiempo con una agitación creciente del revisionismo moderno. Como dijo Lenin en 1915 cuando criticó a los revisionistas de la Segunda Internacional por su traición al marxismo:
«No es en absoluto sorprendente en días como éstos de palabras caídas en el olvido, de principios perdidos, de filosofías pisoteadas, de resoluciones y solemnes promesas desechadas [15].»
Como el curso de los acontecimiento ha demostrado plenamente desde el XX Congreso del PCUS, la negación completa de Stalin por la dirección del PCUS ha tenido consecuencias muy graves.
Ha proporcionado a los imperialistas y a los reaccionarios de todos los países una munición de anticomunismo y antisoviétismo acogida con sumo agrado. Poco después del XX Congreso del PCUS, los imperialistas comenzaron a sacar el jugo del informe secreto de Kruschov contra Stalin para, así, desencadenar un maremoto a nivel mundial contra la Unión Soviética y contra el comunismo. Los imperialistas, los reaccionarios de todos los países, la camarilla de Tito y oportunistas del más variado pelaje no dejaron pasar la oportunidad de atacar a la Unión Soviética, al campo socialista y a los partidos comunistas; de esta manera se ha puesto en graves dificultades a muchos Partidos y países hermanos.
La frenética campaña contra Stalin llevada a cabo por la dirección del PCUS ha permitido a los trotskistas, cadáveres políticos desde hacía mucho tiempo, volver a la vida nuevamente y clamar por la "rehabilitación" de Trotsky. En noviembre de 1961, al concluir el XXII Congreso del PCUS, el Secretariado Internacional de la llamada Cuarta Internacional afirmaba en una carta dirigida al XXII Congreso del PCUS y a su nuevo Comité Central que en 1937 Trotsky había dicho que se erigiría un monumento en honor de las víctimas de Stalin. "Hoy", continuaba, "esta predicción se ha hecho realidad. Antes de su Congreso, el Primer Secretario de su Partido ha prometido la construcción de ese monumento." En esta carta se solicitaba específicamente que el nombre de Trotsky quedara "grabado en letras de oro en el monumento erigido en honor de las víctimas de Stalin". Los trotskistas, sin ocultar su alegría, declararon que la campaña contra Stalin iniciada por la dirección del PCUS había "abierto las puertas al Trotskismo" lo cual "sería de gran ayuda para el avance del Trotskismo y de su organización: la Cuarta Internacional".
Al negar completamente a Stalin, los dirigentes del PCUS tienen motivos que no pueden soportar la luz del día.
Stalin murió en 1953; tres años más tarde, los dirigentes del PCUS le atacaron virulentamente en el XX Congreso; ocho años después de su muerte, una vez más, volvieron a hacer lo mismo en el XXII Congreso, exhumando y cremando sus restos. Al reiterar sus violentos ataques contra Stalin, los dirigentes del PCUS pretendían borrar la influencia indeleble de este gran revolucionario del proletariado entre los ciudadanos de la Unión Soviética y de todo el mundo, y allanar el camino a la negación del marxismo-leninismo, que Stalin había defendido y desarrollado, y a la aplicación generalizada de una línea revisionista. Su línea revisionista comenzó precisamente con el XX Congreso y alcanzó su plena sistematización en el XXII Congreso. Los hechos demuestran cada vez con mayor claridad que su revisión de las teorías marxistas-leninistas sobre el imperialismo, la guerra y la paz, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, la revolución en las colonias y semicolonias, el partido del proletariado, etc., está inseparablemente ligada a su negación completa de Stalin.
So color de "la lucha contra el culto a la personalidad", la dirección del PCUS intenta negar a Stalin completamente.
Al proclamar "la lucha contra el culto a la personalidad", los dirigentes del PCUS no pretenden restaurar lo que ellos llaman "criterios leninistas de vida dentro del Partido y sobre los principios de dirección". Por el contrario, están violando las enseñanzas de Lenin en materia de relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas, y contraviniendo el principio del centralismo democrático en el Partido.
Los marxistas-leninistas sostienen que si el partido revolucionario del proletariado ha de servir realmente como Cuartel General del proletariado en lucha, debe éste articular correctamente las relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas, y debe estar organizado bajo el principio del centralismo democrático. Un Partido como ése debe mantener un núcleo ciertamente estable de dirigentes: debe estar constituido por un grupo de dirigentes templados a lo largo del tiempo y con capacidad de integrar la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución.
Los líderes del partido proletario, ya sean miembros del comité central o de los comités locales, emergen de las masas en el curso de las luchas de clases y de los movimientos revolucionarios de las masas. Son infinitamente leales a las masas, mantienen estrechos vínculos con ellas, son capaces de adoptar correctamente las ideas de las masas y, a continuación, llevarlas a la práctica. Esos dirigentes son auténticos representantes del proletariado y las masas los reconocen como tales. Es signo de la madurez política de un partido proletario el disponer de ese tipo de dirigentes y en ello reside la esperanza de victoria para la causa del proletariado.
Lenin tenía toda la razón al decir que "ni una sola clase a lo largo de la historia ha alcanzado el poder sin producir a sus dirigentes políticos, sus prominentes representantes capaces de organizar un movimiento y conducirlo [16]". También dijo:
«La formación de un grupo de dirigentes del Partido experimentados e influyentes es una tarea difícil y a largo plazo. Pero sin esto, la dictadura del proletariado, su "unidad de la voluntad", no será más que una frase [17].»
El Partido Comunista de China siempre se ha adherido a las enseñanzas marxistas-leninistas sobre el papel de las masas y del individuo en la historia y sobre las relaciones entre dirigentes, partido, clase y masas; asimismo, ha defendido el centralismo democrático en el Partido. Siempre hemos mantenido una dirección colectiva; al mismo tiempo, estamos contra la minusvaloración del papel de los dirigentes. Al igual que otorgamos la importancia debida a ese papel, estamos en contra del elogio deshonesto y excesivo de individuos concretos y contra la exageración de su papel. Ya en 1949, el Comité Central del Partido Comunista chino, a sugerencia del camarada Mao Tse-tung, tomó la decisión de prohibir las celebraciones públicas de cualquier tipo con ocasión de los cumpleaños de los dirigentes del partido así como la atribución de sus nombres a lugares, calles o empresas.
Este enfoque nuestro, coherente y correcto, es esencialmente diferente de la "lucha contra el culto a la personalidad" preconizada por la dirección del PCUS.
Resulta cada vez más claro que cuando los dirigentes del PCUS preconizan la "lucha contra el culto a la personalidad" no pretenden, como afirman, promover la democracia, practicar la dirección colectiva y oponerse a la acumulación de funciones en un solo individuo: en realidad, tienen segundas intenciones.
¿Cuál es, en concreto, la esencia de su "lucha contra el culto a la personalidad"?
Para decirlo sin rodeos, no es nada más que lo siguiente:
1. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", contraponer a Stalin, el líder del partido, a la organización del partido, al proletariado y a las masas populares;
2. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", mancillar el partido del proletariado, la dictadura del proletariado y el sistema socialista;
3. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", crearse una buena reputación y, a un tiempo, atacar a los revolucionarios leales al marxismo-leninismo con objeto de allanar el camino a la usurpación de la dirección del Partido y el Estado por parte de intrigantes revisionistas;
4. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", interferir en los asuntos internos de los Partidos y países hermanos, y tratar a toda costa de subvertir su liderazgo para que sigan su ejemplo; y
5. So pretexto de "la lucha contra el culto a la personalidad", atacar a los Partidos hermanos que se adhieren al marxismo-leninismo y provocar una escisión en el seno del movimiento comunista internacional.
La "lucha contra el culto a la personalidad" desencadenada por Kruschov es una intriga política despreciable. Como alguien a quien describió Marx, "se encuentra en su elemento intrigando, pero es una nulidad en el ámbito de la teoría [18]".
La Carta Abierta del Comité Central del PCUS sostiene que "a la vez que rechazan el culto a la personalidad y combaten sus consecuencias" tienen en "alta estima a los dirigentes que... gozan de prestigio merecido". ¿Qué significa esto? Significa que, mientras pisotean a Stalin, los dirigentes del PCUS ponen a Kruschov por los cielos.
Describen a Kruschov -que no era aún comunista en el momento de la Revolución de Octubre y que fue un activista político de bajo nivel durante la guerra civil- como un "activo creador del Ejército Rojo [19]".
Atribuyen por completo a Kruschov la gran victoria en la batalla decisiva de la Guerra Patria soviética, diciendo que en la batalla de Stalingrado "se escuchaba con mucha frecuencia la voz de Kruschov [20]" y que fue "el alma de los combatientes de Stalingrado [21]".
Atribuyen por entero a Kruschov los grandes logros en materia de armamento nuclear y cohetería, calificándolo de "padre cósmico [22]". Sin embargo, como todo el mundo sabe, el éxito de la Unión Soviética en la fabricación de bombas atómicas y de hidrógeno fue un gran logro de los científicos y técnicos soviéticos, y del pueblo soviético bajo la dirección de Stalin. También se sentaron las bases de la cohetería en la época de Stalin. ¿Cómo es posible omitir estos importantes hechos históricos? ¿Cómo es posible dar crédito a Kruschov?
Alaban a Kruschov, que ha revisado las teorías fundamentales del marxismo-leninismo y que sostiene que el leninismo está anticuado, tildándolo -a Kruschov- de "brillante modelo que ha desarrollado y enriquecido creativamente la teoría marxista-leninista [23]".
Lo que están haciendo los dirigentes del PCUS bajo capa de "la lucha contra el culto a la personalidad" es exactamente lo que Lenin dijo:
«...en lugar de los viejos dirigentes, que sostienen sobre los asuntos ordinarios puntos de vista de hombres ordinarios, se presentan nuevos líderes... que dicen sandeces confusas y anormales [24].»
La Carta Abierta del Comité Central del PCUS calumnia nuestra posición de adhesión al marxismo-leninismo, al afirmar que "estamos intentando imponer a otros Partidos el orden de cosas, la ideología y la moral, las formas y métodos de dirección que florecieron en el periodo del culto a la personalidad". Esta observación muestra nuevamente el absurdo de la "lucha contra el culto a la personalidad".
Según los dirigentes del PCUS, después de que la Revolución de Octubre acabase con el capitalismo en Rusia siguió un "periodo del culto a la personalidad". Parecería como si el "sistema social" y "la ideología y la moral" de ese periodo no hubiesen sido socialistas. En ese periodo el pueblo trabajador soviético estaba sometido a una "pesada carga", se impuso una "atmósfera de miedo, sospecha e incertidumbre que envenenó la vida del pueblo [25]", y se obstaculizó el desarrollo de la sociedad soviética.
En su discurso en la reunión de amistad soviético-húngara de 19 de julio de 1963, Kruschov se extendió en lo que llamó el gobierno del "terror" de Stalin, diciendo que Stalin "mantuvo su poder con un hacha". Describió el orden social de la época en los siguientes términos: "...en ese periodo un hombre que iba al trabajo a menudo no sabía si volvería a casa, si vería de nuevo a su esposa e hijos."
En "el periodo del culto a la personalidad", según lo describe la dirección del PCUS, la sociedad era más "odiosa" y "bárbara" que en el periodo del feudalismo o del capitalismo.
Según la dirección del PCUS, la dictadura del proletariado y el sistema socialista de la sociedad que se establecieron como resultado de la Revolución de Octubre no eliminaron la opresión sobre el pueblo trabajador ni impulsaron el desarrollo de la sociedad soviética durante varias decenios; sólo después de que el XX Congreso del PCUS emprendiese la "lucha contra el culto a la personalidad", se liberó al pueblo trabajador de la "pesada carga" y se "aceleró", repentinamente, "el desarrollo de la sociedad soviética [26]".
Kruschov dijo, "¡Ah! ¡Si Stalin hubiese muerto tan sólo diez años antes! [27]" Como todos sabemos, Stalin murió en 1953; diez años atrás habría sido 1943, el mismo año en que la Unión Soviética comenzó su contraofensiva en la Gran Guerra Patria. En ese momento, ¿quién quería que Stalin muriese? ¡Hitler!
No es algo nuevo en la historia del movimiento comunista internacional que los enemigos del marxismo-leninismo difamen a los dirigentes del proletariado y traten de socavar su causa mediante el uso de proclamas del tipo de "la lucha contra el culto a la personalidad". Es un truco sucio que el pueblo ha calado hace tiempo.
En el periodo de la Primera Internacional, el intrigante Bakunin utilizó un lenguaje similar para denostar a Marx. En un primer momento, para ganarse la confianza de Marx, le escribió, "soy su discípulo y me siento orgulloso de ello [28]". Más tarde, cuando fracasó en su artero propósito de usurpar la dirección de la Primera Internacional, insultó a Marx y dijo: "como alemán y judío, es autoritario de la cabeza a los pies [29]" y lo tildó de "dictador [30]".
En el periodo de la Segunda Internacional, el renegado Kautsky empleó un lenguaje similar para denostar a Lenin. Difamó a Lenin comparándolo con "el Dios de los monoteístas [31]", que había reducido el marxismo "a la condición no sólo de religión de Estado, sino de fe medieval u oriental [32]".
En el periodo de la Tercera Internacional, el renegado Trotsky utilizó, de modo similar, ese lenguaje para denostar a Stalin. Dijo que Stalin era un "tirano [33]" y que "la burocracia estalinista ha creado un repugnante culto al líder, atribuyendo a los dirigentes cualidades divinas [34]".
La moderna camarilla revisionista de Tito también empleó palabras similares para denostar a Stalin, diciendo que Stalin era el "dictador" "de un sistema de poder personal absoluto [35]".
Es evidente, por lo tanto, que la cuestión de la lucha "contra el culto a la personalidad" planteada por la dirección del PCUS se remonta a los Bakunin, Kautsky, Trotsky y Tito, todos los cuales la emplearon para atacar a los líderes del proletariado y socavar el movimiento revolucionario del proletariado.
Los oportunistas en la historia del movimiento comunista internacional fueron incapaces de negar a Marx, Engels o Lenin difamándolos, como tampoco es capaz Kruschov de negar a Stalin difamándolo.
Como señaló Lenin, una posición privilegiada no garantiza el éxito de la difamación.
Kruschov pudo utilizar su posición privilegiada para remover el cuerpo de Stalin del Mausoleo de Lenin, pero por mucho que lo intente, jamás logrará borrar la gran imagen de Stalin de las mentes del pueblo soviético y de los pueblos del mundo.
Kruschov puede utilizar su posición privilegiada para revisar el marxismo-leninismo de una u otra forma, pero por mucho que lo intente, jamás logrará desbaratar el marxismo-leninismo que Stalin defendió y que defienden los marxistas-leninistas de todo el mundo.
Nos gustaría dar un consejo sincero al camarada Kruschov. Esperamos que reconozca sus errores y regrese de su camino equivocado al camino del marxismo-leninismo.
¡Larga vida a las grandes enseñanzas revolucionarias
de Marx, Engels, Lenin y Stalin!
[1] V. I. Lenin, "Algunas observaciones sobre la 'respuesta' de P. Maslov", Obras Completas, ed. inglesa, FLPH, Moscú, 1963, vol. XV, p. 255.
[2] V. I. Lenin; "Prefacio para el folleto de Voinov (A. V. Lunacharski) sobre la actitud del Partido para con los sindicatos", Obras Completas, ed. inglesa, FLPH, Moscú, 1962, vol. XIII, p. 165.
[3] V. I. Lenin, "Notas de un publicista", Obras Escogidas, ed. inglesa, International Publishers, New York, 1943, Vol. X, p. 312.
[4] Ibíd., p. 313.
[5] N. S. Kruschov, Conversaciones con la delegación del Partido Comunista chino, de 22 de octubre de 1961.
[6] N. S. Kruschov, Discurso en la recepción del Primero de Mayo de 1962. Dado por el gobierno soviético.
[7] N. S. Kruschov, Conversaciones con la delegación del Partido Comunista chino, de 22 de octubre de 1961.
[8] N. S. Kruschov, Carta de respuesta a. J. F. Kennedy, de 28 de octubre de 1962.
[9] N. S. Kruschov, Respuestas a las preguntas de los editores jefes de Pravda y Izvestia, en Pravda, de 15 de junio de 1963.
[10] N. S. Kruschov, "Stalin y la gran amistad de los pueblos de la Unión Soviética", Pravda, de 21 de diciembre de 1939.
[11] N. S. Kruschov, discurso en el XVIII Congreso del PCUS (B), Pravda, de 15 de marzo de 1939.
[12] N. S. Kruschov y otros, Carta a todos los oficiales y hombres del Ejército Rojo soviético, Pravda, de 13 de mayo de 1945.
[13] N. S. Kruschov, "Stalin y la gran amistad de los pueblos de la Unión Soviética", Pravda, de 21 de diciembre de 1939.
[14] N. S. Kruschov, "La amistad stalinista entre los pueblos: garantía de la invencibilidad de nuestra patria", Pravda, de 21 de diciembre de 1949.
[15] V. I. Lenin, "Prefacio al folleto de N. Bujarin, "El imperialismo y la economía mundial", Obras Completas, ed. inglesa, Moscú. Editorial Progreso, 1964, vol. XXII, p. 104.
[16] V. I. Lenin, "Las tareas urgentes de nuestro movimiento", Obras Escogidas, ed. inglesa, International Publishers, New York, 1943, vol. II, p. 13.
[17] V. I. Lenin. "Carta a los comunistas alemanes", Obras Completas, ed. rusa, SPPL, Moscú, 1950, vol. XXXII, p. 492.
[18] "Marx a F. Bolte", Obras Escogidas de Karl Marx y Federico Engels, ed. alemana, FLPH, Moscú, 1950, vol. II, p. 438.
[19] "Vida para el pueblo", Vostoka de Zarya, 17 de diciembre de 1961.
[20] "Creados y criados por el partido", Agitador, Nº 2, 1963.
[21] V. I. Chuikov, Discurso de la manifestación del XX aniversario de la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética, Pravda, de 22 de junio de 1961.
[22] G. S. Titov, Discurso en el XXII Congreso del PCUS, de 26 de octubre de 1961.
[23] R. N. Kosygin, Discurso en el XXII Congreso del PCUS, de 21 de octubre de 1961.
[24] V. I. Lenin, "'El izquierdismo' enfermedad infantil del comunismo", Obras Escogidas, ed. inglesa, International Publishers, Nueva York, 1943, Vol. X, p. 82.
[25] Carta Abierta del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética a todas las Organizaciones del Partido, a todos los comunistas de la Unión Soviética, de 14 de julio de 1963.
[26] Ibíd.
[27] N. S. Kruschov, Discurso en la Reunión de Amistad soviético-húngara de Moscú, de 19 de julio de 1963.
[28] Carta de M. A. Bakunin a Karl Marx, de 22 de diciembre de 1868, Die Neue Zeit, Nº 1, 1900.
[29] Franz Mehring, Karl Marx, Historia de su vida, ed. inglesa, Covici Friede Publishers, Nueva York, 1935, p. 429.
[30] "Engels a A. Bebel, 20 de junio, 1873", Obras escogidas de Karl Marx y Frederick Engels, ed. inglesa, FLPH, Moscú, 1951, vol. II, p. 432.
[31] Karl Kautsky, Socialdemocracia versus comunismo, ed. inglesa, Rand School Press, Nueva York, 1946, p. 54.
[32] Ibíd., p. 29.
[33] León Trotsky, Stalin, una valoración del hombre y su influencia, ed. inglesa, Harper y Brothers, Nueva York y Londres, 1941, p. 490.
[34] León Trotsky, "La burocracia estalinista y el asesinato de Kirov", Sobre el asesinato de Kirov, ed. inglesa, Pioneer Publishers, Nueva York, 1956, p. 17.
[35] Edvard Kardeli, "Cinco años más tarde", Borba, de 28 de junio de 1953.
[2] V. I. Lenin; "Prefacio para el folleto de Voinov (A. V. Lunacharski) sobre la actitud del Partido para con los sindicatos", Obras Completas, ed. inglesa, FLPH, Moscú, 1962, vol. XIII, p. 165.
[3] V. I. Lenin, "Notas de un publicista", Obras Escogidas, ed. inglesa, International Publishers, New York, 1943, Vol. X, p. 312.
[4] Ibíd., p. 313.
[5] N. S. Kruschov, Conversaciones con la delegación del Partido Comunista chino, de 22 de octubre de 1961.
[6] N. S. Kruschov, Discurso en la recepción del Primero de Mayo de 1962. Dado por el gobierno soviético.
[7] N. S. Kruschov, Conversaciones con la delegación del Partido Comunista chino, de 22 de octubre de 1961.
[8] N. S. Kruschov, Carta de respuesta a. J. F. Kennedy, de 28 de octubre de 1962.
[9] N. S. Kruschov, Respuestas a las preguntas de los editores jefes de Pravda y Izvestia, en Pravda, de 15 de junio de 1963.
[10] N. S. Kruschov, "Stalin y la gran amistad de los pueblos de la Unión Soviética", Pravda, de 21 de diciembre de 1939.
[11] N. S. Kruschov, discurso en el XVIII Congreso del PCUS (B), Pravda, de 15 de marzo de 1939.
[12] N. S. Kruschov y otros, Carta a todos los oficiales y hombres del Ejército Rojo soviético, Pravda, de 13 de mayo de 1945.
[13] N. S. Kruschov, "Stalin y la gran amistad de los pueblos de la Unión Soviética", Pravda, de 21 de diciembre de 1939.
[14] N. S. Kruschov, "La amistad stalinista entre los pueblos: garantía de la invencibilidad de nuestra patria", Pravda, de 21 de diciembre de 1949.
[15] V. I. Lenin, "Prefacio al folleto de N. Bujarin, "El imperialismo y la economía mundial", Obras Completas, ed. inglesa, Moscú. Editorial Progreso, 1964, vol. XXII, p. 104.
[16] V. I. Lenin, "Las tareas urgentes de nuestro movimiento", Obras Escogidas, ed. inglesa, International Publishers, New York, 1943, vol. II, p. 13.
[17] V. I. Lenin. "Carta a los comunistas alemanes", Obras Completas, ed. rusa, SPPL, Moscú, 1950, vol. XXXII, p. 492.
[18] "Marx a F. Bolte", Obras Escogidas de Karl Marx y Federico Engels, ed. alemana, FLPH, Moscú, 1950, vol. II, p. 438.
[19] "Vida para el pueblo", Vostoka de Zarya, 17 de diciembre de 1961.
[20] "Creados y criados por el partido", Agitador, Nº 2, 1963.
[21] V. I. Chuikov, Discurso de la manifestación del XX aniversario de la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética, Pravda, de 22 de junio de 1961.
[22] G. S. Titov, Discurso en el XXII Congreso del PCUS, de 26 de octubre de 1961.
[23] R. N. Kosygin, Discurso en el XXII Congreso del PCUS, de 21 de octubre de 1961.
[24] V. I. Lenin, "'El izquierdismo' enfermedad infantil del comunismo", Obras Escogidas, ed. inglesa, International Publishers, Nueva York, 1943, Vol. X, p. 82.
[25] Carta Abierta del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética a todas las Organizaciones del Partido, a todos los comunistas de la Unión Soviética, de 14 de julio de 1963.
[26] Ibíd.
[27] N. S. Kruschov, Discurso en la Reunión de Amistad soviético-húngara de Moscú, de 19 de julio de 1963.
[28] Carta de M. A. Bakunin a Karl Marx, de 22 de diciembre de 1868, Die Neue Zeit, Nº 1, 1900.
[29] Franz Mehring, Karl Marx, Historia de su vida, ed. inglesa, Covici Friede Publishers, Nueva York, 1935, p. 429.
[30] "Engels a A. Bebel, 20 de junio, 1873", Obras escogidas de Karl Marx y Frederick Engels, ed. inglesa, FLPH, Moscú, 1951, vol. II, p. 432.
[31] Karl Kautsky, Socialdemocracia versus comunismo, ed. inglesa, Rand School Press, Nueva York, 1946, p. 54.
[32] Ibíd., p. 29.
[33] León Trotsky, Stalin, una valoración del hombre y su influencia, ed. inglesa, Harper y Brothers, Nueva York y Londres, 1941, p. 490.
[34] León Trotsky, "La burocracia estalinista y el asesinato de Kirov", Sobre el asesinato de Kirov, ed. inglesa, Pioneer Publishers, Nueva York, 1956, p. 17.
[35] Edvard Kardeli, "Cinco años más tarde", Borba, de 28 de junio de 1953.
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