Falta de combustible en Nepal agrava situación tras el terremoto.
Stella Paul
IPS
A los 40 años, Durga
Rajak, copropietaria de Mailadai Hans ko Choila, un concurrido
restaurante en la capital de Nepal, está aprendiendo a encender una
estufa de nuevo. Pero esta vez utiliza combustible diésel en lugar del
queroseno habitual. Reconoce que la tarea es arriesgada. “Siempre
existe el peligro de una explosión, por lo que no debo bombear la manija
con demasiada rapidez o subir las llamas demasiado”, explicó.
Katmandú soporta una escasez de combustible debido a un bloqueo comercial causado por protestas políticas, y es difícil conseguir tanto gas para cocinar como queroseno.
Rajak tiene suerte. Ella y su marido, Rajendra, tienen conexiones en el mercado negro. También pueden pagar las 250 rupias nepalíes (2,35 dólares) que cuesta ahora el litro de diésel, en lugar del precio habitual de 81 rupias (0,76 dólares).
Pero para miles de habitantes de la capital nepalí y de otros distritos del país, cocinar los alimentos diarios es todo un reto debido a la escasez de combustible, que ya lleva más de tres meses.
La escasez se inició después de que Nepal adoptó su primera constitución política en octubre. El día en que el Parlamento la aprobó se desataron protestas sociales en Madhes, una provincia fronteriza con India y hogar de 52 por ciento de los 28 millones de habitantes del país. La constitución los discrimina, asegura el pueblo madhesi, que está étnica, lingüística y culturalmente más cerca de India.
“Madhes se compone de 21 distritos de Nepal. Habíamos reclamado una provincia autónoma” para la zona, explicó Mohan Kumar Singh, un periodista de la televisión estatal de Katmandú y presidente de la Asociación de Periodistas de Madhes.
“Pero la nueva constitución promete una provincia con solo ocho distritos. Habíamos exigido cuotas en los puestos de trabajo según la proporción de la población, pero en la Constitución se rechazó” esa posibilidad, añadió.
“También dice que quienes no tengan ascendencia nepalí no pueden tener un cargo público, lo que es inaceptable ya que la mayoría de los madhesis son ciudadanos nepalíes de nacimiento”, denunció el periodista.
En las protestas, activistas de los partidos políticos madhesis quemaron copias de la constitución, exigieron su inmediata modificación y se declararon en huelga, mientras bloqueaban la ruta a lo largo de la frontera de 1.236 kilómetros con India.
El país tiene seis rutas comerciales que se extienden por la frontera, pero el puesto de control de Nepal-Birganj, 90 kilómetros al sur de Katmandú y que se encuentra en provincia de Madhes, es el más importante. Todo lo que la capital importa pasa por este puesto de control, incluida su gasolina, gas de cocina y medicinas.
Cuando comenzó la huelga, los manifestantes impidieron el ingreso a Nepal de miles de camiones que transportaban productos de consumo.
Cien días pasaron desde entonces. Ahora, la mayoría de las gasolineras de la ciudad, así como las estaciones de recarga de gas y las tiendas que venden queroseno están desabastecidas. La escasez dio lugar a un floreciente mercado negro, lo que agrava la situación de los miles de damnificados que aún no se recuperan de los daños causados por el terremoto de junio, que mató a 8.900 personas y dejó a más de medio millón sin hogar.
La población pobre es la más vulnerable y la más afectada.
En Katmandú, casi todos los carros ambulantes de comida tuvieron que cerrar debido a la escasez de combustible. Muchos conductores de taxi tampoco pueden trabajar. “Tuve que esperar un día en la fila para llenar el tanque una vez. A veces, ni siquiera consigo combustible”, afirmó el taxista Chandra Bahadur.
“La cantidad de turistas que ingresaron al país descendió después del terremoto. Los que llegan ahora no quieren pasear, temen quedarse atascados en alguna parte debido a la escasez de combustible”, destacó Bahadur, antes deviajar a Nueva Delhi, donde espera encontrar trabajo.
Las amas de casa, cuya gran mayoría utiliza el gas para cocinar, también padecen la situación de escasez. Usha KC Raut dice que tiene dos cilindros llenos de gas, pero los utiliza con mucha moderación.
“Cocino solo una vez. Por la noche comemos las sobras de la mañana. Ni que hablar de cocinar una segunda olla de comida”, expresó. La mayoría de sus vecinos utilizan queroseno o leña, mientras que otros están usando estufas eléctricas. “Ahora van a tener que pagar más por la electricidad”, observó Raut.
La escasez avivó el enojo del público contra India. Tanto las personas comunes como el gobierno acusaron al vecino país de ordenar el bloqueo luego de que apoyara la demanda madhesi de cambio a la constitución.
Pero India niega su participación en el bloqueo económico.
“No hubo ningún bloqueo de parte de India en absoluto. Los problemas que enfrenta Nepal son de carácter político. Son internos… y los líderes de Nepal tienen que resolverlos mediante el diálogo”, declaró Vikas Swaroop, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores indio, en conferencia de prensa en Nueva Delhi.
Pero los madhesis creen que la solución es imposible sin la intervención de India.
“El gobierno de (Narendra) Modi nos comprende. De esta manera, solo podremos tener una solución con la mediación india”, sostuvo Mohan Singh, que forma parte de una delegación que viajará a Nueva Delhi en los próximos días para buscar la intervención formal de India.
Mientras tanto, los nepalíes se preparan para el invierno boreal. Maya Rai, una joven madre de dos niños, acaba de comprar 10 kilos de leña por 150 rupias (1,41 dólares).
“Espero poder darles a mis hijos una comida caliente y un baño”, explicó.
Traducido por Álvaro Queiruga.
http://www.ipsnoticias.net/2015/12/falta-de-combustible-en-nepal-agrava-situacion-tras-el-terremoto/
Katmandú soporta una escasez de combustible debido a un bloqueo comercial causado por protestas políticas, y es difícil conseguir tanto gas para cocinar como queroseno.
Rajak tiene suerte. Ella y su marido, Rajendra, tienen conexiones en el mercado negro. También pueden pagar las 250 rupias nepalíes (2,35 dólares) que cuesta ahora el litro de diésel, en lugar del precio habitual de 81 rupias (0,76 dólares).
Pero para miles de habitantes de la capital nepalí y de otros distritos del país, cocinar los alimentos diarios es todo un reto debido a la escasez de combustible, que ya lleva más de tres meses.
La escasez se inició después de que Nepal adoptó su primera constitución política en octubre. El día en que el Parlamento la aprobó se desataron protestas sociales en Madhes, una provincia fronteriza con India y hogar de 52 por ciento de los 28 millones de habitantes del país. La constitución los discrimina, asegura el pueblo madhesi, que está étnica, lingüística y culturalmente más cerca de India.
“Madhes se compone de 21 distritos de Nepal. Habíamos reclamado una provincia autónoma” para la zona, explicó Mohan Kumar Singh, un periodista de la televisión estatal de Katmandú y presidente de la Asociación de Periodistas de Madhes.
“Pero la nueva constitución promete una provincia con solo ocho distritos. Habíamos exigido cuotas en los puestos de trabajo según la proporción de la población, pero en la Constitución se rechazó” esa posibilidad, añadió.
“También dice que quienes no tengan ascendencia nepalí no pueden tener un cargo público, lo que es inaceptable ya que la mayoría de los madhesis son ciudadanos nepalíes de nacimiento”, denunció el periodista.
En las protestas, activistas de los partidos políticos madhesis quemaron copias de la constitución, exigieron su inmediata modificación y se declararon en huelga, mientras bloqueaban la ruta a lo largo de la frontera de 1.236 kilómetros con India.
El país tiene seis rutas comerciales que se extienden por la frontera, pero el puesto de control de Nepal-Birganj, 90 kilómetros al sur de Katmandú y que se encuentra en provincia de Madhes, es el más importante. Todo lo que la capital importa pasa por este puesto de control, incluida su gasolina, gas de cocina y medicinas.
Cuando comenzó la huelga, los manifestantes impidieron el ingreso a Nepal de miles de camiones que transportaban productos de consumo.
Cien días pasaron desde entonces. Ahora, la mayoría de las gasolineras de la ciudad, así como las estaciones de recarga de gas y las tiendas que venden queroseno están desabastecidas. La escasez dio lugar a un floreciente mercado negro, lo que agrava la situación de los miles de damnificados que aún no se recuperan de los daños causados por el terremoto de junio, que mató a 8.900 personas y dejó a más de medio millón sin hogar.
La población pobre es la más vulnerable y la más afectada.
En Katmandú, casi todos los carros ambulantes de comida tuvieron que cerrar debido a la escasez de combustible. Muchos conductores de taxi tampoco pueden trabajar. “Tuve que esperar un día en la fila para llenar el tanque una vez. A veces, ni siquiera consigo combustible”, afirmó el taxista Chandra Bahadur.
“La cantidad de turistas que ingresaron al país descendió después del terremoto. Los que llegan ahora no quieren pasear, temen quedarse atascados en alguna parte debido a la escasez de combustible”, destacó Bahadur, antes de
Las amas de casa, cuya gran mayoría utiliza el gas para cocinar, también padecen la situación de escasez. Usha KC Raut dice que tiene dos cilindros llenos de gas, pero los utiliza con mucha moderación.
“Cocino solo una vez. Por la noche comemos las sobras de la mañana. Ni que hablar de cocinar una segunda olla de comida”, expresó. La mayoría de sus vecinos utilizan queroseno o leña, mientras que otros están usando estufas eléctricas. “Ahora van a tener que pagar más por la electricidad”, observó Raut.
La escasez avivó el enojo del público contra India. Tanto las personas comunes como el gobierno acusaron al vecino país de ordenar el bloqueo luego de que apoyara la demanda madhesi de cambio a la constitución.
Pero India niega su participación en el bloqueo económico.
“No hubo ningún bloqueo de parte de India en absoluto. Los problemas que enfrenta Nepal son de carácter político. Son internos… y los líderes de Nepal tienen que resolverlos mediante el diálogo”, declaró Vikas Swaroop, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores indio, en conferencia de prensa en Nueva Delhi.
Pero los madhesis creen que la solución es imposible sin la intervención de India.
“El gobierno de (Narendra) Modi nos comprende. De esta manera, solo podremos tener una solución con la mediación india”, sostuvo Mohan Singh, que forma parte de una delegación que viajará a Nueva Delhi en los próximos días para buscar la intervención formal de India.
Mientras tanto, los nepalíes se preparan para el invierno boreal. Maya Rai, una joven madre de dos niños, acaba de comprar 10 kilos de leña por 150 rupias (1,41 dólares).
“Espero poder darles a mis hijos una comida caliente y un baño”, explicó.
Traducido por Álvaro Queiruga.
http://www.ipsnoticias.net/2015/12/falta-de-combustible-en-nepal-agrava-situacion-tras-el-terremoto/
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