La
literatura africana no interesa demasiado en la cultura eurocentrista,
por lo que son raros los autores de este continente conocidos y
traducidos, incluso en los paises colonizadores de sus paises de origen.
Y sobre todo si se trata de escritores que no solamente lucharon por la
independencia o por el socialismo con su pluma, sino que lo hicieron
también con el fusil.
Es el caso del mozambiqueño Jorge Rebelo, nacido en 1940, en Maputo,
Mozambique. Licenciado en Derecho por la Universidad de Coimbra, en
Portugal, volvió a su país para dirigir el secretariado de información
de la Guerrilla antiportuguesa, el Frente de Liberación de Mozambique,
FRELIMO, editando también la revista Mozambique Revolution.
El 25 de junio de 1962, se creó en Dar es Salaam, la principal ciudad de la vecina Tanzania, el Frente de Liberación Marxista-Leninista de Mozambique, conocido como FRELIMO (Frente de Libertação de Moçambique). La lucha guerrillera comenzó oficialmente el 25 de septiembre de 1964, y terminó con un alto el fuego el 8 de septiembre de 1974, del que resultó una independencia negociada en 1975 tras los acuerdos de Lusaka. En Mozambique, el FRELIMO se hizo con el poder y Samora Machel, su dirigente marxista-leninista, se convirtió en el primer presidente mozambiqueño.
Entonces, con el FRELIMO en el poder, Mozambique se alineó con el llamado "Bloque del Este", iniciando relaciones diplomáticas y tratados de cooperación con la URSS, China, Cuba y demás países socialistas, de los que había recibido ayuda durante la guerra de independencia. De hecho, el nombre que adoptó el país tras su independencia fue República Popular de Mozambique, hasta 1990.
El presidente Samora Machel moriria en un conveniente accidente de avion en 1986 y sería sucedido por un partidario de la democracia pluripartidista y de mejorar las relaciones con Estados Unidos, Joaquim Chissano
Jorge Rebelo todavía es conocido en su país como "el poeta de la revolución" Sus poemas son combativos, destinados a la guerrilla en la que el poeta combatía. Sus versos son vistos como una crónica de la lucha por la independencia, una llamada a las armas en el marco de la ideología comunista, de la emancipación de los pueblos y de los trabajadores.
A continuación, compartimos una muestra de algunos de estos poemas de
Jorge Rebelo, que hemos traducido del portugués al castellano en este
blog:
Poema de un militante
Madre.
Yo tengo un fusil de acero;
tu hijo,
al que tu viste encadenado
un día
(cuando llorabas como si
fueran tus manos y tus piés
lo que aprisionaran las cadenas).
lo que aprisionaran las cadenas).
Tu hijo es libre ahora.
Madre.
Tu hijo tiene un fusil de acero,
Mi fusil
romperá los grilletes
abrirá las prisiones
matará a los tiranos
recuperará nuestras tierras
Madre,
Que bello es disparar por la libertad,
la justicia resuena en cada disparo
y los ancianos sueños alzan el vuelo
como los pájaros.
Disparando en el frente,
aparece tu imagen.
Yo disparo por ti,
Madre,
para secar por fin
las lágrimas de tus ojos.
En nuestra tierra, las balas están empezando a florecer
Vamos, hermano, cuéntame tu vida
Vamos, muéstrame las marcas que el enemigo
dejó en tu cuerpo en la revuelta.
Vamos, dime ‘Aquí mis manos fueron heridas
porque ellas mismas
esta tierra defendieron’
‘Aquí mi cuerpo fue torturado
porque rechazó doblegarse
ante los invasores’
‘Aquí mi boca fue golpeada
porque osó pedir
la libertad de mi pueblo’
Vamos, hermano, cuéntame tu vida,
vamos, explícame los sueños de rebeldía
que en silencio soñabais
tú, tus hermanos y vuestros antepasados
en las noches clandestinas sufridas por amor.
Vamos, relátame esos sueños que
se convirtieron en guerra,
el nacimiento de los héroes,
las tierras reconquistadas,
las madres que, sin miedo,
enviaban a sus hijos a la lucha.
Vamos, háblame de todo esto, mi hermano.
y más tarde yo lo contaré con palabras simples
que incluso los niños puedan comprender
palabras que entraran en cada casa
como hace el viento
y se posarán como las rojas y cálidas brasas
a los pies del alma de nuestro pueblo.
En nuestra tierra, las balas están empezando a florecer
Vamos, hermano, cuéntame tu vida
Vamos, muéstrame las marcas que el enemigo
dejó en tu cuerpo en la revuelta.
Vamos, dime ‘Aquí mis manos fueron heridas
porque ellas mismas
esta tierra defendieron’
‘Aquí mi cuerpo fue torturado
porque rechazó doblegarse
ante los invasores’
‘Aquí mi boca fue golpeada
porque osó pedir
la libertad de mi pueblo’
Vamos, hermano, cuéntame tu vida,
vamos, explícame los sueños de rebeldía
que en silencio soñabais
tú, tus hermanos y vuestros antepasados
en las noches clandestinas sufridas por amor.
Vamos, relátame esos sueños que
se convirtieron en guerra,
el nacimiento de los héroes,
las tierras reconquistadas,
las madres que, sin miedo,
enviaban a sus hijos a la lucha.
Vamos, háblame de todo esto, mi hermano.
y más tarde yo lo contaré con palabras simples
que incluso los niños puedan comprender
palabras que entraran en cada casa
como hace el viento
y se posarán como las rojas y cálidas brasas
a los pies del alma de nuestro pueblo.
En nuestra tierra,
las balas están empezando a florecer.
En el pueblo buscamos la fuerza
Jacinto Veloso, Jorge Rebelo, Marcelino dos Santos y Samora Machel. Mitin del Frelima en Maputo |
No basta que sea pura y justa
nuestra causa
Es necesario que la pureza y la justicia
existan dentro de nosotros.
De los que vinieron
y se aliaron con nosotros
muchos tenían miradas sombrias
intenciones extrañas
Para algunos la razón de su lucha
era solo el odio: un odio antiguo
tenaz y sordo
como una lanza
Para otros se trataba de una bolsa
bolsa vacia (querían llenarla)
querían llenarla de cosas sucias
inconfesables.
Otros llegamos.
para luchar y entender aquello
que el pueblo
quiero alcanzar
Y tener la tierra donde nacimos
y ser libres para trabajar.
y que lo que creamos sea nuestro
luchar para darnos un destino,
un puente entre la incredulidad
y la certeza de un mundo nuevo.
En la misma barca nos encontramos.
Todos coincidimos- vamos a luchar.
¿Luchar para qué?
¿Para dar rienda suelta a un odio antiguo
o para ganar la libertad
y que sea nuestro todo lo que creamos?
Mantengámonos firmes: en el pueblo
buscaremos la fuerza
y la razón.
Inexoráblemente
como una ola que nada detiene
venceremos.
El pueblo seguirá la estela de nuestra barca.
Pero la lección fue bien aprendida:
No basta que sea pura y justa
nuestra causa
Es necesario que la pureza y la justicia
existan dentro de nosotros
Libertad
Libertad,
sé que un día
vendrás.
Si llegas tarde,
después de que haya pasado
mi tiempo de combate
y de conquista,
no olvides
que te amé
y de conquista,
no olvides
que te amé
incondicionalmente
y te busque sin desánimo
durante toda mi
existência anónima.
Detente pues un momento
al lado de mi sepulcro;
aún muerto, podré sentirte
y reconocerte,
para después
durante toda mi
existência anónima.
Detente pues un momento
al lado de mi sepulcro;
aún muerto, podré sentirte
y reconocerte,
para después
morir de nuevo
complacido.
.
complacido.
.
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