Miles
de surcoreanos han salido este sábado a las calles de la capitalina
ciudad de Seúl para denunciar la detención de un líder sindical y exigir
la renuncia de la presidenta conservadora, Park Geun-hye.
Unos 2500
manifestantes hacían sonar trompetas y tambores y portaban pancartas y
carteles contra la mandataria surcoreana por sus medidas cada vez más
duras contra los sindicalistas y disidentes, contrarios a su campaña
para flexibilizar el mercado laboral.
En la protesta también solicitaban la liberación del líder sindical Han Sang-gyun, actualmente en prisión, que, de hecho, podría enfrentarse a un proceso poco habitual por sedición debido a episodios de violencia registrados en una protesta antigubernamental anterior.
Los manifestantes, cercados por grandes grupos de policías y bajo estrecha vigilancia, avanzaron hacia el hospital donde un manifestante de 69 años se encuentra en coma tras resultar herido en la gran marcha del 14 de noviembre.
Esta manifestación se suma a una serie de protestas masivas en los últimos meses contra la presidenta surcoreana. El gobierno de Park ha perseguido a grupos laborales y civiles implicados en la manifestación del pasado mes de noviembre, haciéndolos responsables de la violencia.
La fiscalía surcoreana estudia acusar de sedición al presidente de la confederación coreana de sindicatos, Han Sang-gyun.
Habría que mencionar que desde la década de 1980, cuando una dictadura militar detentaba el poder en el país, no se habían presentado cargos de esa clase en un tribunal surcoreano: la sedición es castigada en Corea del Sur con un máximo de 10 años de cárcel.
Por otro lado, los críticos lamentan la falta de voluntad de Park para aceptar a la oposición, destacando que en los últimos meses la fiscalía ha iniciado varios procesos penales por difamación contra periodistas y activistas que criticaron abiertamente a la presidenta.
También, denuncian la decisión del gobierno de exigir que las escuelas intermedias y de secundaria a partir de 2017 utilicen solo los libros de texto de historia proporcionados por el estado.
La actual presidenta Park es hija del dictador militar asesinado Park Chung-hee, que gobernó Corea del Sur en las décadas de 1960 y 1970
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